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Bluemoon24601

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puntos 8 | votos: 8

¿Porqué... - ¿Porqué llevas ese estúpido traje de conejo?
¿Y tu porqué llevas ese estúpido traje de hombre?

puntos 8 | votos: 8

El juego del ahorcado - El juego del ahorcado me ha enseñado que con cada error que cometes
alguien sufre las consecuencias.

puntos 6 | votos: 6

No me entiendo. - Hay días, en los que como hoy, no entiendo nada.
No comprendo las exigencias de la humanidad.
Ni ciertos métodos de vida.
No comprendo el carpe diem pero no creo en el siempre hasta
envejecer juntos.
Ni en cuentos de hadas, porque como bien dice el nombre són cuentos,
historias para el que prefiere creer que los finales tristes no
existen.
Pero si que lo hacen.
Por eso existen las historias de desamor, los cuentos en los que la
persona que más quiere el protagonista muere, o en las que nunca
llega a cumplir sus sueños.
También hay los otros finales.
Aquellas historias demasiado edulcoradas que hablan sobre sapos,
hadas, amor y amistad eternas.
Tampoco creo en ellas.
Pero sin embargo creo en el poder de las historias y yo les intento
dar vida.
Crear personajes buenos, malos, dulces, con finales tiernos.
Es en aquel instante donde en mi mente se libra un campo de batalla y
empiezo a preguntarme el porque.
¿Porqué no escribjr la realidad? ¿ Serà porque no me satisface? ¿
O porqué también la odio?
No lo entiendo, no me entiendo.
Supongo que és porque quiero un final de cuento de hadas, pero se que
no va a ser posible e intento convencer a otras personas que a
diferencia de mi, ellos pueden tener una historia digna de cuento.

puntos 7 | votos: 7

El sobre. - Ella, la misma chica de siempre que aparecía a la misma hora.
Recuerdo que siempre la veía los jueves.
Aquel dia llovía, era de noche y en las frías y mal iluminadas
calles de París ella andava con sus tacones negros.
Llevaba el pelo perfectamente recogido, con un peinado simple pero
elegante que hacia que las suaves facciones de su cara se marcaran
más que de costumbre.
Llevaba un vestido negro, de tirantes, con una chaqueta fina de
algodón.
Y entre sus manos una carta.
Siempre se quedava paralizada delante de aquel portal, como si se
preguntara que hacer con aquel sobre.
Al final, después de mirar la carta y respirar un par de veces la
pasaba por debajo de la puerta y se iba en direccion contraria.
Y así jueves tras jueves.
Cuando llegaba a mi casa pensaba en que podía contener aquel sobre.
¿Dinero? ¿ Una carta para su amante? ¿ Un mensaje para su madre con
la que ya no hablaba?
Tal era mi curiosidad que un día, la esperé.
Y una vez ella dejó el sobre con la máxima suavidad y desaparecía
en la imensidad de la noche como siempre, yo me acerqué y cogí lo
que según mí mente tenia que contener palabras sábias para alguien
querido.
Al principió tenia mis dudas, abrir o no abrir. ¿Descubrir una
verdad y no respetar la intimidad de aquella muchacha o dejarla allí
y que continuara siendo un misterio para mí?
Al final decidí abrirla y fue entonces cuando para mi sorpresa
descubrí que aquella carta era solo una hoja en blanco.
Con la desilusión encima decidí alejarme y entonces a la contraluz
de la farola ví lo que parecian unos gravados en tinta negra.
Desmonte aquellos pliegues y con el folio en blanco seguí
obedientemente las instrucciones.
El pliegue de la esquina junto a la otra, giramos hacia el otro lado,
doblamos aquella esquina y...
No me lo podia creer. Era una grulla de origami.
Solo se me ocurrió una cosa.
Dejarla allí, en una esquina medio escondida y esperar que su
legitima propietaria la encontrara.
De vuelta a casa pensé.
En eso que vuela, en lo que dejamos escapar, como los pajaros que
vuelan al igual que los sueños se desvanecen.
En cómo siguen rutinas, y vuelven allí donde han estado
anteriormente.
Pájaros asustadizos y temerosos, que con sus fragiles alas intentan
emprender el vuelo.
Entonces me dí cuenta, ella...
Aquella chica, ella si que era una grulla.

puntos 11 | votos: 11

Angel beats me enseñó - Angel Beats me enseño...
Que los lideres no siempre tienen que ser fuertes, y que las actitudes
y acciones de cada persona vienen del pasado.
Que los más idiotas, són los que tienen el corazón más grande.
Que del amor al odio hay un paso.
Que los fuertes no són los que siempre salen victoriosos, sinó los
que nunca paran de luchar a pesar de las adversidades.
Que los más callados són los que más tienen que contar.
Y que el amor el de verdad, dura eternamente.

puntos 9 | votos: 9
$Aquí - Aquí, otra vez aquí. Sentada delante de una pantalla, intentando expresar sentimientos rotos con palabras necias, ya que mis palabras tiernas desaparecieron con mi sonrisa. Una sonrisa que hace tiempo que es fingida, obligada para ahorrarme explicaciones. Porque es mas fácil sonreír y decirme a mi misma y a los de mi alrededor que todo esta bien, cuando se que no es cierto que explicar los miles de pensamientos que habitan en lo hondo del autentico caos que es mi cabeza. Sitio donde conviven mis ideas desordenadas, las melodías de canciones deprimentes y tu sonrisa, la cual ya no veré mas. Una mente que no entiende nada, dentro de un cuerpo que no acepta, con una conciencia pesada, llena de recuerdos demasiado dolorosos para tan pocos años de edad. Una conciencia que acumula engaños, odio, fracasos, y sobre todo una conciencia que tiene que aguantar día tras día tu rostro. El único rostro que no puedo ver sin que me den arcadas. Arcadas de odio, y no hacia ti, sino hacia mi. Hay días en los que quiero desaparecer, demasiados, y tu pareces ignorarlo. Hay días donde me siento necia, y tu, cuando me podrías abrazar pasas de largo. Hay días en los cuales llego al punto de odiarme, y de ti, no recibo ni una mísera mirada. ¡Una mirada solo una mirada! ¿Tanto cuesta? Pero, no ya se que no me miraras, de hecho dudo que nadie mirara a alguien como yo. Alguien que es simplemente invisible. Además nadie puede ver los sentimientos y yo, yo solo soy sentimientos, rotos y confusos que nunca nadie podrá ver.$