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09.11.2011

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Y si alguien quería acompañarla, - sería yendo a la par
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Lo que era seguro - es que la criatura jamás hubiera condenado a nadie a caminar con ella
puntos 5 | votos: 7
Recordaba cuando, hacía tiempo, - hubiera vendido su alma por ser libre de las ardientes ataduras. Y
ahora que las cadenas eran de brisa, las cuestionaba por no saber si
hacía lo correcto
puntos 8 | votos: 8
Tenía miedo de que un día - él volara para no regresar. Pero le daba más miedo aún ser ella la que no volviera
puntos 5 | votos: 5
Se resguardaba en los recuerdos - que le daban fuerza cuando estaba sola, pero no siempre salía indemne
de las batallas contra otros seres... Le resultaba difícil acceder
como en los primeros tiempos a aquel paraíso creado por los dos

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Odiaba herirle -
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El tiempo que pasaban juntos - se volvía precioso
puntos 8 | votos: 8
Viajaban cada uno por su lado, - y de vez en cuando se encontraban.

Dolía, pero la pequeña criatura nunca hubiera cortado las alas al dragón
puntos 7 | votos: 7
La criatura dorada - era quien la animaba en las noches lúgubres
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Desheredada... - solía huir a su refugio hasta que comprendió
 que había quien la ayudaría a aligerar su carga

puntos 5 | votos: 5
Pero había ocasiones - en que se le hacía un mundo alcanzar la felicidad plena
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Por primera vez - daba rienda suelta a lo que realmente deseaba hacer
puntos 9 | votos: 9
La criatura nunca antes - había sido dueña de nada, pero ahora disponía de todo un reino para ella sola
puntos 8 | votos: 8
Tenía mérito - ver lo bello de la vida y compartirlo con el otro en una tierra por aquel 
entonces baldía. Un lugar en el que era jodidamente difícil sobrevivir
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Qué raro se le hacía - sentir aquella calidez...

puntos 5 | votos: 5
¿Cómo hubiera podido imaginar - que acabaría siendo el guardián que la protegería de sus propios monstruos?
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La lejanía inicial del dragón - la había torturado lo indecible: Yo soy la sangre del viento. 
Y no te puedo acariciar. Aunque sea brisa, no te puedo acariciar
puntos 6 | votos: 6
Era triste comprobar - la de gente que la había rodeado sin amarla
puntos 4 | votos: 4
Y así, llegó el momento - en que ella le ofreció todo lo que tenía
puntos 5 | votos: 5
El heraldo que anunciaba - los días dorados volvió a acudir a la pequeña criatura

puntos 5 | votos: 5
El dragón conquistó - tierras nunca antes holladas
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Y notó cómo empezaba - a echarle de menos en sus ausencia
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Pero estaba dispuesta - a rechazar lo que creía conocer, a darle otra oportunidad a la vida y ver si,
 de una vez por todas, lograba descansar
puntos 5 | votos: 5
Nadie sabía lo que le costaba - aceptar caricias ajenas. Había aprendido que nunca eran sinceras, 
que a la larga le ocasionaban dolor
puntos 4 | votos: 4
Y se equivocaba de nuevo: - el dragón creó poco a poco, sin que ella se diera cuenta, un lugar
donde él y la pequeña criatura estaban a salvo. Un paraíso

puntos 3 | votos: 3
Acostumbrada a la frivolidad, - no concebía que el dragón pudiera tratarla de forma distinta
puntos 5 | votos: 5
Cansada de lidiar - con hordas de abominables bestias, se le hacía extraño no tener que luchar
 contra el dragón; pese a la aparente frialdad de este, 
su compañía le resultaba increíblemente agradable
puntos 6 | votos: 6
Pero las equivocaciones - no son siempre malas, y aquel encuentro marcaría el fin de la soledad
de la pequeña criatura, demasiado acostumbrada a ir por su cuenta
puntos 9 | votos: 9
Quiso el azar - que ambas criaturas se encontraran. Ninguna de las dos creyó que
fueran a ser relevantes para la otra
puntos 9 | votos: 9
No muy lejos de allí - una poderosa criatura despertaba de su sueño

puntos 4 | votos: 6
Como no dejó de caminar, - llegó a nuevas tierras que olían a aire fresco
puntos 7 | votos: 9
El ocaso de una época - significaba el amanecer de otra
puntos 6 | votos: 6
Y como nada dura para siempre, - un buen día logró romper su burbuja, que era refugio y prisión a la vez
puntos 7 | votos: 7
Vagó errabunda sin compañía - por largo tiempo, mientras iba recuperándose poco a poco
puntos 5 | votos: 5
Las fuertes cadenas de su mente - eran las que la ataban a la desdicha

puntos 8 | votos: 8
Los espejos le mostraban - a una desconocida. Pero la decadencia no podía ser la respuesta, no podía serlo...
puntos 10 | votos: 10
Cuenta la leyenda - que en el corazón de Oniria hay un manantial sobre el que pesa una
maldición: los recuerdos de quien beba de sus aguas se esfumarán

La criatura sintió en infinidad de ocasiones la tentación de
probarlas, pero nunca lo hizo. Le parecía injusto haber pasado por
todo aquello para nada
puntos 5 | votos: 5
Despertaba gritando, - envuelta en sudor... aterrorizada por la perspectiva de una vida vacía
puntos 5 | votos: 5
¡Qué manera tan grotesca - de derrumbar su esperanza!
La pequeña criatura juró reconstruir la fortaleza inexpugnable que
cercaba su corazón para no volver a pasar por lo mismo jamás
puntos 5 | votos: 5
La felicidad duró poco... - porque aunque a ella no le debía nada, la traición le dolió como si
la hubiera apuñalado
Los zarpazos sanguíneos en su piel le recordaron su propia e 
insultante fragilidad

puntos 8 | votos: 8
Hasta que llegó el día - en que cayó rendida ante el ser, y creyó morir de felicidad
Su espíritu encontró reposo, y no le habría importado que el mundo
hubiese acabado entonces: por fin estaba en paz
puntos 4 | votos: 4
Le reconfortaba pensar en él, - a la vez que le hería, y quedaba en su pecho un regusto a hiel por el
silencio imperante. Atesoraba los escasos recuerdos casi
enfermizamente
puntos 6 | votos: 8
No era ángel, sino cazador: - coleccionaba los corazones de sus presas
La criatura lo sabía desde el principio, pero le amó incondicionalmente pese a ello
Tal vez mereció todo lo que le habría de pasar
puntos 8 | votos: 8
Sacralizar es un gran error... - pero a la pequeña criatura se le olvidó que los ángeles no existen
puntos 14 | votos: 14
Pero no se arrepentía de nada, - y aquello era lo único que le quedaba

puntos 11 | votos: 11
Perturbaba su razón - como una vaga sombra. Se adueñó de sus pensamientos, y echó de
menos la antigua fortaleza que había erigido tiempo atrás
puntos 5 | votos: 5
Ascendió a los Infiernos: - se vio sometida a uno de los mayores suplicios. Se atormentaba al
creer que nunca sería lo bastante buena para aquel a quien deificaba.
Nunca creyó lo que las ninfas cantaban sobre este dolor, pero ahora
lo experimentaba en sus propias carnes y se maldecía por ello
puntos 8 | votos: 8
Quedó prendada - del orgulloso ser, que simbolizaba todo aquello imposible de alcanzar.
Creyó haber encontrado la razón que daba sentido a su existencia
puntos 8 | votos: 8
Y, cuando menos se lo esperaba, - brotó una llamarada de esperanza. Por aquel entonces ignoraba lo
enfermiza que esta podía llegar a ser, de modo que se dejó invadir
sin reservas por tal calidez
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La criatura lloraba Muerte -





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