Esas gafas

El emperador de Japón realmente no tuvo un poder ejecutivo en la guerra, fueron los jefes de su ejército los que mandaron cometer atrocidades en China. Por otro lado Japón terminó siendo uno de los países que peor salió parado de la guerra, por no hablar de cómo quedó la figura del propio emperador tras la misma. Lo que me causa risa es que cuando se habla de las atrocidades de la segunda guerra mundial y del siglo XX a todos se les olvidan las que cometieron los aliados.

Si bien es cierto que el Emperador de Japón no detentaba todo el poder, su participación en los crímenes de guerra es innegable. Lo que ocurre es que en un arrebato de racionalidad, EEUU decidió no ahorcar en los Tribunales para el Lejano Oriente a la esencia misma del Japón encarnada en el Emperador y decidieron perdonarle para contar con su ayuda en la Guerra Fría.