En Desmotivaciones desde:
08.02.2011

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 798 | malo 110
Veterano Nivel 3

puntos 11 | votos: 13
Yo tampoco he visto ninguno - Sera un mito?
puntos 13 | votos: 13
Oh my God!! - I fucking LOVE passports!!
puntos 9 | votos: 9
Creo este cartel, - con la única intención de que cada uno exponga sus ideales, que ne
haya peleas, solo discutir sin insultos sobre los ideales políticos
de cada uno.
puntos 3 | votos: 5
Vosotros, vuestras citas y carteles - me habéis dado la idea de escribir una novela, gracias.
puntos 11 | votos: 11
Un cartel,  - con 6 carteles (Por que solo puedo subir uno al día)

puntos 0 | votos: 8
♫♪NO REMES BEBIDO♫♪ - ♫♪NO REMES BEBIDO, OOOH YEAH♫♪

Hola, soy Stevie Wonder para la DGT y te pido que cuando bebes, no
remes. Por favor, si has bebido, no remes.
puntos 14 | votos: 18
Seguramente, - al 90%  de  los usuarios españoles de desmotivaciones, nos gusta esta serie.
puntos 6 | votos: 10
Sueño, esperanza y fe - Mis palabras favoritas.
Porque tengo un sueño, fe y esperanza en que se cumplirá. 

Tengo fe en los que me rodean y los que quise y se fueron, que me
ayudan desde arriba. Tengo fe en que algún día, dedicaré mi vida a
cumplir mi sueño, y se cumplirá. La fe, lo que hace que un hombre
caiga nueve veces y se levante diez. Lo que hace que el ser humano
pueda hacer lo que quiere, porque nunca se sentirá solo. La fe es lo
que allana l  camino del hombre, lo que le da luz en su interior
oscuro.

Esperanza en que todo es posible, en que puedo conseguir lo que me
proponga, en que puedo confiar en mis amigos, en que la esperanza es
lo que un hombre jamás pierde, en que todo se arreglará, en que en
la oscuridad, en las nubes, cuando parece que no hay fin, un rayo de
luz ilumina el camino, el rayo que atraviesa los nubarrones, que te da
en la cara y te hace sentir el amo del mundo.

Sueños, aquello que tu mente necesita para seguir sintiéndose
valiosa, aquello que te hace sentir feliz, que te da ganas de llorar y
que te da ganas de vivir. Lo que da sentido a esta subsistencia en
este mundo, un mundo lleno de rayos de luz que iluminan a la gente.
Sólo se vive dos veces, una vida para ti y una para tus sueños. Los
sueños hacen que un hombre ponga un pie en el suelo cada día, y que
se haga fuerte, haciendo lo que sea para conseguirlos.

Ninguno de estos tres elementos puede subsistir sin ninguno de los
otros dos, por lo que nunca pierdas tus sueños, ten esperanza en que
se cumplirán, y siéntete seguro y acompañado por la fe, que jamás
te abandonará. Y recuerda, entre las nubes, siempre aparece el rayo
de luz.
puntos -1 | votos: 27
Hola, somos judíos - y esto es jackass
puntos 5 | votos: 13
Desmotiva y mucho - que tenga más seguidores en Facebook que Frank Sinatra

puntos 15 | votos: 15
Algunos se tatuan el cuerpo, - lástima que no se puedan tatuar el corazón con el sufrimiento que
produjo este hombre a millones de personas.
puntos 6 | votos: 8
Y así - es como se moviliza a una gran masa.
puntos 8 | votos: 8
El chico que tenía un sueño, - el chico que tuvo fe en su sueño, y el chico depositó esperanza en
él. La fe le ayudó a cumplir su sueño, y jamás perdió la
esperanza.
puntos 8 | votos: 14
Hola - Soy la religión más extendida y aceptada en el mundo

Venia a deciros gracias por creeros las patrañas que os escupo, como
que mientras que nosotros hemos matado a millones en la inquisición y
en las cruzadas, son las demás religiones las falsas y sin civilizar.

Aunque también vengo a mostrar mi descontento, porque, ya que
obedecéis a rajatabla lo que dicen mis textos en la biblia, seguís
sin aceptar la esclavitud, y seguís perdonando la vida a los
homosexuales que, tal y como explico en la vida, merecen la muerte.



Bueno, me voy, seguid aceptando a pederastas, nazis y otros imbéciles
dándoos ordenes.
puntos 10 | votos: 10
El símbolo - que marcó un nombre, una época y una música.

puntos 6 | votos: 16
Quidditch - Cuando empezó el mes de noviembre, el tiempo se volvió muy frío.
Las montañas
cercanas al colegio adquirieron un tono gris de hielo y el lago
parecía de acero
congelado. Cada mañana, el parque aparecía cubierto de escarcha. Por
las ventanas de
arriba veían a Hagrid descongelando las escobas en el campo de
quidditch, enfundado
en un enorme abrigo de piel de topo, guantes de pelo de conejo y
enormes botas de piel
de castor.
Iba a comenzar la temporada de quidditch. Aquel sábado, Harry
jugaría su primer
partido, después de semanas de entrenamiento: Gryffindor contra
Slytherin. Si
Gryffindor ganaba, pasarían a ser segundos en el campeonato de las
casas.
Casi nadie había visto jugar a Harry, porque Wood había decidido que
sería su
arma secreta. Harry también debía mantenerlo en secreto. Pero la
noticia de que iba a
jugar como buscador se había filtrado, y Harry no sabía qué era
peor: que le dijeran que
lo haría muy bien o que sería un desastre.
Era realmente una suerte que Harry tuviera a Hermione como amiga. No
sabía
cómo habría terminado todos sus deberes sin la ayuda de ella, con
todo el entrenamiento
de quidditch que Wood le exigía. La niña también le había prestado
Quidditch a través
de los tiempos, que resultó ser un libro muy interesante.
Harry se enteró de que había setecientas formas de cometer una falta
y de que todas
se habían consignado durante los Mundiales de 1473; que los
buscadores eran
habitualmente los jugadores más pequeños y veloces, y que los
accidentes más graves
les sucedían a ellos; que, aunque la gente no moría jugando al
quidditch, se sabía de
árbitros que habían desaparecido, para reaparecer meses después en
el desierto del
Sahara.
Hermione se había vuelto un poco más flexible en lo que se refería
a quebrantar las
reglas, desde que Harry y Ron la salvaron del monstruo, y era mucho
más agradable. El
día anterior al primer partido de Harry los tres estaban fuera, en el
patio helado, durante
un recreo, y la muchacha había hecho aparecer un brillante fuego
azul, que podían llevar
con ellos, en un frasco de mermelada. Estaban de espaldas al fuego
para calentarse
cuando Snape cruzó el patio. De inmediato, Harry se dio cuenta de que
Snape cojeaba.
Los tres chicos se apiñaron para tapar el fuego, ya que no estaban
seguros de que
aquello estuviera permitido. Por desgracia, algo en sus rostros
culpables hizo detener a
Snape. Se dio la vuelta, arrastrando la pierna. No había visto el
fuego, pero parecía
buscar una razón para regañarlos.
—¿Qué tienes ahí, Potter?
Era el libro sobre quidditch. Harry se lo enseñó.
—Los libros de la biblioteca no pueden sacarse fuera del colegio
—dijo Snape—.
Dámelo. Cinco puntos menos para Gryffindor.
—Seguro que se ha inventado esa regla —murmuró Harry con furia,
mientras
Snape se alejaba cojeando—. Me pregunto qué le pasa en la pierna.
—No sé, pero espero que le duela mucho —dijo Ron con amargura.
En la sala común de Gryffindor había mucho ruido aquella noche.
Harry, Ron y
Hermione estaban sentados juntos, cerca de la ventana. Hermione estaba
repasando los
deberes de Harry y Ron sobre Encantamientos. Nunca los dejaba copiar
(«¿cómo vais a
aprender?»), pero si le pedían que revisara los trabajos les
explicaba las respuestas
correctas.
Harry se sentía inquieto. Quería recuperar su libro sobre quidditch,
para mantener
la mente ocupada y no estar nervioso por el partido del día
siguiente. ¿Por qué iba a
temer a Snape? Se puso de pie y dijo a Ron y Hermione que le
preguntaría a Snape si
podía devolverle el libro.
—Yo no lo haría —dijeron al mismo tiempo, pero Harry pensaba que
Snape no se
iba a negar, si había otros profesores presentes.
Bajó a la sala de profesores y llamó. No hubo respuesta. Llamó otra
vez. Nada.
¿Tal vez Snape había dejado el libro allí? Valía la pena
intentarlo. Empujó un poco
la puerta, miró antes de entrar... y sus ojos captaron una escena
horrible.
Snape y Filch estaban allí, solos. Snape tenía la túnica levantada
por encima de las
rodillas. Una de sus piernas estaba magullada y llena de sangre. Filch
le estaba
alcanzando unas vendas.
—Esa cosa maldita... —decía Snape—. ¿Cómo puede uno vigilar a
tres cabezas al
mismo tiempo?
Harry intentó cerrar la puerta sin hacer ruido, pero...
—¡POTTER!
El rostro de Snape estaba crispado de furia y dejó caer su túnica
rápidamente, para
ocultar la pierna herida. Harry tragó saliva.
—Me preguntaba si me podía devolver mi libro —dijo.
—¡FUERA! ¡FUERA DE AQUÍ!
Harry se fue, antes de que Snape pudiera quitarle puntos para
Gryffindor. Subió
corriendo la escalera.
—¿Lo has conseguido? —preguntó Ron, cuando se reunió con
ellos—. ¿Qué ha
pasado?
Entre susurros, Harry les contó lo que había visto.
—¿Sabéis lo que quiere decir? —terminó sin aliento—. ¡Que
trató de pasar por
donde estaba el perro de tres cabezas, en Halloween! Allí se dirigía
cuando lo vimos...
¡Iba a buscar lo que sea que tengan guardado allí! ¡Y apuesto mi
escoba a que fue él
quien dejó entrar al monstruo, para distraer la atención!
Hermione tenía los ojos muy abiertos.
—No, no puede ser —dijo—. Sé que no es muy bueno, pero no iba a
tratar de robar
algo que Dumbledore está custodiando.
—De verdad, Hermione, tú crees que todos los profesores son santos
o algo
parecido —dijo enfadado Ron—. Yo estoy con Harry. Creo que Snape
es capaz de
cualquier cosa. Pero ¿qué busca? ¿Qué es lo que guarda el perro?
Harry se fue a la cama con aquellas preguntas dando vueltas en su
cabeza. Neville
roncaba con fuerza, pero Harry no podía dormir. Trató de no pensar
en nada (necesitaba
dormir; debía hacerlo, tenía su primer partido de quidditch en pocas
horas) pero la
expresión de la cara de Snape cuando Harry vio su pierna era difícil
de olvidar.
La mañana siguiente amaneció muy brillante y fría. El Gran Comedor
estaba inundado
por el delicioso aroma de las salchichas fritas y las alegres charlas
de todos, que
esperaban un buen partido de quidditch.
—Tienes que comer algo para el desayuno.
—No quiero nada.
—Aunque sea un pedazo de tostada —suplicó Hermione.
—No tengo hambre.
Harry se sentía muy mal. En cualquier momento echaría a andar hacia
el terreno de
juego.
—Harry, necesitas fuerza —dijo Seamus Finnigan—. Los únicos que
el otro equipo
marca son los buscadores.
—Gracias, Seamus —respondió Harry, observando cómo llenaba de
salsa de
tomate sus salchichas.
A las once de la mañana, todo el colegio parecía estar reunido
alrededor del campo
de quidditch. Muchos alumnos tenían prismáticos. Los asientos
podían elevarse pero,
incluso así, a veces era difícil ver lo que estaba sucediendo.
Ron y Hermione se reunieron con Seamus y Dean en la grada más alta.
Para darle
una sorpresa a Harry, habían transformado en pancarta una de las
sábanas que Scabbers
había estropeado. Decía: «Potter; presidente», y Dean, que
dibujaba bien, había trazado
un gran león de Gryffindor. Luego Hermione había realizado un
pequeño hechizo y la
pintura brillaba, cambiando de color.
Mientras tanto, en los vestuarios, Harry y el resto del equipo se
estaban cambiando
para ponerse las túnicas color escarlata de quidditch (Slytherin
jugaba de verde).
Wood se aclaró la garganta para pedir silencio.
—Bueno, chicos —dijo.
—Y chicas —añadió la cazadora Angelina Johnson.
—Y chicas —dijo Wood—. Éste es...
—El grande —dijo Fred Weasley
—El que estábamos esperando —dijo George.
—Nos sabemos de memoria el discurso de Oliver —dijo Fred a
Harry—.
Estábamos en el equipo el año pasado.
—Callaos los dos —ordenó Wood—. Éste es el mejor equipo que
Gryffindor ha
tenido en muchos años. Y vamos a ganar.
Les lanzó una mirada que parecía decir: «Si no...».
—Bien. Ya es la hora. Buena suerte a todos.
Harry siguió a Fred y George fuera del vestuario y, esperando que las
rodillas no le
temblaran, pisó el terreno de juego entre vítores y aplausos.
La señora Hooch hacía de árbitro. Estaba en el centro del campo,
esperando a los
dos equipos, con su escoba en la mano.
—Bien, quiero un partido limpio y sin problemas, por parte de todos
—dijo cuando
estuvieron reunidos a su alrededor.
Harry notó que parecía dirigirse especialmente al capitán de
Slytherin, Marcus
Flint, un muchacho de quinto año. Le pareció que tenía un cierto
parentesco con el trol
gigante. Con el rabillo del ojo, vio el estandarte brillando sobre la
muchedumbre:
«Potter; presidente». Se le aceleró el corazón. Se sintió más
valiente.
—Montad en vuestras escobas, por favor.
Harry subió a su Nimbus 2.000.
La señora Hooch dio un largo pitido con su silbato de plata. Quince
escobas se
elevaron, alto, muy alto en el aire. Y estaban muy lejos.
—Y la quaffle es atrapada de inmediato por Angelina Johnson de
Gryffindor... Qué
excelente cazadora es esta joven y, a propósito, también es muy
guapa...
—¡JORDAN!
—Lo siento, profesora.
El amigo de los gemelos Weasley, Lee Jordan, era el comentarista del
partido,
vigilado muy de cerca por la profesora McGonagall.
—Y realmente golpea bien, un buen pase a Alicia Spinnet, el gran
descubrimiento
de Oliver Wood, ya que el año pasado estaba en reserva... Otra vez
Johnson y.. No,
Slytherin ha cogido la quaffle, el capitán de Slytherin, Marcus Flint
se apodera de la
quaffle y allá va... Flint vuela como un águila... está a punto
de... no, lo detiene una
excelente jugada del guardián Wood de Gryffindor y Gryffindor tiene
la quaffle... Aquí
está la cazadora Katie Bell de Gryffindor; buen vuelo rodeando a
Flint, vuelve a
elevarse del terreno de juego y.. ¡Aaayyyy!, eso ha tenido que
dolerle, un golpe de
bludger en la nuca... La quaffle en poder de Slytherin... Adrian Pucey
cogiendo
velocidad hacia los postes de gol, pero lo bloquea otra bludger,
enviada por Fred o
George Weasley, no sé cuál de los dos... bonita jugada del golpeador
de Gryffindor, y
Johnson otra vez en posesión de la quaffle, el campo libre y allá
va, realmente vuela,
evita una bludger, los postes de gol están ahí... vamos, ahora
Angelina... el guardián
Bletchley se lanza... no llega... ¡GOL DE GRYFFINDOR!
Los gritos de los de Gryffindor llenaron el aire frío, junto con los
silbidos y
quejidos de Slytherin.
—Venga, dejadme sitio.
—¡Hagrid!
Ron y Hermione se juntaron para dejarle espacio a Hagrid.
—Estaba mirando desde mi cabaña —dijo Hagrid, enseñando el largo
par de
binoculares que le colgaban del cuello—. Pero no es lo mismo que
estar con toda la
gente. Todavía no hay señales de la snitch, ¿no?
—No —dijo Ron—. Harry todavía no tiene mucho que hacer.
—Mantenerse fuera de los problemas ya es algo —dijo Hagrid,
cogiendo sus
binoculares y fijándolos en la manchita que era Harry.
Por encima de ellos, Harry volaba sobre el juego, esperando alguna
señal de la
snitch. Eso era parte del plan que tenían con Wood.
—Manténte apartado hasta que veas la snitch —le había dicho
Wood—. No
queremos que ataques antes de que tengas que hacerlo.
Cuando Angelina anotó un punto, Harry dio unas volteretas para
aflojar la tensión,
y volvió a vigilar la llegada de la snitch. En un momento vio un
resplandor dorado, pero
era el reflejo del reloj de uno de los gemelos Weasley; en otro, una
bludger decidió
perseguirlo, como si fuera una bala de cañón, pero Harry la esquivó
y Fred Weasley
salió a atraparla.
—¿Está todo bien, Harry? —tuvo tiempo de gritarle, mientras
lanzaba la bludger
con furia hacia Marcus Flint.
—Slytherin toma posesión —decía Lee Jordan—. El cazador Pucey
esquiva dos
bludgers, a los dos Weasley y al cazador Bell, y acelera... esperen un
momento... ¿No es
la snitch?
Un murmullo recorrió la multitud, mientras Adrian Pucey dejaba caer
la quaffle,
demasiado ocupado en mirar por encima del hombro el relámpago dorado,
que había
pasado al lado de su oreja izquierda.
Harry la vio. En un arrebato de excitación se lanzó hacia abajo,
detrás del destello
dorado. El buscador de Slytherin, Terence Higgs, también la había
visto. Nariz con
nariz, se lanzaron hacia la snitch... Todos los cazadores parecían
haber olvidado lo que
debían hacer y estaban suspendidos en el aire para mirar.
Harry era más veloz que Higgs. Podía ver la pequeña pelota,
agitando sus alas,
volando hacia delante. Aumentó su velocidad y..
¡PUM! Un rugido de furia resonó desde los Gryffindors de las
tribunas... Marcus
Flint había cerrado el paso de Harry, para desviarle la dirección de
la escoba, y éste se
aferraba para no caer.
—¡Falta! —gritaron los Gryffindors.
La señora Hooch le gritó enfadada a Flint, y luego ordenó tiro
libre para
Gryffindor; en el poste de gol. Pero con toda la confusión, la snitch
dorada, como era de
esperar, había vuelto a desaparecer.
Abajo en las tribunas, Dean Thomas gritaba.
—¡Eh, árbitro! ¡Tarjeta roja!
—Esto no es el fútbol, Dean —le recordó Ron—. No se puede
echar a los
jugadores en quidditch... ¿Y qué es una tarjeta roja?
Pero Hagrid estaba de parte de Dean.
—Deberían cambiar las reglas. Flint ha podido derribar a Harry en
el aire.
A Lee Jordan le costaba ser imparcial.
—Entonces... después de esta obvia y desagradable trampa...
—¡Jordan! —lo regañó la profesora McGonagall.
—Quiero decir, después de esta evidente y asquerosa falta...
—¡Jordan, no digas que no te aviso...!
—Muy bien, muy bien. Flint casi mata al buscador de Gryffindor, cosa
que le
podría suceder a cualquiera, estoy seguro, así que penalti para
Gryffindor; la coge
Spinnet, que tira, no sucede nada, y continúa el juego, Gryffindor
todavía en posesión
de la pelota.
Cuando Harry esquivó otra bludger, que pasó peligrosamente cerca de
su cabeza,
ocurrió. Su escoba dio una súbita y aterradora sacudida. Durante un
segundo pensó que
iba a caer. Se aferró con fuerza a la escoba con ambas manos y con
las rodillas. Nunca
había experimentado nada semejante.
Sucedió de nuevo. Era como si la escoba intentara derribarlo. Pero
las Nimbus
2.000 no decidían súbitamente tirar a sus jinetes. Harry trató de
dirigirse hacia los
postes de Gryffindor para decirle a Wood que pidiera una suspensión
del partido, y
entonces se dio cuenta de que su escoba estaba completamente fuera de
control. No
podía dar la vuelta. No podía dirigirla de ninguna manera. Iba en
zigzag por el aire y, de
vez en cuando, daba violentas sacudidas que casi lo hacían caer.
Lee seguía comentando el partido.
—Slytherin en posesión... Flint con la quaffle... la pasa a
Spinnet, que la pasa a
Bell... una bludger le da con fuerza en la cara, espero que le rompa
la nariz (era una
broma, profesora), Slytherin anota un tanto, oh, no...
Los de Slytherin vitoreaban. Nadie parecía haberse dado cuenta de la
conducta
extraña de la escoba de Harry Lo llevaba cada vez más alto, lejos
del juego,
sacudiéndose y retorciéndose.
—No sé qué está haciendo Harry —murmuró Hagrid. Miró con los
binoculares—.
Si no lo conociera bien, diría que ha perdido el control de su
escoba... pero no puede
ser...
De pronto, la gente comenzó a señalar hacia Harry por encima de las
gradas. Su
escoba había comenzado a dar vueltas y él apenas podía sujetarse.
Entonces la multitud
jadeó. La escoba de Harry dio un salto feroz y Harry quedó colgando,
sujeto sólo con
una mano.
—¿Le sucedió algo cuando Flint le cerró el paso? —susurró
Seamus.
—No puede ser —dijo Hagrid, con voz temblorosa—. Nada puede
interferir en una
escoba, excepto la poderosa magia tenebrosa... Ningún chico le puede
hacer eso a una
Nimbus 2.000.
Ante esas palabras, Hermione cogió los binoculares de Hagrid, pero en
lugar de
enfocar a Harry comenzó a buscar frenéticamente entre la multitud.
—¿Qué haces? —gimió Ron, con el rostro grisáceo.
—Lo sabía —resopló Hermione—. Snape... Mira.
Ron cogió los binoculares. Snape estaba en el centro de las tribunas
frente a ellos.
Tenía los ojos clavados en Harry y murmuraba algo sin detenerse.
—Está haciendo algo... Mal de ojo a la escoba —dijo Hermione.
—¿Qué podemos hacer?
—Déjamelo a mí.
Antes de que Ron pudiera decir nada más, Hermione había
desaparecido. Ron
volvió a enfocar a Harry. La escoba vibraba tanto que era casi
imposible que pudiera
seguir colgado durante mucho más tiempo. Todos miraban aterrorizados,
mientras los
Weasley volaban hacía él, tratando de poner a salvo a Harry en una
de las escobas. Pero
aquello fue peor: cada vez que se le acercaban, la escoba saltaba más
alto. Se dejaron
caer y comenzaron a volar en círculos, con el evidente propósito de
atraparlo si caía.
Marcus Flint cogió la quaffle y marcó cinco tantos sin que nadie lo
advirtiera.
—Vamos, Hermione —murmuraba desesperado Ron.
Hermione había cruzado las gradas hacia donde se encontraba Snape y
en aquel
momento corría por la fila de abajo. Ni se detuvo para disculparse
cuando atropelló al
profesor Quirrell y, cuando llegó donde estaba Snape, se agachó,
sacó su varita y
susurró unas pocas y bien elegidas palabras.
Unas llamas azules salieron de su varita y saltaron a la túnica de
Snape. El profesor
tardó unos treinta segundos en darse cuenta de que se incendiaba. Un
súbito aullido le
indicó a la chica que había hecho su trabajo. Atrajo el fuego, lo
guardó en un frasco
dentro de su bolsillo y se alejó gateando por la tribuna. Snape nunca
sabría lo que le
había sucedido.
Fue suficiente. Allí arriba, súbitamente, Harry pudo subir de nuevo
a su escoba.
—¡Neville, ya puedes mirar! —dijo Ron. Neville había estado
llorando dentro de la
chaqueta de Hagrid aquellos últimos cinco minutos.
Harry iba a toda velocidad hacia el terreno de juego cuando vieron que
se llevaba la
mano a la boca, como si fuera a marearse. Tosió y algo dorado cayó
en su mano.
—¡Tengo la snitch! —gritó, agitándola sobre su cabeza; el
partido terminó en una
confusión total.
—No es que la haya atrapado, es que casi se la traga —todavía
gritaba Flint veinte
minutos más tarde. Pero aquello no cambió nada. Harry no había
faltado a ninguna regla
y Lee Jordan seguía proclamando alegremente el resultado. Gryffindor
había ganado por
ciento setenta puntos a sesenta. Pero Harry no oía nada. Tomaba una
taza de té fuerte,
en la cabaña de Hagrid, con Ron y Hermione.
—Era Snape —explicaba Ron—. Hermione y yo lo vimos. Estaba
maldiciendo tu
escoba. Murmuraba y no te quitaba los ojos de encima.
—Tonterías —dijo Hagrid, que no había oído una palabra de lo
que había
sucedido—. ¿Por qué iba a hacer algo así Snape?
Harry, Ron y Hermione se miraron, preguntándose qué le iban a decir.
Harry
decidió contarle la verdad.
—Descubrimos algo sobre él —dijo a Hagrid—. Trató de pasar
ante ese perro de
tres cabezas, en Halloween. Y el perro lo mordió. Nosotros pensamos
que trataba de
robar lo que ese perro está guardando.
Hagrid dejó caer la tetera.
—¿Qué sabéis de Fluffy? —dijo.
—¿Fluffy?
—Ajá... Es mío... Se lo compré a un griego que conocí en el bar
el año pasado... y
se lo presté a Dumbledore para guardar...
—¿Sí? —dijo Harry con nerviosismo.
—Bueno, no me preguntéis más —dijo con rudeza Hagrid—. Es un
secreto.
—Pero Snape trató de robarlo.
—Tonterías —repitió Hagrid—. Snape es un profesor de Hogwarts,
nunca haría
algo así.
—Entonces ¿por qué trató de matar a Harry? —gritó Hermione.
Los acontecimientos de aquel día parecían haber cambiado su idea
sobre Snape.
—Yo conozco un maleficio cuando lo veo, Hagrid. Lo he leído todo
sobre ellos.
¡Hay que mantener la vista fija y Snape ni pestañeaba, yo lo vi!
—Os digo que estáis equivocados —dijo ofuscado Hagrid—. No sé
por qué la
escoba de Harry reaccionó de esa manera. .. ¡Pero Snape no iba a
tratar de matar a un
alumno! Ahora, escuchadme los tres, os estáis metiendo en cosas que
no os conciernen
y eso es peligroso. Olvidaos de ese perro y olvidad lo que está
vigilando. En eso sólo
tienen un papel el profesor Dumbledore y Nicolás Flamel...
—¡Ah! —dijo Harry—. Entonces hay alguien llamado Nicolás
Flamel que está
involucrado en esto, ¿no?
Hagrid pareció enfurecerse consigo mismo.
puntos 3 | votos: 7
¿Sabes de que equipo soy? - Venga que te doy una pista
puntos 1936 | votos: 1976
Mientras tanto... - En el lugar donde se decide el futuro de un país...
puntos 14 | votos: 14
Tipico - que estes paseando por la playa y te encuentres 
la estatua de la libertad enterrada
puntos 27 | votos: 27
Quizas no sea  - la sonrisa más bonita del mundo, pero me transmite más sentimiento
que la de las modelos

puntos 10 | votos: 10
Porque - yo también me reí con su risa. Tom Hulce, Amadeus, Directors Cut
puntos 3 | votos: 3
Gracias San Bernardino - por quitarme esa sonrisa a las 7:30 de la mañana.
puntos 7 | votos: 25
Leed, por favor. - Antes de que me friáis a negativos, quiero que leáis esto:
¿Por qué no nos respetamos? (Yo también me meto en este grupo).
¿Por qué votamos negativo un cartel simplemente por que no nos gusta
la persona a la que va dirigido? ¿Por qué? A ver, esta web está
hecha para que nos expresemos mediante carteles, y nuestra actitud a
llegado ya a tal punto, que no podemos ni expresarnos, porque a la mas
mínima, votamos negativo cualquier cartel o comentario. ¿Por qué
somos así? ¿Qué nos pasa? No podemos expresarnos, no podemos hacer
carteles de nuestr@ idol@ porque habrán 3 o 4 que te frían a
negativos, siempre. Ya, llegamos a tal punto que no leemos ni lo que
ponen los carteles. Veo muchos carteles de Justin Bieber, por ejemplo,
en el cual pone algo razonable y veo el cartel petado de negativos
simplemente porque sale él u otro cantante. Por favor, no seáis
infantiles. Razonad de una vez. Esto no es una web para pelear o para
ver que cartel tiene mas negativos, es una web para expresar nuestros
sentimientos. ¿Vale? ¿Intentamos cambiar? :) 
Ahora, ya me podéis freír a negativos si queréis. . .
puntos 16 | votos: 16
Niñatos - que se creen los Beatles por llevar su peinado
puntos 10 | votos: 10
Jaime Ordoñez - O mas conocido como el calvo que habla rapido ahora trabaja en la
hora de Jose Mota.

puntos 4 | votos: 8
cristiano - y tu?
puntos 17 | votos: 21
No me quiero imaginar - los careles que habrian si el se muriera
puntos 23 | votos: 23
1.- Os pedía apoyo y me lo disteis - 2.- Os conté mis sueños y los comprendisteis sin reíros
3.- Os pedía ayuda, comprensión y franqueza, y me la disteis
4.- Perdí la fe, falté a la esperanza, me sentí solo, pero jamás
lo estuve. Me disteis el apoyo, la esperanza y la compañía que
necesitaba.

Gracias Desmotivaciones.es, por este poco tiempo que llevo con
vosotros, en el que he sentido cómo la gente me ayudaba, me
acompañaba en el sentimiento, me he reído y he llorado, y tuve
esperanza en mis sueños y los de los demás. Nunca me he sentido solo
con vosotros, porque me habéis consolado cuando lloraba, me habéis
ayudado cunado lo necesitaba, me habéis acompañado cuando me sentía
solo, y jamás de los jamases he recibido ninguna valoración negativa
sobre mis sueños. 

Por cierto, ninguno de los carteles anteriores ha recibido ningún
voto negativo, así que gracias. ;)

GRACIAS DESMOTIVACIONES, GRACIAS DESMOTIVADORES

:D
puntos -12 | votos: 22
Porque tu tambien piensas  - que Justin Bieber es el  mas famoso y el mejor cantante de ahora
puntos 14 | votos: 14
¡Ostias! - Un euro

puntos 3 | votos: 9
Carlos Pantalon - Hay cosas que suenan mejor en ingles
puntos 5 | votos: 7
¡¡¡ ARDILLA !!! -
puntos 4 | votos: 6
A artir de ahora  - nunca mas odre escribir bien con este uto teclado ,ues esa letra  del
abecedario latin  que se arece a esta del griego con muy oca
diferencia se me ha estroeado en el teclado ,ulso ero no sale ,igual
que los acentos ,e aqui la exlicacion de que roximamente en mis
carteles haya alguna falta de ortografia ,or eso me disculo  




Sinceramente  Simlementealguien
puntos 11 | votos: 13
LA CAJA DORADA - Hace algún tiempo un hombre castigó a su hija de 5 años de edad por
desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver que era muy caro. 
El dinero estaba escaso y él se enojó aun más cuando la niña tomó
el papel dorado y envolvió con el una caja que puso debajo del árbol
de Navidad. 

Sin embargo, la niñita le trajo la caja de regalo a su padre la
mañana siguiente y le dijo: 

Esto es para ti, papito. 

El padre estaba avergonzado por su anterior reacción exagerada, pero,
su enojo apareció de nuevo cuando encontró que la caja estaba
vacía. 

Y entonces habló a su hija de una manera recia: 

¿No sabes ,jovencita , que cuando das un regalo a alguien, se supone
que debe haber algo dentro del paquete? 

La niñita lo miró con lágrimas en sus ojos y le dijo: 

Papá, no está vacía. Le puse besitos hasta que se llenó. 

El padre estaba deshecho. Cayó de rodillas y abrazó a su pequeña
hija, y le rogó que lo perdonara por su enojo innecesario. 

Un accidente le quitó la vida a la niña sólo un poco tiempo
después, y se dice que el papá conservó la caja dorada junto a su
cama por todos los años que le quedaron de vida. 


Esta es la prueba de que el amor no vale dinero
puntos 10 | votos: 14
Si  Hitler - hubiese conocido a Justin Bieber, hubiera perdonado a los judios

puntos 20 | votos: 20
1 universo, - 8 planetas,5 continentes,204 paises,8.598.153.641 personas y me tuve que fijar  en ti♥
puntos 17 | votos: 17
Jode fotos - nivel: rayos X
puntos 8 | votos: 10
Me voy 15 días de vacaciones - suerte a todos :)
puntos 10 | votos: 10
Motiva conocer gente - ¿Cuál es tu película favorita? 


No hace falta que votes

Sólo comenta
puntos 38 | votos: 38
Si lo conoces - has vuelto a tu infancia =)

puntos 4 | votos: 6
Sigo sin entender - lo que es
puntos 20 | votos: 20
¡Sin tele y sin cerveza - Homer pierde la cabeza!
puntos 2 | votos: 32
Desmotiva - que por subir una foto de mi idolo, este cartel nunca llegue a la principal
puntos 17 | votos: 17
Sin tele y sin cerveza,   - Homer pierde la cabeza.
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
Sin tele y sin cerveza, Homer pierde la cabeza
puntos 13 | votos: 15
Andrew Milroy - Por la noche, a este chico de mi pueblo, lo encontraron muertos con
varias apuñaladas, me gustaria que lo subierais para que vierais como
en españa no se puede ir tranquilo con tus amigos de fiesta y pasar
un buen rato por culpa de unos cuantos guiris...

puntos -8 | votos: 20
No es Michael Jackson; - Pero tampoco es maricón.
puntos 10 | votos: 10
Dime Rey - ¿quien te ha pegado?
puntos 25 | votos: 25
Greyson Chance - nacido el 16 de agosto de 1997 en Texas. A los 12 años colgó un
vídeo suyo cantando la canción Paparazzi de Lady Gaga en YouTube.
La discográfica de Ellen DeGeneres Eleveneleven le vio y le
concedió su sueño. Ahora es una gran estrella de la canción en los
EEUU.

Su historia y su música me animaron a cumplir mi sueño de ser como
él y hoy lo estoy intentando. 

ENHORABUENA GREYSON, Y GRACIAS POR DAR ESPERANZAS A GENTE COMO YO
puntos 6 | votos: 8
Gracias a vuestros votos,  - ya soy FF0000
puntos 39 | votos: 39
Me gustaría decirte - que no hay ni un solo momento que no piense en ti, que te amo más que
a mi vida y que quiero estar contigo. Pero ahora eso, es imposible...





LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11422094938 | Usuarios registrados: 2056987 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8001107, hoy: 24, ayer: 50
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!