En Desmotivaciones desde:
09.02.2011

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 13452 | malo 290
GeekVeterano Nivel 3Principalero Nivel 1

puntos 13 | votos: 13
¿Cómo quieres que esté contento? - Si la reina de mi cuento es la ruina de mi templo.
puntos 22 | votos: 22
Y el amor amaría hasta la muerte. -
puntos 9 | votos: 9
El amor no tiene definición - porque definir es limitar y el amor no tiene límites.
puntos 106 | votos: 110
Sentir envidia es como - tomarse un vaso de veneno esperando que muera la otra persona.
puntos 9 | votos: 9
Dicen que la distancia hace el olvido. - Pero parece que nunca estamos suficientemente lejos de las personas
que nos duele recordar.

puntos 19 | votos: 19
El amor es un crimen - que no puede realizarse sin cómplice.
puntos 8 | votos: 8
A veces estoy como en un infierno, - y no me lamento. No encuentro de qué lamentarme.
puntos 11 | votos: 11
Todos tan iguales - queriendo ser distintos.
puntos 6 | votos: 6
He nacido para - soñar el amor, no para sentirlo
puntos 7 | votos: 11
El miedo siempre - está dispuesto a hacerte ver las cosas peor de lo que son.

puntos 10 | votos: 10
Lo difícil no es encontrar - unos ojos bonitos o peculiares; es encontrar unos sinceros.
puntos 5 | votos: 5
Estallad, fuegos, una vez más. - El ambiente no podía estar más animado. Padres con sus hijos
revoloteando y mareando
 a quiénes les vigiliban, ancianos sentados en los bancos del parque
superior o
 apoyados en la barandilla, que miraban el aire con gesto risueño,
recordando, quizás, lo
 que un día vivieron ellos en aquel mismo lugar; jóvenes que reían
y compartían 
experiencias de cuando eran pequeños rebeldes y soñadores.
Entre éste último grupo, estábamos nosotros. Sentados en el
césped, nos deleitábamos 
de todo. Las voces, la risa, la música que flotaba en el aire,
nuestras historias. 
Ante nosotros, de pie, estaba Cristian, con una de sus fantásticas, y
quizás imaginarias,
 historias. Desde luego, era una maravilla narrando, porque podías
acabar sintiendo 
todas y cada una de las sensaciones, los miedos. Nos contaba como se
había escabullido 
de unos pandilleros que buscaban una presa para atacarla y que él,
gracias a su astucia,
 había evitado y vencido. Sonaba más a sueño que a cualquier otra
realidad. Pero
 aquellos instantes eran marcaban la diferencia y eran tan
placenteros...
Mientras Marian y Cristian discutían por vigésima cuarta vez sobre
un tema banal, 
me tumbé sobre la hierba. La Luna lucía hermosa alzándose en una
noche coronada 
con pocas pero brillantes estrellas. Tú, que durante un largo tiempo
habías perdido la
 mirada entre el césped, me observaste en silencio, esta vez cogiendo
pequeñas briznas
 de hierba. Te devolví una sonrisa cómplice, a la que no me
respondiste. Una gran
 ovación llenó el aire y desvió nuestra mirada otra vez hacia el
cielo nocturno. Colas
 de humo seguían a los fuegos artificiales que se alzaban para morir,
entre chispas 
de colores verdosos, rojizos y dorados. Los niños miraban y
señalaban, boquiabiertos, 
el espectáculo de luces que se mostraba ante ellos.
Secuestré tu mano, mientras te señalaba con un dedo en los labios
que no dijeses nada, 
para que el resto, que también se amaravillaban como si volviesen a
su infancia, 
no se percatase de nuestra huida. Te dejaste llevar y te guié por la
escaleras que llevaban
 al paseo superior, allí dónde los ancianos también volvían a
sonreír, sintiéndose a la vez 
jóvenes. Nos sentamos en el límite del paseo, dejando los pies casi
al aire pero estando
 apoyados en la pared. De ahí al césped del cual veníamos debía
haber una diferencia 
de altura de unos diez metros y sin embargo, tuviste el mismo ímpetu
que yo en sentarte 
en el borde, sin miedo o miramientos. Seguías sin mediar palabra. Nos
quedamos 
otra vez en silencio, ensordecidos por las aclamaciones de la gente y
por los fuegos
 artificiales, que poco a poco, iban muriendo uno tras otro, hasta
casi haber 
acabado la función.
El aire ya olía a pólvora. Un olor inteso. Hice un ademán de
levantarme, pero noté 
que tu mano había apresado mi brazo e impendías que me fuese. Y nada
más. Me mirabas,
 otra vez . Una última tanda de fuegos explosionó, y se reflejó en
tus ojos. 
Motitas de color azul, verde y amarillo flotó en tus ojos, yendo de
arriba hacía abajo. 
El parque enteró quedó en silencio. Notaba el vaho que nos rodeaba
al respirar.
 Un último fuego artificial de alzó a una altura mayor respecto a
los anteriores. 
En el instante preciso en el que ese fuego mayor, la despedida de la
velada se le 
podría llamar, estallaba en miles de chispas, iluminando una vez
más, última 
vez más; en aquel momento inolvidable, nuestros labios chocaron, para
ir a morir
 hasta más allá de lo que eran mis sueños.
puntos 5 | votos: 5
He vivido allí - donde los recuerdos se contruyen entre dos, al abrigo de las miradas, 
en el secreto de una sola confidencia donde tú aún reinas.
puntos 6 | votos: 6
Si el amor es ciego... - ¿Tus labios son braile?
puntos 13 | votos: 13
En este silencio, - el único que habla es nuestro orgullo.

puntos 15 | votos: 15
He soñado tantas veces - que te tenía, que al despertar, la realidad se convertía en mi pesadilla.
puntos 23 | votos: 23
Si un beso te lleva al cielo, - déjame demostrarte lo alto que podemos llegar.
puntos 16 | votos: 16
Si te beso... - ¿Comprenderías ya que un poema cabe en un verso?
puntos 16 | votos: 16
¿Qué es estúpida? - Bah, mientras callando guarde oscuro el enigma, siempre valdrá lo que yo 
creo que calla, más que lo que cualquiera otra me diga.
puntos 13 | votos: 13
o que en un suspiro - me das tu aliento a beber?

puntos 16 | votos: 16
La religión consiste - en creer más en una idea que en nosotros mismos.
puntos 8 | votos: 8
Hoy en Cuarto Milenio: - El extraño caso de una chica que subía tanto el brillo de las fotos
hasta que se quedaba sin nariz. Escalofriante.
puntos 14 | votos: 14
Las personas que pueden - hablar con los ojos, también pueden besar con la mirada.
puntos 19 | votos: 19
Chicas que se pintan - con bigotes y nariz de gatita para ocultar lo perras que son.
puntos 7 | votos: 7
Entre la oscuridad y la niebla, - apareció una figura alta, esbelta, oculta por una túnica y una
capucha, que no dejaba entrever su rostro. En la mano portaba una
guadaña de filo estrecho, la cual desprendía llamaradas azules.
Estábamos ese espejismo y yo, y nada  más, todo oscuridad y neblina.


El anónimo ladeó la cabeza, mostrando así una parte de su calcárea
calavera. Me miraba. No tenía las cuencas de los ojos vacías, como
se hubiese podido pensar, si no que tenía dos puntitos luminosos, dos
supernovas azules, brillando. Por un instante, creí que me habí
guiñado un ojo, porque vi una de esas pupilas estallaba y luego
volvía a la normalidad.

Alzó los brazos y un montón de siluetas fantasmales nos rodearon.
Niños, ancianos, hombres, mujeres... Todos esos espectros estaban
haciendo su vida cotidiana, sin percatarse de que habían cogido su
alma y la habían transportado a un lugar desconocido. 

La Parca sacó un reloj de arena, de un tamaño no muy grande, con
unas muescas en el vidrio y en el marco de madera. Lo lanzó al aire y
antes de que pudiese caer a tierra, lo partió en miles de pedazos. A
la vez que el reloj se quebraba, una persona, entre la multitud, cayó
al suelo. Una carcajada llenó el aire con un ruido fuerte y a la vez,
vacío, un sonido que no entraba por los oídos, si no que, escalaba
por las piernas, recorriendo el cuerpo, hasta llegar a tu cabeza y
martirizar tus sesos.

Ese era su mayor pasatiempos. ¿Quién le iba a contradecir, a ella, a
La Muerte? Para ella no existen los justos ni los infames. Nadie le
tiene que decir quien ha de morir o no. Simplemente, tenemos un tiempo
que corre y cuando este tiempo acaba ella cumple su trabajo, creamos o
no que es justo. Desconoce lo que es la Justicía.

Me acerqué lentamente. Me detuve justo enfrente. Su figura parecía
que se había endrandecido. Le miré directamente a sus ojos de color
celeste, sintiendo el frío tacto de su aliento, y le susurré:
 -La justicía no existe. Sólo existes tú.

puntos 16 | votos: 16
¡Y... Gol de Piqué! -
puntos 12 | votos: 12
Las personas no alteran - el tiempo, del mismo modo que los pájaros no alteran el cielo, sólo se limitan
a describir en él breves diseños.
puntos 9 | votos: 9
La historia tiene la costumbre - de cambiar a las personas que se creen que la están cambiando.
puntos 10 | votos: 10
Lo que el mundo necesita - no es poner cremalleras en los labios, son ventanas en la mente.
puntos 13 | votos: 13
La gente se confunde - entre estar enfadado y decir la realidad porque de las dos maneras, 
se dicen cosas que duelen y que nunca se quisieron aceptar

puntos 10 | votos: 10
a la que eterno me juró su amor. -
puntos 22 | votos: 22
-No estudies, - vas a acabar en el paro.
puntos 12 | votos: 12
La definición de el mejor - es variable, según dónde deje yo el listón cada día.
puntos 15 | votos: 15
Pervirtiendo a Nemo -
puntos 12 | votos: 12
La distancia - es una palabra y un hecho, no un imposible.

puntos 15 | votos: 15
cuándo el orgullo - es simplemente orgullo y cuándo es dignidad.
puntos 16 | votos: 16
No eres mago - pero me encantas.
puntos 17 | votos: 17
volveremos los dos a suspirar. -
puntos 20 | votos: 20
Mis pesadillas terminan - al despertar, pero mi realidad no termina al dormir.
puntos 600 | votos: 634
Cómo joder - una película y la infancia de muchos.

puntos 9 | votos: 9
Todos nacemos iguales - y con los mismo derechos.
Pero a partir de aquí se ha acabado.
puntos 12 | votos: 12
El rencor lleva al odio, - el odio lleva al lado oscuro....¡Y allí no se ve nada!
puntos 312 | votos: 318
Todos somos iguales - ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla.
puntos 13 | votos: 13
Un optimista es aquel - que cree que todo tiene arreglo. El pesimistas es aquel que piensa lo mismo,
pero sabe que nadie va a intentarlo.
puntos 16 | votos: 16
Es más fácil de convencer - a un juez de que eres inocente, antes de convencer a tu abuela de que estás
llen@.

puntos 15 | votos: 15
Dices que tienes corazón, - y sólo lo dices porque sientes sus latidos; eso no es corazón...:
es una máquina que al compás que se mueve hace ruido.
puntos 11 | votos: 11
¿Nos lo podemos quedar? -
puntos 16 | votos: 16
La cantidad de paciencia - es directamente proporcional a la persona que te esté molestando.
puntos 12 | votos: 14
Uhm... - Aquí huele a gato encerrado.
puntos 11 | votos: 13
Sí,sí, muy sexy - pero dale de beber al perro.





LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11619726370 | Usuarios registrados: 2061920 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8009082, hoy: 21, ayer: 54
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!