En Desmotivaciones desde:
19.05.2011

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 15 | malo 0

puntos 2 | votos: 2
Vive hoy - mañana podrías estar muerto o con resaca.
puntos 28 | votos: 28
No lo va a leer nadie - pero necesito confesarme, y no creo en los confesionarios católicos
ni en los individuos que se esconden tras ellos, fingiendo que si
rezas veinte ave marías alcanzarás el perdón por todos tus pecados,
como si Dios quisiese oír veinte veces la misma oración, pudiendo
oír como tú le dices lo mal que te van las cosas y el asco que te
das en ese mismo momento. Tengo que confesar que salgo poco a correr,
pero que cuando lo hago corro rápido, no a esa soplepollez de ritmo
de los que hacen footing; corro rápido porque de ese modo tengo la
impresión de que he tenido el valor de coger e irme de una puñetera
vez, de que he roto cadenas y de que si me paro tal vez caigo en la
tentación de volver a casa y seguir con mi vida y la mediocridad que
la envuelve, cosa que hago todos los días. Confieso que odio mi
cuerpo, y eso que no estoy gorda, sencillamente no soy perfecta, y a
veces pienso que si cayese víctima de eso de lo que todos hablan,
anorexia, o como yo prefiero llamarlo, desorden alimenticio, no
sería tan grave, porque así tendría ese anhelado drama que haría
que mi dramatismo no fuese tan fútil. Confieso que mis padres me
ponen nerviosa, mi padre por su lado, con su novia, que vive a miles
de kilómetros de distancia, su modernismo exacerbado y su
buenrollismo innecesario; mi madre por el suyo, con su obsesión por
la imagen, sus calladas decepciones y su completa incapacidad para
entender nada de lo que digo o hago. Ellos, y mi hermana, obsesionados
con el peso, haciendo la dieta Dukan y sin entender que de tanta
importancia que le dan a su cuerpo, yo estoy haciendo que el mío
entre el más absoluto de los caos.  Confieso que muchas veces sueño
con llegar hasta algún sitio, magullada, herida, sangrando, pero con
una sonrisa y conservando el buen humor. Vamos, siendo fuerte. Que a
veces me gustaría tener un buen motivo para estar tan harta de esta
vida como lo estoy, cuando en el fondo sé que lo tengo pero nadie
más comprendería que para mí, algo que puede parecer absurdo, es
importante. Tampoco estoy harta de la vida en general. Me gusta vivir.
Ansío vivir. De ahí que esta vida me asfixie. Confieso que no he
conseguido entrar en la Universidad. No en la carrera que yo quería,
al menos. Y no era Medicina ni ninguna carrera para la que necesitase
una nota media jodidamente inalcanzable, era una carrera que me
interesaba, cuya nota de corte no era ninguna exageración, una
carrera que tal vez me brindaría la oportunidad de ampliar mis
horizontes en la experiencia de la escritura, pero no. No lo he
conseguido. Y confieso que me siento estúpida, y completamente
inútil. Más cuando la gente de mi alrededor sí ha conseguido lo que
pretendía y pretenden ocultar que sienten lástima de mí por no
haber conseguido entrar. Lo que no saben es que en realidad ni
siquiera yo sé si de verdad quiero ir a la Universidad. Porque lo que
yo quiero hacer es aprender, no estudiar. Quiero escuchar, para poder
hablar. Quiero irme. Quiero irme muy lejos. Porque sí, aquí están
mis raíces, pero soy de la opinión de que cuanto más lejos esté la
copa de las raíces, más habrá crecido el árbol. Quiero entrar en
un taberna como Roca de Guía y que alguien me pregunte qué hace una
chica como yo en un sitio como ese, y responder que primero habría
que definir qué tipo de sitio es ése, y después qué tipo de chica
soy yo. Y desearle suerte con lo segundo. No quiero encontrarme a mí
misma, eso es absurdo. Nadie me ha escondido en ninguna parte. Lo que
quiero es crearme. ¿Y dónde está el valor? El valor sí que lo han
escondido en alguna parte. Porque, la verdad, es que no tengo miedo de
perderme, ni de hacerme daño por el camino. Lo que me da miedo es
hacer daño a los que dejo aquí. Confieso que mi vida es mediocre y
que no hay nada en ella digno de ser culpable de mi agonía. Y
confieso que me confieso aquí porque de entre todos los lugares en
los que podría llegar a publicar esto, éste es el único en el que
considero que alguien lo leerá, aunque sea por puro aburrimiento. Y
tal vez me comprenderá. O me llamará imbécil, que es lo que soy.
Pero hasta que el valor haga acto de presencia, solo tengo una
opción: sentarme y disfrutar de mi ya conocida condición de enferma
mental.

Ahora dime. ¿Eres de los que lo ha leído todo porque el título te
incitaba a no hacerlo, de los que no han leído nada y han pasado al
siguiente cartel, o de los que no han leído nada y han decidido ser
falsamente originales y comentar diciendo es cierto, no lo va a leer
nadie?
puntos 9 | votos: 11
Me gusta saber que... - siempre tendré a alguien que me saque una sonrisa sin antes haberme echo llorar.
puntos 24 | votos: 24
Cuando John Lennon tenía  - 5 años,le preguntó a su madre: - Mamá, ¿cual es la moraleja de la
vida? Y su madre le respondió: - Sé feliz. Otro día en la escuela,
la maestra de John Lennon le dio una tarea que le preguntaba qué
quería ser cuando fuera grande, y John Lennon dijo que quería ser
feliz. Al día siguiente, la maestra dijo: - Usted no entiende la
tarea. Y John Lennon dijo: - Y usted no entiende la vida.
puntos -81 | votos: 91
No se nace homosexual -  La homosexualidad es un desorden emocional que tiene terapia y por lo
tanto sanación.

puntos 13 | votos: 13
Te llevare al cielo. - Aunque me cueste la vida.



LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11438573595 | Usuarios registrados: 2057238 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8001565, hoy: 35, ayer: 0
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!