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puntos 1365 | votos: 1421
Por esos momentos - que tienen un buen final inesperado.
puntos 23 | votos: 25
Macroquedada 30 marzo-Madrid - La mejor Macroquedada que se ha hecho hasta hoy fue la del 31 de
marzo, así que vamos a intentar repetirla, ¿no? Probablemente la
quedada no acabe siendo ni la mitad de buena de lo que fue aquella que
os digo, ya que hay muchos usuarios con los que ya apenas hay
contacto, pero bueno, se intentará. Así que la mecánica de la
quedada será la misma de siempre.

La Macroquedada es el sábado 30 de marzo, en plenas vacaciones de
Semana Santa, así que no creo que haya problemas de agenda para
aquellos que vayan a venir de fuera o lo que sea. Ya sabéis cómo va
esto, nuestro punto de encuentro es el centro de Madrid, la Puerta del
Sol, en la salida de la cúpula del Renfe y del Metro, al lado del Oso
y el Madroño (si nunca habéis ido, una vez estéis en la plaza
sabréis a qué me refiero). Haremos como siempre, quedaremos primero
a las 12 de la mañana, daremos un paseo por ahí o lo que sea,
comeremos, y a las 17:00 volveremos al mismo sitio a por los que
quieran venir a esa hora, o no puedan venir antes. Si alguien viene
fuera de ese horario, que llame o algo, que coja el teléfono de
alguien que sepa que va a acudir (yo, por ejemplo). Si hay alguna
duda, no dudéis en comentarlo.

Esta es una buena ocasión para que nos juntemos todos los desmo
posibles, tanto de Madrid como fuera de él. Solo hacemos dos
Macroquedadas al año, así que aprovechadla. Cuantos más seamos,
mejor.

Como digo sieeeempre, invitar a todo Desmo a una es un suicidio, así
que yo le mando el cartel a un par de personas, y el resto ya que lo
envíe a más gente. Ale, a cuidarse, Desmoadictos.
puntos 6 | votos: 6
Me rindo - soy un imbécil que creía tener algo y no tiene nada. Yo ayudé a la
gente  a no rendirse pero yo no sirvo para seguir ese consejo. Me he
levantado siempre que he caído pero estoy harto de levantarme.
puntos 10 | votos: 10
Solo Se Necesita - Una accion para cambir la mentalidad de una persona
puntos 32 | votos: 44
Desmotiva que todas las palabras - que un día dije, yo no me marcharé de Desmo... ahora se las lleve el viento.

puntos 20 | votos: 20
Nuestras huellas... - no se borran de las vidas que tocamos.
puntos 15 | votos: 15
Quédate con quien conoce - la peor parte de ti y no se asusta de ella.
puntos 19 | votos: 19
Algunas veces una simple frase - puede motivar a alguien para poder conseguir lo que se propone.
puntos 13 | votos: 21
Burbuja de moco. -
puntos 14 | votos: 14
Hay veces - Que no nos damos cuenta de lo que tenemos,
 hasta que  por desgracia lo perdemos.

puntos 8 | votos: 8
Sabes - Que estas muy mal,cuando el PORNO ni la música puede hacerte sentir mejor
puntos 6 | votos: 6
Tengo ganas de enamorarme. - De encontrar a aquella persona que me haga feliz, que me haga reír
sin necesidad de inventarse monólogos. Encontrar  a esa persona que,
sin que le diga ven, lo deje todo.
puntos 2 | votos: 6
Dokuro - Todos sabemos que en el fondo la deseamos
puntos 19 | votos: 19
Antes te soñaba, - ahora no me dejas dormir.
puntos 10 | votos: 10
Adiós, - pequeños desmotivadores.

puntos 7 | votos: 7
Mi insomnio: - causado por alguien que probablemente esté durmiendo como si nada.
puntos 8 | votos: 8
Puede que seamos - diferentes pero nuestras historias se cruzan, por algo llegamos a donde estamos
puntos 11 | votos: 11
No siempre es cuestión - de darse un tiempo, espacio, o como lo quieras llamar. 
A veces es cuestión de retroceder varios pasos y entender 
que el pasado arrasó con todo, dejando restos en forma de recuerdos.
puntos 727 | votos: 753
Soñar despierto en clase - es uno de los pequeños placeres de la vida.
puntos 20 | votos: 20
Eco - de aquello que fuimos y no volveremos a ser,
de aquello que tuvimos y no podremos recuperar.

puntos 39 | votos: 41
Historias de amor - sepultadas que se llevan consigo todos sus secretos e incógnitas sin resolver.
puntos 6 | votos: 6
Siempre existirá - esa persona que es y será tu debilidad.
puntos 21 | votos: 21
La chica que se ríe, - habla mucho y parece feliz, es la misma chica que puede llorar hasta 
quedarse dormida.
puntos 15 | votos: 15
Capítulo 1 - Todos los días parecían repeticiones del anterior. Para una chica
como Maya, esto resultaba una verdadera agonía. Desde que perdió a
su último ser querido, ella se sentía más sola que de costumbre.
Solía ir a todas partes con su hermano mayor y éste la protegía. A
pesar de estar ellos dos solos, eran felices; nunca supo que ocurrió
con Colin, solo recordaba que era de noche, y el viento soplaba con
más fuerza de lo habitual. Tenía la nítida esperanza de que las
cosas cambiaran con el inicio de las clases, y pudiera estar demasiado
ocupada con los estudios y sus amigos como para no pensar en la
soledad que le acompañaba al volver a su hogar, vacío y sin vida.
Maya tenía una personalidad insegura y tímida, aunque no siempre fue
así; la tristeza y soledad invadieron su cuerpo, convirtiéndola en
esa persona. Tenía unos ojos expresivamente castaños y fríos, pero
bellos. Su pelo era liso, de un color castaño oscuro, le llegaba
hasta un poco más de sus hombros. No le entusiasmaban los
complementos, era muy sencilla a la hora de vestir. A pesar de ello,
llevaba siempre consigo un colgante en el que suspendía un colmillo
de lobo, que fue un regalo de Colin, una semana antes de desaparecer.
En esos días, Maya enfermó por las bajas temperaturas, y el único
cuidado que recibía era el de su hermano; él tenía que salir a por
comida, así que la idea de tener que quedarse sola durante
aproximadamente una hora, no era algo que la aliviara.
- Colin, no te vayas... –dijo Maya con una voz débil.
- Tranquila, me daré prisa –respondió su hermano.
- ¡Pero me quedaré sola! –exclamó Maya.
- Toma, -dijo Colin, entregando sonrientemente el colgante- esto te
protegerá.
Desde ese instante, ella pudo conciliar el sueño y sentirse segura.
Aquel colgante tenía grabado el nombre de “Amarok” y era el
último recuerdo que tuvo de su hermano.
La vida sin su hermano resultaba muy triste. Maya no sabía que hacer
con tanto silencio a su alrededor. Se pasaba la mayor parte de su
tiempo paseando sin rumbo, intentando encontrar un sentido a todo,
buscando una respuesta. En un día muy frío, quiso subir a un lugar
donde pudiera observar en miniatura lo que la rodeaba a diario, pero
nunca llegó a asomarse.
A la luz poco visible que proyectaba ese día el Sol, junto con la
brisa del viento que movía su pelo delicadamente, como si de una
canción de amor tocada en un piano se tratase, Maya encontró un
cachorro que se hallaba indefenso, en la blanca y fría nieve de
aquella colina.
Su primera reacción no fue otra que la de quedarse completamente
inmóvil. Sus expresivos ojos quedaron paralizados, y no era
precisamente el frío lo que no la hacía reaccionar. Tras unos largos
segundos, Maya dio un paso hacia adelante, y sincronizadamente, la
oreja de aquel cachorro se movió. Ella siguió acercándose, esta vez
más decidida a avanzar. Cuando quedaron a menos de un metro uno de
otro, se podía apreciar que el cachorro era un lobo, pero a Maya no
le podía asustar algo que parecía tan indefenso.
- ¿A ti también te han dejado solo? –dijo Maya mientras giraba la
cabeza a ambos lados, observando los alrededores.
Tal vez estuviera esperando algo o a alguien ahí tumbado. De todas
formas, Maya no podía abandonarlo a su suerte, fue un impulso lo que
la llevó a traérselo consigo, ella no deseaba que nadie sintiera en
carne propia por todo lo que había pasado. El cachorro tenía un
pelaje completamente negro, era imposible no haberle visto. Sin
embargo, había algo raro en él. Por un momento, Maya dudó de que
fuera tan débil e indefenso como le había parecido a primera vista,
al contrario, parecía estar tranquilo aun estando en esa situación,
¿serían imaginaciones suyas? Maya decidió envolver con su abrigo al
lobo y emprender el largo, largo camino de vuelta a casa. Tal vez las
cosas serían diferentes a partir de ahora.
El cachorro de lobo no había dado más señales de estar con vida que
cuando su oreja se movió al escuchar el sonido débil que produjo la
pisada en la nieve de Maya, pero en realidad, él estaba bien, en un
profundo sueño. Podía sentir el calor que desprendía al estar
acurrucado en su pecho. Le miró la cara, todavía no había abierto
los ojos en ningún momento, eso la inquietó un poco, pero pensó que
era algo normal.
Estaban llegando a casa, que podía apreciarse a unos doscientos
metros, a pesar de estar rodeada de muchos árboles. Era muy grande,
demasiado para que una sola persona pudiera llenar su vacío. Los ojos
del lobo se abrieron cuando quedaban menos de veinte metros para
entrar. De nuevo, Maya repitió lo que había sucedido en la colina, y
quedó paralizada. Sus miradas no se entrelazaron, pero porque aquel
cachorro no la estaba mirando, sino que observaba el lugar donde se
encontraba. Empezó a gruñir, sin llegar a abrir la boca. Sin
embargo, Maya no podía apartar la vista de sus ojos, eran de un
cálido rojo, algo oscuro. ¿Qué animal podía tener unos ojos rojos?
Definitivamente, había algo que no encajaba.
El cachorro empezó a moverse, con más y más energía, hasta que
consiguió soltarse de Maya  y tocar el suelo. Se dirigió hacia la
puerta de la casa y se sentó, mirándola fijamente con aquellos ojos
rojizos, esta vez más tranquilo. La cara de Maya expresaba una mezcla
de miedo y asombro, nunca había visto algo parecido. Esta vez, el
lobo no estaba gruñendo, pero mantenía su mirada seria. Pasó un
minuto hasta que el lobo tocó la puerta con su pata delantera para
indicar que quería entrar. Ahí fue cuando Maya reaccionó,
dirigiéndose hacia la puerta a la vez que buscaba las llaves en el
bolsillo de su chaqueta. Mientras intentaba abrir la puerta, seguía
mirando a aquel lobo, que había cambiado su rostro, agachando la
cabeza, como sintiera lástima por algo... Aparentemente, él era un
simple cachorro, pero su carácter delataba que todo esto le resultaba
familiar, como si ya hubiera estado antes aquí.
Entraron en la casa, primero Maya y después el lobo, como si de un
guardaespaldas se tratase. De todas formas, no tenía un cuerpo lo
suficientemente fuerte como para poder protegerla de cualquier
peligro, pero algo en su ojos decía que no había nada de lo que
preocuparse. Pasaron del recibidor directamente a la cocina, sin ni
siquiera cerrar la puerta, donde Maya le habló por segunda vez. Maya
abrió los armarios buscando un cuenco y acto seguido la nevera para
la leche, aunque la calentó antes de dársela.
- ¿Tienes hambre? -El lobo pasó de tener la cabeza agachada a
mirarla a los ojos, pero esta vez no le acompañaba una mirada seria,
más bien parecía molestarle que le ofreciera tanta gratitud, y lo
más extraño, parecía entender lo que le decía.
El lobo no pudo aguantar la pequeña y amable sonrisa que Maya le
mostraba durante más de unos segundos, y volvió a bajar la cabeza.
No tuvo que mover la mirada del suelo para ver el cuenco de leche.
Maya se lo ofreció de tal manera que él pudiera verlo sin necesidad
de moverse de su posición.
- No te preocupes, yo cuidaré de ti -dijo Maya mientras se agachaba a
ver al lobo. De repente, el lobo empezó a gruñir, intentando
contenerse, algo no le estaba gustando ni un pelo.
- ¿Quieres otra cosa? –dijo de manera insegura. Maya pensó que el
lobo ladraría y se rebelaría contra ella, ya no podía aguantarlo
más, pero no fue un ladrido lo que soltó...
- ¡¡Estúpida!! –dijo el lobo, enseñando los dientes, en
posición de ataque. A sorpresa de Maya, aquel lobo la había hablado,
y no pudo decir nada más. Su voz no era la de un niño, parecía
formada, con fuerza y juvenil. Ella se llevó un gran susto y se
cayó. Era una situación tan inesperada que ni le salieron las ganas
de gritar. Sus ojos expresaban miedo, se impulsó con sus pies y manos
hacía atrás, mientras miraba aterrado a aquella criatura.
Por primera vez, cruzaron sus miradas.  Al contrarío de lo que había
ocurrido en la colina, el lobo se fue acercando poco a poco a Maya,
pero con la diferencia de que actuaba como si ella fuera una presa.
Aquel cachorro se detuvo, cuando apenas quedaban escasos pasos de
distancia. Al parecer algo le hizo reflexionar y retroceder, por lo
que dio dos pasos hacia atrás, antes de darse media vuelta y salir
corriendo de la casa.
Todo había pasado en un instante, fue demasiado rápido como para
creer que era real y no un sueño. Maya era muy emotiva y no quería
llorar, tenía que ser fuerte, pero la situación la superaba. Apoyó
sus manos en su cabeza, para intentar contener sus emociones. En
verdad, Maya pensó que el lobo no llegó por pura casualidad para
tener que protegerle. Sin darse cuenta del tiempo que se había
quedado inmóvil, la noche apareció. Por fin reaccionó y subió las
escaleras para llegar a su habitación y descansar, sin tan siquiera
recoger lo que dejó en la cocina. Verdaderamente habían ocurrido
muchas cosas en un solo día, y Maya no estaba acostumbrada a esto.
Por su mente pasaron muchas preguntas: ¿quién era ese lobo? ¿Por
qué tenía un pelaje tan negro y unos ojos extrañamente rojos?
¿Había sido una casualidad encontrarle o el destino quiso que me
cruzara con él? ¿Por qué podía hablar?
 Con la cabeza apoyada en su almohada, mirando su ventana, se dijo a
sí misma: “tal vez todo haya sido un sueño, tal vez todo haya sido
un sueño, tal vez...”
puntos 9 | votos: 9
Esta es la historia... - de una chica que vivía con una familia muy acogedora.
La historia se remonta en sus días de instituto, dónde las cosas no
le iban 
mal, al contrario; era muy amable con la gente, por lo que hacía
fácilmente amistades, sin embargo, era a la vez tímida y reservada,
por lo que nadie la conocía completamente bien.
Había un chico que le gustaba, y por suerte o por desgracia,
coincidían en la misma clase, por lo que habían entablado
conversación varias veces.
No era un chico normal, era diferente... pero en el sentido de que sus
ojos expresaban frialdad y a la vez deseo cada vez que hablaban, ¿
por qué ?
***********
Mientras Alice se planteaba averiguar más sobre aquella persona,
ocurrió algo terrible. Tu familia ha tenido un grave accidente,
esas fueron las palabras más dolorosas había oído en su vida. 
¿Cómo podría arreglárselas ahora? 
Su madre la escribió una carta antes de morir, y no sólo eso, había
algo más, parecía un amuleto...
Ella decidió llevarlo siempre consigo, así que se lo puso como
collar.
Pero al despertar... el collar ya no estaba, y junto a él, un
pequeño lobo apareció, su mirada le resultaba familiar, como si ya
la hubiera visto en algún sitio, ¿qué estaba pasando?

puntos 15 | votos: 19
Si viste Bleach - Seguro que tienes Almenos una canción de bleach en tu mp3 o pc.
puntos 12 | votos: 12
Esas veces... - en las que necesitas desconectar del mundo,
apartar la mirada de su vida,
y dejarte llevar...
puntos 18 | votos: 18
-Dime, otra vez, - cuál es ese sitio al que quieres que vayamos.
+Lejos, muy lejos de aquí.
-Pero allí, ¿estaremos bien?
+Por supuesto.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?
-Porque estaremos juntos.
puntos 10 | votos: 10
TÚ - No te quiero como los cánones mandan.
Mi amor desciende de cualquier parecido con la realidad.
Hago cosas que no me corresponden.  Sin embargo,  no dejo de hacer las

que te enternecen.
Estoy enfermo, te quiero, pero te quiero así, a mi peculiar manera,
porque me haces feliz, porque, digan lo que digan, eres mi chica
número uno, porque sacas el mejor sabor de mi vida.
No padezco, sólo... disfruto de ti. No me canso, y jamás me cansaré
de estar por ti todos los días.
No necesito lo que muchos cuerpos piden, solo lo que mi alma reside...
Felicidad, junto a ti, la que tú me das. Y nada más.
puntos 33 | votos: 33
Gracias por leer - mi cartel 200

puntos 2 | votos: 2
Si mi PROFESOR - de Matemática hubiese sido así nunca hubiera desaprobado Ammff :B
puntos 13 | votos: 13
Me encanta - cuando el tiempo me da la razón.
puntos 14 | votos: 14
Regalar tu confianza - para que te compensen con secretos, mentiras y traiciones.
puntos 7 | votos: 7
Duele ver - cómo la persona más importante de tu vida
se aleja a pasos agigantados sin remedio alguno.
puntos 21 | votos: 21
Cuando nos enfrentamos - a un obstáculo, sólo tenemos dos opciones: superarlo o... superarlo.

puntos 13 | votos: 13
Por mucho... - que lamentemos y lloremos, si tenemos a la muerte,
es porque en el fondo sabemos que merece la pena vivir.
puntos 8 | votos: 8
No esperes... - a que los destellos de tu entorno marquen tu camino,
brilla con luz propia para seguir adelante.
puntos 3 | votos: 3
quisiera poder - Aullarle a la luna que te quiero y que sin ti no doy nada
puntos 7 | votos: 7
Se que en tu ojos - Todavia hay amor y tu mirada dice VOLVERÈ!
puntos 17 | votos: 17
Si la violencia debe ser - la última opción, ¿ por qué el mundo siempre la escoge como primera?

puntos 10 | votos: 10
Caminar acompañado - alivia las penas y ensalza las alegrías.
puntos 5 | votos: 7
El tiempo se alimenta - de la energía que nos da la vida, aprovecha la que aún te queda.
puntos 13 | votos: 13
Cuando venga la tormenta - camina hacia adelante.
Que aun con el viento en contra, la tierra es más ligera.
puntos 15 | votos: 15
A cada segundo que pasa - estoy mucho más cerca de olvidarte, aunque te olvide muerto.
puntos 8 | votos: 10
Por esos momentos de tensión - al colocarnos bien la ropa interior con miedo a que alguien nos vea

puntos 2 | votos: 4
Hay veces que la realidad - es perfecta... se llaman sueños, y por desgracia no son reales.
puntos 11 | votos: 11
Cuidado con la tristeza. - Es un vicio.
puntos 15 | votos: 15
¡Se ha conectado! - Abres su ventana de conversación, sonríes al ver su foto de perfil,
en pequeñito, al lado de la barra de tareas. La abres, y la
minimizas. No la quitas del todo, la dejas ahí, a la espera de ver
ese circulo verde con un 1 en medio. Esperas, cambias tu estado, tu
tablón lo actualizas cada 2 minutos. Cierras su ventana,
indignadamente. Pero bajas la lista del chat hasta su nombre,
observando si sigue ahí.
puntos 15 | votos: 17
La diferencia - por las que unas veces estás cabreado y las otras te deprimes
es que en el segundo caso sabes que fue tu culpa.
puntos 1588 | votos: 1658
Distanciarse de alguien puede ser - por dos motivos: que ya no se sienta nada o saber que nunca se podrá ser algo más.





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