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puntos 15 | votos: 15
Encerrada - en un disfraz sin cremallera.
Ahogada en mares de mentiras.
Atrapada por una soga sin encontrar la forma de apartarla de mí.
Asustada de los monstruos que hay fuera de mi cama.
Enmascarada por las risas sospechadas de antaño.
Perdida en mi propio camino por culpa de los obstáculos que me cortan
el paso.
Harta de observar cómo uno se agracia de las desgracias de muchos.
Inquieta por reencontrarme con aquella sonrisa y aquellos ojos que tan
feliz me hacen cada vez que los observo, pero que a la vez me llevan a
la misma miseria en mi propia cabeza.
Ansiosa de que un ángel me recoja de este infierno llamado Tierra.
puntos 10 | votos: 10
Mi corazón latía por ti. - Mi mente estaba gritando tu nombre.
Tienes toda una vida para hacer incontables cosas.
Sin embargo, me temblaban las piernas.
Mis manos ansiaban el tacto de las tuyas.
Acabo de perderte.
Lo he perdido todo.
Pero algo dentro de mí todavía me dice:
Él volverá, no debo preocuparme por nada. Él me salvará.
puntos 14 | votos: 16
Basta con echar un vistazo - a la frágil barrera entre el pasado y el presente para conocer el
dolor que supone darse cuenta de que uno es incapaz de volver atrás.
puntos 11 | votos: 11
Muchas veces pensamos - que escapándonos a otro lugar, lejano al cual permanecemos, seremos
felices por fin. Pero lo que no pensamos es que realmente, de lo que
intentamos escapar, es de nosotros mismos.
¿Tienes problemas y estás sufriendo?
No eres lo demasiado fuerte.
Sé más fuerte.
Supérate a ti mismo.
En el juego de cada uno, tú inventas tus propias reglas.
Ceñirte a lo mínimo o a lo máximo.
Exigirte más o menos.
Son tus reglas, tú mismo las pones.
Y en la mayoría de los casos, inconscientemente y ese, en muchos
casos, es el problema.
Porque a no ser que te eduquen diciéndote que tienes que mantener la
cabeza siempre firme, mirarás hacia abajo.
Y ahí es donde, al no poder ver lo que tienes ante tus propios ojos,
empiezas a sumergirte en tu propia imaginación por no ver la
realidad, que está más cerca de lo que crees.
Y cada vez empiezas a sentirte más cómodo en tu imaginación.
Y cada vez que intentas mirar al frente, vuelves a hacerlo hacia
abajo.
Porque te duele.
Porque es demasiado duro.
Porque la imaginación te ha hecho débil.
Y nos inventamos la escusa de que queremos irnos a otro lugar, porque
en el que estamos, lo pasamos mal.
Y nos convencemos a nosotros mismos de que al lugar al que queremos ir
será mejor que en el que estamos.
Pero no es así.
Tan solo queremos escapar de nosotros.
De nuestras debilidades.
De la realidad.
puntos 17 | votos: 17
Uno de nuestros millones - de fallos es que le damos mucha importancia a personas que no la
merecen y le quitamos demasiada a las que realmente la merecen.

puntos 16 | votos: 16
Esa dura sensación - de que una pared invisible se interpone entre vosotros y ya nada es como antes.
puntos 11 | votos: 11
Dame alguna señal - para saber que eres real, porque nada te diferencia del hombre de mis sueños.
puntos 8 | votos: 8
Mis labios sangran - por no poder besar los tuyos
y mis dientes les dañan por no poder sentir tu aliento.
puntos 10 | votos: 10
Tantos momentos - que nos quedan por vivir juntos y tan poca memoria para recordarlos.
puntos 16 | votos: 16
Dime en qué piensas - y te diré cómo eres.

puntos 22 | votos: 22
Estoy lejos - de lo que una vez fui, pero cerca de lo que voy a llegar a ser.
puntos 28 | votos: 28
¿Sabías que... - fue amor desde la primera vez que nos rozamos?
puntos 22 | votos: 22
No me digas que estás bien - cuando tus ojos me susurran que quieren llover.
puntos 25 | votos: 25
Donde te sientas realmente bien, - es donde se encuentra tu casa. Independientemente de tu casa física.
puntos 18 | votos: 18
¿Recuerdas aquel juguete? - Sí, ese con el que tanto jugabas cuando eras niño; tu juguete
preferido.
Horas interminables jugando con él, sin parar, sin aburrirte ni
siquiera un minuto.
Era el juguete con el que más te divertías.
¿Sabes dónde está?
¿Sabes cuál fue la última vez que jugaste con él?
¿Sabes cuándo decidiste dejar de jugar con él?
No, no lo sabes. Pero no te preocupes, es algo normal.
Nadie suele recordar algo tan concreto de su infancia, pero apuesto
todo el dinero del mundo a que si ahora mismo lo tuvieses delante, te
estallaría la mente de tantos recuerdos que te traería.
Seguramente intentarás jugar de nuevo con él.
¿Y qué descubrirás?
Que ya no es lo mismo.
Ni siquiera parece el mismo juguete.
Te sumergirás en la duda del porqué.
¿Por qué ya no me divierte este juguete con el que tantas horas he
pasado jugando?
Porque cambiamos.
En este caso, nuestra forma de ver las cosas es la que ha cambiado.
No somos los mismos con seis años que con cuarenta y cuatro.
Con seis años, empezaban a caérsenos los dientes, nos
entusiasmábamos con solo pensar en que el Ratoncito Peréz iba a
dejarnos dinero esa misma noche. Y al llegar la hora de acostarnos,
nos poníamos totalmente nerviosos, no podíamos dormir, aunque al
final, siempre acabábamos durmiéndonos. Y nos encontrábamos,
mágicamente, cinco euros debajo de la almohada y se los enseñábamos
a nuestros padres sonrientes.
Con cuarenta y cuatro años, vemos a nuestros hijos entusiasmados al
llegar del colegio, con su diente guardado en un pañuelo, nervioso
por ver lo que el Ratoncito Pérez iba a dejarle esa noche. Y cuando
duerme plácidamente, te acercas con sigilo a su cama, con cuidado de
no despertarle, dejando cinco euros debajo de la almohada. Y ves su
cara de alegría a la mañana siguiente, que al final, acaba
contagiándosete a ti.
La forma de ver las cosas no es la misma, y por mucho que lo
intentemos,
no lo podemos remediar para cambiarlo.
Por eso no te divertirías con aquel juguete con el que tantas horas
pasaste divirtiéndote.
Porque tus ojos de niño se perdieron para siempre, y ahora sólo
tienes unos ojos de adulto, transparentes, capaces de ver únicamente
la realidad.

puntos 18 | votos: 18
A veces - nosotros hacemos decisiones.
Y otras veces las decisiones nos hacen a nosotros.
puntos 12 | votos: 12
Pero al final - todos acabamos igual, muertos y sin nadie a nuestro lado.
puntos 20 | votos: 20
Para poder encontrarnos - a nostros mismos, primero debemos perdernos.
puntos 9 | votos: 9
Y dime, - ¿qué se siente al ser deseada por todos?
puntos 16 | votos: 16
Te permito - que dejes huella en mí, pero con la condición de que después no salgas corriendo.

puntos 13 | votos: 13
Pulsa y prepárate. - Ese pequeño y gran botón te dará más juego de lo que aparenta.
Tan solo apretarlo ya te causa algún que otro problema.
Pero en ese momento vives risas, disfrutas, te diviertes.
Y no te paras ni un segundo a pensar que en un futuro próximo, eso se va a acabar.
Tan solo por un botón.
En el futuro te llevará al pasado.
Te hará retroceder en el tiempo.
Nostalgia.
Recuerdos.
Muchos.
Demasiados.
Querrás revivir esos momentos, y no podrás.
Impotencia.
Demasiada.
Y no podrás hacer nada.
Tan solo podrás dignarte a observar;
observar el pasado,
observar el presente,
y presentir un futuro.
puntos 10 | votos: 10
Es difícil olvidar la tristeza, - pero también es difícil recordar lo agradable.
No tenemos heridas que nos muestren la felicidad.
puntos 16 | votos: 16
Ella era diferente. - No se parecía en nada a las demás.
Esa diminuta y poderosa hoja que aún no había caído del árbol en
aquel bosque marrón de otoño.
No se dejaba llevar por el viento.
Ella seguía firme aunque el viento soplase con fuerza.
Pero un día sin más,
el viento sopló más fuerte de lo habitual.
Ella empezó a decaer.
No aguantaba más.
El viento la empujaba demasiado.
El viento.
Ella.
Formaron uno.
Fue diferente.
Ahora sólo era viento,
como todas las demás hojas.
puntos 9 | votos: 9
Sonrisas insospechadas - que traspasan las miradas.
Miradas influyentes
que hacen el amor con las mentes.
Actos cariñosos
que llegan más allá de los ojos.
Palabras necesitadas
que nos dejan una gran marca.
Con estas cosas y muchas más
todavía se puede demostrar
que aún existe el arte de amar.
puntos 29 | votos: 29
Suena irónico. - Somos dueños de nuestras vidas y sin embargo ésta depende de otras personas.

puntos 18 | votos: 18
No somos amigos, - somos extraños con recuerdos.
puntos 23 | votos: 23
No estoy diciendo que me rinda, - tan solo estoy tratando de no pensar tanto en lo que he perdido que en lo que tengo.
puntos 22 | votos: 22
Ese momento incómodo - en el que el estado de varias personas depende de tu decisión.
puntos 17 | votos: 17
Creía que era fuerte, - hasta que conocí y supe que por ti me haría débil.
puntos 24 | votos: 24
No interrumpas - mi mundo de fantasía con tu estúpida realidad.

puntos 25 | votos: 25
Decimos haberlo descubierto - todo, cuando para la mayoría de las cosas no tenemos una explicación lógica.
puntos 21 | votos: 21
La idea no debería ser - Si fallo, dejaré de intentarlo sino, Si fallo, lo intentaré con más ganas.
puntos 21 | votos: 21
No carecen medios, - sobran idiotas.
puntos 18 | votos: 18
Crees haber conseguido - la libertad, pero tan solo te han puesto las vallas más lejos.
puntos 19 | votos: 19
Si alojas el pasado - que te atormenta en un lugar lejano, no conseguirás que éste desaparezca,
tan sólo habrá cambiado de sitio en tu corazón.

puntos 19 | votos: 19
Continuas fantasías - que rondan por mi cabeza traspasando esta maldita pared cristalina.
puntos 16 | votos: 16
- No me lo digas, me hará daño, - y ya he sufrido suficiente.
+ ¿Entonces cómo esperas ser mejor?
- ¿Quién ha dicho que yo quiera ser mejor?
+ Las palabras.
Ellas nos mejoran.
Nos actualizan.
Hacen que seamos mejores o peores según cómo las utilicemos.
Según a quién se las digamos.
Según quién nos las diga.
Más duras de afrontar, simples del día a día.
Desde un típico hola hasta un complejo te amo.
Ellas nos cambian.
¿Estás segura ahora de no querer escuchar lo que te quiero decir?
- Bueno... te escucharé.
+ Sólo me quedan tres días de vida, me detectaron una enfermedad
bastante peligrosa la semana pasada de la cual aún no hay ninguna
cura. Ahora espero que, dichas estas palabras, mejores. Es duro, lo
sé. Pero una vez que las afrontes, serás mejor que ayer, hija mía.
Estas palabras también son duras para mí. Duras de decir. Pero
recuerda algo: Que tengas una boca y dos orejas, no significa que
tengas que oír más que hablar.
puntos 17 | votos: 17
Como si todo lo mío fuese tuyo. - Como si todo lo tuyo fuese mío.
Que nada y todo se interpone en nuestro camino.
Sí, nuestro.
Ya no es yo y él.
Es un nosotros.
Porque dos personas que se amen, realmente ya no son propietarios de
sí mismos, son propietarios del amor.
Viven por y para él.
Para proteger lo que aman.
Porque lo es todo.
Porque... de alguna u otra forma, ha empezado a formar parte de ellos.
Presos del amor.
Con una pared cristalina que se interpone.
puntos 935 | votos: 949
Si alguna vez - echas de menos los tiempos pasados, recuerda que tienes esperándote
tiempos futuros que los sustituirán.
puntos 26 | votos: 26
Todos llevamos - ese tipo de cosas en el interior que nadie más puede ver.
Esas cosas nos hunden como anclas. Nos ahogan en el mar.

puntos 19 | votos: 19
A estas alturas de mi camino, - aún llevo puesta la sonrisa que me regalaste.







Ninguna.
puntos 24 | votos: 24
Soy como un océano - en el que nada flota.
Soy como un cielo
en el que nada vuela por encima de él.
puntos 18 | votos: 18
No me lleves - hasta las nubes, si después me dejas sola en la caída libre.
puntos 18 | votos: 18
Demasiadas personas - infravaloran lo que son, mientras otras muchas valoran demasiado lo que no son.
puntos 15 | votos: 15
Lo peor de un corazón roto - es no recordar cómo se sentía antes de haberse partido en pedazos.

puntos 14 | votos: 14
¿Conoces ese horrible deseo - de querer volver hacia atrás en el tiempo donde no perdiste nada?
puntos 21 | votos: 21
Después de hacer una locura - siempre me pregunto en qué situación estaría ahora mismo 
si no la hubiera hecho.
puntos 20 | votos: 20
Tú eres un ejemplo - de esas cosas mejores que quedan por venir.
puntos 18 | votos: 18
Todos nos atascamos - en algún momento de nuestras vidas,
pero debemos recordar que la vida no se para por nadie, sigue.
puntos 15 | votos: 15
Las cosas no cambian, - somos nosotros los que cambian.





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