En Desmotivaciones desde:
17.04.2011

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 153 | malo 37

puntos 10 | votos: 18
MUERE..! -
puntos 0 | votos: 12
Desmotiva - que me haya  peleado con una amiga por discutir sobre él
puntos 21 | votos: 21
Amigos cabrones - Descripción grafica
puntos 9 | votos: 13
Porque el siempre - será el señor Cuesta
puntos 28 | votos: 28
Sabias que la Coca Cola  - originalmente era verde

puntos 18 | votos: 18
Abartar - La nueva versión de Avatar de los Simpsons.
(Definición Gráfica)
puntos 7 | votos: 9
Yo era - Un niño marginado. Todos los días en clase un compañero me pegaba y
los demás, por miedo, no me defendían.
Un día no pude más y maté al niño que me maltrataba lentamente
Ahora mi vida es mejor:
Estoy en la cárcel y cada vez que me ducho soy sodomizado
Las denuncias no sirven para nada. Tómate la justicia por tu mano
puntos 9 | votos: 9
Si consigues el 100% - En Assassins Creed Revelations
¡consigues al hombre de negro!
puntos 9 | votos: 11
No me importa - si es que fallo en lograr mis sueños, lo que no quiero lamentar es
dejar de seguir esos sueños
puntos 11 | votos: 11
Luke - yo soy tu menstruación.

puntos 7 | votos: 9
Al otro lado de la vida 1x93 - Junto al río Máyin, en las afueras de Sheol
1 de octubre de 2008

Bárbara se metió de nuevo en el río, algo más atenta al agua que
la primera vez. Llegó a la otra orilla sin dificultad; ya no había
rastro de la serpiente. Empapada de nuevo de cintura para abajo, se
calzó la mochila y volvió con Zoe, que parecía más distraída que
nunca, mirando el humo que brotaba de la gasolinera y de los
apartamentos que colindaban con ella, que también empezaban a
sucumbir al fuego. Juntas de nuevo y sin ningún peligro a la vista
que pudiera turbarlas, siguieron su camino en busca de un puente. Al
hacerlo, aprovecharon para alejarse más de Sheol, siguiendo el curso
del río.
	 Volvieron a la monotonía del largo y tedioso camino de destino
incierto. El cielo estaba encapotado y corría una agradable brisa;
todo en silencio y sin rastro alguno de la tragedia ocurrida a tan
poca distancia. Cuando ya pudieron vislumbrar un puente a algo menos
de un kilómetro, Zoe le llamó la atención a su tutora. Ambas
pararon y Bárbara se giró para ver a qué se refería la niña. No
era más que una pequeña nube de polvo y tierra que se acercaba desde
la distancia. Provenía de Sheol. No tardaron mucho en comprender que
se trataba de un coche, y poco más en ver que era el mismo que
llevaba aquel pintoresco policía con el que se acababan de encontrar.
Bárbara y Zoe se miraron durante un momento, para posar de nuevo los
ojos en el todoterreno, que a todas luces se dirigía hacia ellas.
Morgan frenó a un escaso metro de las chicas, y presionó el botón
que bajaba la ventanilla.
BÁRBARA – ¿Olvidaste algo?
	Morgan, todavía sin creerse lo que acababa de hacer, se tragó el
orgullo y lo soltó todo de una vez para sorpresa de Bárbara y suya
propia, pero no de Zoe.
MORGAN – Me gustaría… que me acompañaseis.
BÁRBARA – Nos ha costado mucho salir de ahí. Volver a entrar es lo
último que se me ocurriría. Muchas gracias pero… tenemos cosas que
hacer. Si me disculpas…
	Morgan se sintió estúpido, y se quedó sin palabras. Bárbara se
dirigió a Zoe, imitando la expresión seria de la cara de Morgan.
BÁRBARA – Vámonos, Zoe.
	Zoe no se movió, miraba al policía, incitándole a seguir adelante.
MORGAN – Esperad.
	Bárbara se giró de nuevo al coche. Respiró hondo.
MORGAN – Voy hacia la comisaría, para coger más munición, porque
después… de lo de antes me he quedado a cero. Está por las
afueras, por la parte oriental de Sheol, no muy lejos de aquí, diez
minutos a lo sumo. Conduciré por la variante hasta la entrada que
lleva directa a la calle en cuestión. Apenas hay que adentrarse media
docena de manzanas antes de llegar, y a estas horas la mayoría deben
estar durmiendo. 
BÁRBARA – ¿Y dónde entramos nosotras ahí?
	Morgan tragó saliva. La pesada voz que había dentro de su cabeza le
había estado machacando para que volviese a por ellas desde que las
dejó tiradas hacía escasos diez minutos. Él había tratado de
mostrarse inflexible y seguir adelante, pues no quería cargar ni con
ellas ni con nadie. No le apetecía tener más compañía que la
soledad, nadie más de quien preocuparse ni en quién apoyarse para
luego sufrir su pérdida por enésima vez. Pero como de costumbre, su
mitad empática ganó la batalla al ogro.
MORGAN – Mi conciencia no me permite dejaros solas caminando por
aquí sabiendo que estáis desarmadas. Si os pasara cualquier cosa…
me sentiría responsable, por no haber puesto nada de mi parte.
BÁRBARA – Hoy día impera la ley del sálvese quién pueda. Me
sorprende que sigas comportándote así.
MORGAN – Prefiero seguir creyendo que todavía queda algo de la
sociedad de hace un mes. Mira. Sólo quiero que me acompañéis hasta
la comisaría, que cojáis un arma con la que defenderos y luego…
que cada uno se vaya por su lado. Creo que todos salimos ganando, la
verdad.
BÁRBARA – ¿Y no te retrasaremos y resultaremos una carga, para ti?
	Bárbara le estaba buscando las cosquillas al verle flaquear de esa
manera, para demostrarse a sí misma que todavía podía lidiar con la
situación. Por bien que Morgan hubiera deseado soltarle cualquier
improperio y salir de ahí dejándolas atrás a ambas para siempre,
supo contenerse, y se tragó de nuevo el orgullo.
MORGAN – No me lo pongas más difícil.
	Bárbara se puso en la piel del policía por un momento, y acabó
abandonando su actitud defensiva; lo contrario hubiera sido estúpido.
Tan solo mirando la cara de Morgan se podía comprender a la legua que
estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por contenerse, y que lo
hacía por el bien de ambas. La opción que le ofrecía parecía
coherente y sensata, suficiente para tenerla en cuenta. Desde que
perdiese el bate, se había sentido enormemente indefensa, más por
estar al cargo de Zoe. Desde que se encontraron se había sentido
mediocre en su papel de madre, y era precisamente por eso por lo que
le habían dolido tanto las palabras de Morgan. Ahora era ese mismo
hombre quién le ofrecía la posibilidad de enmendar ese error.
BÁRBARA – Vale, digamos que aceptáramos. ¿De verdad crees que no
será peor para nosotras volver a la ciudad que quedarnos fuera?
MORGAN – No te puedo prometer nada, desde luego, pero si os quedáis
fuera no podréis defenderos si os ataca alguien. De lo contrario… 
BÁRBARA – Vale…
	Bárbara mostró una leve sonrisa a Morgan, que no fue correspondida.
Acto seguido se giró hacia Zoe, agachándose ligeramente para ponerse
a su nivel.
BÁRBARA – ¿Tú que dices, Zoe?
ZOE – Yo quiero ir.
	 Bárbara se giró de nuevo a Morgan. 
BÁRBARA – Bien. Iremos contigo.
	Morgan se limitó a responderla quitando el seguro a las puertas. Las
dos chicas se acercaron más al coche. 
BÁRBARA – No me has dicho cómo te llamas.
	El policía la miró de nuevo. Se la veía ridícula con media
camiseta seca y la otra aún húmeda mostrando la copa del sujetador,
con los pantalones empapados, la melena rubia despeinada y recogida
hacia atrás de mala manera, también a medio secar.
MORGAN – Morgan. Morgan Clark.
	Bárbara le ofreció su mano. Él la miró, apartó la suya del
volante y se la estrechó con fuerza, sin rencores. Enseguida se
separaron. Morgan se quedó mirando como aquella burda imitación de
una mujer y esa niña ojerosa y huesuda, que no pasaría de los
treinta kilos, entraban en su coche. Por un momento tuvo ganas de
reír por lo absurda que le parecía la situación. Bárbara y Zoe
entraron al todoterreno por las puertas traseras, y ocuparon dos de
los tres asientos. El tercero lo ocupó la gran mochila negra que
acarreaban desde hacía ya tanto tiempo. Desde ahí Morgan parecía un
taxista, más cuando arrancó y puso rumbo a la comisaría.
puntos 10 | votos: 10
Esa rabia que te daba - Cuando jugando con yoshimitsu te quitabas vida tu solo
puntos 16 | votos: 16
Pic-achoo - Descripción Gráfica
puntos 15 | votos: 15
Chuck Norris - Nivel: Cálico Electrónico
puntos 7 | votos: 9
Vivo en un mundo - donde los moviles tiene mayores graficos que mi ordenador,mayor
capacidad q mi mp4,mejor resolucion que mi televisor,mejor sonido que
mi home theater,tambien puedes navegar en internet con ellos y hasta
ver tus programas favoritos,
pero todavia no pueden hacer que la bateria dure 18 horas seguidas
escuchando musica
¬_____________¬

puntos 16 | votos: 18
Porque tu - tampoco sabes qué voz te gusta más
puntos 0 | votos: 8
Darth Vader - yo soy tu hijo
puntos 0 | votos: 8
Te quiero mas que a la mierda - no lo olvides ni cagando                           cada pedo que me
tiro                                        es un beso que te mando
puntos 11 | votos: 19
Ni                                   Ni - el es JB                                                                                       ellos lo son


J&B
es
Justerini & Brooks
puntos 1321 | votos: 1387
El amor crea tensiones, - el sexo las relaja.

puntos 5 | votos: 15
Campeones 2011 - Para todos aquellos que siguieron confiando en el R.Madrid , ! HALA
MADRID! campeones de copa 2011
puntos 7 | votos: 7
querer comprarte un juego - ver un vídeo de ese juego y tener mas ganas aun de comprártelo
puntos 2 | votos: 2
Porque todas las mujeres... - abrimos la boca cuando nos maquillamos!? Que alguien me de una
respuesta porfavor!
puntos 16 | votos: 16
Desmotiva - que mis amigos ya hayan echo planes para las fiestas, y a mi no me
hayan avisado de nada.
puntos 9 | votos: 17
Jesucristo ha regresado! - y... !Tare cerveza¡

puntos 9 | votos: 17
Los chicos son como baños - O son una mierda, o están ocupados
puntos 33 | votos: 33
Por esas veces - en las que te juntas con tus amigos y dejais de ser normales
puntos 12 | votos: 14
DESMOTIVA - Comprarse una y que a la semana siguiente saquen otro modelo nuevo
puntos 13 | votos: 13
si todos los anuncios - fueran de mixta seguro que no cambiariamos de canal. xD
puntos 10 | votos: 10
Ese fastidio que sientes - cuando quieres comprarte una camiseta que te encanta y no te la
compras porque la tiene una amiga y tienes miedo de que piense que se
la copiaste

puntos 15 | votos: 15
Yo también me rei de Fama - al empezar a ver Americas Best Dance Crew
puntos 17 | votos: 17
Quitarse las chanclas... - nada mas pisar la arena, y sentir un gran gustito en tus pies.
puntos 5 | votos: 5
  -     Motiva
            Unicamente
y
         Solamente
Esto
puntos 4 | votos: 8
El hombre de negro... - tu tanbien hicistes una  frase que en pieza por El hombre de negro
puntos 12 | votos: 12
Trafalgar law  - o nick riviera, tu a quien ves

puntos 4 | votos: 6
Bueno... - no es por llevar la contraria a tu padre, pero llevan la cara pintada
y muy gays no parecen.
puntos 13 | votos: 17
Aquellos tiempos... - en que creiamos que era la mejor serie del mundo
puntos 4 | votos: 6
Que no huela... - ...y si huele que sea a nenuco
puntos 20 | votos: 20
Barney Stinson - probablemente.
puntos 11 | votos: 13
Creo que las tiene el  -

puntos 6 | votos: 12
Al otro lado de la vida 1x71 - Otra calle cualquiera, Sheol
7 de septiembre de 2008

Morgan se acercó con paso decidido a ese pequeño bándalo. Estaba
quemadísimo por todo cuanto había tenido que soportar la última
semana, y esa escena acabó del todo con su paciencia. Para él, el
cumplimiento de las leyes y el respeto por los demás,  sus
propiedades y su libertad estaban por encima de todo, y ese chico se
había mofado de todo cuanto él creía. Había tenido noticias de
los saqueos de varias tiendas, intentos de robo por las calles y
muchas sustracciones de vehículos de gente tan ingenua como para
pensar que fuera de la ciudad estarían más seguros. 
Al parecer, ante la tesitura de ese nuevo problema la gente no solo
no se ayudaba a salir adelante sino que se pisaban unos a otros como
si de ese modo se fuesen a salvar. Ahora era cuando se demostraba
realmente lo que había dentro de sus almas, y eso le horrorizaba.
Aún a sabiendas que la situación era excepcional y que su castigo
sería desproporcionado, no pudo dejar a un lado su instinto y
arremetió contra él. No era más que un chico asustado y más que
arrepentido, pero sin duda alguna se llevaría la culpa de todos
cuantos habían delinquido esos días.
MORGAN – Las manos donde pueda verlas.
MARCELINO – Si, si tranquilo. Pero baje el arma, por favor.
	El chico ya había levantado las manos al ver el arma, pero las
alzó un poco más, luchando por evitar mearse encima. Esa estúpida
idea se le había ocurrido en el acto, mientras caminaba de su casa a
la de su novia, que vivía un par de manzanas más lejos. Había
esperado que la calle estuviera totalmente tranquila para salir a
verla y al pasar junto al coche, pensó que si la sorprendía
ofreciéndole un transporte para huir para siempre de esa pesadilla,
ella se lo agradecería eternamente y tal vez… Pero el caso es que
le había salido el tiro por la culata, y ahora estaba metido hasta
el cuello en algo que pintaba realmente mal. Había tratado de
hacerse el héroe y ahora se le venía el mundo encima.
	Morgan cacheó al chico después de guardarse el arma en su funda,
siempre con un ojo en el horizonte oteándolo todo en busca de
cualquier señal de hostilidad. Estaba desarmado; tan solo tenía un
cuchillo de cocina ridículamente pequeño y un par de preservativos.
Morgan no se arredró y siguió con su habitual mal humor, que había
aumentado considerablemente los últimos días. Se llevó una mano a
la espalda, mientras la otra sujetaba con fuerza el hombro del chico,
que hacía una mueca de dolor pues le estaba apretando más de la
cuenta. Rafael vio lo que se proponía y le llamó la atención
mientras su compañero se sacaba las esposas.
RAFAEL – Vamos, no seas tan duro con él…
MORGAN – ¿Pero tú te estás oyendo? Si lo dejamos correr como si
no pasara nada estaremos admitiendo que hemos perdido la batalla, que
la han ganado esos malditos hijos de puta. No se trata de él, sino de
que debemos cumplir la ley, de lo contrario… ¿Porque no volvemos a
casa ahora mismo? Mi mujer estaría encantada. 
RAFAEL – No es tan así… no son condiciones normales. Pero si no
es más que un crío, y se le ve arrepentido…
MARCELINO – Lo estoy.
MORGAN – Tú no hables si no te doy la palabra, ¿Entendido?
	Una pizca de saliva salió disparada de la boca de Morgan tras el
grito, y cayó sobre el pecho de Marcelino, que se la miró y luego
miró de nuevo a Morgan. Bajó la cabeza y no dijo nada más.
MORGAN – He dicho que no y es que no. Pasará la noche en el
calabozo, y luego ya veremos. Tenemos que mantenernos firmes, por
Dios, Rafael.
RAFAEL – No voy a ser yo quien te lleve la contraria.
MORGAN – Más te vale.
	Morgan destensó un poco los músculos de la frente y del cuello,
mientras Rafael negaba ligeramente con la cabeza. Miró al chico y
esbozó una sonrisa. Sus ojos pedían a gritos que le ayudase, pero
Rafael sabía que en el fondo Morgan tenía toda la razón. No
podían sucumbir al caos, debían al menos aparentar que todavía
quedaba algo del mundo de una semana atrás. Sintiéndolo mucho por
él, cosa que jamás hubiera hecho en unas condiciones diferentes,
miró como Morgan le esposaba dejándole las manos a la espalda y le
pegaba un empujón para que se pusiera en marcha, de vuelta al coche
patrulla que habían dejado aparcado tras la barricada cuatro
manzanas más lejos. 
	Dejaron el coche con la ventana rota tal y como estaba. No tardaron
ni una hora en llevárselo, un grupo de chicos que fue hacia la
costa. Al cruzar la esquina, vieron el coche rojo en el que se había
refugiado aquel niño. A medida que se alejaron el ruido de la alarma
se fue atenuando hasta hacerse inaudible. El cadáver de quien trató
de darle muerte ya no estaba ahí. Sin embargo ni Morgan ni Rafael le
dieron la menor importancia y siguieron su camino, siempre observados
desde las alturas. Al principio les había molestado sobremanera, pero
ahora ya se habían acostumbrado. Siguieron adelante y encontraron de
nuevo al infectado del coche rojo. Ahora coronaba una montaña de
cadáveres en el centro de una pequeña glorieta, a unos cien metros
de la barricada. Un soldado estaba echando fuel sobre los cadáveres
mientras otro jugueteaba con una caja de cerillas, sentado en una
silla plegable. Se saludaron con un gesto de cabeza y siguieron
adelante como si nada.
	De repente un conocido ruido brotó de los pantalones de Rafael.
Morgan le miró y éste asintió, mientras se apartaba un poco hacia
un portal para llevarse el walkie talkie a la oreja, pues los
soldados estaban hablando a voces y no le dejaban oír bien. Estuvo
menos de un minuto al habla, asintiendo con la cabeza y repitiendo
una y otra vez un ahá que de siempre había molestado a Morgan.
Cuando la comunicación estuvo cerrada, se acercó de nuevo a ellos y
se dirigió a Morgan con una expresión seria en la cara; tenía
noticias frescas.
RAFAEL – Tenemos que volver a la comisaría.
puntos 11 | votos: 19
¿Te suenan de algo? -
puntos 13 | votos: 15
competicion - nivel: armas/consolas
puntos 10 | votos: 22
esto ,si que - es un juego de verdad
puntos 0 | votos: 6
Que se te salga la etiketa - de la camiseta para fuera e ir por la calle aciedo el ridiculo sin darse cuenta.

puntos 8 | votos: 8
Nieve de cada diez dentistas - recomiendan cepillarse los dientes
Descripción gráfica
puntos 11 | votos: 11
Si compras un juego de matar - mata
puntos 6 | votos: 6
Semental, mi querido Watson -
puntos 24 | votos: 26
Esto sí era una serie - y no las de ahora.
puntos 18 | votos: 22
Porque... - Tu tambien lo quieres.





LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11418671583 | Usuarios registrados: 2056934 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8000958, hoy: 11, ayer: 28
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!