En Desmotivaciones desde:
19.09.2011

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 18274 | malo 220
GeekVeterano Nivel 3Principalero Nivel 2

puntos 5 | votos: 5
Huérfano del amor - ‘El odio no hizo de mí mejor persona. Al contrario, hizo de mi un
qué se yo muerto y nauseabundo. Como un cadáver con el corazón
muerto pero aún andante. Despertando el interés en un montón de
cabezas huecas, y atemorizando a un montón de mentes indiferentes. El
temor me hizo creer invencible, el miedo me hizo creer poderoso. La
rabia jugó conmigo y la poca decencia que quedaba en mi marchitado
cerebro, se la llevaron comentarios que aseguraban mi fracaso. Fracaso
como ciudadano, como persona, como humano. 

El odio me pilló en una edad frágil y me hizo cometer errores
graves. Ningún ser sobre esta tierra a veces desolada, quiso tenderme
una mano. Y me refugié en el amor frío de una jeringuilla, y los
besos vacíos de una mente rota. Oculté mi alma con una cara
magullada y golpeada, mis ojos ausentes bajo una mirada agresiva y mi
necesidad de amor bajo una actitud violenta. Mi corazón se hizo
pequeño… con cada insulto de mi padre, con cada golpe, con cada
escupitajo. Mi alma se fue oscureciendo con el desprecio de aquellos
que una vez amé y esa raíz podrida, extendió la pandemia que supuso
la enfermedad de lo oscuro, la baja autoestima, la repugnancia y el
odio a mí mismo. Perdí al niño que llevaba dentro cuando otra alma
oscura abusó de mí, y me vi obligado a ser hombre. Un ataque
epiléptico mató mi cerebro y me mantuvo inanimado durante años.
Muñeco frágil, de juguete. Ser puro profanado, tocado, violado y
ahogado en su propia sangre. Aislado en los confines de alguna parte,
a la sombra del rostro de un autista. Conmocionado, incapaz de
relacionarse. Oculto bajo una cama, sintiéndose a salvo y arropado
por el silencio de las motas de polvo… quedé olvidado y nadie
preguntó por aquel niño de pelo oscuro y anorak verde que solía
jugar junto al portal. Me encontraron acurrucado, ardiendo, al borde
del desmayo. Flaco, hambriento, sucio, entre meados… como una costra
seca y desmembrada. Y después de aquello, los días no perdieron  su
tono negro. Terminé de desarrollarme en un centro de acogida. Donde
niños como yo, de mirada perdida y huérfanos de amor, llorábamos en
silencio entre un llanto en multitud. Sí, el odio se apoderó de mí
y me convirtió en un qué se yo despreciable. Caí en los vicios más
oscuros de los que pocos salen. Y cuando conseguí salir de toda
aquella pesadilla, las palmas ajenas aplaudían a mi paso y entre más
me aplaudían, más veía cuán hipócritas eran. Los mismos que me
aplaudían, fueron los mismos que me condenaron. Con su humildad
atrofiada y sus sentimientos de ego. 

Cuando anduve entre tinieblas, no hubo sombra que me preguntara nada.
Ni para bien. Ni para mal.’
puntos 7 | votos: 7
Supositorio NOOOOO!! - Supositorios, eran, son y serán el horror de todo niño.
puntos 6 | votos: 8
Confesé algo - que no me había confesado a mí mismo y al oírme me asusté
puntos 3 | votos: 3
Sueños de niños, - aficiones de hombres
puntos 7 | votos: 7
Tener un talento que, - aunque no te lleve a ninguna parte, marca y le pone sentido a un
fragmento más o menos breve de tu vida

puntos 8 | votos: 8
En esta vida - para dejar huella, hay que pisar muy fuerte
puntos 11 | votos: 11
Y en el momento de saltar - el pensamiento audaz me alcanzó y me gritó que no.
puntos 3 | votos: 5
Decidir ser quien eres, - y tener que soportar que quienes creen conocerte te digan deja de
intentar ser lo que no eres
puntos 13 | votos: 13
Yo también quiero ser - un papi guay, pero sé que acabaré siendo algo así como una fusión
mucho más estricta que la de mis padres
puntos 10 | votos: 10
Fracasar una y otra vez, - y que haya alguien que siempre te anime a volver a intentarlo

puntos 6 | votos: 6
Fingir y mentir, - a ti mismo y a ella por ellos
puntos 8 | votos: 8
Espíritu joven - Nunca muere
puntos 11 | votos: 11
Y dijo la Creación - Amad hijos míos, amad a todo ser vivo
puntos 5 | votos: 5
Di niño - Di, niño ¿qué es lo que te hace tan desdichado? La frontera que
hay entre el tú, el él, el nosotros, el vuestro, el ellos y el yo.
puntos 5 | votos: 5
Rayadas mentales - ¿Cómo puede ser la gente tan terriblemente estúpida? Yo… no lo
sé y probablemente la respuesta más común sea: Porque sí Y
nunca, La gente no es estúpida porque todos sabemos lo estúpida
que es la gente en general. Y ya no hablo de un estúpido simple, de
ese estúpido de no tener demasiada capacidad para aprender, sino
estúpidos porque ni si quiera se paran a querer entender nada. Así,
estúpido incluso yo.
Me han llamado estúpido muchas veces y por supuesto, cosas aún
peores. Pero la importancia dada es la importancia que le he dado
siempre a los escupitajos despectivos de mi hermano. Me manchan, es
cierto, pero no tarda en resbalarme. 
Hablando de familia, ¿se ha preguntado alguien por qué la gente que
menos estúpida debe parecernos es de hecho, la más estúpida? Yo he
llegado a preguntármelo, he llegado tanto a rayarme con eso… que me
he vuelto loco pensando en que a lo mejor yo estoy tan loco como
ellos. Pero de ser cierto, ¿me rayaría tanto? Lo dudo… el loco no
se raya, porque el loco no sabe que lo está. Justamente como los
muertos. Imagina estar muerto, no sabes que lo estás, pero si lo
supieras te rayarías ¿no es cierto? Yo lo haría, me preguntaría
por qué demonios no estoy muerto si verdaderamente lo estoy… ¿es
que no existe el fin? Y si no existe ¿por qué no? ¿Qué sentido
tiene la muerte si la muerte no existe? Quizá el problema esté en
que… no sabemos que la misma es inexistente. O quizá el problema
está en no ser tan estúpido como la generalidad y rayarse pensando
en tanta banalidad ciega.

puntos 10 | votos: 10
Colegas - que sabes sólo son pasajeros y como lo sabes, los aprovechas al máximo
puntos 5 | votos: 5
Pensó el niño... -  (…) Aveces siento el miedo en la mirada de la gente. Cada vez que
levantan la vista de la acera y me divisan, sus expresiones tranquilas
se tornan hurañas y seguidamente temerosas. Siento sus corazones
ponerse nerviosos, sé que aguantan la respiración cuando paso por su
lado. Como si de alguna manera olieran el peligro que corren en mi
presencia. Como si mis ojos les mostrara lo más oscuro de mi alma…
y sin embargo, no saben lo tan oscura que es la suya propia. El mal
está en todas partes. La tierra es putrefacta y apesta, sólo hay que
saber olerla. Y todo lo bueno, el mal lo arranca de cuajo y deja
secuelas peligrosas. Las secuelas son las que perturban la mente y
alteran conductas. Las que evitan que nos movamos con normalidad, las
que… desencadenan ideas delirantes. Ideas tan delirantes como el
suicidio. Nosotros, las personas, el ser humano… somos los que
hacemos de este mundo que habitamos, un infierno cruel donde la
realidad supera la ficción. Y aún de saberlo… la atrocidad y lo
macabro siempre nos acaba sorprendiendo y cuando perplejos de los
hechos tan viles que se cometen como ahogar con una almohada a un
bebé o violar a una mujer…. nos preguntamos ¿Por qué? Y sea cual
sea la respuesta, sea cual sea la que imaginemos o queramos pensar…
en verdad, hay preguntas que no se deben preguntar porque no hay nadie
que sepa responderlas con certeza. Las respuestas no son más que
sombras y la verdad, queda oculta en la oscuridad de lo inalcanzable.
puntos 3 | votos: 5
Nada como - esa sensación tan cojonuda cuando consigues, sin saber realmente
cómo, arreglar un problema de airport que te impedía conectarte a
internet
puntos 2 | votos: 2
Estupidez humana - probablemente la patología más extendida de transmisión verbal y
graves e irreversibles consecuencias
puntos 7 | votos: 7
Vuelvo a estar - en el mismo punto muerto de siempre y ya no sé qué hacer, creía
haber alcanzado algo pero el mundo se empeña en asegurarme que no he
conseguido nada y odio esta situación tan asfixiante

puntos 6 | votos: 6
Solo hay alguien - por el que yo de la vida, y ese alguien es el ser fruto de mi ser
puntos 4 | votos: 4
Abrámonos en canal - y comprobemos quién es distinto a quién
puntos 4 | votos: 4
El ser humano - no es más que el intento fallido de la natura por crear la perfección
puntos 6 | votos: 6
Algunos nacen en las nubes - y otros nacen en la mierda. Esa es la única y verdadera diferencia.
puntos 1 | votos: 1
¿Sabías que... - Fransisco Randez es Ezio Auditore en el Assassins Creed?

puntos 3 | votos: 5
Dejas de ser niño - cuando cambias las pistolas de agua por las pistolas de balas
cuando cambias la sal de fruta por la blanca
cuando el amor se convierte solo en sexo
y
cuando pierdes el don de la palabra para aclarar un asunto y usas los
puños y las navajas
puntos 6 | votos: 6
Lo malo de llevar máscara - es que sólo tú sabes que la llevas
puntos 4 | votos: 4
Eh, - ¿Nos hacemos un A-Style?
puntos 8 | votos: 8
El Punk - no es una moda para mí, es uno de esos muchos algos con los que nací
puntos 3 | votos: 3
Y ahora sólo nos queda brindar - Brindemos por la bendita locura que se apodera de nosotros y nos
traslada al frío sendero de la soledad, soledad que se convierte en
tortura, tortura que nos vuelve insensibles al dolor físico y mental,
insensibilidad que nos condena a la traición mutua, traición que nos
hace perder el ser, ser que fuimos que perdimos y que ya no somos.

puntos 8 | votos: 8
En cada vida, - siempre hubo un tiempo mejor
puntos 4 | votos: 4
Aveces, las mentes brillantes - hacen del cuerpo imperfecto un perfecto ciego, pero perfecto
puntos 7 | votos: 7
Eh... pssss... ¡oye! - Aveces no se trata de buscar, sino de que te encuentren
puntos 2 | votos: 2
WARNING! - Españoles, España está de elecciones
puntos 22 | votos: 22
Sé lo que van a pensar, - que por que me gusten los tíos soy uno de esos orgullosos de ser
gays, que van por ahí soltando pluma y haciéndose un hueco absurdo
en la sociedad. Quiero aclarar que no pertenezco a ningún
estereotipo, ni gay, ni heterosexual, ni mierda. Soy lo que soy, no
hay nadie como yo, me gusta boxear, nadar, tatuar, jugar al baloncesto
y hablar mal como a cualquier otro. La única diferencia es que
mientras tú amas a una chica y entregarías tu libertad por ella
estando absurdamente enamorado... yo haría lo mismo por un él.

puntos 7 | votos: 7
Oigas lo que oigas, - digamos lo que digamos, también somos humanos y por eso, aunque
escondidos... también lloramos.
puntos 8 | votos: 8
Cuando falla la familia, - cuando falla la educación y cuando falla la voluntad... somos más
propensos a perder el sentido que un día nos hizo libres al nacer y
que no recuperamos hasta morir.
puntos 6 | votos: 6
¿Por qué existe el día y la noche? - Porque no puede existir la luz si no hay oscuridad
puntos 0 | votos: 2
A mí también - me han pasado cosas que no me explico y que aveces me dan miedo
puntos 5 | votos: 5
Que te digan Eres interesante - y saber que donde otros ven algo interesante solo hay pena y frustración

puntos 7 | votos: 7
Tengo miedo - a depender de alguien no vaya a ser que la vida me la juegue y me lo
arrebate, no obstante, no puedo evitar depender de él.
puntos 5 | votos: 5
Cuando decidí levantar cabeza - comprendí en lo alto que está el cielo y a lo alto que puedo llegar
puntos 1 | votos: 1
Tú eres la mujer que amo - Si hay alguien a quien deba agradecer algo, es a la persona que amo. A
ti, que has estado conmigo con marea baja y marea alta. Tú, que
siempre has permanecido estable a pesar de mi inestabilidad. 

Me tendiste una mano cuando te necesité y me diste una bofetada
cuando aún de necesitarte, lo negué en rotundo. De un rotundo que
ignoraste. 

Eres tan fuerte... siempre lo has sido y sin ti, habría cometido mil
locuras de las que me habría arrepentido. 

Nunca te ha importado lo que piensan los demás. Les ignoraste cuando
te dijeron que sólo era un niño, les ignoraste cuando desaprobaban
nuestro amor por la diferencia de edad y cogiéndome de la mano les
plantaste cara y dijiste: Este es el hombre que amo. 

Perdí todo el miedo que podía tener, toda esa inseguridad propia de
la veintena, me sentí acompañado, y me he sentido acompañado desde
entonces.

Aún estás a mi lado y me cortaría una mano si alguien dijera que no
lo estaremos mucho más, sólo para demostrar lo seguro que estoy de
que se equivocan. Pero quién sabe esto más que nosotros dos. Quién
sabe más que tú y yo, que soy el padre de nuestros hijos. Quién
sino sabe que eres mi única amante y la única mujer que ha habido y
habrá en mi vida. 

Que contigo he superado lo insuperable y no hay tormenta que no
amaine. 

Amo todo lo que comparto contigo, incluso nuestras discusiones.
Discusiones sin picos altos ni bajos, de esas que nos ayuda a pensar. 
No me canso de tu voz, ni de tu aliento, ni de tu cuerpo. Tenerte es
siempre como aquella primera vez tan torpe pero sin la torpeza, tan
espontánea y única. 

Estoy orgulloso del hombre que me has ayudado a ser, orgulloso de
tenerte a ti como mujer. Orgulloso de que hayas engendrado a mis hijos
y de que decidieras compartir tu vida conmigo.
puntos 9 | votos: 9
¿Y dónde - está el sueño de la primera mujer presidente? Está bailando en un
videoclip junto a 50 cent...
puntos 3 | votos: 3
La prisión de Aitor - Hay mucha clase de penas.  Hay tantas penas como diversidad de
personas existe. Hay penas que se ven y penas que no se ven. Algunas
las puedes decir, otras las ocultas por la razón que sea.

Hace un tiempo conocí a una persona, una persona con una pena de la
que no tardé en darme cuenta, y no me hubiera dado cuenta, si no
hubiera perdido la cabeza. 

La gente decía que se llamaba Alicia. Alicia... Alicia en el país de
las pesadillas. Alicia a través de un espejo que no le devolvía
reflejo. 

Mi absurda atracción por la debilidad humana creó una fuerza que me
seducía y no pude evitar acercarme más y más y más.

Por alguna razón, dejó que me acercara y sin que nos diéramos
cuenta estábamos demasiado unidos. Tan unidos, que los secretos
dejaron de ser secretos y ni si quiera perdimos tiempo en ellos. 

Pasamos tiempo juntos, abandonamos al resto sin quererlo.
Sintiéndonos cómodos nosotros solos. Hasta que el tiempo hizo mella
profunda en nuestra relación, tan confusa. 

Su pena afloró sin que yo me diera cuenta, salió a la superficie,
como toda esa mierda que remueve el oleaje del fondo del mar, cuando
la marea es alta. Y le fui a decir que me había enamorado en el peor
momento de todos. 

Se enfureció y me repudió. Me golpeó, me escupió y me aseguró que
estaba equivocado. Que no podía ser, que no había nacido para amar,
que su prisión no se lo permitía. Que me olvidara, que no podía
darme lo que otras personas podrían. Y parándole los pies,
exaltándome y diciendo lo estúpido que estaba siendo le aclaré: 

“No quiero de ti nada que no puedas darme. Y no puedo evitar amarte.
A ti, no a tu prisión, sino a ti, su prisionero.”

puntos 4 | votos: 4
Terca mentira tu sonrisa - Aún me pregunto cómo podías sonreír... ¿cómo podías hacerlo? Y
sobre todo, ¿de donde sacabas los cojones para ello? Tu sonrisa nunca
ha sido bonita. Jamás. Siempre curva, sellada... y pensar que algunos
la veían normal... y pensar que algunos se atrevieron a decir que
eras el ser más feliz que nunca antes habían conocido...

Pobres ilusos, pobres ilusos todos. Todos, incluso yo. 

Unas veces creías poder con todo, otras te hundías y te ahogabas tú
solo, en algún rincón, en alguna parte... con tus propias lágrimas.
La soledad fue tu única compañera. Siempre te sentiste solo, siempre
estabas solo, incluso si toda esa ‘peña’ con la que te juntabas
te rodeaba. Siempre estabas llorando, siempre de ojos para adentro,
pero siempre. 

Estabas sordo, no querías escuchar. Estabas ciego, no querías ver.
Estabas mudo, no querías hablar. Estabas muerto. 

Nunca vi tus ojos brillar, ni si quiera cuando te confesé todo
aquello. Ni si quiera entonces. Eras frío, parecías no sentir nada.
Eras incapaz de ponerte en la piel de otro, porque tu piel te quemaba.
Tu piel te escocía y torturaba tu alma. Querías huir y no sabías
cómo. Pero no preguntaste. No te molestaste en hacerlo. Fuiste un
idiota. 

Te gustaba dar golpes, te gustaba recibirlos. Lo necesitabas,
necesitabas golpes. Necesitabas dolor que te arrancara del dolor.
Necesitabas sentir algo, necesitabas oír a tu corazón latir. Y a
pesar de que latía, no quisiste darte cuenta. 

Sucumbiste. Hablabas de luz y de esperanza. Hablabas de sueños y de
fortaleza. Todo mentira. Tu vida era mentira y sólo tú lo sabías.
Nos engañaste, nos engañaste a todos. A tu familia, a los que te
quisimos... 

Pero tú siempre te consideraste huérfano, huérfano de todo aquello
que podía recuperarte del oscuro sendero del fracaso. Y fracasaste.
puntos 3 | votos: 3
Cosa inesperada - Que cosa tan curiosa, que creyendo yo que me saldrías princesa, no me
saliste si quiera príncipe, sino rana. Una rana con muy malas pulgas,
saltando de cabeza en cabeza. Buscando ser aceptado. Llegué a pensar
que te habían contagiado la rabia. Tu mirada era opaca, a veces cruel
y confieso que al principio me asusté.

Dudé de ti, lo admito, dudé en si me pegarías aquel palo o no lo
harías. Dudé si vacilarías, en si cerrarías los ojos y me
acribillarías para complacer a esos perros a los que llamabas
‘amigos’. Sin embargo lo dejaste caer, dejaste que cayera y
mirándome a los ojos me dijiste que lo sentías sin si quiera separar
tus labios amoratados, sin temer a tus amigos blancos. 

Recibimos aquella golpiza juntos y no hubo golpe que calara en mí
más que tu mirada y tu sonrisa mientras aquellos se alejaban y te
sangraba la nariz a borbotones. Qué comentario más puro el que
soltaste: 

-	Mira negro, - me llamaste limpiándote la sangre con la mano y luego
mostrándomela – tu sangre y la mía... tu sangre y la mía es roja.
– Y estallaste a reír como si estuviéramos en cualquier otra
parte, en cualquier otra circunstancia y no en aquel callejón, con
los labios reventados y las cabezas bailando.

Puto blanco... quién me mandaba a mí a perder la cabeza por ti.
Quién te mandaba a ti a perderlo todo por mí. Aún recuerdo el miedo
en tus manos temblorosas, aún recuero la desesperación de mi
respiración. Siempre te surgió la duda en el último momento,
siempre. Hicieras lo que hicieras, decidieses lo que decidieses, esa
era tu única imperfección, la inseguridad. Inseguridad que maté con
un beso. Todo fue tan rápido, que cuando sentí tus manos tocándome
la piel comprendí que de verdad estabas a mi lado y apretándote
fuerte las manos contra mi cara juré: No te dejaré marchar, porque
te perdí una vez y ahora, te he vuelto a encontrar...  AMOR.
puntos 5 | votos: 5
Gente que espera - Y mientras los días pasaban, yo me quedaba sentado en aquella misma
silla. Aquella silla en la que él, antes que yo, también había
perdido el tiempo sentado.

 No podía dejar de preguntarme si mi destino iba a ser el mismo que
el de aquel espectro que se manifestaba en mis sueños. Esa sombra sin
rostro que se movía con nerviosismo en la oscuridad y me susurraba al
oído gritos de un alma desesperada. Como sintiéndose irrealizado,
como estancado en una charca con apenas fondo. Vinculado a la misma
por el hechizo de su propia voluntad. Buscando y pidiendo ayuda,
sintiéndose ignorado. Deseando la muerte en la muerte, sin poder
optar a ella. 

Y entre tanto pensamiento me planteé la más absurda locura, me
planteé levantarme de aquella silla e ignorar los torpes pasos que en
su día había dado mi amigo la sombra. Pasos que le habían llevado
al abismo. A la más desastrosa de las caídas, la caída de los vivos
frente a la vida.
puntos 4 | votos: 4
Ir a casa de tus amigos - y saludar y hablar con sus padres como si fueran los tuyos. Llegar a
casa y encontrarte a completos desconocidos.
puntos 2 | votos: 2
- Eh, tu novia es negra... - - Ah, ¿y yo no?





LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11427396802 | Usuarios registrados: 2057082 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8001264, hoy: 25, ayer: 39
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!