En Desmotivaciones desde:
21.11.2013

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puntos 14 | votos: 14
El miedo fue el que me convenció - para que me quedara esperando, y el cariño es el que hace que me
mantenga.
puntos 18 | votos: 18
Quienes se esconden en su interior - terminan siendo prisioneros de sí mismo.
puntos 12 | votos: 16
La oruga es el perfecto ejemplo de - que debemos rodearnos con aquello que nos mejorará.
puntos 6 | votos: 6
Días en los que no estás - para aguantar tonterías, y se lo haces notar a la gente.
puntos 29 | votos: 29
No escucho nada, - parece que se ha roto...

puntos 20 | votos: 20
A la hora de criticar algo - debemos fijarnos antes en si el peso de nuestros argumentos será mayor
que el de su mérito.
puntos 5 | votos: 5
Puedes cerrar tus ojos - A las cosas que no quieres ver, pero no puedes cerrar tu corazón a
las cosas que no quieres sentir.
puntos 10 | votos: 10
Pide una rubia y asunto arreglado. -
puntos 9 | votos: 13
Cuando eres - inmune a la inteligencia
puntos 9 | votos: 9
...o más. -

puntos 9 | votos: 9
¡Dale! -
puntos 4 | votos: 8
Ese momento - en el que deseas llamar la atención frente a otra persona.
puntos 5 | votos: 7
Alien 9 (1998) - Hitoshi Tomizawa
puntos 8 | votos: 12
Hay quienes deben cargar - con el nombre del pecado por el bien de aquellos a los que más quieren.
puntos 19 | votos: 19
20.11.2016 - Y ya aquí... quién me iba a decir a mí aquel 29 de marzo,
que me convertiría en el primer usuario en tener 7000 carteles.

Quién me iba a decir a mí que una web a la que entraba por curiosidad,
me iba a dar tanto. 

Quién me iba a decir a mí que conocería a gente tan genial, que pasaría
tantos años aquí dentro, que me daría forma a mí mismo, que reiría tanto,
 me frustraría, filosofaría, sufriría y pensaría... en definitiva, que sentiría
tanto. Quién me iba a decir a mí que me lo llegaría a pasar tan bien;
que crecería tanto.

Quién me iba a decir a mí que viviría tanto una web, que casi 6 años
después, sería una parte indispensable de mi vida.
Una vida que en ese tiempo cambió demasiado, pero que,
entre otras cosas, gracias a una web y a la ventana que representa,
no se vino abajo.

Da igual quién me lo hubiese dicho, porque seguramente
no le habría creído.

Gracias a todos.

puntos 19 | votos: 21
Tras dos años en desmo - logra alcanzar el puesto 58.


Le degradan al puesto 133.
puntos 7 | votos: 9
A veces un simple detalle - acaba siendo clave para evitar un mal desenlace.
puntos 12 | votos: 16
Para tener un pleno derecho - sobre las oportunidades, antes debe haberse invertido un 
mínimo de esfuerzo.
puntos 7 | votos: 9
Desnaturalizado. - Cae el ocaso 
en el corazón 
del hombre.
Levitan las nubes
por debajo de 
su mente.
La tierra de ahora,
que lo vio nacer,
se muere.
puntos 7 | votos: 11
El comentario hecho imagen. -

puntos 10 | votos: 10
El mundo no está en peligro - por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
puntos 15 | votos: 17
Aquí donde lo ves - tienes el primer cartel 7575 de la desmohistoria.
puntos 6 | votos: 10
Soy como soy, soy como el viento. - Soy una pequeña estrella en el mar de tus pensamientos.
puntos 8 | votos: 10
-Techo de Cristal- - Llega un momento en que algo dentro de nosotros hace clic y empezamos
a ser conscientes realmente de las cosas,
es como si en un segundo todo cobrase sentido.
A este fenómeno yo le llamo rotura del techo de cristal.

Recuerdo que entonces yo vivía en una inconsciente e ignorante
felicidad, aunque he de decir que no lo sabía. Aunque a veces me
sintiese realmente deprimido o chafado, en realidad, eso no era nada.
Como digo, era feliz, pero no lo sabía, lo supe tiempo después y
maldecí mil veces no haberme dado cuenta en su momento, sumido como
ya he dicho en mi ignorancia inconsciente.

Todo cambió un día de repente, lo recuerdo muy bien, era primavera,
pero aún hacía algo de frío, por aquél entonces tenía 16 años,
esa extraña época en la que ya no eres un niño, pero estás muy
lejos de ser aún un hombre.

Acababa de salir de clase, había tenido educación física y sudaba a
mares, sentía mucho calor, pese a que como he dicho, recuerdo que ese
día hacía frío, pero es que la clase había sido bastante intensa,
habíamos corrido prácticamente toda la hora, intercalando la carrera
con flexiones, lo cual es a ojos vista, agotador, más si tenemos en
cuenta que yo nunca he tenido (y en aquella época aún menos) lo que
suele llamarse “buena forma física”. Así pues, estaba agotado.
 
Aquél día, como tantos otros, no había podido declararme a la chica
que me gustaba en ese entonces, se llamaba Lucía. 
Recuerdo que llevaba tiempo obsesionado con la idea de pedirle que
saliese conmigo, pero nunca me atrevía a ello. 

Lucía no era ni mucho menos la chica más guapa de la clase, de
hecho, mis compañeros solían decir que era bastante fea, aunque a
mí no me parecía que lo fuese en absoluto. 

Tenía algo que  me obsesionaba , aunque ni yo mismo sabría decir de
qué se trataba exactamente.

Mis amigos no entendían esa atracción que sentía por ella, de hecho
cuando les hablé de ello se rieron con ganas, pero eso no me quitó
la idea de la cabeza, de hecho, secreta y extrañamente esta se
reafirmó, como si llevar la contraria a mis amigos fuese un aliciente
más para pedir a Lucía que saliese conmigo.
Sin embargo, por más que en mi cabeza me imaginase la situación una
y otra vez y fuese ideando la forma perfecta de hacerlo, nunca se
atrevía a dar el paso, dicha situación suponía un fracaso para mí,
un fracaso que me pesaba como una losa y que me hacía sumirme en una
depresión continúa.

Por más que intentase reunir fuerzas para ello siempre acababa por
abandonar la idea, entretanto seguía sin saber a qué se debía mi
obsesión. ¿Sería la forma en que me miraba con esos hermosos y
profundos ojos verdes que tanto me tenían cautivado? Cuando nuestras
miradas se cruzaban por casualidad, cosa que ocurría un par de veces
al día, sentía que el corazón se me aceleraba, como si de un
caballo desbocado se tratase.

La verdad, es que yo mismo era responsable en parte de que nuestras
miradas se juntasen con una frecuencia tan alta, bueno, en realidad si
se piensa bien, dos veces al día no era tanto, aunque a mi me lo
parecía, era lo suficiente, al menos al principio, para estar feliz
durante el resto del día, esa mirada hacía que mi vida cobrase
sentido, esa mirada que hacía también que me obsesionase con Lucía
y que muchas veces no me dejaba dormir o me visitaba en sueños.

Pues bien, digo que en parte era responsable de esa situación,
porque, cuando a mitad de curso la profesora nos propuso cambiar de
sitio, yo tuve claro que me sentaría lo más cerca posible de ella y
por supuesto, así lo hice. He de confesar que hubiese preferido
sentarme a su lado, ese era mi secreto deseo, pero pensándolo bien,
quizás no hubiese sido una gran idea, pese a que en aquél entonces,
pensaba lo contrario.

Me hubiese sentido incomodo y de seguro mis notas hubiesen caído en
picado y mi obsesión por ella se hubiese multiplicado, además, lo
más posible es que ni teniéndole a mi lado le hubiese llegado a
decir nada, de hecho puede que dicha situación, lo hubiese hecho
mucho más difícil.

De todos modos, aunque hubiese querido, no hubiese podido sentarme a
su lado, ya que ella y su mejor amiga Sofía, a la que yo detestaba,
se sentaron juntas antes casi de que la profesora anunciase el cambio
de sitios. ¿Por qué detestaba a Sofía? En aquél momento no lo
sabía bien, del mismo modo que no sabía tampoco porque me gustaba
Lucía, aunque a diferencia de este segundo caso, si he llegado a
saber el porqué.

Sofía no era una chica poco agraciada, de hecho, era bastante mona,
según mis compañeros mucho más que Lucía, aunque desde luego, yo
disentía completamente en ese punto, enamorado como estaba de esta
última, sí, sin duda estaba enamorado, aunque en aquél momento, ni
siquiera eso sabía. Lo cuál es comprensible si tenemos en cuenta que
era la primera vez que sentía algo semejante.

Como he dicho, Sofía era muy mona, aunque su risa, que para muchos
era encantadora, a mi me resultaba estridente y me sacaba de quicio,
quizás los que la encontraban encantadora estaban obsesionados con
ella, no lo sé, sin embargo, no era eso lo que me hacía odiarla, no
estaba seguro de que se trataba pero ahora lo sé con toda seguridad.
Sentía una envidía terrible por ella.

Siempre estaba con Lucía, hablaban, se reían, se sentaban juntas,
iban juntas a comer, al cine, a la peluquería, de compras...
¡Incluso tenían la costumbre de cogerse de la mano!
Sofía hacía con Lucía, todo (o casi todo) lo que yo quería hacer,
lo que soñaba cada noche e imaginaba varias veces a lo largo del
día. Cómo me hubiese gustado poder estar tan cerca de Lucía como lo
estaba Sofía, sí, por eso la odiaba.

Pues bien como no pude sentarme mesa con mesa con Lucía, ya que como
he dicho eso lo hizo Sofía, me senté detrás de ella, así que
cuando ella se daba la vuelta para buscar algo en su mochila, para
pasarme una hoja que acababa de repartir la profesora o por cualquier
otra razón, nuestros ojos se encontraban y como ya he dicho, mi
corazón se aceleraba, como un caballo desbocado.

Tenía la sensación de que latía tan fuerte que debía de oírse,
como un eco, retumbando por lo largo y ancho de la clase, pero
obviamente no era así, supongo que siempre he sido un exagerado
cuando se trata de estas cosas y por eso mismo, otras veces, pensaba
que que latiera tan deprisa se debía sin duda a alguna grave
patología, supongo que además de exagerado soy ( o era) algo
hipocondriaco.

Otra cosa que me atraía de Lucía era que teníamos gustos similares,
o al menos esa sensación me daba al observarla y escucharla, le
gustaba leer casi tanto ( o más) como a mí, de hecho le gustaban el
mismo tipo de libros, el mismo tipo de historias, gustos un tanto
inusuales para una mujer, al menos desde mi punto de vista de aquél
entonces. “El Señor de los Anillos”, “Dragonlance”, “Las
crónicas de la Torre” sin duda no eran el tipo de libros que una
chica de 16 años suele leer (o eso creía yo).

Por supuesto leía otros libros más comunes en ese amplio grupo
poblacional que son las chicas de 16 años, como por ejemplo “Las
Crónicas de Narnia” o “Harry Potter”. Pero esos también eran
libros que a mi me gustaban mucho, digo que eran más comunes entre
las chicas que los anteriores, pero es que son ese tipo de libros que
triunfan entre ambos sexos en una época determinada y aquella era esa
época. O mejor dicho, parte de esa época.

Pese a no saber que era exactamente lo que sentía por ella, mi
obsesión no disminuía sino que aumentaba a cada día que pasaba como
si de una peligrosa adicción se tratase ( y de hecho puede que lo
fuese de alguna forma).Pensaba en ella todo el tiempo, tal era mi
obsesión, era mi primer pensamiento al levantarse y el último antes
de quedarse dormido y siempre, siempre, soñaba con ella por las
noches.

Pues bien, fue ese día como he dicho, volviendo yo hacia casa agotado
tras una clase de educación física especialmente intensa cuando mi
visión del mundo y de la realidad cambio, se vio alterada para
siempre, como si alguien retirase de pronto el velo de mis ojos y me
permitiese ver como era todo realmente.

Estaba yo sumido en mis cavilaciones, quejándome internamente de la
dureza de la clase, reprendiendome por no haber sido capaz de
declararme tampoco ese día, igual que el día anterior y el anterior
a éste. Caminaba sumido en mis pensamientos con la cabeza gacha, iba
tan ensimismado que casi choco con una pareja de mi misma edad que se
estaban besando apasaionádamente, los esquive de milagro.
Y entonces, mi corazón dio un vuelco y todas mis esperanzas se
consumieron como un papel untado en gasolina que se acerca a las
llamas. Fue en ese preciso momento cuando algo dentro de mi se
rompió, cuando me quitaron el velo y cambió mi visión de todo
cuanto me rodeaba.
Y es que la pareja a la que casi arrollo en mi inconsciente caminar
estaba formada por Lucía y un pedante compañero de clase al que yo
detestaba especialmente, o tal vez, empecé a detestarlo en ese
momento, no estoy seguro de ello. Sea como fuera, este hecho, ver a mi
amada, con la que soñaba cada día despierto y dormido por igual, en
los brazos de otro, fue para mí un golpe determinante.

Por primera vez me di cuenta de lo feo y cruel que era el mundo, es
verdad que muchas veces había visto tragedias mucho peores que esa a
través del televisor, de hecho comparado con cualquiera de dichos
hechos lo mío era más que insignificante. Sin embargo supongo que la
distancia y la pantalla había producido que tales acontecimientos
pareciesen a mis ojos lejanos 
y en cierto modo irreales.

Sin embargo, esa otra pequeña tragedia, enorme para mí en ese
momento, me hizo despertar de ese sueño feliz en el que me hallaba
sumido, disipó de golpe toda esperanza de estar con Lucía, mi enorme
obsesión perdía su sentido y como esta llevaba tiempo ocupando mis
pensamientos por completo era como si toda mi vida hubiese perdido de
golpe el sentido.

Y de pronto todas esas catástrofes que había visto a través de la
pantalla se mostraban más reales y cercanas que nunca, como si por
fin ahora tiempo después comprendiera lo que mis ojos habían visto a
través del televisor.

Fue ese minúsculo acontecimiento el detonante de todo aquello, la
explosión que reventó el techo de cristal que me aislaba de la
realidad y disipó la alegre y despreocupada esperanza que en mi
inocente ignorancia había ido pintando en aquél techo de cristal.

Y ahora que ya no había ningún techo, podía ver por fin el cielo,
un cielo feo, rebosante de nubarrones grises y negruzcos, un cielo muy
diferente de aquél esperanzador cielo azul brillante que se veía
tras el techo de cristal, pero ese cielo ya no existía.
¿Volvería alguna vez?
puntos 6 | votos: 6
Por lo que si planeas ser un Ditto, - asegúrate de que ambos sepáis usar protección.

puntos 13 | votos: 15
Espera a conocer Dr. Slump. -
puntos 3 | votos: 5
Cuando le pides a un usuario - específico que te proponga los carteles porque nadie más lo haría
puntos 5 | votos: 5
Alguien - llevan demasiado tiempo esperando.
puntos 7 | votos: 9
Cuando al fin ligas. -
puntos 14 | votos: 14
La vida consigue que pierdas - el interés por las personas.

puntos 7 | votos: 7
Cuando ya solo quieres - que los usuarios se marchen de la web y así muera por sí sola.
puntos 14 | votos: 14
Lo que otros verán - como nuestras virtudes, para nosotros pueden ser más una maldición.
puntos 10 | votos: 12
Siempre ha habido malas manos, - las de aquellos jugadores que no saben ganar sin sus cartas.
puntos 10 | votos: 12
Hay gente que para disfrutar - se olvida de que existen los términos medios.
puntos 28 | votos: 28
La confianza es aquello que puede - tardar mucho en conseguirse pero que en apenas segundos puede llegar a
perderse.

puntos 18 | votos: 20
El miedo puede ser un sentimiento - poderoso y fácilmente difundido por aquellos que intentan utilizarlo
para su propio beneficio.
puntos 15 | votos: 15
Qué triste es que aquello que - merece permanecer sea lo más frágil.
puntos 20 | votos: 32
Por eso odio las matemáticas. -
puntos 13 | votos: 17
Las personas no saben nada, - ni siquiera saben que no saben nada
puntos 20 | votos: 20
Las cosas van mal - pero con un poco de paciencia pueden ir peor.

puntos 10 | votos: 10
He visto todo en esta vida, - pero un corolla fumando y usando un palo de selfie es la primera vez.
puntos 7 | votos: 9
I am your waifu. - Trust me.
puntos 5 | votos: 5
Ponerse en forma - y motivarse al llegar al gym
puntos 8 | votos: 8
Ven moza, que tengo datos. -
puntos 10 | votos: 10
Comer a toda prisa el almuerzo - porque llegas tarde a clase por culpa de uno de tus amigos.

puntos 7 | votos: 7
Shie! -
puntos 12 | votos: 12
Haz de cada oportunidad - un intento.
puntos 9 | votos: 9
Una reunión no es una reunión - hasta que no hay de por medio una discusión.
puntos 30 | votos: 30
...Ojos Que No Ven... - ...Hostia Que te Metes...
puntos 4 | votos: 6
Cuando te intentas columpiar mucho - con una frase, pero el resultado es un total desastre.





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