Todo lo que quiero

Da igual que algo empiece a irme bien, ya me encargo yo de fastidiarlo todo.

Yo no puedo hacer nada por evitarlo, y eso es profundamente real y doloroso.

Es triste venir aquí, como si acudiese a la tumba de un viejo y reconfortante amigo.
La única opción restante para no ser una molestia y, aun así, escribir para alguien más que para mí, aunque sea potencialmente.
El pasar de los días es ya un absurdo y los buenos momentos se han convertido en un suceso excepcional.
Ahora que el mecanismo de defensa ha fallado, me encuentro con una desesperación punzante que a lo único que invita es a no soñar más.
Es agobiante, pero necesario, aceptar que nadie vendrá a salvarme.

A veces pienso en la escena final de "¿A quién ama Gilbert Grape?". Durante unos instantes soy capaz de sentir la liberación que transmite y fantaseo con escapar yo también algún día.
No sé si es adecuado realizar una analogía entre mi vida y la película por todo lo que eso implica, pero lo cierto es que, emocionalmente, me identifico en cierta medida.

Estoy pensando en que, si fuese a morir ahora, moriría sola. Nadie vendría y probablemente me descubriesen cuando mi cadáver empezase a oler. Es un poco absurdo que eso me importe, pero realmente no me gustaría acabar así.

A veces pienso que nadie me soporta, pero quizás sea todavía peor que lo esté sobrevalorando y, en realidad, simplemente no les importe de ninguna forma.

Me da pánico que alguien me diga lo poco que valgo porque, aunque me intento convencer de ello, no quiero asimilarlo.
Al final resulta que me viene bien venir aquí a confesar estas cosas.

No encajo en ninguna parte.

Me siento como si me hubiesen arrancado un pulmón, pero hace días que perdí los auriculares, así que no puedo consolarme escuchando música a estas horas.

1- Me siento vacía.
2- Mis relaciones interpersonales son un caos.

Me gustaría aceptar al recipiente que se refleja en el espejo, pero sobre todo me gustaría respetar su alma invisible.

Da igual que algo empiece a irme bien, ya me encargo yo de fastidiarlo todo.

Mi obsesividad y perfeccionismo me destruyen.

Me sacrificaría sin dudar si con eso cesase el dolor de todos los demás.

¿Vale la pena luchar cuando ya supones que no va a servir de nada?

Muerta, vacía.
No sé.

Hola?

Qué importa si todo va morir, tú también lo harás, por eso es que debemos disfrutar de cada momento de nuestra vida sabiendo que esa podría ser nuestra última oportunidad. Ama a Dios sobre todas las cosas y ya jamás tendrás que preocuparte por lo temporal.

El Universo tardó millones de millones años para crear al Ser que hoy eres, desde las primeras estrellas, toda Conciencia en esta creación (con todo su Amor) estaba dándote un lugar aquí en forma de átomo, todos tenemos un Átomo Divino dentro al cual algunos llaman alma y ese pequeño Átomo se aferró a la Vida, competiste contra una infinidad de Almas simplemente para sentir la mortalidad y al mismo tiempo, sentir el Amor de la manera más maravillosa de todos los Metaversos y dimensiones, eres importante, tienes un Destino en esta Tierra, eso nunca lo dudes.