En Desmotivaciones desde:
20.09.2011
Última sesión:
Votos recibidos:
bueno▲ 3369 | ▼malo 62

LOS MEJORES CARTELES DE
abrazos alegria alma amigos amistad amor animales anime arte ausencia ayuda besos bogota caracter casa celos cine comida confianza corazon chiste criticas debilidad deportes desamor deseos desmotivaciones destino dinero dios distancia dolor dormir enemigo enfados escuela espana esperanza examenes facebook fail familia felicidad fiesta filosofia fisico frases futbol gatos graciosas guerra hipster historia humor ideas idioma ignorancia imaginacion imposible infancia internet libertad literatura llorar locura madre madurar memes mentira mexico miedo motivaciones muerte mujer mundo musica naruto naturaleza navidad obstaculos odio olvidar padre padres pasado pensamientos pokemon politica problemas promesas recuerdos religion risa rock sentimientos sexo silencio simpsons sociedad soledad sonrisa sueños tatuajes tetas tonto trabajo tristeza tuenti verano vida videojuegos
Número de visitas: 12105363050 | Usuarios registrados: 2075941 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8020748, hoy: 3, ayer: 18
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲
Carteles en la página: 8020748, hoy: 3, ayer: 18
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

















![Entre el amor y el odio, - Existe una línea muy fina. El amor libera el alma, pero en el
esfuerzo la puede asfixiar. Yo caminaba por esa cuerda floja con toda
la gracia de un elefante; la cabeza me pesaba hacia el lado del odio,
el corazón me equilibraba hacia el lado del amor. Era un trayecto
inestable y me solía caer, a veces durante largos períodos de
tiempo, pero nunca me demoraba demasiado.
[u]Te propongo inventarnos de nuevo[/u]. Deshacernos los dos de lo que
fuimos. Ser viento y tierra, agua y árbol, río y piedra. Y en esta
materia inútil que nos ata, encontrar [u]la palabra final que nos
libere[/u]. Todo ese cuento. Lo que creemos, lo que conocemos, lo que
recordamos e incluso lo que soñamos. Todo es un cuento, una
narración, una secuencia de sucesos y personajes que comunican un
contenido emocional. Un acto de aceptación, aceptación de una
historia que se nos cuenta. Sólo aceptamos como verdadero aquello que
puede ser narrado.
A veces buscamos lo que todavía no estamos preparados para encontrar.
¿Por qué será que algunos secretos te ahogan, mientras que otros te
acercan a los demás de una manera que no querrías perder? Perder el
sentido de los días, de las noches, del fluir del tiempo, la ausencia
de citas, comer y beber tan solo cuando se siente la verdadera
necesidad de hacerlo, [u]vivir sin problemas, discusiones o celos[/u].
Pero no hay que asombrarse: el alma siempre sabe elegir la mejor banda
sonora. Y las canciones no llegan nunca por casualidad. Como la
verdad, por otra parte busco respuestas y, en cambio, sólo obtengo
preguntas.
Soy fácil de entender, no me gusta tener delante lo que no puedo
alcanzar. Había tomado mi decisión, lo había hecho incluso antes de
haber sido consciente de la misma y me comprometí a llevarla a cabo
hasta el final, porque para mí no había nada más terrible e
insoportable que la idea de separarme de él. Me resultaba imposible.
Quizás el tiempo que habíamos pasado separados había bastado para
que no me aburriera todavía, pero nada de esto me importaba. Me
sentía mucho más feliz fantaseando. Permanecí quieta apoyada sobre
la pared, memorizando su rostro otra vez, engañándome...](http://img.desmotivaciones.es/201202/images_2547.jpg)
![A veces las cosas salen mal - y no es culpa de nadie. Pero todos quieren un porqué. Un motivo. Algo
que puedan envolver, ponerle un lacito y enterrarlo en el jardín de
atrás. Enterrarlo tan hondo que parezca que nunca ha pasado. Me
pregunto cuánto tiempo de sus vidas se pasará la gente rezando y
pidiendo que [u]algo que ha ocurrido no hubiera pasado[/u]. A lo mejor
Dios existe porque a la gente le asustan todas las cosas malas que son
capaces de hacer. La verdad, yo creo que el diablo tiene más sentido
que Dios. Al menos entiendo porqué la gente quiere que exista. Va
bien tener a alguien al que echarle la culpa de las cosas malas que
ocurren. Hay dos formas de ver el mundo. Una es que la vida está
llena de oportunidades, que está bien. Olvidando las cosas malas,
[u]como si no las vieras[/u]. La otra, es ver la realidad.
Yo creo que hay dos maneras de ver el mundo. Puedes ver la tristeza
que hay detrás de todas las cosas. O elegir bloquearlo todo. Si no
dejas que el mundo te afecte, [u]no te partirá el corazón[/u].
A todos los padres les pasa igual. Quieren que sus hijos sean felices,
como si no supieran que siempre pasa lo mismo. Estoy segura de que he
llorado todas las lágrimas que había dentro de mí. Pero aprendí
que con las lágrimas no puedes hacer que alguien que no te quiere
vuelva a quererte, o que algo que pasó no haya pasado. Siempre está
ahí. Aunque todo vaya bien y los niños jueguen y las parejas se
besen, y eso… [u]siempre está ahí[/u]. Pero la mayoría de la
gente no es capaz de verlo. Es eso que siempre se está escabullendo.
Cómo todos nos estamos muriendo por dentro. Lo tristes que estamos
todos realmente. A veces las cosas no salen bien y no es culpa de
nadie. Puede que ahora tenga sentido. Puede que en alguna parte entre
todo esto haya una razón. Puede que en alguna parte entre todo esto
haya un porqué. Puede que en alguna parte, esté aquello que te
permita que lo envuelvas todo, le pongas un lacito y lo entierres en
el jardín de atrás. Que lo entierres tan hondo que parezca que nunca
ha pasado. Pero nada. Ni un porqué, ni enfadarse, ni decir que lo
sientes, ni oraciones, ni lágrimas. Nada puede hacer que algo que ha
pasado no haya pasado.
Cuando yo era pequeña creía que no se podía destruir lo que aún no
se había construido. Ni pensaba que algo que no existía -o que yo no
veía con nitidez- podría dejar de existir, por completo. Cuando yo
era pequeña no tenía ni idea de que hay veces en las que los seres
humanos nos equivocamos, y esos errores sólo nos sirven de mira a un
futuro -de mira al presente y al pasado esos errores están cerrados.
Cuando yo era pequeña no sabía que hay momentos de tu vida que van a
ser importantes -o que son importantes, o que han sido importantes- y
que por más que los humanos hagamos, pensemos y digamos no podemos
borrarlos. Cuando yo era pequeña no sabía que determinados momentos
no podían borrarse, porque no era consciente de la importancia que
podría tener [b]tan sólo un momento en toda una vida[/b]... Cuando
yo era pequeña no sabía que alguien puede dejar de confiar en ti en
un segundo dado, y tener la seguridad de que esa no confianza va a
prolongarse eternamente. Cuando yo era pequeña no sabía que cuando
alguien no confía absolutamente nada en ti -por algo que tú has
hecho- [u]no hay nada que puedas hacer para solucionarlo[/u]. Cuando
yo era pequeña no sabía que uno puede decepcionarse consigo mismo y
que no existe cosa alguna que uno pueda hacer para dejar de estar
decepcionado en ese preciso instante. Y no sabía de la importancia de
la decepción, mucho menos de la duración. Cuando yo era pequeña, no
me sentía tan pequeña, quizá porque no sabía de todas estas
cosas...](http://img.desmotivaciones.es/201202/images8_114.jpg)
![Antes que nada, - perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se
alojaba aquí, y menos aún [u]con la intención de quedarse[/u]...
Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu
luz, que pinten algo los colores, que a este azul se le suba el rojo
[u]que hoy nos vamos a poner moraos[/u]. Y hablando de ponerse, vete
poniendo cómoda, que estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he
dejado todo dispuesto para que no quieras mudarte ya más.
Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que
te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores,
los segundos, teñidos de [u]ganas de no equivocarme otra vez[/u]...
El espacio es tan acogedor como me permite mi honestidad. Ni muy
pequeño como para sentirse cómodo, ni demasiado grande como para
meter mentiras. Mis recuerdos, los dejé todos esparcidos por ahí, en
cajas de zapatos gastados y cansado de merodear por vidas ajenas. No
pises aún, que está fregado con lágrimas recientes, y podrías
resbalar. Yo te aviso.
El interruptor general de corriente está conectado a cada una de tus
sonrisas. Intenta administrarlas bien y no reírte demasiado a
carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón. No sé si te lo había
comentado antes, pero la estufa la pones tú. Y hablando del tema, he
intentado que la temperatura del agua siempre estuviera a tu gusto,
pero si de vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se
me ha ido la mano con el calentador. Sal y vuelve pasados unos
minutos. Discúlpame si es la única solución, es lo que tenemos los
de la vieja escuela, que a estas alturas ya no nos fabrican los
recambios.
Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay cosas del pasado
que necesitan más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro
que, como es normal, se acabarán gastando de tanto lavarlas. La
recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo. Eso sí, no
te preocupes por lo que pase con las sábanas, [u]que las mías lo
aguantan todo[/u].
Para acabar, te he dejado un baño de princesa, una cama de bella
durmiente, un sofá de puta de lujo y algo de pollo hecho en la
nevera. Para que lo disfrutes a tu gusto, eso sí, siempre que sigas
reservando el derecho de admisión. Aquí no vienes a rendir cuentas,
sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con nadie, [u]sino a
compartirme a mí[/u]. El resto, no sé, supongo que está todo por
hacer.
Encontrarás que sobra algún tabique emocional, que falta alguna
neurona por amueblar y que echas de menos, sobre todo al principio,
alguna reforma en fachada y estructura. Dime que tienes toda la vida,
y yo voy pidiendo presupuestos. Dime que intentaremos toda una vida e
iré encofrando mis nunca más.](http://img.desmotivaciones.es/201202/images7_130.jpg)
![Por muy limpio - que esté un vestido, como caiga una pequeña mancha ya es un vestido
manchado. No importa cuantas veces se haya lavado, ni todos los días
que haya conseguido pasar sin que nada se derrame encima. Una pequeña
gota y [u]todo se arruina[/u]... Como la maldad o la mentira. Pues
dedicarte toda tu vida a salvar a otros, y matas a uno y ya eres un
asesino. Dices siempre la verdad y un día una mentira y ya eres un
mentiroso. La jodida mancha pequeña que arruina toda tu ropa.
Puede haber perdón, la redención es un derecho para todo el mundo,
pero siempre llegará alguno con el comentario de si lo hizo una vez,
lo puede hacer otra. El mal siempre tiene la habilidad de poder
volver, el bien no. Por eso cuando el malo hace algo bueno, es una
anécdota; cuando el bueno hace algo malo se corrompe y ya [u]nunca
más volverá a ser bueno[/u]... Basura en realidad. No sé cual es el
truco. Intentar no mancharte es imposible. Quizás llevar demasiadas
manchas encima, quizás comprarte un vestido cada día, quizás
ponerte uno oscuro con el que se noten menos las manchas.
Todo por las ganas de juzgar, [u]por las ansias de ver como el otro
fracasa[/u]. Somos lo que somos por lo que hacemos, para bien y para
mal, aunque parezca que solo tiene que ser para mal.](http://img.desmotivaciones.es/201202/2_292.jpg)




























