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puntos 391 | votos: 417
Estar comiendo solo, - y hacer todo tipo de dibujos con la comida, mientras comes, para no aburrirte.
puntos 430 | votos: 446
Poco a poco - vuelve la rutina de siempre.
puntos 9 | votos: 9
Saco a pasear a mi perro - como cualquier otro día después de clases.
Nadie en las calles, vacías,
ni personas caminando, ni coches en marcha.
Levanto la vista, y a tres calles veo varios grupos de personas
caminando en la misma dirección, hacia una esquina,
y al llegar a ella, giraban,
desapareciendo de mi vista.
Es una calle desconocida, nunca he ido por ahí,
pero me aventuré y fui para descubrir con qué me podía encontrar.
Suelto a mi perro, no hay de qué preocuparse,
las calles están vacías, no le pasará nada, total,
él me acompaña, no se adelanta.
Al llegar a esa extraña esquina, decidimos girar.
Nos encontramos con una plaza enorme.
Mi vieja plaza de Madrid, donde tantas tardes de mi infancia pasé.
Toda la gente está ahí. Ríen.
Todos son felices ahí.
Mi perro se siente feliz y decide ir a jugar, dejándome atrás.
Poco me importa, sabe cuidarse solo,
y divertirse como ninguno.
Giro la vista y veo el viejo kiosco donde siempre fui,
donde siempre compraba mis helados de agua y mis Palomitas Risi.
Decido ir a comprar lo que siempre compraba,
pero antes decido mirar a mi perro, para asegurarme que aún está ahí.
Lo veo jugando con un chico no más adulto que yo,
éste me pregunta si es mío, y le asiento, pidiéndole que lo cuide un rato.
Entonces me doy la vuelta en dirección al kiosco, y choco con alguien.
Perdón, no me dí cuenta le dije, sin mirarla a la cara,
a lo que ella me responde con un No te preocupes.
Entonces seguía hacia el kiosco, cuando decido mirar atrás,
mirar con quién había chocado.
Es ella.
Riendo con sus amigas, con esa risa que a mi me encanta oír.
Entonces decido ir corriendo al kiosco,
y compro dos helados de agua,
uno de naranja, otro de fresa,
y una bolsa de Palomitas Risi.
Voy corriendo hacia ella, con la compra ya hecha,
y al ponerme frente a ella, pone cara de extrañeza.
No me reconoce.
Igualmente le doy el helado, y la invito a tomarlo conmigo.
Ella acepta, y vamos a una vieja rampa,
donde sentados podemos ver toda la plaza.
Mientras tomamos nuestro helado,
mi perro viene hacia nosotros, y se lanza contra ella,
lamiéndole la cara,
y entonces, ya cansada, le grita
¡Sal ya, Pancho!.
Entonces yo, extrañado, le pregunto cómo es que se acuerda de él,
y de mí no.
Me mira en silencio, sin responder, con dudas.
Yo, entristecido, bajo la mirada...
Entonces decido sacar la bolsa grande de Palomitas Risi,
y al verla, me dice que ella se llamaba así en Desmo,
y yo le respondía que ya lo sabía,
que la había conocido ahí.
Entonces empezamos a comer de la bolsa, en silencio,
viendo a la gente pasear y reír,
y al acabarla, me mira y ve que tenía cara de pena,
y al verme así me dice que soy un idiota,
que cómo no iba a reconocer a su Cuak.
Al oír esas palabras, se me dibuja una sonrisa enorme en la cara,
al igual que a ella se le dibujaba la más hermosa de sus sonrisas,
mordiéndose el labio, como siempre me ha encantado.
Y al volverme a decir que soy un idiota, me abraza.
Los dos, en silencio,
sobre esa rampa.
No se oye ningún sonido. Todo en silencio.
Solos ella y yo, nadie más.
Siento como su corazón late contra mi pecho,
e intenta decirme algo, y yo le pongo el dedo índice en los labios,
haciendo que ella me abrazo aún mas fuerte.
Entonces ella se aparta, diciéndome que necesita hacer algo,
y tirándome del cuello de la camiseta, me lleva hacia sus labios,
besándome con los ojos cerrados.
Es increíble, ninguno de los dos se lo cree,
nos apartamos y sonreímos, y al ir a darle otro beso,
sin querer la empujo hacia atrás, 
haciendo que choque con la barra de la rampa,
provocándole una risa sin parar y que me llame idiota y patoso...
Yo, preocupado, voy a ver si tiene algo en la cabeza,
si le hice daño, si está bien.
Obviamente no tiene nada, y entre risas me dice que no pasa nada,
que soy un bobo,
y sonriendo, me abraza muy fuerte.
Yo, en silencio, cierro los ojos,
y aún conteniéndome, dejo caer unas lágrimas,
mientras ella pone una de sus manos en mi cabeza,
entrelazando sus dedos con mi pelo.
Creo que ella también llora, pero no estoy muy seguro.
Entonces nos soltamos, y de la mano, vamos a por mi perro.
Una vez le puse la correa,
fuimos hacia la esquina por la que entré a la plaza.
Al llegar allí, ella se detiene.
La miro, y le digo que vayamos.
Ella me niega con la cabeza. Me dice que no puede.
No puede abandonar la plaza.
Abandonarla sería irse muy lejos.
Yo no acabo de comprender, siento que está diciendo cualquier tontería,
pero me lo dice en serio.
Entonces se acerca a mí, se pone un poco de puntillas,
y me da un beso muy suave.
Y al dármelo, me dice:
Me vas a tener aquí siempre, cuando vengas, aquí estaré,
solo ven, y búscame.
Yo, bobo como siempre, le digo que no diga tonterías,
y doblo la esquina yo solo, esperando a que ella me siga,
y al darme vuelta a ver si me sigue, no está.
Entonces decido volver a la esquina a buscarte,
y al girar la esquina, la plaza ya no está,
solo hay una calle más.
Entonces miro al otro lado, a la calle por donde vine, y están llenas.
Llenas de gente, de coches yendo y viniendo.
Entonces encontraba a un chico.
Era el mismo al que pedí que cuidara de mi perro cuando iba al kiosco.
Me acerco a él y le pregunto dónde está la plaza.
Él, extrañado, me mira, y me contesta diciéndome que esa plaza no está.
Que fue sustituida por una calle hace cuatro años.
Me siento desorientado, perdido,
y él, poniéndome una mano en el hombro, me dice que vaya a casa,
que descanse,
y tras decirme esto, el chico se va, doblando en esa esquina.
Yo, queriendo seguir su consejo, me doy vuelta para ir a casa,
pero me encuentro con la calle vacía.
Sin gente ni coches en marcha.
Salgo corriendo hacia esa esquina, la doblo,
y sí.
Ahí está. Mi plaza.
Enorme, llena de gente.
No me moví de la esquina, y mirando a todos lados la encuentro a ella,
sentada en un banco con sus amigas, dándome la espalda.
Entonces, solo tú te das la vuelta,
y sonriendo me mirabas...
Y en mi cabeza suena Me vas a tener aquí siempre...
Solo ven, y búscame...
Lo oía muy despacio, pero lo oía.
Y entonces me sonríe, y yo a ella también...
Y cerrando los ojos, doy la vuelta, de regreso a mi casa,
encontrando las calles repletas de gente otra vez y con coches en marcha.

Como siempre.
puntos 438 | votos: 458
Ya que hacemos algo, - hagámoslo bien.
puntos 19 | votos: 19
Aveces ahy que apagar - los sentimientos, hieren demasiado sin razon.

puntos 651 | votos: 663
Hay tantas - formas de morir, y solo una de venir al mundo.
puntos 1 | votos: 1
Quiero que el incio - de esa relación nunca termine. Que siempre siga viva esa llama que
desprendían tus pupilas diciendome con la mirada lo mucho que me
amas. Quiero llenarte el corazón con una simple sonrisa y vagar por
tu mente el día en que no esté presente. Añoro una larga y cálida
despedida tras el final de el día y rezo por no caer jamás en la
rutina. Ansío vivir con ilusión cada instante a tu lado y que cuando
vengas a verme sea porque lo deseas sin obligación alguna. Que
pienses en mi como yo pienso en ti, que se nos pasen las horas volando
y no dejemos atrás ese lado romántico.
No quiero ni rosas, ni regalos ni bombones. Tampoco quiero ser el
centro de tu universo... Solo te pido que nunca dejemos que esto
marchite y que vivamos el día a día como si fuera el primer y
último que pasamos juntos.
puntos 6 | votos: 6
Como que el físico vende, - como follar sin sentimiento, porque tiene unas tetas enormes, amarás
a ese cuerpazo hasta que el tiempo lo deforme.
puntos 18 | votos: 18
Yo es que la decencia - la considero un defecto.
puntos 23 | votos: 23
Pensamientos internos - que actúan como cuchillas en mi cerebro
deshilando los pocos lazos de cordura que llevo dentro.

puntos 8 | votos: 8
desmotiva : - ver por la ventana y darse cuenta que ahora le dan mas importancia al
fisico que a los sentimientos
puntos 13 | votos: 13
Ójala el IVA - se añadiera también a la nota de los exámenes..
puntos 11 | votos: 11
Si tu no sueltas prenda, - tendré que acabar por quitartela.
puntos 12 | votos: 12
Me siento incompleta, - no por tu ausencia sino por el atraco de mi felicidad.
puntos 11 | votos: 11
Tengo la manía de sonreir - incluso en los peores momentos.

puntos 14 | votos: 14
Cuando las montañas se mezan - con el viento y el río calle para oír la más bella canción el
mundo comprenderá que no es eterno, que el llanto no es más que un
eco y que la lluvia sigue al sol.
puntos 30 | votos: 30
Sólo en una ocasión - se le puede dar la espalda a un compañero: cuando vas a cuidarle la suya.
puntos 407 | votos: 413
Que te paguen lo que tu hiciste - con la misma moneda y comprender como se tuvo que sentir esa persona.
puntos 32 | votos: 32
Los mejores regalos - son aquellos en los que gastas tu tiempo, no tu dinero.
puntos 81 | votos: 83
Me gustas -

puntos 10 | votos: 10
Tú que siempre fuiste mi vida - y la razón de mis latidos,
de un amor que existirá,
de cada beso prometido,
detrás de cada lágrima
se halla una sonrisa,
unas miradas furtivas
que dan paso a las caricias,
abrazados nos viste la noche,
las estrellas nos miran
y la luna celosa se pone,
será porque tiene envidia
al no poder sentir tu roce
al no sentir esos labios que suspiran
puntos 19 | votos: 19
Creo que con el paso del tiempo - me he vuelto demasiado complicada.
puntos 6 | votos: 8
YAYAYAYAYAYAY - gringos
puntos 12 | votos: 14
Hoy cumple años - el mayor putón que os podáis imaginar: mi manito, nachiMrcorn.
Que en realidad tiene poco de putón, pero bueno.
QUE TE HACES QUERER MUCHO, HOSTIA.
Y por eso te tengo que felicitar por tu cumple.
F E L I C I D A D E S
Pásalo muy bien hoy, que es tu día y te lo mereces.
Cada día eres más viejo verde, me mirarán peor aún cuando esté contigo por la calle.
Ya te daré un litro de cloroformo como regalo cuando te vea.
Y eso, cómeme el coño.




Manitos forever (L)
puntos 29 | votos: 29
Hola, me presento: - Me llamo Miedo. Ah, espera... yo a ti te conozco, ¿tú a mí
también, verdad? Sé que no te caigo muy bien, pero tranquilo, no
eres el único.
Soy inoportuno y cabrón, pero no puedo evitarlo. Me apodero de ti en
algunos momentos y en ocasiones durante demasiado rato.
Tengo el 75% de victorias contra tu mente, porque no luchas. Y ya
sabes lo que dicen: si no luchas ya estás perdido. 
Te jode cuando llego, no me quieres ni ver, y lo entiendo. Pero no te
das cuenta de que soy un reto. Mi objetivo es hacer despertar algo en
ti. Lúchame un poco, joder. Atrévete a vencerme. Si tienes confianza
en ti te aseguro que soy fácil de derrotar.
Imagina que estás en un videojuego y yo soy el monstruo final.
¿Qué? ¿No vas a luchar contra mí? ¿No quieres ver qué te espera
si logras abatirme? Pues entonces eres un cobarde de cojones. Ya no me
gustas. Pero si por otro lado lo intentas, entonces, podría decirte
que me encantas. Me encantas tú y tu actitud. Quizás hasta me deje
ganar.

Oye, que a lo mejor no es fácil poder conmigo, pero te prometo una
recompensa si lo haces: ganes o no, te sentirás mejor contigo mismo,
¿sabes por qué? Porque el peor resultado que puedas obtener es mucho
mejor que no haberlo intentado nunca.

puntos 19 | votos: 19
En efecto. - Somos un par de viciosillas.
puntos 10 | votos: 10
Exacto. - Lo abrió.
puntos 16 | votos: 16
Me niego a empequeñecer - estos delicados sentimientos a través de inadecuados esfuerzos por
capturarlos en palabras.
puntos 16 | votos: 16
No es necesario creer - en algún tipo de maldad dentro de lo paranormal
El ser humano ya es capaz de esa maldad por sí mismo
puntos 10 | votos: 10
Guardo tus fotos - y tus cartas vacías llenas de palabras que solo mentían.

puntos 25 | votos: 25
-Elefante, elefante, ¿Por qué - tienes esos ojos tan grandes?
-Para verte mejor
-Elefante, elefante,¿Por qué tienes esas orejas tan grandes?
-Para oírte mejor
-Elefante, elefante, ¿Por qué tienes esa trompa tan grande? 
-Para... en fin, acércate y te lo demuestro
puntos 11 | votos: 11
Había una vez... una vez - que a fuerza de ser contada se repitió tantas veces...
que se volvió realidad.
puntos 13 | votos: 13
Amigos que actúan de un modo - tan estúpido que no sabes si están actuando o de verdad son retrasados.
puntos 11 | votos: 11
Sí, puede que sea un poco rara, - y quizás sea eso lo que me hace ser especial. Me gustan las personas
que me hacen reír, y la sinceridad. Odio los días de lluvia, aunque
me gusta cuando llueve y huele a césped mojado, adoro el sol, me
gusta andar descalza por la playa, odio los sabelotodos, la
prepotencia y la gente que se cree superior. Adoro comer chocolate e
ignorar sus calorías. Me gusta comportarme como una niña, y que
entren en mi juego. Me gusta la sencillez, y que me entiendan con una
mirada. Odio que me vean llorar, excepto si se trata de mi almohada,
odio la pregunta ¿estás bien? cuando saben que no lo estás. Odio la
gente que dice te quiero y no te lo demuestra, que sonríe, pero
piensa que eres gilipollas. ¿Y qué? las personas que me quieren, me
quieren de verdad, con mis virtudes, y valorando mis defectos, y es
que no soy normal, y me enorgullezco de ello.
puntos 8 | votos: 8
No te engañes. - Los verdaderos monstruos no se esconden debajo de camas, se enconden
debajo de pieles.

puntos 41 | votos: 45
No hace falta tener al lado - a una persona para quererla con todo tu corazón.
puntos 14 | votos: 14
No sabes lo que cuesta encontrar - a alguien diferente entre tantos jodidos clones.
puntos 12 | votos: 12
Una historia al revés cuento - el principio es el final,
leída de abajo a arriba,
al derecho debe estar
acabose esta historia
se acerca ya el final.
Una fatídica muerte,
una grave enfermedad
todo esto causado por
algo que él no va a escuchar,
su mujer que vuelva implora,
como un alma al desgarrar,
da un sollozo interminable,
que su mujer da al cantar
que fue una trágica muerte
se habla en la vecindad,
un amor adolescente,
que hoy da a acabar
se habla por todos lados
que acaba de empezar,
una historia triste cuento
puntos 20 | votos: 20
Fue como volar. - Volé dentro de cuatro paredes, atravesé a una de ellas, y era
cristalina. 
Cerré los ojos, creé mis propias alas y volé.
Sin prisa y mirando hacia abajo, viendo todo lo que dejaba atrás, y
mirando hacia arriba, viendo todo lo que tenía por llegar.
Sentí que crecía más a cada segundo y que la tierra se me quedaba
pequeña.
Volé más y más, el cielo ya estaba a cientos de kilómetros de mí.
No había nada ni nadie por encima de mi cabeza.
Por un momento llegué a sentirme inalcanzable y alejada de todo.
Lo único que cabía en mis pensamientos era yo.
Sin circunstancias.
Tan solo era yo, hasta que abrí los ojos.
Volvía a estar entre cuatro paredes.
Sin alas y con todo un mundo por encima de mí.
puntos 382 | votos: 398
Ese momento de sorpresa, - al encontrarte con un amigo en algún lugar donde  nunca pensarías que el fuera.

puntos 7 | votos: 7
Es tonto exigir respeto - Cuando nunca se ha hecho algo para ganarlo.
puntos 12 | votos: 12
Me hablaron tan mal de ti - que me apeteció conocerte.
puntos 664 | votos: 684
Sabes que tienes confianza - con alguien cuando al preguntarte que tal estás le puedes decir que mal.
puntos 7 | votos: 7
¿Cuál es tu mayor deseo? -
puntos 21 | votos: 21
Soy muy pacifica, - pero te cosía la boca a hostias.

puntos 14 | votos: 14
La igualdad - es algo que creó el ser humano para soñar con ella.
puntos 72 | votos: 72
La igualdad probablemente - sea un derecho, pero por mucho que se intente ningún humano 
podrá jamás convertirla en un hecho
puntos 472 | votos: 488
Eres como una jodida tarta - envenenada, el placer que me da probarte no quitará que acabe haciendome daño.
puntos 9 | votos: 9
Puedo escribir los versos - más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo:  La noche está estrellada, 
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos. 

El viento de la noche gira en el cielo y canta. 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. 

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. 
La besé tantas veces bajo el cielo infinito. 

Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. 

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. 

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como pasto el rocío. 

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche está estrellada y ella no está conmigo. 

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. 

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. 

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. 
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. 

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
mi alma no se contenta con haberla perdido. 

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
puntos 11 | votos: 13
Somos - como grandes cajas de resonancia en las que los recuerdos actúan como
los sonidos que hay en su interior. Viajan entre sí, chocan unos con
otros y se superponen entre ellos. Algunos son más agudos y otros
más graves, algunos son agradables de escuchar y otros no tan
agradables, pero todos acaban en una fusión común para salir al
exterior, formando un compás imperfecto que se llama yo.





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