En Desmotivaciones desde:
23.03.2013

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 21 | malo 2
Geek

puntos 0 | votos: 2
Esto es ser un buen padre - Corría el año 1992, y en España se celebraban las Olimpiadas de
Barcelona. Derek Redmond era un atleta que corría 400 metros lisos al
que la suerte y las lesiones no le habían acompañado últimamente.
En los anteriores Juegos Olímpicos de Seúl 1988, Redmond fue
obligado a retirarse a pocos minutos de comenzar su serie de
clasificación, y en los meses que precedieron a los del ’92, había
sido operado hasta en 5 ocasiones, dejándole tan sólo 4 meses para
prepararse tan importante competición.

Llegó Barcelona, y todo le pintaba fantástico. Registró el tiempo
más rápido de la primera ronda, y en los cuartos de final la suerte
no fue distinta. En las semifinales se perfilaba como uno de los
favoritos para pasar a la final, con opciones de ganar la misma.
Corría por la calle 5, y la salida fue tan impresionante que al
finalizar la primera curva se encontraba en cuarta posición, algo muy
positivo de cara al final de la carrera. Aún le quedaba la siguiente
curva para recuperar la comprensatoria de distancia de una pista de
atletismo. Su ritmo era bueno y las espectativas mejores.

Poco antes de entrar en la última curva, Derek escuchó un
“crack” en su pierna derecha. Mientras la carrera seguía, el
velocista se echó al suelo. Un tendón de su muslo derecho se había
roto. No podía ser cierto. De nuevo, a las puertas de la gloria, una
de las más dolorosas lesiones se había cebado con él. Él recuerda
ver al resto de atletas continuar corriendo, y mientras se acercaban
las asistencias pensó que si empezaba a correr de nuevo quizá
podría alcanzarlos.

Cojeando, empezó a correr de nuevo en dirección a la meta. Entonces
se dió cuenta de que ya no podría cogerlos jamás. Su cabeza
reaccionó de una forma admirable entonces. Se dijo a sí mismo que
prefería ser vencido por sus rivales que por su propio cuerpo. De
modo que, aguantando los terribles dolores, siguió su camino hasta la
meta en lo que serían los 200 metros más duros de su vida.

Su padre, Jim Redmond, se encontraba viendo la carrera en la décima
fila de la grada, justo en la curva en la que su hijo se acababa de
“romper”. Saltándose toda la seguridad, entró en la pista. Su
primera intención era pararlo, porque se podía hacer más daño.
Pero al llegar junto a Derek, éste le dijo que sólo le mantuviese en
la calle 5, que él iba a llegar hasta el final. De modo que padre e
hijo llegaron juntos hasta la meta. Jim apartaba a periodistas y
comisarios de la carrera, lo más importante era la voluntad de Derek.

El dolor físico fue superado por la fuerza mental. La derrota fue
menos derrota por oponerse a la rendición. El atleta hizo muestra de
su gran espíritu de superación para continuar su carrera y poner en
pie a los más de 65.000 espectadores que se congregaban en aquel
estadio olímpico. Cuando veo las imágenes aún se me siguen poniendo
los pelos de punta. El primer día que lo ví me emocioné (un gran
programa aquel Informe Robinson en que pude descubrir toda esta
historia).
puntos 9 | votos: 9
Padres - Por tanto que se burlen de tu padre muerto
El te tendrá en tu corazón muerto o vivo no lo olvides
puntos 0 | votos: 0
Grasias mi señor Jesús - Por estar siempre cuidándome y protegiéndome de todo mal AMEN
puntos 5 | votos: 5
Da pena y orgullo - Que se sacrifique  por  para  salvar asu amigo 
Que descansé en paz
puntos 5 | votos: 7
Vale la pena leerlo - Una mañana agitada, a las 8:30, cuando un señor mayor de unos 80
años, llegó al hospital para que le retiraran los puntos de su
pulgar. El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las
9:00 am, el doctor le pidió que tomara asiento, sabiendo que quizás
pasaría más de una hora. Lo vio mirando su reloj y decidió examinar
su herida.
Mientras lo curaba le pregunto si tenía una cita con otro médico esa
mañana ya que lo veía tan apurado. El señor le dijo que no, que
necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. El doctor
le pregunto sobre la salud de ella, él le respondió que ella hacía
tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer. Le pregunto si
ella se enfadaría si llegaba un poco tarde, le respondió que hacía
tiempo que ella no sabía quién era él, que hacía cinco años que
ella no podía ya reconocerlo. El doctor sorprendido entonces le
pregunto: 

-Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quién es
usted?
Él sonrió y le dijo: 
- Ella no sabe quién soy, pero yo aún se quién es ella y la amo.
Al doctor se le erizó la piel, y tuvo que contener las lágrimas
mientras él señor se iba, y pensó, Ese es el tipo de Amor que
quiero en mi Vida. El Amor Verdadero no es físico, ni romántico”.
El Amor Verdadero es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será
y no serás en la vida. La gente más feliz no necesariamente tiene lo
mejor de todo; ellos solo hacen todo, lo mejor que pueden. Yo espero
que compartas este mensaje con alguien a quien quieras. Yo lo acabo de
hacer. 
La vida no se trata de sobrevivir a una tempestad, se trata de saber
cómo BAILAR BAJO LA LLUVIA!!




LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11426673546 | Usuarios registrados: 2057079 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8001250, hoy: 11, ayer: 39
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!