estornudar sin cerrar los ojos.

La Locura, un día, decidió
invitar a sus amigos para tomar un café en su casa.
Todos los invitados fueron.
Después de tomar el café, la Locura propuso:
- ¿Vamos a jugar al escondite?
- ¿Qué es eso? Pregunto la Curiosidad.
- El escondite es un juego en el que yo cuento hasta cien y
os voy a buscar. El primero en ser encontrado será el
próximo en contar.
Todos aceptaron, menos el Miedo y el Prejuicio.
1, 2, 3…, la Locura comenzó a contar. La Prisa
se escondió primero, en cualquier lugar. La Timidez,
tímida como siempre, se escondió en la copa de
un árbol. La alegría corrió por medio
del jardín y la Tristeza comenzó a llorar
porque no encontró un lugar donde esconderse. La
Envidia acompañó al Triunfo y se
escondió cerca de él, debajo de una piedra. La
Locura seguía contando y sus amigos se iban
escondiendo. La Desesperanza quedó desesperada al ver
a la Locura que ya estaba en:… noventa y nueve,
cien… Grito Locura:
- Voy a empezar a buscar.
La primera en aparecer fue la Curiosidad ya que no aguantaba
más, queriendo saber quién sería el
próximo en contar.
Al mirar a un lado, la Locura vio a la Duda encima del muro,
sin saber en cual de los lados se escondería mejor. Y
así fueron apareciendo, la Alegría, la
Tristeza, la Timidez… Cuando estaban todos reunidos,
la Curiosidad preguntó:
- ¿Dónde está el amor?
Nadie la había visto. La Locura comenzó a
buscar. Buscó en la cima de las montañas, en
los ríos, debajo de las piedras y nada. El amor no
estaba. Buscando por todos lados, la Locura vio un rosal,
dio un paso comenzó a buscar entre los tallos y de
repente oyó un grito. Era el Amor, gritando por
haberse pinchado el ojo con una espina. La Locura no
sabía qué hacer. Pidió disculpas,
imploró por el perdón del Amor e incluso
prometió servirlo para siempre.
El Amor aceptó las disculpas. Desde entonces y hasta
hoy…
‘EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA LO
ACOMPAÑA’