En Desmotivaciones desde:
02.05.2011

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Veterano Nivel 3

puntos 17 | votos: 17
¿Cual es tu cancion favorita - De Green Day?
puntos 2345 | votos: 2407
Todos tenemos - una maquina del tiempo
las que no llevan hacia atras son recuerdos
las que nos llevan hacia delante son sueños
puntos 14 | votos: 14
¿Por qué fiarse del reloj? - si cada vez que lo miras señala una cosa distinta
puntos 12 | votos: 12
Sabes que te haces mayor - cuando habres el juguete después de comerte el chocolate
puntos 12 | votos: 12
Pitbull - no se quita las gafas ni para ducharse.

puntos 17 | votos: 19
¿Qué pediríais... - ... si tuvierais 3 deseos pero ninguno en beneficio propio?
puntos 16 | votos: 18
Sabias que ... - que los diestros viven un promedio de nueve años mas que los zurdos.
puntos 2293 | votos: 2367
Las vacaciones de muchos - Cómo esperabas que fueran              |                     Cómo han sido
puntos 10 | votos: 10
Esa gran batalla - que se tiene con los amigos por saber cual es mejor consola
puntos 28 | votos: 28
Razones para creer - versión anime

puntos 1081 | votos: 1255
Creer que lo puedes hacer, - no significa que lo vayas a conseguir
puntos 14 | votos: 14
Oscar Wilde - La experiencia es solo el nombre que le damos a nuestros errores.
puntos 7 | votos: 11
Desmotiva - ir a Leroy Merlin y que pongan una canción de justin bieber
puntos 8 | votos: 8
Porque todos lo hemos hecho -
puntos 10 | votos: 10
Vivir del pasado - Es vivir atrapado

puntos 14 | votos: 14
Un pequeño detalle - Puede sacar una gran sonrisa
puntos 11 | votos: 11
Mata a su mujer  - y con el cadaver hace una barbacoa para sus 7 hijos.Benoit Piet, de 42
años, confesó ante un Tribunal que es el asesino de su mujer y que
para deshacerse del cuerpo realizó una barbacoa con el cadáver para
sus  hijos.
puntos 3 | votos: 9
La segunda persona - que puede andar en el agua
puntos 8 | votos: 8
Si no estás cometiendo errores, - entonces no estás haciendo nada

John Wooden
puntos 26 | votos: 28
No es más grande - el que nunca falla, si no el que nunca se da por vencido.

puntos 7 | votos: 9
En España viven... - 47,1 millones de personas.
De estas 47,1 millones de personas alrededor de el 14,1% (6,7 millones
de personas) son inmigrantes.
Alrededor de un millón de estos inmigrantes han adquirido la
ciudadanía y nacionalidad españolas.
Según su origen, podemos contabilizar unos 864.278 rumanos, 769.920
marroquíes, 390.880 británicos,  359.076 ecuatorianos, 271.773
colombianos,  197.895 bolivianos, 195.842 alemanes, 187.847 italianos,
172.634 búlgaros, 166.223 chinos, 140.706 portugueses,  131.886
peruanos, 122.385 franceses, 120.012 argentinos, 106.908 brasileños,
90.612 dominicanos, 87.406 paraguayos, 85.913 ucranianos, 85.862
polacos, 69.841 pakistanies, 63.248 senegaleses, 60.538 argelinos,
59.453 venezolanos, 54.424 holandeses, 54.406 cubanos, 52.832 rusos,
44.870 nigerianos, 42.581 uruguayos, y 41.712 chilenos y y 35.876
belgas.
Según régimen de residencia, 2.562.032 extranjeros (el 53,47% del
total) están incluidos en el Régimen General y 2.229.200 (el 46,53%)
al Régimen Comunitario, del que forman parte los nacionales de
países de la Unión Europea, así como sus familiares y los
familiares de españoles carentes de nacionalidad española.
Del total de certificados de registro o tarjetas de residencia
concedidos a los inmigrantes, el 21,6% corresponde a autorizaciones de
trabajo por cuenta ajena, el 0,3% a autorizaciones de trabajo por
cuenta propia, el 10,8% es de residencia no lucrativa (no da derecho a
trabajar), el 20,4% es de tipo permanente, permitiendo residir y
trabajar en las mismas condiciones que los españoles, y el 46,8%
restante es un certificado de registro o tarjeta de residencia
perteneciente a un ciudadano comunitario o familiar (Régimen
Comunitario).
La importante llegada de población inmigrante en edad de trabajar ha
repercutido favorablemente en el total de afiliaciones a la Seguridad
Social, hasta el punto que cerca de un 45% de las altas registradas
entre 2001 y 2005 correspondieron a trabajadores foráneos.
Puesto que casi la mitad del trabajo creado en estos años se ha
nutrido de trabajadores extranjeros, su contribución al crecimiento
del PIB en este quinquenio (un 3,1% medio anual, en términos reales)
habrá sido muy significativa.
Además, el aumento de la población laboral ha comportado un
incremento de la recaudación asociada a la imposición del trabajo
(principalmente por la vía de las cotizaciones sociales). Sin
embargo, el bajo porcentaje de su población dependiente (de menos de
15 años y de más de 65 años, que es del 18,98% para el colectivo
extranjero pero del 30,83% para la población general) hace que
aporten de manera neta a la caja del Estado más que la población
nacional.
Por otra parte, dado que el empleo extranjero se ha concentrado
principalmente en sectores donde la oferta de mano de obra nacional
resulta escasa (construcción, empleados de hogar, hostelería,
agricultura, etc.), la inmigración ha contribuido a suavizar la
rigidez de esta oferta, limitando la aparición de tensiones
inflacionistas y haciendo que pequeñas empresas españolas continúen
con su actividad.
El hecho de que la población inmigrante ocupe puestos laborales poco
deseables para la población española y el que sea una población
joven, ha permitido que, a su vez los españoles ocupen puestos más
altos en la pirámide laboral, que los jóvenes puedan acceder a mayor
formación, que las mujeres puedan acceder en mayor número al mercado
laboral y en general a que el Estado de Bienestar español continúe
estable.

Bueno, con esto lo que quería dejar claro es que la inmigración
tiene consecuencias positivas para la sociedad. A nuestros padres y
abuelos nadie les cerro la puerta cuando fueron al continente
americano a buscar trabajo, igual que cuando nuestros nietos hayan de
irse a buscar trabajo a China e India no esperaremos que se les cierre
la puerta. La mayoría de inmigrantes no son delincuentes en potencia,
a pesar de que los medios a veces lo enfoquen de esa forma. El país
mas poderoso del mundo, los Estados Unidos, recordemos que fue una
nación fundada por inmigrantes.
puntos 37 | votos: 37
Quemar un libro - debería ser considerado asesinato. Porque al hacerlo
estamos quemando una pequeña parte del escritor.
puntos 16 | votos: 16
Jordi Hurtado - el unico hombre que ha visto el Mar Muerto vivo.
puntos 9 | votos: 9
Sólo recordamos - lo que nunca sucedió.
puntos 6 | votos: 6
Como se usan las 24 h del dia: - 12h: las pasas durmiendo
2h: las pasas comiendo
6h: las pasas en desmotivaciones
4h: pierdes el tiempo viendo publicidad de Antena 3

puntos 5 | votos: 7
Ya sé que no es navidad pero... - ¡¡¿quieres pasar una noche buena?!!
puntos 1484 | votos: 1644
¿Quitarías una vida... - ...por prolongar la tuya?
puntos 6 | votos: 10
El profesor de pociones - —Allí, mira.
—¿Dónde?
—Al lado del chico alto y pelirrojo.
—¿El de gafas?
—¿Has visto su cara?
—¿Has visto su cicatriz?
Los murmullos siguieron a Harry desde el momento en que, al día
siguiente, salió
del dormitorio. Los alumnos que esperaban fuera de las aulas se
ponían de puntillas para
mirarlo, o se daban la vuelta en los pasillos, observándolo con
atención. Harry deseaba
que no lo hicieran, porque intentaba concentrarse para encontrar el
camino de su clase.
En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras
estrechas y
destartaladas. Algunas llevaban a un lugar diferente los viernes.
Otras tenían un escalón
que desaparecía a mitad de camino y había que recordarlo para
saltar. Después, había
puertas que no se abrían, a menos que uno lo pidiera con amabilidad o
les hiciera
cosquillas en el lugar exacto, y puertas que, en realidad, no eran
sino sólidas paredes
que fingían ser puertas. También era muy difícil recordar dónde
estaba todo, ya que
parecía que las cosas cambiaban de lugar continuamente. Las personas
de los retratos
seguían visitándose unos a otros, y Harry estaba seguro de que las
armaduras podían
andar.
Los fantasmas tampoco ayudaban. Siempre era una desagradable sorpresa
que
alguno se deslizara súbitamente a través de la puerta que se
intentaba abrir. Nick Casi
Decapitado siempre se sentía contento de señalar el camino indicado
a los nuevos
Gryffindors, pero Peeves el Duende se encargaba de poner puertas
cerradas y escaleras
con trampas en el camino de los que llegaban tarde a clase. También
les tiraba papeleras
a la cabeza, corría las alfombras debajo de los pies del que pasaba,
les tiraba tizas o,
invisible, se deslizaba por detrás, cogía la nariz de alguno y
gritaba: ¡TENGO TU
NARIZ!
Pero aún peor que Peeves, si eso era posible, era el celador, Argus
Filch. Harry y
Ron se las arreglaron para chocar con él, en la primera mañana.
Filch los encontró
tratando de pasar por una puerta que, desgraciadamente, resultó ser
la entrada al pasillo
prohibido del tercer piso. No les creyó cuando dijeron que estaban
perdidos, estaba
convencido de que querían entrar a propósito y los amenazó con
encerrarlos en los
calabozos, hasta que el profesor Quirrell, que pasaba por allí, los
rescató.
Filch tenía una gata llamada Señora Norris, una criatura flacucha y
de color
polvoriento, con ojos saltones como linternas, iguales a los de Filch.
Patrullaba sola por
los pasillos. Si uno infringía una regla delante de ella, o ponía un
pie fuera de la línea
permitida, se escabullía para buscar a Filch, el cual aparecía dos
segundos más tarde.
Filch conocía todos los pasadizos secretos del colegio mejor que
nadie (excepto tal vez
los gemelos Weasley), y podía aparecer tan súbitamente como
cualquiera de los
fantasmas. Todos los estudiantes lo detestaban, y la más soñada
ambición de muchos
era darle una buena patada a la Señora Norris.
Y después, cuando por fin habían encontrado las aulas, estaban las
clases. Había
mucho más que magia, como Harry descubrió muy pronto, mucho más que
agitar la
varita y decir unas palabras graciosas.
Tenían que estudiar los cielos nocturnos con sus telescopios, cada
miércoles a
medianoche, y aprender los nombres de las diferentes estrellas y los
movimientos de los
planetas. Tres veces por semana iban a los invernaderos de detrás del
castillo a estudiar
Herbología, con una bruja pequeña y regordeta llamada profesora
Sprout, y aprendían a
cuidar de todas las plantas extrañas y hongos y a descubrir para qué
debían utilizarlas.
Pero la asignatura más aburrida era Historia de la Magia, la única
clase dictada por
un fantasma. El profesor Binns ya era muy viejo cuando se quedó
dormido frente a la
chimenea del cuarto de profesores y se levantó a la mañana siguiente
para dar clase,
dejando atrás su cuerpo. Binns hablaba monótonamente, mientras
escribía nombres y
fechas, y hacia que Elmerico el Malvado y Ulrico el Chiflado se
confundieran.
El profesor Flitwick, el de la clase de Encantamientos, era un brujo
diminuto que
tenía que subirse a unos cuantos libros para ver por encima de su
escritorio. Al
comenzar la primera clase, sacó la lista y, cuando llegó al nombre
de Harry, dio un
chillido de excitación y desapareció de la vista.
La profesora McGonagall era siempre diferente. Harry había tenido
razón al pensar
que no era una profesora con quien se pudiera tener problemas.
Estricta e inteligente, les
habló en el primer momento en que se sentaron, el día de su primera
clase.
—Transformaciones es una de las magias más complejas y peligrosas
que
aprenderéis en Hogwarts —dijo—. Cualquiera que pierda el tiempo
en mi clase tendrá
que irse y no podrá volver. Ya estáis prevenidos.
Entonces transformó un escritorio en un cerdo y luego le devolvió su
forma
original. Todos estaban muy impresionados y no aguantaban las ganas de
empezar, pero
muy pronto se dieron cuenta de que pasaría mucho tiempo antes de que
pudieran
transformar muebles en animales. Después de hacer una cantidad de
complicadas
anotaciones, les dio a cada uno una cerilla para que intentaran
convertirla en una aguja.
Al final de la clase, sólo Hermione Granger había hecho algún
cambio en la cerilla. La
profesora McGonagall mostró a todos cómo se había vuelto plateada y
puntiaguda, y
dedicó a la niña una excepcional sonrisa.
La clase que todos esperaban era Defensa Contra las Artes Oscuras,
pero las
lecciones de Quirrell resultaron ser casi una broma. Su aula tenía un
fuerte olor a ajo, y
todos decían que era para protegerse de un vampiro que había
conocido en Rumania y
del que tenía miedo de que volviera a buscarlo. Su turbante, les
dijo, era un regalo de un
príncipe africano como agradecimiento por haberlo liberado de un
molesto zombi, pero
ninguno creía demasiado en su historia. Por un lado, porque cuando
Seamus Finnigan se
mostró deseoso de saber cómo había derrotado al zombi, el profesor
Quirrell se ruborizó
y comenzó a hablar del tiempo, y por el otro, porque habían notado
que el curioso olor
salía del turbante, y los gemelos Weasley insistían en que estaba
lleno de ajo, para
proteger a Quirrell cuando el vampiro apareciera.
Harry se sintió muy aliviado al descubrir que no estaba mucho más
atrasado que
los demás. Muchos procedían de familias muggle y, como él, no
tenían ni idea de que
eran brujas y magos. Había tantas cosas por aprender que ni siquiera
un chico como
Ron tenía mucha ventaja.
El viernes fue un día importante para Harry y Ron. Por fin
encontraron el camino
hacia el Gran Comedor a la hora del desayuno, sin perderse ni una vez.
—¿Qué tenemos hoy? —preguntó Harry a Ron, mientras echaba
azúcar en sus
cereales.
—Pociones Dobles con los de Slytherin —respondió Ron—. Snape es
el Jefe de la
Casa Slytherin. Dicen que siempre los favorece a ellos... Ahora
veremos si es verdad.
—Ojalá McGonagall nos favoreciera a nosotros —dijo Harry La
profesora
McGonagall era la jefa de la casa Gryffindor; pero eso no le había
impedido darles una
gran cantidad de deberes el día anterior.
Justo en aquel momento llegó el correo. Harry ya se había
acostumbrado, pero la
primera mañana se impresionó un poco cuando unas cien lechuzas
entraron súbitamente
en el Gran Comedor durante el desayuno, volando sobre las mesas hasta
encontrar a sus
dueños, para dejarles caer encima cartas y paquetes.
Hedwig no le había llevado nada hasta aquel día. Algunas veces
volaba para
mordisquearle una oreja y conseguir una tostada, antes de volver a
dormir en la
lechucería, con las otras lechuzas del colegio. Sin embargo, aquella
mañana pasó
volando entre la mermelada y la azucarera y dejó caer un sobre en el
plato de Harry Este
lo abrió de inmediato.
Querido Harry (decía con letra desigual),
sé que tienes las tardes del viernes libres, así que ¿te gustaría
venir a
tomar una taza de té conmigo, a eso de las tres? Quiero que me
cuentes todo
lo de tu primera semana. Envíame la respuesta con Hedwig.
Hagrid
Harry cogió prestada la pluma de Ron y contestó: «Sí, gracias, nos
veremos más
tarde», en la parte de atrás de la nota, y la envió con Hedwig.
Fue una suerte que Hagrid hubiera invitado a Harry a tomar el té,
porque la clase de
Pociones resultó ser la peor cosa que le había ocurrido allí, hasta
entonces.
Al comenzar el banquete de la primera noche, Harry había pensado que
no le caía
bien al profesor Snape. Pero al final de la primera clase de Pociones
supo que no se
había equivocado. No era sólo que a Snape no le gustara Harry: lo
detestaba.
Las clases de Pociones se daban abajo, en un calabozo. Hacía mucho
más frío allí
que arriba, en la parte principal del castillo, y habría sido
igualmente tétrico sin todos
aquellos animales conservados, flotando en frascos de vidrio, por
todas las paredes.
Snape, como Flitwick, comenzó la clase pasando lista y, como
Flitwick, se detuvo
ante el nombre de Harry
—Ah, sí —murmuró—. Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad.
Draco Malfoy y sus amigos Crabbe y Goyle rieron tapándose la boca.
Snape
terminó de pasar lista y miró a la clase. Sus ojos eran tan negros
como los de Hagrid,
pero no tenían nada de su calidez. Eran fríos y vacíos y hacían
pensar en túneles
oscuros.
—Vosotros estáis aquí para aprender la sutil ciencia y el arte
exacto de hacer
pociones —comenzó. Hablaba casi en un susurro, pero se le entendía
todo. Como la
profesora McGonagall, Snape tenía el don de mantener a la clase en
silencio, sin ningún
esfuerzo—. Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita
y muchos de
vosotros dudaréis que esto sea magia. No espero que lleguéis a
entender la belleza de un
caldero hirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado
poder de los
líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando
la mente, engañando
los sentidos... Puedo enseñaros cómo embotellar la fama, preparar la
gloria, hasta
detener la muerte... si sois algo más que los alcornoques a los que
habitualmente tengo
que enseñar.
Más silencio siguió a aquel pequeño discurso. Harry y Ron
intercambiaron miradas
con las cejas levantadas. Hermione Granger estaba sentada en el borde
de la silla, y
parecía desesperada por empezar a demostrar que ella no era un
alcornoque.
—¡Potter! —dijo de pronto Snape—. ¿Qué obtendré si añado
polvo de raíces de
asfódelo a una infusión de ajenjo?
¿Raíz en polvo de qué a una infusión de qué? Harry miró de reojo
a Ron, que
parecía tan desconcertado como él. La mano de Hermione se agitaba en
el aire.
—No lo sé, señor —contestó Harry.
Los labios de Snape se curvaron en un gesto burlón.
—Bah, bah... es evidente que la fama no lo es todo.
No hizo caso de la mano de Hermione.
—Vamos a intentarlo de nuevo, Potter. ¿Dónde buscarías si te digo
que me
encuentres un bezoar?
Hermione agitaba la mano tan alta en el aire que no necesitaba
levantarse del
asiento para que la vieran, pero Harry no tenía la menor idea de lo
que era un bezoar.
Trató de no mirar a Malfoy y a sus amigos, que se desternillaban de
risa.
—No lo sé, señor.
—Parece que no has abierto ni un libro antes de venir. ¿No es así,
Potter?
Harry se obligó a seguir mirando directamente aquellos ojos fríos.
Sí había mirado
sus libros en casa de los Dursley, pero ¿cómo esperaba Snape que se
acordara de todo lo
que había en Mil hierbas mágicas y hongos?
Snape seguía haciendo caso omiso de la mano temblorosa de Hermione.
—¿Cuál es la diferencia, Potter; entre acónito y luparia?
Ante eso, Hermione se puso de pie, con el brazo extendido hacia el
techo de la
mazmorra.
—No lo sé —dijo Harry con calma—. Pero creo que Hermione lo
sabe. ¿Por qué
no se lo pregunta a ella?
Unos pocos rieron. Harry captó la mirada de Seamus, que le guiñó un
ojo. Snape,
sin embargo, no estaba complacido.
—Siéntate —gritó a Hermione—. Para tu información, Potter;
asfódelo y ajenjo
producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como
Filtro de Muertos
en Vida. Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra y
sirve para salvarte
de la mayor parte de los venenos. En lo que se refiere a acónito y
luparia, es la misma
planta. Bueno, ¿por qué no lo estáis apuntando todo?
Se produjo un súbito movimiento de plumas y pergaminos. Por encima
del ruido,
Snape dijo:
—Y se le restará un punto a la casa Gryffindor por tu descaro,
Potter.
Las cosas no mejoraron para los Gryffindors a medida que continuaba la
clase de
Pociones. Snape los puso en parejas, para que mezclaran una poción
sencilla para curar
forúnculos. Se paseó con su larga capa negra, observando cómo
pesaban ortiga seca y
aplastaban colmillos de serpiente, criticando a todo el mundo salvo a
Malfoy, que
parecía gustarle. En el preciso momento en que les estaba diciendo a
todos que miraran
la perfección con que Malfoy había cocinado a fuego lento los
pedazos de cuernos,
multitud de nubes de un ácido humo verde y un fuerte silbido llenaron
la mazmorra. De
alguna forma, Neville se las había ingeniado para convertir el
caldero de Seamus en un
engrudo hirviente que se derramaba sobre el suelo, quemando y haciendo
agujeros en
los zapatos de los alumnos. En segundos, toda la clase estaba subida a
sus taburetes,
mientras que Neville, que se había empapado en la poción al volcarse
sobre él el
caldero, gemía de dolor; por sus brazos y piernas aparecían
pústulas rojas.
—¡Chico idiota! —dijo Snape con enfado, haciendo desaparecer la
poción con un
movimiento de su varita—. Supongo que añadiste las púas de erizo
antes de sacar el
caldero del fuego, ¿no?
Neville lloriqueaba, mientras las pústulas comenzaban a aparecer en
su nariz.
—Llévelo a la enfermería —ordenó Snape a Seamus. Luego se
acercó a Harry y
Ron, que habían estado trabajando cerca de Neville.
—Tu, Harry Potter. ¿Por qué no le dijiste que no pusiera las
púas? Pensaste que si
se equivocaba quedarías bien, ¿no es cierto? Éste es otro punto que
pierdes para
Gryffindor.
Aquello era tan injusto que Harry abrió la boca para discutir, pero
Ron le dio una
patada por debajo del caldero.
—No lo provoques —murmuró—. He oído decir que Snape puede ser
muy
desagradable.
Una hora más tarde, cuando subían por la escalera para salir de las
mazmorras, la
mente de Harry era un torbellino y su ánimo estaba por los suelos.
Había perdido dos
puntos para Gryffindor en su primera semana... ¿Por qué Snape lo
odiaba tanto?
—Anímate —dijo Ron—. Snape siempre le quitaba puntos a Fred y a
George.
¿Puedo ir a ver a Hagrid contigo?
Salieron del castillo cinco minutos antes de las tres y cruzaron los
terrenos que lo
rodeaban. Hagrid vivía en una pequeña casa de madera, en el borde
del bosque
prohibido. Una ballesta y un par de botas de goma estaban al lado de
la puerta delantera.
Cuando Harry llamó a la puerta, oyeron unos frenéticos rasguños y
varios ladridos.
Luego se oyó la voz de Hagrid, diciendo:
—Atrás, Fang, atrás.
La gran cara peluda de Hagrid apareció al abrirse la puerta.
—Entrad —dijo— Atrás, Fang.
Los dejó entrar, tirando del collar de un imponente perro negro.
Había una sola estancia. Del techo colgaban jamones y faisanes, una
cazuela de
cobre hervía en el fuego y en un rincón había una cama enorme con
una manta hecha de
remiendos.
—Estáis en vuestra casa —dijo Hagrid, soltando a Fang, que se
lanzó contra Ron y
comenzó a lamerle las orejas. Como Hagrid, Fang era evidentemente
mucho menos
feroz de lo que parecía.
—Éste es Ron —dijo Harry a Hagrid, que estaba volcando el agua
hirviendo en una
gran tetera y sirviendo pedazos de pastel.
—Otro Weasley, ¿verdad? —dijo Hagrid, mirando de reojo las pecas
de Ron—.
Me he pasado la mitad de mi vida ahuyentando a tus hermanos gemelos
del bosque.
El pastel casi les rompió los dientes, pero Harry y Ron fingieron que
les gustaba,
mientras le contaban a Hagrid todo lo referente a sus primeras clases.
Fang tenía la
cabeza apoyada sobre la rodilla de Harry y babeaba sobre su túnica.
Harry y Ron se quedaron fascinados al oír que Hagrid llamaba a Filch
«ese viejo
bobo».
—Y en lo que se refiere a esa gata, la Señora Norris, me gustaría
presentársela un
día a Fang. ¿Sabéis que cada vez que voy al colegio me sigue todo
el tiempo? No me
puedo librar de ella. Filch la envía a hacerlo.
Harry le contó a Hagrid lo de la clase de Snape. Hagrid, como Ron, le
dijo a Harry
que no se preocupara, que a Snape no le gustaba ninguno de sus
alumnos.
—Pero realmente parece que me odie.
—¡Tonterías! —dijo Hagrid—. ¿Por qué iba a hacerlo?
Sin embargo, Harry no podía dejar de pensar en que Hagrid había
mirado hacia
otro lado cuando dijo aquello.
—¿Y cómo está tu hermano Charlie? —preguntó Hagrid a Ron—.
Me gustaba
mucho, era muy bueno con los animales.
Harry se preguntó si Hagrid no estaba cambiando de tema a propósito.
Mientras
Ron le hablaba a Hagrid del trabajo de Charles con los dragones, Harry
miró el recorte
del periódico que estaba sobre la mesa. Era de El Profeta.
RECIENTE ASALTO EN GRINGOTTS
Continúan las investigaciones del asalto que tuvo lugar en Gringotts
el 31 de
julio. Se cree que se debe al trabajo de oscuros magos y brujas
desconocidos.
Los gnomos de Gringotts insisten en que no se han llevado nada. La
cámara que se registró había sido vaciada aquel mismo día.
«Pero no vamos a decirles qué había allí, así que mantengan las
narices
fuera de esto, si saben lo que les conviene», declaró esta tarde un
gnomo
portavoz de Gringotts.
Harry recordó que Ron le había contado en el tren que alguien había
tratado de
robar en Gringotts, pero su amigo no había mencionado la fecha.
—¡Hagrid! —dijo Harry—. ¡Ese robo en Gringotts sucedió el
día de mi
cumpleaños! ¡Pudo haber sucedido mientras estábamos allí!
Aquella vez no tuvo dudas: Hagrid decididamente evitó su mirada.
Gruñó y le
ofreció más pastel. Harry volvió a leer la nota. «La cámara que
se registró había sido
vaciada aquel mismo día.» Hagrid había vaciado la cámara
setecientos trece, si puede
llamarse vaciarla a sacar un paquetito arrugado. ¿Sería eso lo que
estaban buscando los
ladrones?
Mientras Harry y Ron regresaban al castillo para cenar, con los
bolsillos llenos del
pétreo pastel que fueron demasiado amables para rechazar; Harry
pensaba que ninguna
de las clases le había hecho reflexionar tanto como aquella merienda
con Hagrid.
¿Hagrid habría sacado el paquete justo a tiempo? ¿Dónde podía
estar? ¿Sabría algo
sobre Snape que no quería decirle?
puntos 12 | votos: 12
Cerveza: - causa y solución de todos los problemas.
puntos 2443 | votos: 2541
Porque tú también - has cogido el ordenador a escondidas por la noche

puntos 13 | votos: 13
¿Cuantos años tenéis ? - encuesta desmotivaciones 
(Podeis no votar)
puntos 13 | votos: 13
Si no eres parte de la solución. - Eres parte del problema.
puntos 12 | votos: 14
Sabias que.... - Esta marca la conoce el 96% del mundo?.
puntos 6 | votos: 8
Esas grandes personas - Que te dan 30 euros para chuches
puntos 13 | votos: 13
Soñar es gratis -

puntos 10 | votos: 10
No, no me gusta esperar... - pero me gusta mucho menos pagar.
puntos 28 | votos: 28
No es más rico el que más tiene; - sino el que menos necesita.
puntos 1791 | votos: 1873
Y aquí tenemos - a Walt_k de resaca Señores clientes
puntos 11 | votos: 11
La crueldad - es la fuerza de los COBARDES
puntos 10 | votos: 12
algunos... - creen en el destino, yo pienso que todo es puro hazar.

puntos 9 | votos: 11
Oscar Wilde - La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.
puntos 12 | votos: 16
Ya me ha hecho - daño a la vista tus falta de ortografía, no hace falta que me lo haga yo.
puntos 17 | votos: 17
Pregunta Estúpida #1 -  Si el coche de Batman es el Batmovil, ¿Como coño se llama su teléfono?
puntos 8 | votos: 8
Hecho incomodo, - cuando se te cae el jabón al suelo y tienes que recogerlo...
puntos 10 | votos: 10
Las dos únicas - drogas que necesito para vivir son: el amor y la música.

puntos 12 | votos: 16
Tu vida - resumida en 7 imágenes
puntos 16 | votos: 16
Este es uno - de los mayores misterios del mundo
puntos 15 | votos: 15
DESMOTIVA - que con tan solo nueve años esta niña china  tenga un bebe y no se
sepa quien es el padre.
puntos 10 | votos: 10
¿Que harías  - si estuvieras solo en el mundo?
puntos 1542 | votos: 1606
La mejor manera de romper - la rutina es conocer gente nueva





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