soy.poser
 En Desmotivaciones desde:
08.09.2011

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GeekVeterano Nivel 3
La razón de baneo:
cartel vulgar


puntos -918 | votos: 1480
Respuesta a wismichu - Gracias a ti wismichu y tu publicidad hemos ganado nosotros,
has ganado tú también porque para muchos usuarios has sido
desconocido.

Los que han perdido y no han obtenido nada a cambio son tus fieles
fans.
¡Has hecho que parezcan idiotas subiendo fotos con sus propias caras
poco agradables!

Tenemos que admitir que han sido muchos los que siguieron tu idea. 
Es un poder que tienes para hacer muchas cosas, lamentablemente vas
por el camino más fácil.
Porque siempre es más fácil destruir algo que construir. 

No sabemos qué es lo que llamas victoria, lo que suponemos es que
otra vez la estupidez ha ganado a la inteligencia.
Todas las fotos de tus fans han sido eliminadas con mucha rapidez y no
ha quedado ningún rastro de ellas 
en desmotivaciones. 

Gracias a esto dentro de 10 años tus fans no tendrán que
arrepentirse viendo sus fotos en el buscador de google y
ninguna empresa donde quieran trabajar no les va a negar un contrato.

Nuestras puertas están abiertas para todos, también para vosotros
fans de wismichu. 
Os invitamos a que os quedéis con nosotros un rato y aportéis un
aire fresco y diferente a nuestra
comunidad. 

Y a ti wismichu, te deseamos toda la suerte del mundo y que crezcas
aún más y hagas reír a la gente, pero con mucho estilo. 
Un saludo.
puntos 87 | votos: 89
No me arrepiento de las cosas que - hice mal, sino de las cosas que hice bien para las personas incorrectas.
puntos 48 | votos: 72
Parecidos razonables. -
puntos 90 | votos: 96
La forma más fácil - de acabar con los problemas.
puntos 45 | votos: 47
Mi vida - era una rutina aburrida hasta que te conocí, y aunque no lo creas tú
cambiaste mi vida, me alegra haberte conocido

puntos 5 | votos: 5
Ese Rey Fenix -
puntos 2 | votos: 2
Citas del antirracista Mussolini: - Italia no es un estado, es una nación, desde los Alpes hasta Sicilia
existe una fundamental unidad de raza, aduanas, lengua y religión.
Milán, 4 de octubre de 1922.

“Tengo una fe infinita en la futura grandeza del pueblo italiano.
Nuestro pueblo es, de todos los pueblos europeos, el más grande y
homogéneo. … A diferencia de los pesimistas que creen que todo es
magnífico en los otros países, y todo es muy pobre en el suyo,
nosotros estamos orgullosos de nuestra raza y nuestra historia.”
6 de febrero, Trieste.

[El fascismo] nació de la profunda y eterna necesidad de esta
nuestra raza aria mediterránea...
Bolonia, 3 de abril de 1921.

“…Sentimos los razos de la raza que nos unen vivos, no solo entre
los italianos de Zara, Ragusa y Cattaro, sino también entre los de
Canton Ticino y Corsica, y aquellos más allá de los mares, a toda
esa gran familia de 50 millones unidos bajo el mismo orgullo
racial.”
El mismo discurso que la anterior.

Por esto las leyes raciales del Imperio serán rigurosamente
vigiladas para que a todo aquel que las rompa sea expulsado,
castigado, encarcelado. Para que el Imperio se preserve los nativos
debemos estar fuerte y claramente convencidos de nuestra
superioridad.
Roma, 25 de octubre de 1938.
puntos 2 | votos: 4
Ocupación - Inmigración -
puntos 2 | votos: 2
>Mediterráneo Digital -
puntos 5 | votos: 13
Si la vida te da judíos - haz jabón.

puntos 1 | votos: 1
Ese momento delicado - cuando un niño palestino interpone su cabeza en el camino de tus
disparos. Repetidas veces. Con premeditación y alevosía. Bueno hera
1 eskudo umano  :----DDDD trollface XDDD
puntos 4 | votos: 6
Y tal -
puntos 5 | votos: 7
Hagamos honor a la verdad - La música del himno de la URSS mola
puntos 9 | votos: 9
La violencia no es la respuesta, - es una pregunta.
puntos 5 | votos: 5
ola m yamo pavlo asel - i tu ers un facista xddddddd

puntos 1 | votos: 1
Cada vez que lo pronunciáis - llons y no JONS, estáis matando a Ramiro Ledesma Ramos
puntos 4 | votos: 8
Una vez - le pregunté a un independentista por una razón histórica por la
cual Cataluña no es España.
A día de hoy, sigo esperando, pero al menos me han dejado claro que
soy facha.
puntos 1 | votos: 3
¿Por qué los rojos son ateos? - Porque bautizarse conlleva tener contacto con el agua.
puntos 7 | votos: 7
Si los anarquistas actuales - lucharan en otra guerra civil, parte 1.
puntos 2 | votos: 2
>Apoyan dar palizas a los nazis - >Alto a la intolerancia.
Vuestras sucias mentiras llegan a su final antifas.

puntos 4 | votos: 6
. -
puntos 2 | votos: 2
Los rojos de Canarias, - son de raza aria,
los más listos de Europa,
también los más guapos.
puntos 2 | votos: 6
El otaku por definición - es alguien que niega su cultura entregándose a una alógena.

Una cosa es tener un sano respeto y admiración por la cultura
japonesa y otra cosa muy distinta ser un otaku o un wapanese.
puntos 7 | votos: 7
Manuel Pérez Martínez -
puntos 2 | votos: 2
Dios mostrando - el amor paterno-filial de Abraan e Isaac.
Desde luego el Judaísmo tiene razón: Dios es amor.

puntos 125 | votos: 157
Ni homófobo. -
puntos 0 | votos: 2
Ladran, - Sancho.
puntos 5 | votos: 5
Estos estudiantes si me representan - y aquellos que se dedican a darle flores y besitos al fascismo 
y a los antidisturbios, todos sabemos que lo que harían se 
viniera la revolución, se chivarían como sus señores del SE, y
encima
se tildarían de revolucionarios y anticapitalistas.Claro tan
revolucionarios como la CUP o la actual Izquierda Abertzale
puntos 6 | votos: 10
Diferencia entre - un líder y un opresor
puntos 1 | votos: 3
¿Genocidio blanco? ¿Dónde? -

puntos 13 | votos: 13
Dignos sucesores - de Marx y Lenin.
puntos 4 | votos: 4
Para que luego digan - que el hombre no viene del mono.
puntos 5 | votos: 5
Los nazis-fascistas griegos - han matado que se sepa ya a 10 personas, pero hacen lo que deben 
por su país y se permiten defenderse.Los antifascistas griegos
ajustician a dos fascios de este partido y ya son unos cobardes.
Que ya nos conocemos vuestros cuentos de que sois muy buenos 
que no matáis a nadie, que sois unos santos, y ls antifascistas
somos lo peor que ha existido.Teneis lo que os mereceis,si
no se os paró en el 34, os pararemos hoy.Muchas victimas
teneis a vuestras espaldas, para haceros el corderito.Os deseo un
feliz infierno a los nazis griegos, si juegas con fuego te acabas
quemando siervo de los señoritos.
puntos 5 | votos: 5
Hay gente - que ve el fascismo hasta en la sopa.
puntos 4 | votos: 6
POR CARLOS, POR TODXS. - LA LUCHA CONTRA EL FASCISMO SIGUE, ¿TE VAS A QUEDAR DE BRAZOS
CRUZADOS MIENTRAS SIGUEN ASESINANDO A LOS NUESTROS? ¡¡LLENA LA
CALLE!! ¡¡NO PASARÁN!!


CARLOS PALOMINO 11/11/07, NI OLVIDO, NI PERDÓN.


¡¡SANGRE POR SANGRE!!

puntos 10 | votos: 10
Los animales lo saben - mejor que muchos humanos. El amor no hace distinciones de color de piel
puntos 11 | votos: 11
Esta no es una guerra política, - tampoco entre religiones, sino contra el terrorismo. 
Justicia, por que la gente se la merece.
puntos 342 | votos: 358
¡Basta de racismo en el mundo! -
puntos 4 | votos: 6
El fascismo - rechaza frontalmente las doctrinas del liberalismo capitalista, tanto
en el campo político como económico

(Benito Mussolini)
puntos 5 | votos: 7
Los personajes de Gta V - en la vida real

puntos 6 | votos: 6
La raza no tiene nada que ver - con la inteligencia.
Qué mentira más gorda.
puntos -3 | votos: 9
Ciencia de la muerte - Este es un articulo que relata el horror NAZI y la utilización de la
medicina y la psiquiatría en pos del proyecto de Hittler. Cuenta con
la más dura crudeza la utilización de las personas como objetos y la
eliminación de aquellas personas con problemas mentales y/o
enfermedades del tipo psiquico. Principalmente este relato nos muestra
el comienzo de una etapa en donde la segregación es moneda corriente,
el pensamiento nazi es algo que se entromete en todos los ámbitos,
hasta en la medicina y la ciencia psiquiatrica.. o ¿podemos decirlo a
la inversa?. En este caso nos muestra como la ciencia de la medicina a
través de la psiquiatria crea el sujeto a excluir, y la ciencia
jurídica a través de su filosofo Hans Kelsen otorga la legitimidad y
legalidad al sistema nazi, recordemos que los actos nazis se
realizaban por medio de normas formalmente validas, por lo tanto, en
la concepción de Kelsen, esto era valido. (aunque el no tuvo en miras
la legitimación de dichos actos, demostró que su teoría era
insuficiente y errónea)  
El relato comienza así: 

Aún conservo el ejemplar de Página 12 del 5 de mayo de 2002, el
mismo contiene la nota de nota de Daniel Link, “Los niños
primero”, allí escribe: “ A partir de la anexión al Tercer
Reich, se instauro en Austria una red de hospitales, correccionales y
reformatorios en los que el nacionalsocialismo internaba niños cuyas
vidas eran consideradas indignas de ser vividas a someterlos a los
más abyectos experimentos o directamente eliminarlos con una
inyección letal. El domingo pasado, la cuidad de Viena organizo un
monumental acto funerario para dar sepultura a 600 niños asesinados
en la Clínica Am Spiegelgrund, uno de los centros más importantes
del programa de eutanasia.” . Hasta entonces pensaba, parafraseando
a Bauman, más por pereza mental que por exceso de reflexión, que el
holocausto era un “asunto judío” , un acto de locura. Nada
sabía, a pesar de mis años como psiquiatra, que las primeras
víctimas del nazismo fueron, a través del programa de eutanasia, los
niños anormales y los enfermos mentales. Fue la punta del ovillo que,
desde entonces, empecé a desenvolver, apareciendo los hilos que
unieron a la medicina, en particular la genética y la psiquiatría,
con el nazismo. Superado el escalofrió inicial se inicio allí una
investigación tendiente a establecer el tipo de vinculo desarrollado
en la ciencia médica y el nazismo. Surgieron en ese momento
interrogantes que desde entonces he intentado despejar. La primera
intención fue justificativa de mi ignorancia universitaria sustentada
en mis años en la escuela de medicina de la Universidad de La Plata,
mis posteriores cinco años como residente de psiquiatría, mi
especialización posterior en medicina legal en la facultad de
medicina de la UBA , me pregunte como a ninguno de los destacados
médicos y psiquiatras que participaron en mi formación se les
ocurrió que tal situación, la participación activa de médicos
psiquiatras en la matanza de enfermos mentales primero y judíos
después, no constituía un tema fundamental para ser trasmitido,
analizado, repensado. Máxime en una país que había atravesado una
situación de vulneración de los derechos humanos más fundamentales
intentado la dictadura militar remedar, las prácticas genocidas del
holocausto. Pero tal omisión de mis maestros no justificaba mi
ignorancia y busque el remedio más apropiado para la misma: el
estudio y la investigación. 
Hoy considero que tal olvido no es casual y responde a la lógica
corporativa, ley no escrita pero vigente, mediante la cual los
colegas, de tal o cual profesión, intentan acallar las voces
críticas, porque suponen un desprestigio a la profesión misma.
Efectivamente no puede analizarse la responsabilidad de los médicos
alemanes en el genocidio del holocausto, sin analizar y poner en
cuestión las ideas científicas de la época, aquellas que consideran
a ciertos sujetos, por el simple hecho de padecer una enfermedad, o
pertenecer a una raza o grupo social como anormales y/o degenerados,
subhumanos. Si consideramos además que muchas de estas concepciones
científicas continúan aún vigentes, su cuestionamiento adquiere no
solo un carácter histórico sino también actual y necesario. Aun
hoy, cierta psiquiatría aliada del derecho penal, considera que seres
humanos por el simple hecho de padecer una enfermedad mental, son
sujetos peligrosos, que deben ser excluidos y segregados en
instituciones psiquiátricas, donde van a pertenecer el resto de sus
vidas. Aún hoy consideran que la enfermedad mental que padecen es un
síntoma de la degeneración que portan, conceptualizándolos como
sujetos anormales, degenerados y potadores de un peligro para la
sociedad, de la cual deben ser apartados. Por suerte la legislación
vigente, a los que los psiquiatras debemos adaptarnos, reconocen su
derecho a vivir en sociedad y al ejercicio pleno de todos sus
derechos. Por otro lado la genética del siglo XXI, nos propone
análisis genéticos del embrión en gestación (punción de
vellosidades coránicas), con el fin de diagnosticar anomalías
cromosómicas al tercer mes de gestación. Tal práctica, altamente
riesgosa pues provoca abortos espontáneos, en el 1% de los estudios
realizados, ninguna utilidad brindara al bebe en gestación,
permitirá saber fundamentalmente, si el niño que se está gestando
presenta Síndrome de Down o Síndrome de Turner, para que los padres
puedan, según aconsejan los genetistas, tomar una decisión al
respecto. ¿Se trata entonces de una manera evitar el nacimiento de
niños con enfermedades genéticas, fundamentalmente Síndrome de
Down, aún a riesgo de perder el embarazo de un niño sin alteraciones
genéticas? Es la eugenesia del siglo XXI?  
Analizar la implicancia de la medicina en la génesis de los conceptos
del nazismo, resulta entonces no solo un ejercicio histórico acerca
de una de los hechos más atroces que sufrió la humanidad, sino
también indagar acerca de las concepciones científicas desarrolladas
por la medicina y la ciencia misma. Significa plantearnos problemas
éticos, la relación de la ciencia con el poder, la supuesta
imparcialidad del conocimiento científico, el problema del bien y del
mal, la supuesta peligrosidad de algunos sujetos. El análisis
histórico nos permite rastrear la génesis de determinados conceptos
que se han establecidos como dogmas. 
El Campo de Concentración con sus mecanismos de segregación,
aislamiento y aniquilamiento resulto ser una continuación del
dispositivo inaugurado por la psiquiatría, a través del programa de
eutanasia, donde se segregada, aislaba y aniquilaba a los niños
discapacitados y a los enfermos mentales. El campo de concentración
puede ser pensado entonces como un dispositivo medico. Se pensó el
aniquilamiento como obra de locos, hoy se lo puede pensar como
producto de ciencia, en particular la medicina. Esa es la base del
trabajo y el objetivo del mismo: evidenciar las responsabilidades de
la psiquiatría en el exterminio nazi. Es que previo a la “solución
final”, las primeras víctimas del nazismo fueron los niños y los
enfermos mentales, en un proyecto ideado, coordinado y ejecutado por
médicos. Fue el proyecto de eutanasia. 

Hannah Arendt destaca la relación del programa de eutanasia de Hitler
con el posterior exterminio masivo de judíos: “La solución final,
en sus últimas etapas, no se llevaba a cabo con armas de fuego, sino
en cámaras de gas, las cuales desde un primer momento estuvieron
relacionadas con el ‘programa de eutanasia’ ordenado por Hitler en
las primeras semanas de la guerra, y del que fueron sujeto pasivo los
enfermos mentales alemanes, hasta el momento de la invasión a Rusia
(…).uno de los grandes méritos de la obra La Solución Final, de
Gerald Reitlinger, es haber demostrado, con pruebas documentales, que
el programa de extermino de judíos en las cámaras de gas de la zona
oriental nació a consecuencia del programa de eutanasia de Hitler, y
es muy de lamentar que el juicio contra Eichmann, tan atento a la
‘verdad histórica’ , no prestara la menor atención a esta
relación”. 

Relata Zygmaunt Bauman : “Muchos antes de construir las cámaras de
gas, los nazis, siguiendo las órdenes de Hitler, intentaron
exterminar a sus compatriotas físico o mentalmente disminuidos por
medio del ‘asesinato misericordioso’ , falsamente llamado
eutanasia, y crear una raza superior por medio de la fertilización
organizada de mujeres racialmente superiores por hombres racialmente
superiores (eugenesia). Lo mismo que estos intentos, el asesinato de
los judíos fue un ejercicio más en la administración racional de la
sociedad. Y un intento sistemático de utilizar el planteamiento, los
principios y los preceptos de la ciencia aplicada” 
El nazismo intentó demostrar la existencia de una raza superior y de
seres humanos en posesión de una vida indigna de ser vivida (enfermos
mentales, discapacitados, gitanos, judíos, homosexuales, etc.), a los
cuales se debería eliminar de raíz, valiéndose, para legitimar su
accionar, de las teorías medicas, psiquiátricas, y criminológicas
de un positivismo extremo, desgraciadamente aún en boga. Rauol
Hilberg , uno de los investigadores más importantes del Holocausto,
plantea “¿No estarían ustedes más contentos si hubiera logrado
demostrar que todos los que lo hicieron estaban locos?”, señalando
que los autores “ Fueron hombres educados y de su tiempo. Este es el
quid de la cuestión cada vez que reflexionamos sobre el significado
de la civilización occidental después de Auschwitz.”. No se trata
entonces de un acto irracional, un momento de locura de la humanidad,
manera de la cual pretendió explicarse el exterminio masivo.
Descartada esta hipótesis tranquilizadora, resulta crucial rastrear
los mecanismos que permitieron afirmar, de una manera
“científica”, que existían seres humanos superiores e
inferiores. El problema que se plantea entonces es la posibilidad de
indagar en las concepciones que sustentaron estas afirmaciones. Asumí
entonces una tarea postergada, investigar la génesis de los conceptos
científicos que permitieron considerar a ciertos grupos étnicos y
sociales como inferiores, como la medicina, y el derecho construyen el
concepto de “vida indigna de ser vivida” por medio del cual el
nazismo intento fundamentar “científicamente” la necesidad de
apartar de la sociedad a quienes ingresaban en esta categoría, los
cuales fueron segregados primero en institutos psiquiátricos o
ghetos, luego en campos de concentración, y finalmente aniquilados . 
II.- El concepto de vida indigna de ser vivida 
La medicina y en particular la psiquiatría y la genética, van a
construir el modelo del sujeto a excluir. El Conde Joseph Arthur de
Gobineau (1816- 1882) es el artífice del racismo biológico
exponiéndolo en su extensa obra donde considera a la raza aria como
superior; su obra más famosa es Ensayo sobre la desigualdad de las
razas humanas en la que afirma que la raza de los germanos, que habita
en Gran Bretaña, Francia y Bélgica, es la única raza pura de entre
aquellas que proceden de la raza superior de los arios, por estar las
demás más mezcladas con las razas «negra» y «amarilla». Su
teoría sobre la superioridad racial influyó en algunos escritores
alemanes y fue adoptada posteriormente por Adolf Hitler. 
Benedicto Agustín Morel (1809 – 1873), quien a los 30 años se
recibe de médico e ingresa como colaborador de Falret, publica, en
1857, Traité des dégénérescences y en 1860 Traité des maladies
mentales. Precursor de la medicina forense en Francia, fiel a su
concepción positivista, busca el sentido de las enfermedades
psiquiátricas en la evolución de los fenómenos, continuando las
ideas de Lamarck y Buffon, al usar el término degeneración como
sinónimo de degradación, desviación natural de la especie,
uniéndolo a su concepción religiosa para elaborar su teoría de la
degeneración. Considera que el hombre fue creado, de acuerdo a un
modelo primitivo perfecto y toda desviación, debido al pecado
original, es una degeneración, una desviación ‘malsana’ de la
especie. Considera que la naturaleza humana implica la dominación de
lo moral sobre lo físico, con la enfermedad mental se invierte esa
jerarquía convirtiendo en bestia al humano. La degeneración de un
individuo se trasmite por herencia, agravándose a lo largo de las
generaciones hasta llegar a la decadencia. Según Morel : “Las
degeneraciones son las desviaciones del tipo humano normal, que son
transmisibles por herencia y que se deterioran progresivamente hacia
la extinción. 
A partir de Darwin el racismo biologicista incorpora la teoría de la
selección natural, teoría que viene a explicar la superioridad aria
a través de mecanismos sociales de selección equivalentes a los
naturales, que al perderse en la organización social permiten la
supervivencia de débiles e inaptos provocando la degradación de la
raza aria. Es esta teoría la que expone Houton Stewart Chamberlain
(1855-1927) en ‘Los fundamentos del siglo XIX’. Igualmente el
francés Georges Vacker de Lapouge (1854-1936) considera
“científicamente” la superioridad de la raza aria. 
Es en el siglo XIX que Francis Galton (1822-1911) propone el término
“eugenesia” para designar a una ciencia cuyo objetivo sea “el
mejoramiento de la raza”. De esta manera, su obra ofrece el marco
teórico en el que la ciencia de la policía, convertida ahora en
biopolítica, está llamada a desenvolverse. Lothrop Staddar
(1883-1950) publica en 1922 La Revolt against Civilization donde
propone la construcción de una raza superior, mediante la
multiplicación de los superiores y la eliminación de los inferiores,
la limpieza de la raza. También en 1922 dos alemanes Karl Binding,
especialista en Derecho Penal y Alberto Hoche, médico psiquiatra ,
publican ‘La autorización para suprimir la vida indigna de ser
vivida’ donde proponen el concepto de vida indigna de ser vivida
como justificación de la eutanasia, constituyéndose a posteriori la
herramienta central de la biopolitica alemana de entreguerras. 
El concepto de vida sin valor (o indigna de ser vivida) se aplica ante
todo a los individuos que, a consecuencia de enfermedades o heridas,
deben ser considerados perdidos sin posibilidades de curación y que,
en plena conciencia de sus condiciones desean absolutamente la
liberación y han manifestado de una forma u otra ese deseo. Más
problemática es la condición del segundo grupo, constituido por los
idiotas incurables tanto en el caso en que sean por nacimiento, como
en el de los que hayan llegado a esa situación en la última fase de
su vida, como por ejemplo los enfermos de parálisis progresiva. Sobre
estos conceptos “científicos” se asentará el nazismo para
construir los lineamientos jurídicos de su biopolitica. La eugenesia
da el gran salto: parte de la medicina y se convierte en política de
estado. Los médicos alemanes, al servicio del nazismo, dictaran los
lineamientos y dirigirán el proceso clasificatorio-eliminatorio. 
III.- Las leyes eugenésicas de Hitler. Lo atroz se convierte en
legal. 
El 30 de enero de 1933 Hitler asciende al gobierno con su doctrina
profundamente racista y antisemita, con la cual había logrado el
apoyo de las masas. Para Lévinas el hitlerismo no es una locura sino
el despertar de sentimientos elementales, a los que la civilización
logro poner frenos. El nazismo rompe estos diques civilizatorios
determinando el resurgimiento de lo elemental 
El nazismo establece un nuevo marco jurídico para implementar su
política racista y de exterminio. Es entonces legal la
discriminación de los enfermos y discapacitados, la persecución a
los gitanos, judíos, testigos de Jehová, disidentes políticos,
homosexuales, etc. Se priva a los judíos de sus derechos legales y
civiles tendiente a despojarlos de sus bienes económicos y separarlos
del resto de la población alemana. Hitler al asumir el poder va a
promulgar las leyes que darán respaldo jurídico a su accionar. Lo
atroz se convierte en legal. Se convierte en claro ejemplo de la
capacidad del poder de dar legalidad a una política opresiva. Las
primeras leyes eugenésicas del Reich son de 1933 y establecen la
esterilización voluntaria o involuntaria para prevenir la
propagación de la vida indigna. Se promulga la Ley para la
prevención de la progenie del enfermo genético que determino la
esterilización obligatoria de las personas con problemas mentales,
“el que este afectado por una enfermedad hereditaria puede ser
esterilizado mediante una operación quirúrgica, cuando haya una alta
probabilidad, según la experiencia de la ciencia médica, de que sus
descendientes sufran trastornos hereditarios del cuerpo o de la
mente”. Estas leyes inauguran la política racial del nazismo, cuyos
criterios serán discutidos en la prensa, las escuelas y universidades
de Alemania, apoyados por una intensa campaña publicitaria del
régimen, cuidándose de hablar de matar enfermos mentales, pero
reafirmando el daño que estos provocan al conjunto del pueblo y
necesidad de propiciar el mejoramiento de la raza a través de activas
políticas raciales y la higiene medico racial. 
Estas campañas del Estado incluían películas educativas con
títulos como “Victimas del pasado” o “El pecado contra la
sangre y la raza”, donde mostraban enfermos muy graves, la
intención era manipular a la opinión pública sobre la necesidad de
las políticas raciales del nazismo. Señala Alice Platen-Hellermund:
“Cuando más insegura era la base ética y científica de una
medida, con más fuerza solía promoverla el nacionalsocialismo y con
más medios propagandísticos se la metía al pueblo en la cabeza. Una
base particularmente insegura tiene la inclusión de la psicopatía
entre las enfermedades hereditarias, y por consiguiente la exigencia
de excluir el patrimonio genético inferior de los psicópatas” 
En 1935 se promulgan las leyes de Nüremberg. La legislación constaba
de dos leyes fundamentales, La primera ley, llamada «Ley de
Ciudadanía del Reich», establecía que sólo la persona por cuyas
venas corre sangre alemana es ciudadana del Reich; quien carece de
sangre pura pertenece a la categoría súbditos, automáticamente los
judíos pasan a ser ciudadanos de segunda categoría. La segunda ley
fue la «Ley de la protección de la sangre y el Honor alemán» que
prohibió los casamientos y las relaciones sexuales entre judíos y
gente de sangre alemana.  
Las leyes de carácter eugenésico fueron consideradas prioritarias
por el poder político nazi, y constituyeron las bases de su praxis
biopolitica, dice Agamben “Estas no se agotan en las leyes de
Nüremberg ni en deportación a los campos, ni siquiera en la
solución final: tales acontecimientos decisivos de nuestro siglo
tienen su fundamento en la asunción incondicionada de una tarea
biopolitica, en que vida y política se identifican” 
El profesor Carl Scheneider, fiel adherente a la psiquiatría
biológica y al nazismo, escribe: “El imperioso deseo de la
psiquiatría con respecto a una higiene de la raza se ha cumplido en
la legislación del Tercer Reich sobre la herencia en una forma que
permite en todo momento, en virtud de los éxitos logrados, dar los
próximos pasos para llegar al completo saneamiento genético de
nuestros pueblos. Para eso son decisivas las pautas dadas por el
führer Adolf Hitler en mi lucha” . Aun hoy sus obras son utilizadas
en la formación de los estudiantes de psiquiatría. 
Hitler, en 1939, dicta un decreto que otorga autoridad a los médicos
para dar una muerte misericordiosa a los enfermos clasificados como
incurables: “Berlin, 1° de septiembre de 1939. El dirigente del
Reich Bouhler y el doctor en medicina Brandt están encargados bajo su
responsabilidad de ampliar la competencia de médicos a designar, de
tal modo que se pueda conceder una muerte piadosa a los enfermos
manifiestamente incurables habiendo evaluado estrictamente su estado
de salud. Firmado Adolf Hitler.”. Si bien el Führer contaba, en
aquellos momentos, con el poder político necesario para emitir la
norma en forma de ley, opta por un decreto que debía mantenerse en
secreto, a los efectos de evitar reacciones negativas a la norma en el
pueblo alemán, además el decreto no brinda mayores precisiones
acerca de los pacientes a los que debe concederse una muerte piadosa.
Para ello, fue necesario designar personal médico para realizar los
peritajes que determinarían que pacientes que serian destinados al
programa de eutanasia, para dirigir las unidades de exterminio y las
unidades de la comisión del Reich y para integrar las unidades de
control. El programa de exterminio de enfermos mentales se inicia en
otoño de 1939. Para los formularios de registro de pacientes, la
cuestión de la aptitud para el trabajo ocupaba un lugar importante,
debía completarse en todos los internos que padeciesen algunas de las
siguientes enfermedades : Esquizofrenia, Epilepsia, Enfermedades
seniles, Parálisis refractaria a la terapia u otras afecciones
sifilíticas, Debilidad mental, Encefalitis, Enfermedad de Huntington
u otras enfermedades neurológicas graves, quienes llevasen más de
cinco años internados en forma permanente, el motivo de internación
fuese enfermedad mental con trasgresión de la ley, no fueran de
sangre alemana o sangre afín o fueran extranjero 
Se inicia el programa secreto denominado T4 (ya que fue planeado en
Tiergartenstrasse 4 , Berlín) inaugurando 20 salas pediátricas para
la matanza ordenadas por el decreto de la muerte misericordiosa. Este
programa fue pensado para los adultos pero los niños fueron incluidos
también. Mientras que el programa de esterilización se llevaba a
cabo abierta y legalmente, el programa de la eutanasia era totalmente
secreto. Los pasos que conducían a un paciente a la cámara de gas se
iniciaban cuando el médico del instituto donde estaba alojado
completaba el formulario de registro, el cual era enviado a la oficina
de eutanasia T 4 de Berlín. Es significativo que los líderes nazis
consideraban que el pueblo alemán aceptaría mejor el exterminio de
los enfermos que el exterminio por razones políticas se utilizaba
entonces la enfermedad como excusa para exterminar a los adversarios
políticos. 
IV.- En Steinhof, se internaba a niños enfermos o “asociales” 
En el Centro de Medicina Social Baumgartner Höhe, inaugurado en 1907,
en las afueras de Viena, en la localidad de Steinhof, se internaba a
niños enfermos o “asociales”. Allí recibían tratamiento
psiquiátrico, sin el consentimiento de sus padres, o sometidos a
experimentos ‘científicos’ como por ejemplo cuánto tiempo podrá
resistir este niño de diez años descalzo sobre la nieve?, ¿cuánto
tiempo podrá soportar esa niña de tres años una ducha de agua
helada?, ¿cuántos kilos puede adelgazar una niña antes de caer en
coma? O directamente sacrificados con una inyección letal. Además el
nazismo contaba con treinta instituciones especializadas
(reformatorios, correccionales, hospitales psiquiátricos) donde que
aproximadamente 5.000 niños fueron asesinados por considerar que sus
vidas eran ‘indignas de ser vividas’. 
Según los registros durante la época del nazismo había en
Spiegelgrund 700 niños internados, la mayoría (630) eran católicos
o protestantes (62), sólo cuatro eran judíos y uno solo musulmán.
Revisando las historias clínicas del lugar encontramos los motivos de
internación : idiota y ciego del ojo izquierdo, minusválidos, hijos
de alcohólicos, anormales, asóciales, enfermos mentales. Su destino
era la desaparición. 
Muestra de la impunidad de los médicos que realizaban estos atroces
crimines, es el Dr. Heinrich Gross quien trabajo como investigador en
Spiegelgrund. Ingresó en las Juventudes Hitlerianas en 1932, y un
año después en las tropas de asalto nazis SA y en el Partido
nacionalsocialista en 1938, consiguió eludir a la justicia y se
afilió en 1946 al Partido Socialdemócrata de Austria (Spö). El Dr.
Gross diagnosticaba a niños como deficientes mental o físicamente,
lo que los trasformaba en poseedor de una vida impropia de ser vivida
y se procedía a su exterminio. La manera de morir consistía a
través de sobredosis de medicación, hambre, explosión a bajas
temperaturas y otras formas de experimentación. Una vez muertos
extrajo sus cerebros para proseguir sus investigaciones, estos fueron
almacenados en la sala de anatomía patológica del hospital por
décadas hasta que se procedió a dar sepultura a sus restos. Gross,
al que la fiscalía acusó de nueve asesinatos concretos, firmó 238
certificados de defunción de los niños, cuyo exterminio formaba
parte del programa de eutanasia nazi para acabar con los
“deficientes mentales, trastornados psíquicos e impedidos
físicos”, considerados una carga para la sociedad. Para sus
estudios médicos utilizo centenares de preparados médicos hechos con
los cerebros y las médulas espinales de los niños que fueron
asesinados en la clínica Am Spiegelgrund, en cuyos sótanos
guardaron durante más de medio siglo los preparados médicos con los
restos de los niños, que finalmente, en 2002, fueron enterrados en
urnas en un panteón en el Cementerio Central de Viena. 
El programa de eutanasia fue previo y sirvió como entrenamiento para
el posterior extermino de los judíos, para llevar adelante el
siguiente paso se trasladan las cámaras de gas a Polonia. Pero el
exterminio de niños minusválidos nunca se interrumpió, según quedo
demostrado en los procesos de Nuremberg. Nunca llego a poder
contabilizarse la cantidad de niños asesinados, pero estos se cuentan
en miles. Señala Hannah Arendt “Las primeras cámaras de gas fueron
construidas en 1939, para cumplimentar el decreto de Hitler, dictado
el 1° de septiembre del mismo año. La idea contenida era más
antigua. Ya en 1935, Hitler había dicho al director general de
medicina del Reich, Gerhard Wagner, que ‘si estallaba la guerra,
volvería a poner sobre el tapete la cuestión de la eutanasia, y la
impondría, ya que en tiempo de guerra es más fácil hacerlo que en
tiempo de paz’. El decreto fue inmediatamente puesto en ejecución,
en cuanto hacía referencia a los enfermos mentales. Entre el mes de
diciembre de 1939 y el de agosto de 1941, alrededor de cincuenta mil
alemanes fueron muertos mediante gas de monóxido de carbono, en
instituciones en las que las cámaras de la muerte tenían la misma
apariencia engañosa que las de Auschwitz, es decir, parecían duchas
y cuartos de baño.” 
V.- La lógica científica. 
Para desarrollar el concepto de ‘vida indigna de ser vivida’ el
nazismo se ha valido de la lógica científica, aceptada en el mundo
moderno, que establece que la raza debe ser mejorada, constituyéndose
a partir de entonces como un objetivo científico. En este marco
teórico, se legitimaron “científicamente” las esterilizaciones y
la eutanasia de los anormales. En esa lógica científica se
establecen categorías clasificatorias propias del biologicismo
(positivismo) como asocial, degenerado, anormal. Las consecuencias
clasificatorias conducen a la segregación y en ocasiones al
asilamiento. Michel Foucault establece un claro vínculo entre la
teoría biológica del siglo XVIII y el discurso del poder. El
evolucionismo, entendiendo como tal no solo a la teoría de Darwin
sino a todo el conjunto de ideas: la jerarquías de determinadas
especies, la lucha por la vida de las especies, la selección natural
que elimina a los inadaptados, se convierte en el siglo XX en la
manera de transcribir en términos biológicos el discurso político,
el ocultamiento de este en un ropaje científico y fundamentalmente en
una manera de pensar las relaciones de la colonización, la necesidad
de las guerras, la criminalidad, los fenómenos de la locura y la
enfermedad mental, la historia de la sociedad con sus diferentes
clases, etc, en definitivo el evolucionismo se convirtió en un
pensamiento único. Pensamiento único que invade la “ciencia” del
siglo XX, tanto médica como jurídica. 
La “lógica” del nazismo no se trata entonces de un caso
excepcional, ni surge por generación espontánea, es el resultado de
un pensamiento iniciado por los médicos higienistas con sus teorías
eugenésicas. Así, los nazis llevaron adelante un programa
eugenésico elaborado por médicos ávidos de clasificar y
diagnosticar rasgos humanos interpretados como anormales. El destino
de los clasificados seria la exclusión y la eliminación. La medicina
nunca analizo profundamente y con suficiente espíritu crítico su
responsabilidad en la génesis de los conceptos biopoliticos del
nazismo, algunos pocos médicos alemanes muy involucrados en
prácticas homicidas fueron juzgados y condenados y de esa manera se
cerró la discusión. 
La medicina se constituye como aliado indispensable para llevar
adelante la biopolitica de nazismo y de todo Estado Moderno. Al
contribuir al diseño del sujeto a excluir se convierte en una
herramienta fundamental en la construcción de la sociedad,
adquiriendo un carácter profundamente ideológico. Su saber
científico será puesto al servicio del Estado Nacionalsocialista
para la elaboración de un aparato que sustente y justifique acciones
de la más diversa índole, incluso y fundamentalmente policiales,
penales y represivas. La medicina en general, la psiquiatría y la
genética de manera especial, se constituyen como un saber que aporta
la base científica para la justificación de la exclusión de
aquellos sujetos indeseables para la sociedad, los anormales. Se
convierte en auxiliar del poder, a los efectos de seleccionar a los
sujetos que van a ser excluidos e eliminados. Muchos médicos alemanes
participaron activamente en la planificación, diagramación y puesta
en marcha de los asesinatos de niños indefensos, enfermos mentales,
judíos, gitanos y todo aquel que fuera catalogado como anormal,
peligroso, impuro de raza aria, criminal, delincuente, homosexual,
adversario político, esquizofrénico, psicópata, testigo de Jehová,
profanadores de la raza, antisocial , etc. Algunos médicos nazis
fueron juzgados y condenados, pero muchos otros, como Mengele,
lograron evadir la acción de la justicia, muchos incluso fueron
protegidos por los propios colegas. El problema de la impunidad se
relaciona directamente con los espíritus corporativos.  
Se produjo una legitimación mutua entre los dos discursos, el de la
medicina eugenésica y el nacional socialista. La medicina necesita
del poder para legitimar sus ideas y el nazismo lleva adelante la
concepción de higiene racial que esta le propone. El nazismo utiliza
el discurso médico para justificar su política de exterminio, se
nutre de él para elaborar sus teorías, simultáneamente la medicina
se nutre del nazismo para llevar al extremo sus ideas eugenésicas,
para obtener un lugar privilegiado en la mesa del poder. Es una
asociación fructífera para ambos, no resulto accidental, sino
buscada y exitosa. La medicina deseosa de convalidar sus teorías, con
el rédito y poder resultante, el nazismo deseoso de convalidar su
política eugenésica y su poder. 
Resulta escalofriante observar cómo se fue marcando el sendero que
condujo a la construcción de conceptos que justificaron la
segregación de determinados sujetos considerados anormales, a la
concepción de grupos de niños y adolescentes como peligrosos y
asociales, de esa conceptualización surge la ‘necesidad’ de su
segregación y encierro, de allí a su eliminación y desaparición
hay solo un breve trazo, la historia es testigo. Esta concepción del
sujeto como ser biológico, determinado genéticamente y la
concepción de la enfermedad mental como producto de la degeneración,
ha tenido su curso y su historia, no fue un invento del nazismo.
Asimismo, a la concepción de incurabilidad del “anormal” la
psiquiatra unió la de peligroso. Se construyó así un individuo
degenerado y peligroso para la sociedad, que sería necesario segregar
y/o eliminar. Con el inicio de la modernidad se van desarrollando
técnicas específicas de control y domesticación, técnicas que
alcanzarán, en el nazismo, su máximo esplendor. Proctor considera
que la clave para comprender la participación de las ciencias
naturales en la “solución final” esta en analizar los mecanismos
con los que un discurso científico permitió considerar a ciertos
grupos étnicos y sociales como inferiores. 
Por su parte, la psiquiatría se plantea como tecnología de lo
anormal, de los estados anormales fijados hereditariamente por la
genealogía del individuo, donde la idea de curar ya no tiene sentido,
perdiendo su sentido terapéutico y adquiriendo su rol de protector de
la sociedad contra los peligros que puede ser víctima por parte de
los anormales. De esta manera, el positivismo psiquiátrico fue
marcando el camino que condujo a la construcción de la minoridad como
peligrosa y asocial. De esa conceptuación surge la “necesidad” de
su segregación y encierro, de allí a su eliminación y desaparición
hay solo un breve paso a dar. Al fin y al cabo, lo inútil debe ser
barrido de la existencia, con toda “legitimidad”. Auschwitz es
producto de la matriz positivista, en el plano conceptual; es
conclusión, síntesis y clímax del cientificismo autoritario. Las
formas clasificatorias generadas por estos discursos, involucran
signos represivos, segregación, muerte y desaparición, de todo
aquello considerado “anormal” o “desviado”, de un modo
dogmático y apriorista. En los campos de concentración el proceso
clasificatorio se iniciaba con la llegada de los trenes que traían a
los prisioneros. Primo Levi, sobreviviente de Auschwitz, lo relata
así: “Abrieron el portón con estrépito, la oscuridad resonó con
órdenes extranjeras, con esos bárbaros ladridos de los alemanes
cuando mandan, que parecen dar salida a una rabia secular. Vimos un
vasto andén iluminado por reflectores. Luego todo quedó en silencio.
Una decena de SS estaban a un lado, con aire indiferente, con las
piernas abiertas. En determinado momento empezaron a andar entre
nosotros y, en voz baja, empezaron a interrogarnos uno a uno, en mal
italiano. No interrogaban a todos, solo a algunos. ¿Cuántos años?
¿Sano o enfermo? Y según la respuesta señalaban dos direcciones
diferentes” . El sistema requería de un médico que juzgara
quiénes estaban en condiciones de trabajar como esclavos y quienes
irían directamente a la muerte. 
Señala Haerbele: “En resumen, lo que una vez había empezado como
una teoría psiquiátrica francesa se convirtió en una práctica
política alemana. Los estigmas de degeneración se convirtieron de
las supuestas malformaciones físicas congénitas en marcas exteriores
concretas de identificación burocrática. Lo peor de todo, a
diferencia de la degeneración imaginaria de Morel, este proceso
burocrático señaló, de hecho, a sus víctimas y literalmente las
condujo progresivamente hacia la extinción. Según el criterio
nazi, los judíos degenerados con su herencia genética inferior
infectarían incluso a las razas nórdicas saludables si les fuera
permite hacerlo.” 
Comienza así el exterminio sistemático de judíos, como extensión
del programa de eliminación de enfermos mentales y discapacitados,
con la misma metodología (la cámara de gas y la cremación de los
cuerpos), los mismos médicos responsables de seleccionar a quienes
serian asesinados utilizando criterios clasificatorios
“científicos”. Lo que se inicia como una teoría medica (la
eugenesia) se trasforma, con los nazis en una práctica de exterminio,
en uno de las mayores atrocidades de la humanidad.  
V.-El campo de concentración como continuación del campo
psiquiátrico. 
El hecho de que la solución final se haya iniciado como un programa
médico en instituciones psiquiátricas nos permite arribar a
conclusiones interesantes. Como vimos, el programa de eutanasia,
iniciado en los institutos psiquiátricos, fue puesto en pausa,
trasladándose el personal y las cámaras de gas que funcionaban en
los mismos a las nuevas instituciones de exterminio: los campos de
concentración, donde el aniquilamiento de los “anormales” alcanza
una dimensión escalofriante. 
Veamos los elementos que unen ambas instituciones, la psiquiátrica y
el campo de exterminio .El programa de eutanasia del régimen nazi,
era un programa médico concebido, conducido y ejecutado por personal
y auxiliar médico, en instituciones médicas. Suspendido el mismo,
las cámaras de gas y el personal responsable del aniquilamiento de
pacientes es trasladado a los campos de concentración, centro de
aniquilamiento de sujetos ‘indeseables’, pero también campo de
investigaciones medicas, investigaciones auspiciadas por el poder y
por las principales universidades alemanas. 
El ingreso en el programa de eutanasia se iniciaba con el diagnóstico
de una enfermedad psiquiátrica que incluía al paciente en la
categoría de vida indigna de ser vivida, desviamiento del estándar,
anormalidad. Para el traslado de los pacientes a los institutos
psiquiátricos de exterminio se crea la Sociedad de Utilidad Pública
de Trasporte de Enfermos, los mismos se realizaban en muy malas
condiciones y muchos pacientes llegaban sin vida. Al llegar a los
institutos psiquiátricos eran recibidos por personal médico,
desnudados y llevados a un compartimiento donde son asesinados con
acido cianhídrico y un anestésico agregado 
El ingreso al campo de concentración estaba igualmente determinado
por la inclusión de los prisioneros en la misma categoría,
produciéndose un desplazamiento, desde la enfermedad mental a un
cúmulo de clasificaciones, en las que predominaba la categoría de
judío, adjudicándoles a los mismos características atávicas. El
traslado de los prisioneros al campo era realizado en “vagones de
mercancías, cerrados desde el exterior, y adentro hombres, mujeres y
niños comprimidos sin piedad, como mercancías en docenas, en un
viaje hacia la nada” . Muchos fallecían en el traslado. Al llegar
al campo, los prisioneros eran recibidos y clasificados por personal
médico, de acuerdo con su capacidad para el trabajo; los niños y
ancianos eran destinados inmediatamente a las cámaras de gas, por
improductivos; los adultos sanos eran remitidos al campo de
concentración propiamente dicho. 
La muerte de los pacientes en los institutos psiquiátricos
infantiles, de adultos y de los prisioneros del campo, se producía a
través de la sobremedicación, el hambre, las infecciones, las
investigaciones “científicas” a las que eran sometidos o las
cámaras de gas. En los campos predominaba el factor de aniquilación
directa, pero también a través de la de experimentación sobre los
cuerpos de los prisioneros. En ambas instituciones, los médicos eran
los encargados de dirigir las investigaciones, prescribir tales
tratamientos o indicar la muerte. 
Luego de la muerte los cuerpos de los pacientes psiquiátricos y de
los prisioneros del campo eran incinerados o estudiados por destacados
científicos preocupados por descubrir las alteraciones anatómicas
específicas de la víctima, de acuerdo con la categoría que
determinase su inclusión en el programa de eutanasia o ingreso al
campo. Tales estudios revestían un interés fundamental para la
medicina alemana a los efectos de convalidar sus teorías
biologicistas y eugenésicas; tal es así que los cerebros de las
víctimas de los niños de Viena se conservaron 60 años como material
de estudio y el Dr. Groos, uno de los actores de esta historia,
alcanzo premios y distinciones por sus trabajos con ese material. La
medicina necesita comprobar sus teorías biológicas y el programa de
eutanasia y el campo se convirtieron en fuente inagotables de
victimas, de niños y adultos disponibles para la investigación, de
cuerpos a los que se podía estudiar vivos o muertos según el
interés del investigador. El hospital psiquiátrico y el campo de se
convierten en centros de investigaciones médicas. Eran los propios
médicos del hospital o del campo quienes elaboraban los proyectos de
investigación que proponían a las autoridades alemanas, los mismos
en su mayoría estaban destinados a la confirmación de las teorías
nazis sobre higiene racial. 
Se trata entonces de la misma metodología selectiva y clasificatoria
de sujetos anormales, considerados subhumanos, fruto de la
degeneración de la especie humana, a quienes hay que excluir, anular
, esterilizar a los efectos de evitar su progenie y los peligros que
portan a la sociedad. Con el nazismo los institutos psiquiátricos
alemanes avanzaron un paso más en su metodología científica
tendiente a excluir a los sujetos anormales, adultos o niños, y
procedieron a su eliminación directa. Siguiendo la misma lógica
imperante en la época otros sujetos fueron considerados degenerados y
anormales (judíos, gitanos, homosexuales, testigos de Jehová,
prisioneros políticos), alojados en guetos primero y en campos de
concentración después y finalmente aniquilados. 
Segregacion 
¿Resulto el campo de concentración una “degeneración” de las
teorías genéticas y psiquiátricas, o un paso más audaz en la
técnica disciplinar y excluyente de sujetos anormales propuesta por
estas, determinada por la rotura de los diques civilizatorios? Sería
mucho más tranquilizador pensar la primera opción, pues la segunda
nos advierte sobre las responsabilidades de la ciencia médica en la
génesis de los conceptos que llevaron adelante el proyecto genocida
más atroz de la humanidad y aún más, la presencia inquietante de
los mismos conceptos como justificativos para segregar y aislar a
quienes padecen de enfermedades mentales nos advertirían sobre la
posibilidad de repetir tragedias. 
En definitiva no se trata de que la psiquiatría y la medicina
aportaran algo concreto al nazismo. Todo lo contrario, el nazismo es
expresión de una ciencia dogmatizada, de un positivismo pobre en
argumentos, pero eficaz a la hora de revolver la tripa de las
multitudes. Un cúmulo de prejuicios encarnados en golpes bajos, con
música de Wagner de fondo, y millones sufriendo la muerte y el
escarnio. Sobre este escenario, una gran cantidad de sujetos marcados
para la muerte por razones políticas, raciales o por enfermedades que
padecían fueron declarados disponibles para los experimentos
“médicos”. Agregara Eugenio Zaffaroni: “En efecto los crímenes
del nazismo no fueron más que culminación de la senda indicada por
el positivismo seguida hasta sus últimas consecuencias” 
medicina nazi 
Finalizada la guerra, se intentó que la asociación entre medicina,
psiquiatría y nazismo no fuera valorada ni recordada, los propios
médicos intentaron ocultar el accionar de sus colegas por el gran
desprestigio que su conocimiento público determinaría. La comunidad
médica y psiquiátrica alemana intento ocultar y olvidar y la
comunidad psiquiátrica internacional avalo, en la práctica, está
decisión que permitió que muchos médicos asesinos bajo el nazismo
continuaran ejerciendo su profesión e incluso muchos de ellos
obtuvieran reconocimiento en Alemania o Austria e incluso
internacional. 
Es necesario rescatar la historia. La memoria se constituye en una
categoría fundamental para pensar lo impensado. Señala Adorno que
Hitler ha impuesto a los hombres un imperativo categórico para su
actual estado de esclavitud: el de orientar su pensamiento y acción
de modo que Auschwitz no se repita, que no vuelva a ocurrir algo
semejante. Y para que no repita hay que recordarlo, porque en ese
recuerdo se juega el ser o no ser de la humanidad. . Rescatar la
historia y ubicar los roles de cada uno de los personajes, aún de
aquellos que 65 años después pretenden esconderse y olvidarse,
resulta entonces una tarea imprescindible para reafirmar nuestra
condición de humanos. Tal tarea trasciende nuestra profesión, credo,
religión o idea política, ya que de una manera u otra fuimos
víctimas o podremos serlo si quienes consideraron o consideran que
existen sujetos superiores e inferiores según su credo, religión,
raza o el padecimiento que padezcan, logran negar u olvidar la
historia.
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Motiva - Vivir en esta época y presenciar el despertar de Europa
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Con Chuck Norris - no puede ni los locos asesinos nazis
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Sevilla - La mejor ciudad de Andalucía

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Fotazas de Vallekas - que inspiran a seguir siendo antifascista y seguir en el camino
puntos 4 | votos: 6
El paco y yo - somos los mejores
puntos 2 | votos: 4
Que no te topen el pelo - sobre tu identidad y tu herencia, y tampoco permitas que te arrebaten
el orgullo.
puntos 5 | votos: 5
Tipico - eres una nazi español,vuelves a Berlín con Hitler.Y acabas en 
un campo de concentración por moro.¿A quién no le ha pasado una
vez?A todos nos habrá pasado al menos una, no más.
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Motiva - Humedecerte pensando en ser violada





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