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29.04.2011

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GeekVeterano Nivel 3DesmoProtectorPrincipalero Nivel 2

puntos 6 | votos: 6
Ese momento - en el que descubres algo que millones de personas sabían antes que tú.
puntos 12 | votos: 12
¡Pero no olvides - que los malos son lo Rojos!
puntos 13 | votos: 17
¿Pero y si lo has probado todo? -
puntos 32 | votos: 34
Desmo-dinámica #3 - Esta dinámica consistió en compartir con la comunidad el cartel que
más nos haya gustado en la página, hecho por otro usuario. Aunque
algunos usuarios siempre han sabido qué cartel era su favorito desde
el principio, esta vez la mayoría tuvo dificultad para elegir, lo
cual fue todavía más complicado para aquellos que tenían varios
favoritos.

¡Muchísimas gracias a todos por participar! Ésta ha sido la
dinámica que más participación ha tenido hasta la fecha, lo cual me
motiva a seguir organizando esto. Espero y puedan participar en las
próximas, también ideas para futuras dinámicas son bienvenidas.
Recuerden que estas dinámicas tienen como único objetivo conversar y
unir un poco más a esta pequeña comunidad.
puntos 12 | votos: 12
Los mismos médicos - Reconocen que un 50% de las causas de dolor son nuestras acciones, y
el otro 50% son los mismos prejuicios de la sociedad

puntos 11 | votos: 13
Qué fácil es dejarse enredar - en ideologías que justifiquen tu simpleza y mediocridad.
puntos 19 | votos: 21
Dinámica para la comunidad #3 - Esta dinámica consiste en compartir con nosotros el cartel que más
te guste, pero esta vez dicho cartel debe ser creado por otro usuario
(idea por Profesor Caos, gracias).  De preferencia, mencionen quién
es el creador de dicho cartel y por qué les gusta tanto. ¡A
desempolvar esos carteles que hemos marcado como favoritos!
puntos 3 | votos: 9
¿En qué momento al crecer - nos volvemos tan vacíos como para olvidar nuestra capacidad de hacer
estas maravillas?
puntos 33 | votos: 35
Desmo-dinámica #2 - Está dinámica consistió en ver cómo eran los carteles que nosotros
como usuarios consideramos que son los mejores que hemos aportado a
esta página. Algunos tuvieron dificultad para elegir mientras que
otros ya sabían desde un principio cuál era su cartel propio
favorito.

¡Muchísimas gracias a todos por participar! El único propósito de
estas dinámicas es conversar y unir un poco más a esta pequeña
comunidad. Espero puedan participar en la próxima dinámica.
puntos 9 | votos: 9
Resumen del debate de investidura. -

puntos 14 | votos: 14
¡Si es qué soy la hostia! -
puntos 18 | votos: 20
Vale por una principal -
puntos 19 | votos: 21
No hay mejor logro - que todo el tiempo compartido.
puntos 20 | votos: 20
Y fue el primero de muchos otros. - Erosekai: El Orígen.
puntos 14 | votos: 14
Estaba aburrida y encontré esto, - el mío es D20, sí, el que parece charco de agua estancada que se ha
tornado verde con tierra.

puntos 13 | votos: 15
Más te vale que le perdones - antes de que nos de cáncer por leer otros carteles de él con
semejante ortografía.
puntos 12 | votos: 12
Cuando eres tonto - pero no te vale con serlo simplemente, también necesitas demostrarlo
con pruebas irrefutables
puntos 13 | votos: 13
El puesto es casi mío. -
puntos 20 | votos: 20
Ojos que encandilaban, - un rostro del más puro marfil; tenía cuantas cosas superfluas se
pudiesen desear, sólo para que su nobleza desfalleciese cual paciente
terminal socavada por tanta opulencia.
puntos 10 | votos: 10
De poco sirve ser buena persona - cuando no hay nadie ahí para verlo.

puntos 11 | votos: 11
Y ahí estaba el hombre mediocre, - tan mediocre era, que al contemplar sus esfuerzos paupérrimos
vociferando que se infravaloraba para que por lástima le tratasen de
convencer de lo importante que era su existencia, sólo demostraba su
propia minusvalía.
puntos 29 | votos: 31
En ocasiones, acabamos necesitando - más perdones de los que realmente somos culpables.
puntos 10 | votos: 12
La respuesta llegó mucho antes - que la pregunta, pero si no te la haces nunca lograrás aceptarla.
puntos 10 | votos: 12
Estando con la persona adecuada - el mundo es bello hasta para quienes no pueden verlo.
puntos 13 | votos: 13
Para todo siempre - hay excesos y la imaginación no es la excepción.

puntos 14 | votos: 14
“Soy distinto a ellos”, - gritan todos a coro.
puntos 12 | votos: 14
Its Raining Somewhere Else 13 - Metida dentro de la bañera del cuarto del baño, se hallaba Chesa
acurrucado en silencio, disfrutando de un completo que no era ni mucho
menos cómodo. Aunque no hubiese testigo ocular de los hechos, había
presenciando como un grupo de personas habían raptado a Ori.

Para no caer presa del pánico y en parte para no delatar la posición
por si hubiese alguno de ellos merodeando por el piso, comenzó
inhalar por la nariz hasta llenar completamente sus pulmones para
después expedir el aire que contenía por la boca. Sentía como si
cuerpo se había entumecido del miedo que sentía, incluso era incapaz
de pensar con claridad. Ciertamente, aquella era una situación
sumamente extraña.

Al cabo de un rato, logró tener control nuevamente de su cuerpo y,
como un animal asustado de caer en la trampa de algún cazador, puso
un pie afuera de la bañera. La inmensa oscuridad que había dentro de
la habitación era sobrecogedora. Aunque eran más allá del
mediodía, aproximadamente la hora del almuerzo, apenas había luz.
Esto se debía especialmente a que no disponía de luz natural alguna
y, aunque la hubiese, aquel propicio mal tiempo se hubiera encargado a
través de sus nubes que no le llegase ningún rayo de luz del sol. 
Estando todavía algo aturdida, busco un punto de apoyo en la pared,
colocando sobre esta su mano derecha. Con la otra, seguía sujetando
firmemente el disco duro que le había confiado Ori. En aquel momento
no sabía los motivos que llevaron a entregárselo pero quizás,
planteaba en su cabeza, que el contenido que albergase en su interior
podría haber sido el detonante de que hubiese sido raptado tan
misteriosamente. 

Tragó saliva.

-Esto es de locos- dijo para sí misma, creyendo que aún podría
estar dormido en su habitación. Quizás se hubiera quedado dormida en
su cama, tras llorar bajo su almohada pero no era así. Se encontraba
en la realidad. Había dejado la seguridad de su hogar y se dirigió
rauda al piso donde hace unas semanas había muerto una mujer y en la
que hoy mismo había desaparecido otra. Quiso encontrar la conexión
entre ambos sucesos pero le era imposible. Parecían hechos tan
aislados que incluso ella dudaba de lo que había presenciando cuando
murió Josephine.

¿Realmente había sido un asesinato? Al principio, ella lo planteó
así y fue el primer relato que le comento a la policía cuando la
interrogó. Sin embargo, los resultados procedidos por los forenses
concluyeron que había sido una muerte natural, precisamente un
infarto repentino. Aquello explicaría el ruido que escucharon, que
sería cómo la mujer, envuelta en tal ataque repentino, caería
estrepitosamente contra el suelo, causando asi la inquietud de los
inquilinos de arriba. Pero había algo más. Ello juró una y otra vez
que había chocado contra algo pero nadie más lo había visto.
Claramente su relato sobre los hechos fue rebatido por la de Mylo, que
fue quien persiguió al supuesto perpetrador de la escena.

 Según él, Chesa dijo haber sido empujado por alguien, y entonces la
puertas de la entrada se abrieron de par en par, dejando que una
gabardina se escapara gracias a la fuerza del viento. Lo que él
comentó a la policía, es que Chesa había chocado contra un
colgadero de pie que tenia la señora  con numerosos abrigos. Todo
estaba a oscuras por lo que ella no pudo distinguir si con aquello que
se tropezó era humano o no.  Además, sería uno de estos, una
gabardina negra, acorde al relato que había dicho Chesa, que saldría
despedido por la fuerza del viento a través de la puerta que se
abrió en aquel instante. Todo esto causó en ella la ilusión de que
hubiese tenido la ilusión sobre un posible asesinato. Además, como
le comentó Mylo a los policías y a lo cual no pudo negar Chesa, es
que en aquel momento ella se encontraba un estado de shock por lo que
muy posiblemente no pudiese actuar con claridad. Esto hizo que ella se
sintiese como una mentirosa. Y es que además, ni sus propios
compañeros la creyeron. Si acaso Ori, antes de que se separase de
estos definitivamente parecía estar de alguna forma interesada en su
versión de los hechos. Esto fue unos de los principales motivos por
los cuales quiso cortar relación con todos ellos.

Y pensó en todo aquello porque ahora mismo se había encontrando en
la misma situación, aunque esta vez era la única testigo de un hecho
tan inverosímil. Pese a todo, el pensar que ahora deberían creer
todo lo que ella dijera, pues incluso había recibido un disco duro
que sin lugar a dudas ella pensaba que guardaba relación con lo
ocurrido, no era un aliciente pues no tenía manera alguna de saber si
Ori se encontraba bien.

Con sus pensamientos algo más ordenados, decidió salir fuera. Quitó
todas los pestillos que había en la puerta, que curiosamente habían
sido instalados por Ori, que tenía  la gran manía de pasarse largos
minutos, incluso horas, encerrada en el cuarto de baño, sin que nadie
supiese qué estaba haciendo en su interior. 

Al principio, se mantuvo muy cauta. No abrió la puerta del todo sino
poco a poco, mirando a través de esta por si había alguien cerca.
Tras eso, la puerta se encontró abierta completamente. A juzgar por
lo desordenado que estaba el lugar, parecen que anduvieron buscando
algo.

Sin darse cuenta, se tropezó con los papeles que habían en el suelo,
dándose de bruces contra este. Entonces Se topó inesperadamente con
Mylo, que con la pistola cargada y el seguro quitado, no vaciló en un
instante a la hora de apuntar a su cabeza.
puntos 11 | votos: 11
Para acabar con un problema - es mejor que uno mismo lo arranque de raíz.
puntos 2 | votos: 4
rule 34 - jodiendo desde tiempos antiguos
puntos 29 | votos: 29
El día que madures - entenderás que la belleza está mas allá de un simple peinado, unas
ropas, un color de piel, un peso o una talla. La belleza está dentro
de ti, no afuera.

puntos 8 | votos: 10
Cualquiera puede eclosionar - aunque cada uno cuenta con su propia cantidad de pasos.
puntos 30 | votos: 32
CARTEL 500 - Si te encuentras solo cuando estás solo, estás en mala compañía.
puntos 13 | votos: 13
Its Raining Somewhere Else 11 - Mylo había sido el primero en dejar el cementerio. Cruzó por la
entrada principal viendo que se acercaba un ostentoso Rolls Royce con
la capota echada.  Tenía los cristales traseros como delanteros
tintados de negro pero seguramente se tratase de la persona de la cual
estaba pensando. Sin detenerse mucho más que los escasos segundos
entre que aquel coche paraba y el salía, torció la calle hacia un
callejón donde tenía su moto.
 
Presentaba un estilo deportivo, con un escaso cristal en su parte
delantera y un único faro que ocupaba la mayor parte de la zona
frontal, en forma de V. En cuanto a los manillares, eran bastante
largos y se extendían hacia atrás doblándose por la mitad hacia al
asiento del piloto, forrado de cuero negro, que llegaba hasta la parte
trasera. En cuanto a las ruedas, eran de considerable tamaño que para
los no estuviesen muy familiarizados con el tema automovilístico
podrían tratarlas como neumáticos de todoterreno. Tanto llantas y
cilindros eran también negros.

Sin tomarse mucho tiempo , abrió el compartimento debajo de su
asiento y sacó dos cosas; un casco, también oscuro de color y
visera, y un teléfono móvil desechable. Con el móvil en mano y  ya
una vez con el caso puesto, se dispuso arrancar la moto. Una vez que
miro la pantalla del móvil lo guardó y se dispuso a ir hacia su
destino , cualquiera que fuese.

El rugido del motor de escapaba a través de los tubos de escape,
cuatro en este caso. que echaban tal contenido de humo que parecían
camuflar la moto. Mylo dio un buen rodeo antes de llegar al lugar
donde se dirigía, Ya fuese por prudencia de que alguien le siguiese o
por el mero hecho que disfrutaba manejando aquella máquina. Tras
cansarse de dar vueltas al azar y habiendo consumido todo el tiempo
libre que disponía, decidió ir finalmente al lugar que tenía en
mente visitar desde un principio.

Se encontraba ubicado en la misma avenida donde se encontraba el piso
donde murió Josephine pero mucho más lejos, casi al principio de
esta. En un de las calles colindantes, había un ligera curva empinada
que bajaba de manera fulgurante hacia la avenida. La calle no era muy
transitada y tampoco había muchas personas viviendo allí. La
principal razón es que la calle era conocida en los bajos fondos de
la ciudad como la curva de la muerte. Nadie supo cuándo obtuvo ese
sobrenombre aunque lo tenía ganado pulso. Usada hace años como punto
de encuentros para aficionados de las carreras callejeras, muchos
habían sido los pilotos que perdieron sus vidas por no frenar a
tiempo en tal compleja curva.

 Los vecinos se cansaron del estruendo que causaban a altas horas de
las noches y de estar constantemente arreglando las fachadas de sus
casas, y también por la ineficacia de la policía a la hora de tratar
solucionar el tema, que no tuvieron más remedio que vender sus casas.
  
Eso fue hace años.

Tras vender sus casas a otros dueños estas las vendieron a otros,
así sucesivamente hasta que un banco adquirió las propiedades.
Siendo imposibles de vender y ante el accidentado terreno para crear
nuevos inmuebles, les estaba siendo un gasto inútil. Aparte, habían
recibido las noticias de que muchas de sus propiedades estaban siendo
usadas como fumadores de cracks y refugio para fiestas de
adolescentes. El ambiente actual de la conocida como curva de la
muerte no era para nada salubre.
 
No había nada que pudiese parecer del interés de Mylo, a excepción
del  único negocio en aquella calle llena de vejación y sin ley, en
la cual las fuerzas del orden habían desistido controlar.

Fue en la época de éxodo de personas. Un hombre de negocios, de
descendencia afroamericana,  compró un bajo situado en la misma
esquina de este, donde había mayor numero de colisiones.
Curiosamente, desde que montó allí el local, el número de
accidentes bajó drásticamente. Sin dar a conocer su nombre, fue
apodado como Boss.

El local de Boss era un bajo, para el cual para entrar debías bajar
unas escaleras. En la fachada estaba con letras de xenón el  nombre
de su pub:Red Corner un nombre bastante apropiado teniendo en cuenta
de las numerosas veces que se vio salpicado de sangre.

Aquel local era el destino final de Mylo. Aparcó su moto detrás del
local, donde acababa dicha calle y se dispuso a entrar. No tenía nada
llamativo pese a la zona que se encontraba. Era un pub normal. Sus
paredes estaba cubiertas de madera de ocre al igual que el suelo, pero
de una tonalidad más oscura. En cuanto a la barra, parte estaba hecha
de madera mientras que su repisa era enteramente de mármol negro.
Había un par de taburetes de madera. Delante de estos, se podía
divisar una cantidad increíble de licores de todo el mundo, ordenados
alfabéticamente en grandes repisas. En cuanto al resto, había un par
de mesas para dos o tres personas y unas cortinas de fondo, que
aparentemente ocultaban otra sección de la esquina roja que estaba
actualmente cerrada al público.

El tañido de una campana situada encima de la puerta advirtió a Boss
de la presencia de un nuevo cliente. Sus facciones eran similares a
los de un gorila. Era un hombre gigantesco que parecía ocupar casi
tanto el ancho como el largo de la barra. Tenía los ojos pequeños
como canicas, rasgados, vidriosos y de color amarillo que no perdían
detalle de lo que ocurría a su alrededor. Sus cejas, las cuales
mantenía siempre arqueadas hacia abajo, inquietaba a todo aquel que
le mirase de frente. Las fosas nasales eran grandes oquedades que
hacían a uno olvidar que eran partes de algo mucho mayor.  Tenía un
poco del mentón hundido, pero no se sabía si era porque era parte de
su anatomía o acaso acabó así tras algún tipo de trifulca. En
cuanto a su boca era pequeña, de un color bastante marcado. En pocas
palabras, era todo un portento físico. Con unas manos gigantescas
limpiaba con gran dedicación los vasos. Pese a su apariencia
imponente, su vestimenta era muy normal, con un delantal blanco con
una camisa de aspecto amarillento. Estaba rapado pero se podía
atisbar algunos resquicios de cabello blanco.

-Buenos días- la voz severa de Boss resonó por todo el lugar.-Le
estábamos esperando- dijo aunque era el único aparte de él que se
encontraba allí. Dejó un momento sus quehaceres para atenderle. Puso
la mano sobre su hombro, sintiendo una gran presión. Lo llevó hacia
una mesa ubicada al otro lado de la barra, pegada a la pared. En esta,
había unos cristales por los cuales se podía ver normalmente a las
personas pasar.

Boss le dijo que esperase un poco más y así hizo. Ambos estuvieron
callados un rato. Uno lavaba los vasos mientras que el otro miraba por
la ventana pensativo. La campana sonó nuevamente. 

Ambos se giraron para ver quién era.
puntos 7 | votos: 7
Para tu vida busca una actividad - que al realizarla opaque todas aquellas que en algún momento te
trajeron pena.
puntos 10 | votos: 12
Its Raining Somewhere Else 10 - Le costó cerca de hora y media en llegar al piso. Con fortuna no tuvo
que esperar mucho en tomar los dos autobuses para llegar hasta allí.
Pero aún le quedaba un trecho por la avenida por recorrer así que no
pudo evitar llegar empapada al piso.

Lo primero que pensó al llegar en la entrada fue en lo extraño que
resultaba ver los escaparates del anticuario echados, así como la
puerta cerrada. Se había armado de valor para llegar hasta ahí pero
no había pasado por su cabeza en ningún momento que quizás no
hubiese nadie dentro.  Josephine era la única que tenía llaves de la
planta baja por lo tanto no tenía acceso al interior.

Suspiró. A punto estuvo de gritar en plena calle para maldecir su
suerte. Luego rió. No supo si porque la situación era bastante
cómica o al ver que lo que ella consideraba como un gran esfuerzo por
su parte simplemente era una estupidez de la cual se burlaba el mundo
entero. De repente, empezó a escuchar como alguien parecía bajar las
escaleras.
 
-Ori- dijo mientras esta le abría las puertas-¿Cómo sabías que
estaba yo aquí?-
-Te vi por la ventana- la invitó a pasar. Sin saber que más decirle,
ambas subieron. Una vez arriba, Ori se dispuso nuevamente a estar
pendiente de su portátil. Por lo visto, no pudo haberse encontrado
alguien mejor.
 
-¿Y los demás?- pregunto tímidamente aunque no tenía muchas ganas
de entablar conversación.

-Hoy era el funeral- contestó tras un breve tiempo sin teclear.-Hace
tiempo que no te veía- prosiguió con la tarea que estaba realizando.
El ambiente estaba muy enrarecido para ambas, que no sabían qué
decir para que no incomodase a la otra.-Pareces estar bien- 
Chesa asintió levemente con la cabeza.

-¿Esto se parece a aquel día, no te parece?- preguntó a Ori aunque
esta no sabía a lo que estaba haciendo referencia.-Ya sabes- se puso
a jugar con sus dedos en señal de nerviosismo- cuando encontramos a
la propietaria muerta en el suelo- tuvo que parar por unos momentos
para retener las lágrimas- Yo no fui capaz de hacer nada por ella. NI
tan siquiera sabía si tenía problemas. Y sin embargo, aquel mismo
día, ella me recibió con una sonrisa- frotaba sus ojos que se
estaban poniendo llorosos.

 -No es tu culpa, ni la de nadie- dijo Ori mirando hacia atrás. -Todo
la vimos aquel dia. Ninguno de nosotros podría haberse imaginado que
algo como eso sucedería-

-Pero yo- hablaba entrecortada-Me quedé inmóvil. Ni tan siquiera era
capaz  de mirar el cuerpo o llamar a una ambulancia. Mi mente estaba
en blanco. Navegaba a través de un sinfín de posibilidades que
hubiesen llevado a que todo aquello ocurriera. Incluso- inhaló aire
por la boca-Me imaginé que alguien podría haberla asesinado Ori.
Todo por evitar pensar que podria haber muerto sin más, en un
suspiro, sin previo aviso. ¿Qué te hace pensar que eso no nos pueda
ocurrir a nosotros en cualquier momento? Un desfallecimiento o
accidente de cualquier tipo y nuestra vida acabaría de golpe. No
dejaríamos nada en la tierra salvo sufrimiento a nuestros conocidos
por nuestra pérdida.-

Ori se levantó de inmediato de su silla y fue hacia el sillón donde
estaba Chesa. Entonces esta le dio un abrazo. Aunque su cuerpo fuese
más pequeño,  ni llegase a comprender totalmente todos sus
sentimientos, con aquel simple gesto ya estaba dando calor al frio
cuerpo y templando corazón de a quien consideraba su amiga.
-Realmente no comprendo de estas cosas- dijo enterrando su cabeza
entre sus pechos.- Pero creo que en momentos como en este son en los
que más debería confiar en aquellos que están a tu alrededor. Las
caídas son inevitables pero si aceptas que pueden suceder, tendrás
al menos tiempo de apoyarte en algo o más bien en alguien.-

Chesa rompió a llorar, correspondiendo al abrazo de Ori. Las lagrimas
caían bajo su cabello pero parecía no importarle. Estuvieron un buen
rato así hasta que Chesa se calmó. Ni tan siquiera encontraba las
suficientes palabras de gratitud para responder apropiadamente. Iba a
hablar cuando unos enormes portazos sonaron en la puerta.

-¿Serán los demás?- 


Chesa se había levantado para abrir la puerta cuando Ori le sujetó
del brazo para impedírselo. Los golpes se hacían más fuerte. A este
paso, si no les abria nadie, quien fuera que estuviera golpeando la
puerta iba a echarla abajo.  

-Tu confías en mí,¿verdad?- pregunto de repente Ori.

Sin dar tiempo apenas para que Chesa respondiera, le entregó un disco
duro que estaba enchufado a su ordenador y ambas fueron a la puerta
del cuarto baño. Por muchas veces que Chesa le preguntase a Ori qué
estaba sucediendo, no obtuvo respuesta. Esta la condujo al interior
del baño. Estaba oscuro y no se veía nada en absoluto. Le dijo
estrictamente que bajo ningún concepto encendiera las luces hasta que
todo hubiese acabado. ¿Acabar el qué? se preguntaba sin respuesta.
Ori, le señalo donde estaban todas las cerraduras e incluso le
ofreció cerrarla por dentro. Ella hizo caso a todo lo que dijo,
aunque no se pudo esperar que tras todo lo que le dijo, la volviese a
dejar sola en aquella inmensa oscuridad. Se acurrucó en una esquina,
parecía ser que se había metido dentro de la bañera. Desde allí
intentaba escuchar todo lo que sucedía afuera.

La puerta parecía que había cedido ya. Numerosas pisadas sonaron
dentro del piso. ¿3,5,7,10? Chesa no supo decir con exactitud el
número de personas que habían entrado el piso pero desde luego no
era ninguna que ella conociese. A juzgar por el ruido que hacían, sus
movimiento eran muy hostiles. Se escuchó como alguien había caído
del suelo un golpe de una bofetada.Sin lugar a dudas, aquella persona
había sido Chesa. Posteriormente, aquellas personas comenzaron a
revolver todo el piso, como si estuviesen intentando buscar algo.
Incluso intentaron entrar en el baño pero la puerta no cedía con
tanta facilidad que la de la entrada así que desistieron.  Una vez
que se vieron conformes con tal destrozo, se marcharon, arrastrando
por los suelos a Ori. Esta supo que era ella. Sus gritos atravesaban
las paredes. Estaba siendo cogida por el pelo mientras su cuerpo se
enrojecía a causa de la fricción contra el suelo. La habían
desnudado completamente. Una vez abajo, su voz se silenció. Por lo
visto la habían metido en una bolsa. Tras eso, se escuchó como
numerosas furgonetas dejaban el lugar.

puntos 22 | votos: 22
Cartel 2222. - Pues se suponía que debía tener una temática con patos (por los dos
y eso) pero como no había nada de mi agrado pues esto es lo que
salió. En un principio no iba a escribir nada, pero como me he pasado
el dia de hoy escribiendo un rato me he dicho a mí mismo: ¿Qué
más da si lo alargo un poco? Y eso estoy haciendo ahora mismo. Pues
nada, querría agradecer a la gente que he conocido por estos lares,
tanto a los que siguen como a los que nos dejaron. Realmente, hay
cosas más provechosas que hacer que estar por aquí pero bueno pero
si uno sabe llevar sus quehaceres diarios con una dosis de esto pues
no hace daño. 

En resumidas cuentas, que quien esté por aquí que disfrute de su
tiempo en la página sin tomársela muy en serio y que haga lo que le
de la gana, siempre y cuando no moleste a los demás.

Un saludo a los usuarios de Desmotivaciones. Elbuskador1
puntos 13 | votos: 15
Y aquí podemos observar - una representación de un grupo de hipsters diciendo que son únicos
y especiales.
puntos 14 | votos: 14
Henos aquí -
puntos 11 | votos: 13
Pueblos de mediocres - que sistemáticamente provocan su propia ruina arrastrando cual red a
peces que jamás caerían ante semejante cebo.
puntos 10 | votos: 10
Its Raining Somewhere Else 9 - -Es una lástima- suspiro Renée.-Que no hayamos avanzado en este tema
pero es comprensible con la sorpresa que os debe suponer tener que
afrontar todo esto tan de repente - les comentó haciendo referencia a
la principal razón por la cual se habían conocido.
Renée LaPlaine era la albacea de Josephine. Así pues estaba al cargo
del  reparto de bienes tras su muerte que curiosamente había caído
en manos de aquel grupo que compartía piso encima de su acuario. Así
pues Ori, Chesa, Mario, Mylo y Cristina tenian en propiedad a partes
iguales aquel piso de dos plantas. Y eso no era todo, pese a ser una
edificación bastante antigua y de escaso valor como vivienda,  el
terreno donde se encontraba revalorizada en cuantiosa suma. Renée
estaba intentando poner de acuerdo a todos para saber que harían con
todo aquello. También les informó de que había numerosas
inmobiliarias interesadas en adquirir el terreno de la propiedad y que
de estar a la venta pagarían una gran cantidad, todo por  hacerse con
los derechos del terreno. Obviamente antes de hacer cualquier cosa
debían ponerse todos de acuerdo.

En aquella primera reunión, no hubo ninguna acuerdo entre ellos,
aparte que Chesa no había asistido. Le pidieron más tiempo a Reneé
para que pudieran pensarlo entre todas y ponerse en contacto con ella.
Por este mismo motivo, se había presentado expresamente en el
cementerio, para poder hablar con todos. Aunque fracasó.

-Así que aún no habéis decidido qué hacer- comentó de repente,
apoyando su barbilla con la palma de la mano, en señal de duda-
Ciertamente os di un plazo pero cuanto más tiempo pase más nerviosos
se pondrán los compradores.- dijo con la intencion de que acelerasen
los problemas que tuviesen internos.-

-Lo sabemos- intervenió Cristina representando a todos-Por ahora,
aún no tenemos muy claro que hacer al respecto. Agradecemos mucho su
intervención así como su ayuda, pero necesitamos algo de tiempo más
para aclarar nuestras días.-

Aunque no quiso demostrarlo, esas palabras supusieron un jarro de agua
fría para Laplaine. Sin mostrar la inquietud de su interior, sonrió
a Mario y Cristina para despues despedirse. Les acabó concediendo
más tiempo, no sin antes avisarles nuevamente de que este apremiaba y
que no podian aplazar eternamente la decisión. Ambos lo sabían
también pero no podían hacer nada más.

-¿Vas a llamarla otra vez?- espetó Cristina a Mario, viendo que este
saco de su bolsillo un teléfono móvil. Supuso que nuevamente
llamaría a Chesa, pues él había sido el que en anteriores ocasiones
había intentando ponerse en contacto con ella.-Todo sería más
fácil si supiésemos donde viven sus padres- comenzaron a andar hacia
la salida.

-No creas.- respondió Mario siguiendo sus pasos.-Aunque fuesemos a
donde ella se encuentra, lo más probable es que no nos recibiera.-
realizo la llamada -¿Hasta cuándo vas a seguir encerrada en ti
misma?- dijo para asi viendo que Chesa estaba rechazado nuevamente
hablar con él.

-Dejarme sola- sonaba a través de la otra linea telefónica aunque
obviamente desde el otro extremo no podían oírla. El teléfono no le
paraba de sonar pero hacia de este caso omiso. Sabía de lo que se
trataba.

El nombre de Mario relucía en la pantalla. En varias ocasiones había
decidido hablar con el, pues en parte sentía curiosidad de la
insistencia de comunicarse con ella. Pero por otro lado, esto
significaría que tendría que hablar sí o sí sobre la muerte de
Josephine y realmente no deseaba hacerlo. Se aferro con fuerza a su
almohada. La posibilidad de que estuviese siendo egoísta y estuviese
haciendo daño a sus amigos la estaba atormentando.

-Si ellos supieran cómo me encuentro realmente se sentirían aún
peor- se dijo así misma, aún con la duda de si realmente sentia eso
o de lo contrario se estaba engañando para eximirse de cualquier
culpa que tuviese de haber cortado de manera tan abrupta la relación
con ellos. Mira nuevamente su reloj. La llamada de pérdida de Mario
seguía ahi. Con un desliz de su pulgar se deshizo de esta.
No sabía qué hacer.

Era plenamente consciente de que no podria vivir toda su vida
encerrada en la habitación pero tampoco deseaba hablar con ellos. Era
cerca de la hora del almuerzo. Una vaga idea pasó por su cabeza.
Quizás no pudiese afrontarlos todos de golpe pero si fuese de uno en
uno, la impresión sería aún menor. Todavía algo indecisa, se
quitó su pijama para salir a la calle. Se puso unos vaqueros negros,
junto a una blusa blanca corta, la ultima ropa que uso para ir al
trabajo. 

Aunque no se lo dijo a nadie, había sido despedida del lugar donde
trabajaba, cosa que ahora le parecía un alivio pues no hubiera sabido
cómo ir al trabajo con el estado anímico en el que se encontraba.
Nadie de sus compañeros lo sabían por lo que hizo como si todo
estuviese marchando igual de siempre. 

Una vez algo más despejada, salió a la calle.Lamentablemente,
comenzó a diluviar. Ella sonrió, apenada, pensando en que si no era
eso una señal de los cielos para que siguiese con su internamiento en
casa. Pero decidió no vacilar e ir al piso. Con que al menos hubiese
solo una persona podría entablar conversación. En grupo le sería
más difícil.   

-Tengo que intentarlo- se decía una y otra vez para intentar calmar
todos sus miedos.

puntos 14 | votos: 14
Mmm, no lo sé, a lo mejor - que no los denigres como si fusen bestias...digo yo...quién
sabe...puede ser que me equivoque.
puntos 31 | votos: 33
¡Chicos, rápido! - ¡Dejemos de ejercitarnos por un juego que fomenta la diversión
colectiva y corramos al monte a arrojarnos piedras como cuando mi
padre era niño!
puntos 9 | votos: 9
Por descuido, fui - victima de todo alguna vez.
puntos 5 | votos: 9
¿Me pides que por respeto no te - argumente a favor del ateísmo pero me envías cadenas de rezo y sobre
las bondades religiosas para convertirme cuando te da la gana?
puntos 14 | votos: 14
No es la solemnidad de tus actos, - es la nobleza de la causa y el martirio que provoca.

puntos 17 | votos: 17
Si nadie es especial, - quizá puedas ser lo que deseas.
puntos 15 | votos: 17
¿Estáis seguros - de que matáis al animal correcto?
puntos 23 | votos: 25
¡Mi cartel 600? - No me decidía así que habrá debate en comentarios junto con una
opinión personal en base a una pregunta que a la gente por el
patriotismo no le gusta mucho hacer: ¿Qué es lo que más te
desagrada de la gente de tu país? ¿Qué cambiarías de ellos? ¿Te
sientes en verdad representado con ese gentilicio? ¿Qué cosa mala
has obtenido de ser criado en esa sociedad?
puntos 16 | votos: 16
La libertad exige de nosotros - sapiencia, porque de carecer esta, es simple anarquía.
puntos 18 | votos: 20
Donde las dan las toman. -





LOS MEJORES CARTELES DE

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