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Obviamente soy partidario de hacer que alguien se avergüence de sí mismo si sus actos han sido inmorales, pero lo realmente cruel es que determinadas personas se aprovechen de sus cualidades físicas y a menudo intelectuales para hundir a los que son más jóvenes e inexpertos, frágiles y que pueden sentir más fácilmente el miedo bien porque acaban de entrar a un lugar o porque no son jóvenes medianamente espabilados.
Bien, a ese tipo de tonterías me refería. Claro que todos las hemos tenido y es humano avergonzarnos de haberlas cometido en alguna que otra ocasión. De todas formas es bueno tener personalidad, porque en este tipo de cosas todo se reduce a eso. Hay personas, y mucho más vulnerables en la adolescencia cuya estabilidad es bastante mediocre, por cuales sean las razones, y es a esos chicos y chicas a los que hunden.