Por eso quiero recordarte

seguro que no se lo merece..

y era una chica bastante feliz. Se puede
decir que nunca lloraba, y si
lo hacía era de emoción; pero la vida cambia
de un día para otro y
de repente sin esperarlo me enteré de que mi madre
murió. Recuerdo
aquello, como si me volviera a suceder. Nada volvió a
ser lo
mismo.
¿Sabes lo que era levantarte y no verle?
¿Sabes lo que era
no oír su voz? ¿Sabes lo que era asomarte a
media noche a su cama, y
no ver nadie al lado de tu padre? ¿Sabes lo que era
hacer algo fuera
de lo normal, y no escuchar sus voces cuando te
regañaba? ¿Sabes lo
que es no tener nunca más su protección, sus
besos, sus caricias,
sus abrazos? ¿Sabes lo que era, no volver a ver sus
ojos, y su
sonrisa? Yo lo descubrí. Era lo peor.
Los días eran un infierno.
Era como estar medio muerta. Era notar cómo te
dolía el corazón
cada segundo. Todos mis sueños, mis ilusiones y
vocaciones se
desvanecieron con mi madre.
Te perdí. Que me castigue Dios, si
hice algo mal. Que me lleve a mí y no a ti.
Me di cuenta de que a
pesar de todo, no podía vivir sin ella. Era mi vida,
y si ella no
estaba, yo tampoco. Le quería demasiado, incluso
más que a mi
misma.
Yo nunca entendí aquel sentimiento que sentía
al pensar en
ella, no tenía descripción. Nunca me
percaté de la magia que había
entre nosotras hasta que se marchó, junto a muchas
cosas como mi
felicidad.
Pero mi padre, que sufrió demasiado, y no se lo
merecía, me ayudó. Fue la única llama
de luz en la noche más
oscura. Fue quien me guió cuando estaba perdida,
quien me hizo
comprender que tenía que seguir adelante, y cumplir
alguno de los
objetivos de mi mamá. Ella decía que
algún día las corridas de
toros desaparecerían, el maltrato animal...pero la
que más veía
imposible era cambiar el mundo; hasta que nací yo.
Ahí comenzó su
lucha. Pero no la pudo acabar, y mi papi me hizo comprender
que la
debía acabar yo, para que desde donde quiera que
estuviera se
sintiera orgullosa y feliz. Mi padre me decía que mi
mami solía
anteponer mi felicidad a la suya.
Comencé a sonreír, pero no
volví a hacerlo con el brillo de antes, la fuerza y
el poderío, que
siempre estuvieron.
Ojalá, y regreses algún día porque te
voy a
estar esperando y jamás me cansaré de hacerlo.
Y es que todas las
noches, le recuerdo. Soltando un par de lágrimas;
porque no me puedo
contener. Pero, todo lo que haga en la vida, va estar
dedicado a ella,
y los intentos y la fortaleza para conseguir lo que quiera
van a
proceder del amor que siento hacia ella. Y cada Navidad,
pediré a los
Reyes Magos, verle, aunque no sea posible, pero yo lo
pediré y nunca
dejaré de hacerlo, con toda mi ilusión. Porque
eso es lo único que
quiero, y querré.
Te quiero, y me arrepiento de no habértelo
dicho en su momento. Me arrepiento de no haberte besado y
abrazado con
toda mi alma. Ya no se puede hacer nada. Pero me quedan
tantas cosas
de ti, tus gestos, tus recuerdos...tu última
carcajada. Con eso me
conformo.
Porque has sido, eres y serás eternamente MI
FELICIDAD
Y MIVIDA.