En Desmotivaciones desde:
24.03.2012
Última sesión:
Votos recibidos:
bueno▲ 13 | ▼malo 1
LOS MEJORES CARTELES DE
abrazos alegria alma amigos amistad amor animales anime arte ausencia ayuda besos bogota caracter casa celos cine comida confianza corazon chiste criticas debilidad deportes desamor deseos desmotivaciones destino dinero dios distancia dolor dormir enemigo enfados escuela espana esperanza examenes facebook fail familia felicidad fiesta filosofia fisico frases futbol gatos graciosas guerra hipster historia humor ideas idioma ignorancia imaginacion imposible infancia internet libertad literatura llorar locura madre madurar memes mentira mexico miedo motivaciones muerte mujer mundo musica naruto naturaleza navidad obstaculos odio olvidar padre padres pasado pensamientos pokemon politica problemas promesas recuerdos religion risa rock sentimientos sexo silencio simpsons sociedad soledad sonrisa sueños tatuajes tetas tonto trabajo tristeza tuenti verano vida videojuegos
Número de visitas: 11464034279 | Usuarios registrados: 2057628 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8002058, hoy: 9, ayer: 33
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲
Carteles en la página: 8002058, hoy: 9, ayer: 33
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲
conexión, éramos sonrisas que nadie
entendía. Y que nadie podría haber evitado,
claro. Éramos tardes de
risas, cosquillas y algún que otro te quiero que
nunca tuvimos la
maldita valentía de decirnos. Éramos miradas
llenas de complicidad,
éramos algo tan difícil de explicar que
tú jamás supiste
comprenderlo del todo. Éramos la risa más
libre que he escuchado,
éramos un perdóname de esos que no
decíamos después de cada pelea.
Y es que éramos capaces de enfadarnos por cualquier
cosa y olvidarlo
como si no hubiera pasado nada a los cinco minutos. Solo
porque
necesitábamos volver a sentir el cariño del
otro. ¿Sabes cuál es
el problema? Que esto es lo que éramos.
Pretérito. Pasado. Y el
pasado es algo que, por definición, no vuelve. Por
mucho que cierre
los ojos con fuerza cada noche, esperando que al abrirlos me
despeine
el remolino de tu pelo. Ya no sé quien tuvo la culpa
de los dos,
aunque tal vez los dos fuimos culpables. Pero todos lo
dicen, todos se
extrañan al ver que hemos perdido aquella
complicidad, al notar que
solo somos dos extraños que se esquivan para evitar
que duelan los
recuerdos. :´(
Éramos conexión, éramos sonrisas que
nadie
entendía. Y que nadie podría haber evitado,
claro. Éramos tardes de
risas, cosquillas y algún que otro te quiero que
nunca tuvimos la
maldita valentía de decirnos. Éramos miradas
llenas de complicidad,
éramos algo tan difícil de explicar que
tú jamás supiste
comprenderlo del todo. Éramos la risa más
libre que he escuchado,
éramos un perdóname de esos que no
decíamos después de cada pelea.
Y es que éramos capaces de enfadarnos por cualquier
cosa y olvidarlo
como si no hubiera pasado nada a los cinco minutos. Solo
porque
necesitábamos volver a sentir el cariño del
otro. ¿Sabes cuál es
el problema? Que esto es lo que éramos.
Pretérito. Pasado. Y el
pasado es algo que, por definición, no vuelve. Por
mucho que cierre
los ojos con fuerza cada noche, esperando que al abrirlos me
despeine
el remolino de tu pelo. Ya no sé quien tuvo la culpa
de los dos,
aunque tal vez los dos fuimos culpables. Pero todos lo
dicen, todos se
extrañan al ver que hemos perdido aquella
complicidad, al notar que
solo somos dos extraños que se esquivan para evitar
que duelan los
recuerdos :`(