¡¡¡Conectate con Jesús!!!

¡¡¡Gozate en la aflicción!!!
Romanos 5:3-5 dice de la siguiente manera: "Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no se avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado".
Aqui vemos algo interesante: Las tribulaciones producen paciencia. ¿Sabes? hay cristianos que juzgan a otros cristianos cuando estan pasando pruebas.

Dicen que esa prueba que estan pasando no viene de Dios, porque Dios no quiere que suframos. En parte eso es falso.
Mira, es cierto que Dios no quiere que suframos, pero a veces Él permite que vengan las pruebas y tribulaciones para fortalecer nuestro caracter, y moldear nuestro corazon. Hay personas que piensan que las tribulaciones y pruebas son cosas fortuitas, que suceden al azar.
Dios tiene un proposito con cada prueba en tu vida. Cuando te encuentres en medio de una situacion, pidele luz al Espiritu Santo, y que te revele la intención del corazón de Dios con esa prueba.

Cada vez que el Señor te pone a pasar por prueba, es para tu beneficio.
Dice Pablo en el verso 3: sino que también nos gloriamos en las tribulaciones...
¿Qué loco se gloria en una tribulación? ¿A quién se le ocurre gozarse y alegrarse por estar en una calamidad? ¿Sabes a quienes se les ocurre hacer eso? ¡A los que están llenos del Espiritu Santo!

La llenura del Espíritu Santo produce gozo en ti en medio de cualquier situación. Hay cristianos que se gozan en los cultos, pero cuando estan en pruebas, maldicen a Dios. ¿Dónde se fue su gozo? el problema era que el gozo de ellos no era el gozo de Jehová. Era un gozo carnal, un gozo pasajero.
Debes aprender a gozarte en el Espíritu, y que el Espíritu Santo produzca en ti un fruto que Él sabe dar, que es el gozo pleno. El gozo pleno es aquel gozo que te permite alegrarte aún en medio de una fuerte prueba.

Te gozas diciendo: a pesar de esta desgracia, Jehová está conmigo, y no me abandona. Es aquel que te mueve a decir: Gracias Padre, porque aunque la situacion y la prueba es dificil, Tú no me dejaras en el hoyo, sino que me sacarás con poder.
Verso 3: ...sabiendo que la tribulación produce paciencia. Aquí vemos el fruto de la prueba. Jesucristo no permite una prueba en tu vida sólo para ver como sufres. No, ése es un error. Las pruebas producen frutos; frutos de los cuales tú mismo puedes comer, y otros también.

La tribulación produce paciencia. ¿Por qué produce paciencia? Porque en medio de la prueba, tu fe es probada. Y por tu fe que es probada, se fortalece dicha fe. Y cuando esta fe se fortalece, aprendes a esperar en Dios.

¿Qué es esperar en Dios? Es tener paciencia y esperanza en que Dios obrará. Dios se quiere mover en la paciencia tuya. Dios quiere ver que tu crees en sus promesas, y que aunque el mundo se está desbaratando, tu permaneces tranquilo, porque le crees a un Dios que te dijo que Él te sacaría del pozo de la desesperación.
A Dios le agrada la paciencia en un cristiano. La fe y la paciencia van muy ligadas de las manos. Fe es creer en el Dios que te prometió. Paciencia es saber esperar lo prometido.

Dios espera en ti, ahora tienes que aprender a esperar en Él. Si tienes paciencia, el tiempo de Dios en tu vida seguirá su curso normal: no tratarás de adelantar ni detener su voluntad. Vivirás conforme al tiempo del Señor, y todo ocurrirá en Su voluntad, la cual es perfecta.
Verso 4: ...y la paciencia, prueba. En otras palabras, la paciencia produce prueba. ¿Y por qué la paciencia produce prueba? ¿No debería ser que la prueba produciera paciencia? Ambas afirmaciones que he hecho son correctas.

Es cierto, la prueba produce paciencia, según Santiago; pero también la paciencia produce prueba, porque cuando eres un hombre paciente, entonces el Señor puede probar todo tu corazón, hasta moldearlo a la misma imagen de Jesucristo.
Si Dios observa que eres un siervo paciente, entonces, las áreas de tu corazón que aún no han sido trabajas, lo serán sin ningún problema. Tu paciencia producirá pruebas en aquellas áreas de ti que deben morir. Las pruebas son herramientas que Dios usa para hacer morir tu "yo" y hacerte más a Su imagen de Gloria.

Verso 4: ...y la prueba, esperanza. Cuando el Señor promete, muchas veces desconfiamos de sus promesas. Muchas veces nos quiere bendecir, y por nuestra incredulidad, no recibimos esa bendición. Tener esperanza es confiar plenamente en lo prometido de Dios a nosotros.
Cuando eres probado, y superas esta prueba, te das cuenta de la fidelidad de Dios; y al darte cuenta de la fidelidad del Gran Yo Soy, comienzas a creer todo lo que el Señor diga a tu vida. Cuando conoces a Dios por Su fidelidad, entonces comienzas a tener esperanza en que eso que fue dicho, pasará, y que lo verás con tus ojos.

La esperanza también esta muy ligada a la fe y la paciencia.
Verso 5: ...y la esperanza no se averguenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Entonces, ¿qué sustenta la tribulación, la paciencia, la prueba, la esperanza, y el coraje de no avergonzarse de todo esto? El amor. El amor de Dios a nosotros y en nosotros. Lo que nos fortalece a ti y a mi es que Dios nos ama, como está escrito, que amamos a Dios porque Él nos amó primero.

Debes reconocer que el amor de Dios a ti es que te ayuda a estar firme en la tribulación. a fortalecer tu paciencia, a ayudarte a salir victorioso de la prueba, a alimentar tu esperanza en el Señor, a avivar el coraje de no avergonzarse de ser llamados Hijos de Dios (Porque no me averguenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvacion a todo aquel que cree; Romanos 1:16).

El fin de la ley es Cristo, y Cristo es Dios hecho carne, y Dios es amor. Reconoce el valor de las tribulaciones y pruebas, gozate en ellas, dile a Dios que te enseñe como gozarte en una prueba, y ámalo más, porque lo hace todo por tu bien.
Ora con notros: Señor, ayúdame a gozarme en ti, en todo momento, en cualquier situación que tu gozo, y tu amor me cubran, a mi, y a mi familia; en el nombre de Jesús. Amén
Por esa confesión, Dios obrará en ti. Créelo que si.