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puntos 6 | votos: 8
Necesito la oportunidad de que seas - tan mía, como yo siempre seré tuyo.
puntos 25 | votos: 33
2016, segunda parte. -
puntos 7 | votos: 7
Desde que era un niño, siempre - me ha encantado una buena historia. Creía que las historias nos
ayudaban a que nos ennobleciésemos, para arreglar lo que estaba roto
en nosotros y para ayudarnos a convertirnos en la gente con la que
soñábamos ser. Mentiras que cuentan una verdad más profunda
puntos 37 | votos: 41
Así que gracias a todos por - formar parte de esta gran página y comunidad.
puntos 96 | votos: 120
Cambios que llegan - Make Desmo great again!

puntos 5 | votos: 7
¿Lord Saladino? - ¿Cuál es tu posición?, dice Shiro-4 desde el intercomunicador.

Solo... dando un paseo, responde mientras mira fijamente a los cinco
metros de brecha que acaba de abrir en la tierra. Tenía que
enfrentarse a la SIVA de nuevo. Una última vez.

He analizado los datos de Clovis Bray.

Tamerlán siempre dijo que Clovis Bray era la clave.

¿Puedes interrumpir el control de los caídos sobre la SIVA?.

¿Cómo hubieran sido las cosas si Saladino hubiera escuchado?

En teoría. Temporalmente.

¿Seguirían vivos sus amigos? ¿Y él?

Eso bastará. Quizá nuestro guardián le ha dado la vuelta a la
tortilla. Llegaré pronto.

Ve a los lobos, alineados a su alrededor. Ocho de ellos.

Él siempre sobrevive.
puntos 7 | votos: 9
Destroza al último sacerdote - simbionte bajo el peso de su hacha, abriendo un cráter en la tierra
nevada. Cae nieve sobre los cartuchos usados y los cadáveres de los
simbiontes. Los hechiceros de la Ciudad hablan mucho de la
meditación. Saladino cree que se refieren a esto.

Él siempre sobrevive. Cuando nada más lo hace.
puntos 4 | votos: 4
Se coloca el yelmo. - El Hacha de Hierro aparece en sus manos. El aire a su alrededor
empieza a arder. Se acerca la primera oleada de escoria. Saladino
carga contra ellos, blandiendo el hacha y aplastándolos en una
tormenta de acero y fuego.

Mientras el hacha cae una y otra vez, le parece oír el Himno de
Hierro de Skorri. Invoca la fuerza de Radegast. El sentido del deber
de Perún. Las preguntas de Tamerlán. El cinismo de Felwinter. La
persistencia de Silimar. La lógica de Gheleon. 

La sonrisa de Jolder.
puntos 6 | votos: 8
Los simbiontes están condenados. - Como lo estuvieron los Señores de Hierro cuando abrieron la bóveda.
Más caídos emergen de la brecha en la muralla. Saladino los mira y
piensa en los últimos momentos junto a sus camaradas: un pulso
carmesí late en lugar de sus corazones. SIVA.
puntos 8 | votos: 10
Arroja su antorcha a un lado - y alza la mirada. Distingue un brillo muy familiar entre la oscuridad.
Sonríe. Desde las ruinas de la muralla que hay ante él, una horda de
Demonios simbiontes le devuelve la mirada.

puntos 11 | votos: 11
Sujetando un yelmo y una antorcha, - Saladino camina a través de las nieves. Puede sentir a los lobos a su
alrededor, aunque solo puede ver a tres de ellos. La misma manada que
lo sigue a todas las patrullas desde que los Demonios han tomado las
Tierras Pestíferas. Ya no intenta disuadirlos. Solo están
defendiendo su territorio, igual que Saladino. Pero no durarán mucho.

Nada dura mucho. Ni la Edad de Oro. Ni las naves colonia. Ni las
impenetrables murallas del Cosmódromo.

Ni los Señores de Hierro.
puntos 7 | votos: 9
Tal vez sigues ahí fuera. - Si esto te llega, me gustaría mucho hablar contigo y escuchar tus
teorías de primera mano.

Tal vez lo que enloquece a un hechicero es la verdad.
puntos 8 | votos: 8
Me temo que te has llegado - a obsesionar con los vex tanto como Toland con la colmena. He oído
tus propias profecías descabelladas sobre fosos y reyes de la colmena
muertos. Y Crota, a quien no puedo negar.

Escucho historias de Lord Shaxx reuniéndose con escuadras de
hechiceros que no tienen sombra ni pestañean. De hipernaves que se
deslizan en el Arrecife en trayectorias vacías sin paradas ni rumbo.
De preguntas escondidas en engramas de materia y respuestas
desencriptadas en campos de batalla.
puntos 11 | votos: 13
Cuando el debate se volvió discusión - y la discusión acritud me percaté de que te habías convertido en
una personalidad de culto que atraía a guardianes que querían una
idea clara de por qué peleaban, a qué se enfrentaban y quién
acabaría ganando esta guerra. 

No sé dónde has ido, pero ya no puedo enviar más Espectros a
buscarte. 

Algunos vuelven con historias de tu muerte o de cómo fuiste buscando
respuestas desde los lejanos horizontes espacio-temporales. Que
encontraste una manera de explorar la red de puertas vex. Que has
hecho un descubrimiento tras otro sobre sus orígenes, teorías acerca
de que los guardianes no pueden ser simulados, que el Viajero podría
ser un dios-incubador, que los vex se habrían separado en múltiples
grupos para asegurar un «estado último de toda posible
configuración de la realidad».
puntos 7 | votos: 7
Y luego todo empeoró, interesándote - por la tanatonaútica, Ahamkara, persiguiendo a Xûr y los trucos de
los Nueve.

Lanzando expediciones al Arrecife y más allá en un tiempo en el cual
las naves eran irremplazables. Tu aventura dividió a los guardianes
en líneas ideológicas.
 
Este fue tu mayor crimen: los cazadores optaron por seguir tus
visiones en lugar de proteger a los refugiados, los titanes reunieron
equipos para perseguir la legendaria Cámara de Cristal en lugar de
asaltar a los caídos y los hechiceros dejaron a un lado el estudio
del Viajero para centrarse un tu última obsesión... conocer el
origen exacto de la Oscuridad.

puntos 7 | votos: 7
Vi cómo te cansabas de Asaltos - y de agotadoras e ineficaces sesiones con los criptarcas. Ahí fue
cuándo te puse bajo mi protección. Vi nuestro futuro reflejado en
ti. 

Pero tu curiosidad era voraz: ¿cuánto había de verdad en la
personalidad y las memorias del guardián?, ¿cuánto había fabricado
su Espectro?, ¿compartían los guardianes cualidades específicas?
¿Un deseo de obedecer a la autoridad, una tendencia a hacer todo lo
que se les pide para esperar una recompensa incierta, una mentalidad
de caballero errante? ¿Os había creado el Viajero como armas de
guerra vivientes?

Lo admito, estas preguntas me parecían perturbadoras y traicioneras y
temí que pudieras romper nuestra unidad cuando la posición de la
Ciudad era tan débil. ¿Por qué desviar la atención lejos del
Viajero, nuestra única esperanza?
puntos 4 | votos: 4
¿Qué conduce a los hechiceros - Los Espectros escogen a aquellos nacidos para luchar y ser héroes, y
los devuelven a la vida. De forma natural o cirscunstancial van a la
batalla contra la Oscuridad y a través de esta batalla aprenden a
usar la Luz. Pero los hechiceros, por su naturaleza, tienen una
batalla adicional, una interna. Esta es la batalla para entender un
universo de secretos, un mundo que espera que los guardianes luchen
sin saber bien quiénes son y qué podrán conseguir.

Fuiste un guerrero poderoso. Te observé en los Seis Frentes y
respondí la llamada de San-14 para nombrarte comandante de la
Vanguardia incluso cuando el Concordato afirmó tener registros de que
eras un experimento de la Edad de Oro reencarnado en humano por un
Espectro inepto. San-14 me aseguró que eras solo un hombre con poca
paciencia.
puntos 7 | votos: 7
Este viaje comienza con duda. - Y acaba en consuelo.

Uno tras otro caen, y te das cuenta de que estás solo.

Allí, en la sombra de la noche, ves cómo se divide el mundo, cómo
medra la Oscuridad.

Y combates con algo más que tu Luz; también con tu dolor.

Recuerdas su fuente, el modo en que ganó terreno.

Pero nunca vacilaste. Nunca creíste.

La amabas. ¿Cómo podrías hacer otra cosa?

Escucha, es ella la que te llama... para que vuelvas.

Pero ahora sabes que allí es donde morirás.
puntos 11 | votos: 11
La vida, aun con la complejidad - de sus decisiones, sigue siendo un juego más de azar.
puntos 9 | votos: 9
Entre todas las cosas que pueden ser - contempladas bajo la concavidad de los cielos, nada es visto que
sacuda más el espíritu humano, que embelese más los sentidos, que
provoque más terror o admiración que los monstruos, prodigios y
abominaciones a través de las cuales vemos los trabajos de la
naturaleza invertidos, mutilados o truncados.
-Pierre Boaistuau

puntos 10 | votos: 10
¿Es usted un demonio? - Soy un hombre. Y por lo tanto tengo dentro de mí todos los
demonios. Gilbert Keith Chesterton.
puntos 5 | votos: 9
WWE - Soy su salvación
puntos 8 | votos: 14
Ni el dinero - ni la belleza
solucionarán tu vida.
puntos 14 | votos: 14
Ella era perfecta, - lo demás fue inevitable
puntos 81 | votos: 85
Desaprovechar una oportunidad, - es como esperar a que regrese una estrella fugaz que ya pasó.

puntos 1 | votos: 3
A la vez que mi movimiento, - mi fuego interior se focalizó a través de mi hombro y bajó por mi
brazo hasta mi dedo que apretó el gatillo del cañón de mi tercer
padre.

Dos disparos. Dos balas engullidas por un furioso resplandor.
El otro cayó.

Caminé hasta su cadáver. Nunca levantó su Espino maldito, el arma
dentada con la enfermedad purulenta.

Miré al hombre muerto que había causado tanta muerte.

Mi arma aún estaba envuelta en las llamas danzantes de mi Luz.
Me embargó la tristeza.

Pensé en mis tiempos mozos. En Palamón. En Jaren.

Apunté el cañón a la cabeza del hombre muerto y le rendí un
homenaje final a mi mentor, mi salvador, mi padre y mi amigo...

El tuyo... No el mío.

Apreté el gatillo y dejé que el cañón de Jaren, que ahora era
mío, dijera la atronadora última palabra.
puntos 3 | votos: 5
El otro indagó... - ¿Nada que decir?.

Dejó las palabras flotando en el aire.

He estado esperándote. Esperando este día.

Su intento de conversación resultaba vulgar, si tenemos en cuenta
todo lo que había pasado.

Muchas veces pensé que habrías flaqueado. Que te habrías
rendido....

Todo lo que había perdido, todos los que habían sufrido, pasaron
rápidamente por mi mente, imágenes entrecortadas con una oscura
silueta que caminaba hacia el asustado, débil y cobarde muchacho.

El fuego ardía en mí.

El otro continuó...
Pero aquí estás. Este es el auténtico final....

Justo cuando su lengua se deslizaba entre las sílabas, la mano de mi
arma se movió como por voluntad propia.

Reflejo y propósito mezclados con ira, claridad y una abrumadora
necesidad de justo eso... de un final.
puntos 3 | votos: 3
Pasaron segundos - que parecieron horas.

Tenía un aspecto distinto.

Ahora parecía ingrávido, y soportaba sin esfuerzo una existencia que
aplastaría a un hombre atribulado por la conciencia.

Mi mirada permaneció fija mientras sentía un calor alzarse en mi
interior.
El otro habló...

Cuánto tiempo.

Yo no respondí.

La espada del pistolero... su cañón. Eso fue un regalo.

Mantuve mi silencio mientras mi pulgar acariciaba el martillo
perfectamente ajustado en mi cadera.

Una ofrenda de mi parte... para ti.

El calor aumentó, centrado en mi pecho.

Me sentí cobarde el día que Jaren Ward murió, y durante muchos
ciclos después.

Pero aquí solo sentía el fuego de mi Luz.
puntos 4 | votos: 6
Solo era un niño, pero sabía - que los monstruos de nuestro mundo podían mostrarse como humanos,
aunque no lo fueran. Eran algo alienígena. De cuatro brazos y
salvajes.

El desconocido era educado, pero solemne.

Me pareció un hombre triste y roto, y lo era. Pero por aquel
entonces, no comprendía cómo eso podía hacer a alguien peligroso.
Al igual que con Jaren, mi padre intentó que no me acercara al
desconocido.

Pero no importaba.

Cuando la silueta se acercó, sentí miedo.

La oscura figura era imponente. Miraba a mi interior. A través de
mí.

Él sonrió. Mis rodillas flaquearon. Todo estaba perdido.

Entonces, se dio la vuelta y se fue.

Dejó a un muchacho aterrorizado y con el corazón roto, sin ni
siquiera inmutarse.

He estado persiguiendo la sombra de ese desconocido desde entonces.
Ahora.

El sol estaba en lo alto. Nosotros de pie, en silencio.

Pasaron segundos que parecieron horas.
puntos 9 | votos: 11
Entonces. Palamón era cenizas. - Yo solo era un muchacho con la cara manchada de hollín, mocos y pena.

Asumía que Jaren, mi amigo, nuestro guardián, el salvador de
Palamón, siempre nos protegería y siempre podría salvarnos...

Pero fui un necio.

Jaren y los demás, que solo eran unos pocos pero aun así nuestros
mejores y más endurecidos cazadores, se habían marchado hacía tres
soles. Buscaban caídos, después de que los bandidos armaran jaleo.

El desconocido, el otro, llegó al día siguiente.

Hablaba poco. Se alojó en una habitación.
Aceptó nuestra hospitalidad.

A mí me intrigaba, igual que Jaren la primera vez que llegó.

Pero el desconocido era frío. Distante. Lo han dañado, pensé.

Pero yo no tenía miedo. Todavía no.

puntos 10 | votos: 16
La vida - te va enseñando quién si, quién no y quién nunca.
puntos 4 | votos: 6
La muerte acechaba. - De pronto noté un movimiento veloz. Mis músculos se tensaron y me
aferré a la empuñadura de mi arma.

Después llegó la confirmación de la terrible verdad que ya había
aceptado. El Espectro de Jaren permanecía de pie a pocos pasos de
mí.
Exhalé y me desplomé hacia delante. Aún en pie, pero descompuesto.
La diminuta Luz me observó con una curiosa inclinación de su eje y
después proyectó un haz de luz sobre mi cuerpo, escaneándome como
ya hiciera la primera vez que nos conocimos.

Alcé la vista y miré directamente a su único ojo brillante.

Entonces habló...
puntos 5 | votos: 5
Había partido para enfrentarse - a solas a la muerte.

No podía admitirlo —al menos no en ese momento— pero creía que
nos estaba 
protegiendo.

Después de llegar tan lejos, después de años recorriendo un camino
plagado de sufrimientos y fuego, quizá no soportara la idea de ver
morir a más críos, como solía llamarnos.

Los ecos se apagaron y permanecimos inmóviles. No tenía sentido ir
en esa dirección ni apresurarse a ciegas.

Lo hecho, hecho está.
La cadencia de los disparos contaba una historia que ninguno
queríamos oír.

No había sido La Última Palabra. En alguna parte del mundo, lo
bastante cerca como para ignorarlo pero al mismo tiempo lo bastante
lejos para que pareciera un sueño, Jaren Ward yacía muerto o
agonizante, y no había nada que pudiéramos hacer al respecto. 

Las horas transcurrieron como una eternidad.

Seguimos en nuestra posición, pero a medida que el sol se elevaba,
los demás comenzaron a irse. Sin Jaren, no había nada que nos
mantuviera juntos. Ninguna fuerza impulsora. La venganza había dejado
de ser una motivación. El miedo y el anhelo de ver un nuevo amanecer
abrieron una brecha entre el deber y el deseo.
A mediodía me encontraba a solas. No podía irme. Jamás lo haría.

O encontraba a Jaren y lo ponía a salvo, o los otros me encontrarían
a mí y pondrían fin a mi existencia.
puntos 6 | votos: 6
Alex Denvers - La vida no es bonita, esta llena de obstaculos pero es lo que tenemos
y es lo que nos ayuda a no volver a caer despues de levantarnos
puntos 15 | votos: 15
Si no sabes dónde vas, - nunca llegas tarde.

puntos 6 | votos: 6
La vida es una fiesta; - lástima que el corazón sea la piñata.
puntos 28 | votos: 32
Infancia - en diferentes imágenes
puntos 26 | votos: 30
Utilizar las fechas especiales del - calendario para demostrar lo que sientes, delata la falta de interés
que tienes por la persona que dices amar.
puntos 4 | votos: 4
Nunca tuve la sensación - de que nos considerara inferiores. Simplemente era cauteloso,
precavido.
Sabíamos que podía hablar. Los habíamos oído en algunas ocasiones.
Tan solo unas pocas palabras. Ninguno hablábamos de ello.

De vez en cuando, lo sorprendía mirándome fijamente, pero siempre
supuse que me prestaba atención debido al vínculo que yo tenía con
Jaren. Para mí, Jaren era como un padre. Por entonces no sabía por
qué me había elegido como su protegido. Pero después de tantas
pérdidas, agradecía su actitud protectora. Sin embargo, al echar la
vista atrás y recordar cómo mantenía las distancias con el resto,
debería haberme dado cuenta o al menos haber sospechado que había
algo más.

Esa noche todos nos despertamos más tarde que la noche anterior.

El estallido de un disparo resonó en la espesura. Y después más.
Los disparos sonaban lejos, pero lo bastante cerca como para
acelerarnos el pulso.

Un sonido familiar. La Última Palabra, el arma de Jaren. Su mejor
amiga.
Después otro. Un único disparo, un eco inconfundible restallando en
la noche. Bajo, cortante.

Un disparo, oscuro y diabólico, seguido de silencio.

Nos agazapamos silenciosamente. Escuchando. Esperando.

Jaren se había ido solo.

Quizá estábamos más cerca de lo que habíamos imaginado.
Demasiado cerca.
puntos 5 | votos: 5
Los esquifes habían asustado - a Kressler y Nada, y a decir verdad, también a mí. Pero echando la
vista atrás, creo que solo buscábamos una excusa para volver por
donde habíamos venido.

No porque quisiéramos regresar, sino porque parecía nuestra única
esperanza real, y creo que todos éramos conscientes de ello.

Más adelante nos aguardaba lo desconocido. Seguíamos un rastro, pero
después de un tiempo, sentíamos que nos topábamos una y otra vez
con un callejón sin salida.

Jaren jamás titubeó. Ni una sola vez.

O al menos no nos dimos cuenta.

Su empuje y su convicción nos animaban a seguir adelante.
Y, por muy duro que parezca, fue su muerte lo que avivó mi llama. Una
llama que casi se había extinguido en esa fría noche.

Parecía confiado de estar cerca.

Más que confiado, parecía seguro.

Nadie más sentía lo mismo. Nuestra confianza y cualquier dosis de
entusiasmo que hubiéramos podido tener habían desaparecido en el
momento en que Brevin, Trenn y Mel fueron abatidos a tiros.

El Espectro de Jaren jamás nos dirigía la palabra. Simplemente se
quedaba allí, alerta, analizando. No a nosotros, sino más bien el
momento. Cualquier momento.

puntos 3 | votos: 5
Era la cuarta noche - de la séptima luna.

Nueve ascensos desde la última señal.

No habíamos perdido del todo el rastro, pero casi.
Nos habíamos refugiado en un barranco por orden de Jaren.

La densa espesura al borde del precipicio nos protegía del viento y
del frío, y la corriente de agua amortiguaba nuestras conversaciones.

Habíamos visto dos esquifes volando bajo sobre el valle.

Que nosotros supiéramos, no era territorio de los caídos, pero tales
suposiciones eran peligrosas.
Por entonces quedábamos seis.
Tres menos que hace dos lunas, pero aun así uno más que cuando dimos
la espalda por primera vez a las cenizas de Palamón.

Durante la noche nos turnamos para hacer guardia.
Tratábamos de movernos lo mínimo y nos comunicábamos mediante
sencillos gestos con las manos.

Podíamos defendernos en combate, pero solo los muertos ansiaban
luchar. Esta dolorosa verdad se oponía bruscamente a nuestras razones
para estar tan lejos de cualquier cosa parecida a la civilización,
así como a nuestra propia seguridad.
puntos 12 | votos: 12
En los inicios de un amor - hablan del futuro, en sus postrimerías, del pasado.
puntos 13 | votos: 15
El universo es una bestia II - Ningún sol se queja al morir. El problema es la vida. La vida puede
estar hecha de carne, circuitos o luz. Los orígenes no importan. Pero
las pequeñas, medio inteligentes criaturas tienen un talento fiero
para negar lo inevitable, para oponerse y quejarse de injusticias que
no existen y consecuencias que deberían ser llevadas en silencio.
puntos 11 | votos: 13
El universo es una bestia. - Su cuerpo está compuesto de materia minúscula, de nimiedades, de
átomos que circulan por una sangre llena de chisporroteos. Los
principios básicos y eternos dan forma a la bestia. La mayor galaxia
está gobernada por principios de masa y movimiento. Los electrones
dependen de la carga y la probabilidad. Y por eso el universo parece
inexhaustible y eterno.
puntos 31 | votos: 33
La verdad - depende de las circunstancias.

puntos 9 | votos: 9
La cordura solo es una opción. -
puntos 12 | votos: 12
Has vivido de manera casi invisible, - saltando entre sistema solares, haciendo grandes planes, supervisando
el desarrollo de las civilizaciones, antes de volver a desaparecer en
un abrir y cerrar de ojos. Pero no recuerdas haber deseado nunca la
adoración o el reconocimiento de aquellos a los que favoreces. 

Pero los recuerdos pesan. 

Son como plomo y neutronio y materia electrodébil, en forma de bola
del tamaño de una luna, que has de llevar contigo de lado a lado. 

De repente, huyendo rápidamente, tu inmensa mente se ve infectada por
el terror y la duda tóxica de no poder siquiera ni pensar. 

Y son tus hijos a quienes te encomiendas en este momento de necesidad.
puntos 18 | votos: 18
Haciendo el amor -
puntos 11 | votos: 11
La soledad a veces no es más - que un punto de vista.
puntos 32 | votos: 56
Hay imágenes que se recuerdan - con sentimiento, y otras que simplemente dan lástima.





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