En Desmotivaciones desde:
05.03.2011

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 364 | malo 16

puntos 10 | votos: 10
Ese dolor en el pecho - que nos produce escuchar las 4 peores palabras del mundo : Tengo que
hablar contigo.
puntos 6 | votos: 6
Que la envidia de los demás - Sea tu máxima Motivación.
puntos 17 | votos: 17
Cada arruga - Es un historia por contar.
puntos 6 | votos: 6
Diferencia Guiri-Español - Pedazo de foto                 |                  Foto tuenti
puntos 8 | votos: 8
Escribir por primera vez - Una contraseña para crearte una cuenta; tan rápido, que no te fíes
de ti mismo y acabar por borrarla y escribirla de nuevo lentamente.

puntos 11 | votos: 13
Que se acerquen los días de clase - y empezar a ver compañeros tuyos por todos lados.
puntos 9 | votos: 9
Te quiero, te hablo, - pero no me haces ni puto caso
puntos 9 | votos: 9
Nubes - que nos abre la imaginación
puntos 2 | votos: 12
Tienes una mirada tan dulce... - Que te chuparía un ojo :$
puntos -3 | votos: 5
frikis - cada dia nos sorprenden mas

puntos 2834 | votos: 3502
Google - El séptimo día Dios creó GOOGLE y dijo quien busca 
encuentra
puntos 20 | votos: 24
Ese silencio - Incómodo entre canción y canción.
puntos 12 | votos: 12
Amigos - que sin ellos,  no seguiría viviendo... :)
puntos 11 | votos: 11
Lenguas de gato - Jamas las volverás a ver igual
puntos 12 | votos: 12
A todos los imbeciles - Que se pasan el dia tocándonos las narices a los otakus por nuestros gustos.
Prefiero reaccionar así que mosquearme

puntos 12 | votos: 12
Bésame - Como si el mundo se acabara después
puntos 15 | votos: 17
Tuve  - tu cuerpo durante un día, y ahora soy feliz.
puntos 9 | votos: 9
Quien no ha soñado nunca - con vivir una historia de amor como esta ? que pena que solo sea un
sueño y esta historia un libro...
puntos 18 | votos: 18
Yo también - Pienso que esta gente no existe
puntos 2344 | votos: 2380
Empezar a ver... - Una película o una serie, y que la gente decida hablarte
justo en ése momento.

puntos 12 | votos: 14
Compresas de Pikachu - Por que las frikis también tienen derecho a llevarlas.
puntos 5 | votos: 5
Derramar lágrimas  - por aquella persona  y  después sentirte estupid@
puntos 26 | votos: 26
Me llamo Ann - y quiero compartir mi historia. Hace meses, conocí a un chico de
Canadá del que me enamoré perdidamente. El es miembro de la tribu
ojibwa, una tribu india nativo americana. Nos enamoramos y empezamos
una relacion sin preocuparnos por la diferencia racial. Vivimos muchos
momentos felices juntos...eramos perfectos. Este verano, y trayendo a
su madre, que desconocía nuestra relacion, vino a España. Su madre,
y sin saber mi nombre, nos vio juntos y al segundo día me espero
donde quede con el y amenazo llamándome blanca de mierda. Pasaron 3
semanas desde lo sucedido y cuando volvió a Canadá cambio
totalmente, me hacia sufrir, nos peleábamos, no era el. Ayer termino
la relación. Tenemos que estar con personas de nuestra misma raza.
eso es lo único que me dijo. Desmotiva que el racismo y el odio
irracional de una madre separe a dos personas que se quieren. Espero
que nunca le pase lo mismo a nadie. De verdad lo espero.
puntos 13 | votos: 13
Canciones - que sólo escuchas si salen el la reproducción aleatoria.
puntos 9 | votos: 9
Chuck Norris... - Es capaz de rallar el diamante, 
Sabe el final de Lost ,
Puede ver con los ojos cerrados,
Puede respirar debajo del agua y del fuego ,
Puede hablar en braile,
No lleva reloj , decide que hora es,
Puede dividir entre ceros,
Va al Burger King , pide un Big Mac y se lo dan,
No lo considera sexo si la mujer sobrevive, 
Vende su orina con el nombre de REDBULL,
Usa papel de lija como servilletas,
Puede oír el silencio,
Perdió la virginidad antes que su padre. 
Entonces, ¿ Quien es tu Dios ahora?

puntos 15 | votos: 15
Dejar sucias las gafas - por pereza a limpiarlas.
puntos 14 | votos: 14
¿Sabías que  - Naruto y Bleach sólo existen por que este tío es tan vago 
que no quiso denunciar los plagios?
puntos 86 | votos: 1174
Tener ganas de cogerla - Atarla por el cuello y dejar de sufrir :(
puntos 10 | votos: 10
Esas películas que - te dejan los ojos llenos de lagrimas...
puntos 14 | votos: 14
Todos somos distintos - pero no por eso debemos discriminar, ya que tu también lo eres.

puntos -2 | votos: 6
Cuando Duele Mirar - atrás, y tienes miedo de ver al frente; Puedes ver a tu lado, y tu
mejor amigo estará allí ♥
puntos 13 | votos: 13
Es la calidad de las convicciones - y no el número de seguidores lo que determina el exito.
-R.J. Lupin-
puntos 1 | votos: 5
Antes sólo pensaba en tí - y ahora tu te vas sin mi.
puntos -15 | votos: 21
Mhi hamijo ke keria 20 botos - Bio ke lho konseji, ah shi ke lla hesta su kara
puntos 9 | votos: 9
Jajajajaja he atropellado un cani - ahora versión Google.

puntos 12 | votos: 12
Voy a enterrar, - todos esos horribles recuerdos en mi caja de Pandora.
Y a sacar la esperanza para seguir adelante.
puntos 13 | votos: 13
Y entónces - se preguntan la razón de la Anorexia.
puntos 23 | votos: 23
En el dentista: - -Dentista: ¿Te duele?
-Yo: jabskddsakl
-Dentista: Muy bien
puntos 57 | votos: 59
Harry Potter - Defendimos la PIEDRA, encontramos la CÁMARA, liberamos al PRISIONERO,
fuimos escogidos por el CÁLIZ, peleamos junto a la ORDEN, aprendimos
del PRÍNCIPE y dominamos las RELIQUIAS. 
Gracias por experimentar todas estas aventuras conmigo.
puntos 18 | votos: 20
Yo soy ralph -

puntos 27 | votos: 27
Contestaciones que se te ocurren - cuando la pelea ya ha acabado.
puntos 9 | votos: 11
No importa cuanto cueste algo - lo seguiré intentado hasta el final.
puntos 8 | votos: 8
Jumpstyle - MOTIVA
puntos 25 | votos: 25
La fabula de los tres hermanos - Había una vez tres hermanos que viajaban al atardecer por un camino
solitario y sinuoso. Con el tiempo, los hermanos alcanzaron un río
demasiado profundo para vadearlo y demasiado peligroso para cruzarlo a
nado. Sin embargo, estos hermanos habían aprendidos las artes
mágicas, y con el sencillo ondear de sus varitas hicieron aparecer un
puente sobre el agua traicionera. Iban ya por la mitad del puente
cuando encontraron el paso bloqueado por una figura encapuchada. Y la
muerte les habló. Estaba enojada porque le hubieran sido escatimadas
tres nuevas víctimas, ya que los viajeros normalmente se ahogaban en
el río. Pero la Muerte era astuta. Fingio felicitar a los tres
hermanos por su magia, y dijo que cada uno de ellos había ganado un
premio por haber sido lo suficientemente listos como para engañarla.
Así el hermano mayor, que era un hombre combativo, pidio la varita
más poderosa que existiera, una varita que ganara siempre en los
duelos para su dueño, ¡una varita digna de un mago que había
vencido a la Muerte!.
Así la Muerte cruzó hasta un viejo árbol de Sauco en la ribera del
río, dando forma a una varita de una rama que colgaba, y se la
entregó al hermano mayor.
Entonces el segundo hermano, que era un hombre arrogante, decidio que
quería humillar a la Muerte todavía más, y pidio el poder de
resucitar a los muertos. Así la muerte recogio una piedra de la
orilla del río y se la dio al segundo hermano, y le dijo que la
piedra tenía el poder de traer de vuelta a los muertos. Entonces la
Muerte preguntó al tercer y más joven de los hermanos lo que
quería. El hermano más joven era el más humilde y también el más
sabio de los hermanos, y no confiaba en la Muerte. Así que pidio algo
que le permitiera marcharse de aquel lugar sin que la muerte pudiera
seguirle. Y la Muerte, de mala gana, le entrego su propia Capa de
Invisibilidad. La Muerte se apartó y permitio a los tres hermanos
continuar su camino, y así lo hicieron, charlando asombrados sobre la
aventura que habían vivido, y admirando los regalos de la Muerte. En
su debido momento los hermanos se separaron, cada uno hacía su propio
destino. El primer hermano viajó durante una semana más, y alcanzó
un pueblo lejano, acompañando a un camarada mago con el que tuvo una
riña. Naturalmente con la Varita del Sauco como arma, no podía
perder en el duelo que seguiría. Dejando al enemigo en el suelo el
hermano mayor avanzó hacia la posada, donde alardeó en vos alta de
la poderosa varita que le había arrebatado a la Muerte, y de cómo
ésta lo hacia invencible. Esa misma noche, otro mago se acercó
sigilosamente al hermano mayor que yacía, empapado en vino, sobre la
cama. El ladrón tomó la varita y para más seguridad, le cortó la
garganta al hermano mayor. Y así la Muerte tomó al primer hermano
para si.
Entretanto, el segundo hermano viajaba hacia su casa, donde vivía
solo. Allí sacó la piedra que tenia el poder de resucitar a los
muertos, y la volteó tres veces en su mano. Para su asombro y su
deleite, la figura de la chica con la que una vez había esperado
casarse, antes de su muerte prematura, aparecio ante el. Pero ella
estaba triste y fría, separada de él por un velo. Sin embargo había
vuelto al mundo, pero ese no era su sitio y sufría. Finalmente el
segundo hermano, impulsado por un loco anhelo desesperado, se mató
para reunirse finalmente con ella. Así fue como la Muerte tomó al
segundo hermano para si.
Sin embargo la Muerte buscó al tercer hermano durante muchos años, y
nunca pudo encontrarlo. Fue solo cuando tenía ya una edad avanzada
que el hermano más joven se quitó la capa de invisibilidad y se la
dio a su hijo. Y entonces saludó a la Muerte como a una vieja amiga y
fue con ella gustosamente, e igualmente, pasó a mejor vida.

*J.K. ROWLING*
puntos 12 | votos: 12
La fuente de la buena fortuna - En lo alto de una colina que se alzaba en un jardín encantado,
rodeado por altos muros y protegido por poderosos hechizos, manaba la
fuente de la buena fortuna. El día señalado, antes del alba,
centenares de personas venidas de todos los rincones del reino se
congregaron ante los muros del jardín. Hombres y mujeres, ricos y
pobres, jóvenes y ancianos, con poderes mágicos y sin ellos, se
reunieron allí de madrugada, todos confiados en ser el afortunado que
lograra entrar en el jardín. Tres brujas, cada una con su carga de
aflicción, se encontraron entre la multitud y se contaron sus penas
mientras aguardaban el amanecer. La primera, que se llamaba Asha,
padecía una enfermedad que ningún sanador había logrado curar.
Confiaba en que la fuente remediara su dolencia y le concediera una
vida larga y feliz. A la segunda, Altheda, un hechicero perverso le
había robado la casa, el oro y la varita mágica. Confiaba en que la
fuente reparara su impotencia y su pobreza. La tercera, Amata, había
sido abandonada por un joven del que estaba muy enamorada, y creía
que su corazón nunca se repondría. Confiaba en que la fuente
aliviara su dolor y su añoranza. Tras compadecerse unas de otras por
sus respectivos padecimientos, las tres mujeres decidieron que, si se
presentaba la oportunidad, unirían sus esfuerzos y tratarían de
llegar juntas a la fuente. Cuando los primeros rayos de sol
desgarraron el cielo, se abrió una grieta en el muro. La multitud se
abalanzó hacia allí; todos reivindicaban a gritos su derecho a
recibir la bendición de la fuente. Unas enredaderas que crecían en
el jardín, al otro lado del muro, serpentearon entre la muchedumbre y
se enroscaron alrededor de la primera bruja, Asha. Ésta agarró por
la muñeca a la segunda bruja, Altheda, quien a su vez se aferró a la
túnica de la tercera, Amata. Y Amata se enganchó en la armadura de
un caballero de semblante triste que estaba allí montado en un flaco
rocín. La enredadera tiró de las tres brujas y las hizo pasar por la
grieta del muro, y el caballero cayó de su montura y se vio
arrastrado también. Los furiosos gritos de la defraudada muchedumbre
inundaron la mañana, pero al cerrarse la grieta todos guardaron
silencio. Asha y Altheda se enfadaron con Amata, porque sin querer
había arrastrado a aquel caballero.
—¡En la fuente sólo puede bañarse una persona! ¡Como si no fuera
bastante difícil decidir cuál de las tres se bañará! ¡Sólo falta
que añadamos uno más!
Sir Desventura, como era conocido el caballero en aquel reino, se
percató de que las tres mujeres eran brujas. Por tanto, como él no
sabía hacer magia ni tenía ninguna habilidad especial que lo hiciera
destacar en las justas o los duelos con espada, ni nada por lo que
pudieran distinguirse los hombres no mágicos, se convenció de que no
conseguiría llegar antes que ellas a la fuente. Así pues, declaró
sus intenciones de retirarse al otro lado del muro. Al oír eso, Amata
también se enfadó.
—¡Hombre de poca fe! —lo reprendió—. ¡Desenvaina tu espada,
caballero, y ayúdanos a lograr nuestro objetivo!  
 Y así fue como las tres brujas y el taciturno caballero empezaron a
adentrarse en el jardín encantado, donde, a ambos lados de los
soleados senderos, crecían en abundancia extrañas hierbas, frutas y
flores. No encontraron ningún obstáculo hasta que llegaron al pie de
la colina en cuya cima se encontraba la fuente. Pero allí, enroscado
alrededor del pie de la colina, había un monstruoso gusano blanco,
abotagado y ciego. Al acercarse las brujas y el caballero, el gusano
volvió su asquerosa cara hacia ellos y pronunció estas palabras: 
Sir Desventura desenvainó la espada e intentó acabar con la bestia,
pero la hoja se partió. Entonces Altheda le tiró piedras al gusano,
mientras Asha y Amata le lanzaban todos los hechizos que conocían
para inmovilizarlo o dormirlo, pero el poder de sus varitas mágicas
no surtía más efecto que las piedras de su amiga o la espada del
caballero, y el gusano no los dejaba pasar. El sol estaba cada vez
más alto y Asha, desesperada, rompió a llorar. Entonces el enorme
gusano acercó su cara a la de Asha y se bebió las lágrimas que
resbalaban por sus mejillas. Cuando hubo saciado su sed, se apartó
deslizándose suavemente y se escondió en un agujero del suelo. Las
tres brujas y el caballero, alegres porque el gusano había
desaparecido, empezaron a escalar la colina, convencidos de que
llegarían a la fuente antes del mediodía. Pero cuando se encontraban
hacia la mitad de la empinada ladera, vieron unas palabras escritas en
el suelo:
Sir Desventura sacó la única moneda que tenía y la puso sobre la
ladera, cubierta de hierba; pero la moneda echó a rodar y se perdió.
Los cuatro siguieron ascendiendo, pero, aunque caminaron varias horas,
no avanzaban ni un solo metro: la cumbre no estaba más cerca y
seguían teniendo delante aquella inscripción en el suelo. Estaban
muy desanimados, porque el sol ya había pasado por encima de sus
cabezas y empezaba a descender hacia el lejano horizonte. No obstante,
Altheda andaba más deprisa y con paso más decidido que los demás, y
los instó a que siguieran su ejemplo, aunque no parecía que con ello
fueran a alcanzar la cumbre de la colina encantada.
—¡Ánimo, amigos! ¡No os rindáis! —los exhortó secándose el
sudor de la frente.
Cuando las relucientes gotas de sudor cayeron al suelo, la
inscripción que les cerraba el paso se esfumó y comprobaron que ya
podían continuar subiendo. Alentados por la superación de ese
segundo obstáculo, siguieron hacia la cima tan deprisa como les era
posible, hasta que por fin vislumbraron la fuente, que destellaba como
un cristal en medio de una enramada de árboles y flores. Sin embargo,
antes de llegar encontraron un arroyo que discurría alrededor de la
cumbre cerrándoles el paso. En el fondo del arroyo, de aguas
transparentes, había una piedra lisa con esta inscripción:
 Sir Desventura intentó cruzar el arroyo tumbado sobre su escudo,
pero éste se hundió.
 Las tres brujas lo ayudaron a salir del agua y luego intentaron
saltar a la otra orilla, pero el arroyo no se dejaba cruzar, y
mientras tanto el sol seguía descendiendo más y más. Así que se
pusieron a reflexionar sobre el significado del mensaje escrito en la
piedra, y Amata fue la primera en entenderlo. Agarró su varita,
extrajo de su mente todos los recuerdos de momentos felices
compartidos con el joven del que estaba enamorada y que la había
abandonado, y los vertió en el agua. La corriente se llevó sus
recuerdos y en el arroyo aparecieron unas piedras que formaban un
sendero. De ese modo, las tres brujas y el caballero pudieron cruzar
por fin al otro lado y alcanzar la cima de la colina. La fuente
brillaba ante ellos, entre hierbas y flores de una belleza y una
rareza extraordinarias. El cielo se había teñido de rojo rubí.
Había llegado el momento de decidir quién de ellos se bañaría en
la fuente. Pero, antes de que tomaran esa decisión, la frágil Asha
cayó al suelo. Extenuada por la agotadora escalada, estaba a punto de
morir. Sus tres amigos la habrían conducido hasta la fuente, pero
Asha, agonizante, les suplicó que no la tocaran. Entonces Altheda se
apresuró a recoger todas las hierbas que le parecieron útiles, las
mezcló en la calabaza donde sir Desventura llevaba el agua y le dio a
beber la poción a Asha. Entonces Asha se incorporó y al cabo de un
instante ya se tenía en pie. Más aún, todos los síntomas de su
terrible enfermedad habían desaparecido.
—¡Estoy curada!—exclamó—. ¡Ya no necesito bañarme en la
fuente! ¡Que se bañe Altheda!
Pero ésta se encontraba muy entretenida recogiendo más hierbas en su
delantal.
—¡Si puedo curar esa enfermedad, ganaré muchísimo oro!
—exclamó—. ¡Que se bañe Amata!
Sir Desventura hizo una reverencia invitando a Amata a acercarse a la
fuente, pero ella negó con la cabeza. El arroyo había hecho
desaparecer toda la añoranza que sentía por su amado, y de pronto
comprendió que aquel joven había sido cruel y desleal y que en
realidad debía alegrarse de haberse librado de él.
—Buen señor, sois vos quien debe bañarse, como recompensa por
vuestra caballerosidad —dijo entonces.
Haciendo sonar su armadura, el caballero avanzó bajo los últimos
rayos del sol poniente y se bañó en la fuente de la buena fortuna,
asombrado de ser el elegido entre centenares de personas y sin dar
crédito a su gran suerte. Cuando el sol se ocultaba tras el
horizonte, sir Desventura emergió de las aguas luciendo todo el
esplendor de su triunfo y se arrojó con su herrumbrosa armadura a los
pies de Amata, que era la mujer más buena y más hermosa que jamás
había conocido. Exaltado por el éxito, le suplicó que le entregara
su corazón, y Amata, tan embelesada como él, comprendió que por fin
había encontrado a un hombre digno de ella. Las tres brujas y el
caballero bajaron juntos de la colina, agarrados del brazo, y los
cuatro tuvieron una vida larga y feliz, y ninguno de ellos supo ni
sospechó jamás que en las aguas de aquella fuente no había ningún
sortilegio.

puntos 10 | votos: 10
Ver llorar a quien amas,  - y no poder ir a consolarla por que tu fuiste el causante de que ella derramara
 esas lagrimas ...
puntos 5 | votos: 5
Esa Felicidad interior - que sentimos cuándo algo nos sale bien.
puntos 53 | votos: 55
¡Hola amigos, - soy Coco, y vamos a aprender la diferencia entre lo que Motiva
y lo que Desmotiva!
puntos 3 | votos: 11
q decepcioN¡ - De ser una niña inocente y buena a pasar a ser una mujer alcholica y drogadicta
puntos 21 | votos: 23
Admitelo - Tu tambien fuiste corriendo a mirar





LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11433792115 | Usuarios registrados: 2057172 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8001431, hoy: 13, ayer: 50
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!