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23.07.2012

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bueno 1985 | malo 47
Veterano Nivel 3

puntos 10 | votos: 10
No caía entonces - el polvo sobre las calles, en los pasos grabados, sobre el caminante
desorientado. Un coro en el viento deleitaba al alma arraigada bajo el
cielo que seducía. Ignorante el lugar que desconocía su situación,
o tal vez sea que me aborda ya esta desmemoriada sensación. Aunque lo
cierto es que no sé bien cuándo comenzó a envejecer, únicamente
recuerdo que las lágrimas no cubrían aún las calles al anochecer.
puntos 6 | votos: 6
Acabé convirtiéndome - en el tipo de persona que admiraba. Sin embargo, dado que nunca he
contado con problemas para conocerme a mí mismo, terminé por
aborrecerlas.
puntos 6 | votos: 6
Desde que te alejaste, - cuántos lugares se han tornado vanos y sin sentido, iguales a luces en el día.
puntos 4 | votos: 4
Olvida el color - pero recuerda capturar su esencia. Hazlo tuyo si puedes y juzga su
crimen; aprisiónalo en la memoria. Despójalo del sonido para que
quede envuelto en calma. Y luego observa cómo se marcha y comprende
que no puedes atesorar más que los fragmentos de su fugaz estancia.
puntos 11 | votos: 11
No nos llega más - que un leve suspiro del soplo de la eternidad.

puntos 8 | votos: 8
Podían oírse los pasos - indecisos de una idea latente, e incluso el murmullo temeroso que
tienden a proferir las palabras extraviadas. La calma se había
desplomado sobre su esencia, precediendo al silencio, que ya no era
más que las cenizas de un vacío meditado. 
Podían oírse los pasos seguros de un hombre que se marchaba, e
incluso era tangible el espacio que tras la despedida el olvido
arrullaba.
puntos 5 | votos: 7
Las décadas emigran - del corazón a la mirada.
puntos 6 | votos: 6
Eras, instante, tan claro. - Perdidamente te alejas, dejando erguido al deseo con sus vagas ansias tercas.
puntos 6 | votos: 6
Donde habite el olvido, - en los vastos jardines sin aurora; donde yo sólo sea memoria de una
piedra sepultada entre ortigas sobre la cual el viento escapa a sus
insomnios. Donde mi nombre deje al cuerpo que designa en brazos de los
siglos, donde el deseo no exista.
puntos 6 | votos: 6
Arrastras mis suspiros y deseos - hacia el lugar donde la corriente perece. Mi pluma ha acabado por
aborrecer la tinta y mi corazón no tiene barrendero, así que te
ruego que no formules la pregunta.

puntos 6 | votos: 6
Dormida era el cuadro - de un incendio. Despierta, el fuego mismo.
puntos 6 | votos: 6
Surquemos una vez más - este mar de lágrimas perdidas, deseos insonoros y aquellas azucenas
que no regaste en su día. El capitán aguarda con su barco a la
deriva el canto de una sirena que le hunda en la vida. El huracán
teje de cercanía el distante horizonte, entre ahogados murmullos de
peces insomnes.  Y es que aún recuerdo aquellos días en los que me
mecía en azul, aguardando aquel perfume lejano mientras me fundía
con la melodía de las partituras del verano.
puntos 8 | votos: 8
Destellos de luna - en sus ojos de azul ultramar, tenues mariposas en sus párpados se ven brillar.
puntos 3 | votos: 3
En las undantes sombras - de una vela ella danzaba y en ayunas me tenía el cuerpo, el rostro, la mirada.
puntos 9 | votos: 9
El amor y el recuerdo - nunca fueron amigos, mas el olvido, presto en su tarea, se encarga de
sepultar toda enemistad y sembrar sobre sus cenizas flores de nuevos
aromas.

puntos 8 | votos: 8
El hombre vive en el tiempo, - en la sucesión, y el animal mágico, en la actualidad, en la eternidad del instante.
puntos 4 | votos: 4
Se me ofrece a la memoria - el recuerdo de dos manos agitadas por el destino. La desventura de la
pérdida y la fugaz hermosura ofrecida por algo que no aflige ya más
que nostalgia. Era el deseo del tiempo, sucesos designados a concurrir
en las lágrimas.
puntos 7 | votos: 7
La intensa escala de un - suspiro melancólico, que si decrece es para suplir a un llanto
agitado. La venenosa sed que producen las aguas lejanas; nadie olvida
el brillo de las bengalas fundidas en el deseo. Y el gentil botín que
se ocultará hasta tiempos venideros, en el corazón impalpable de un
solitario viajero.
puntos 7 | votos: 7
Un lugar sin mañana, - de brisa lánguida, la tarde estremecida en un susurro y, bajo la
noche, su leyenda de oscuridad. Allí se citan los silencios, bajo una
capa de olvido conmemorativo. Y allí nace la mañana de oro
empañado, donde la luna reclama su puesto y el sol espera, enhiesto,
el eco de un lugar que requiera su beso.
puntos 6 | votos: 8
Welcome to the party. -

puntos 7 | votos: 7
Unas manos rasgaban - los acordes de una melodía muda; éstos se expandían por el tiempo y
la memoria. Los caminantes se dirigían hacia ninguna parte: eran un
alboroto sin rostro y tal vez aquel lugar sólo existiera en sus
mentes. Todo se alzaba con elegancia hacia un punto desconocido, mas
sus manos eran inconexas. Sin embargo, cualquier observador paciente
hubiese apreciado aquel punto de conexión: la colectiva mirada
anhelante de sus corazones y el surco de las nubes sobre un sueño con
huellas.
puntos 9 | votos: 9
Atesoro recuerdos - para no olvidarte el resto de mis días: la cadencia de aire que
dilata mis pulmones en una difusa imagen. Papeles arrugados que
conservan la esencia de su destinatario. Palabras que en un tiempo
fueron risas y que ahora se contraen en un suspiro melancólico.
Cifras olvidadas y una cuenta atrás. Una promesa depositada en las
nubes desde una panorámica lejana. Un aroma viajero que evoca a mis
ojos el recorrido de tus calles mojadas.
puntos 5 | votos: 5
¿Qué podría decir - para hacértelo saber? ¿Que te quiero? recuerdo habértelo mencionado
más de una vez. ¿Que eres hermosa? apuesto a que la simple evidencia
resulta soez.
puntos 10 | votos: 14
Hipérbole no es amarte - en esta cantidad, sino que alguien afirme quererte más.
puntos 6 | votos: 6
Si con tres adjetivos - tuviese que describir lo mejor de mi vida, tú serías tres veces calificativo.

puntos 3 | votos: 3
Si una mirada remota - y lisonjera recita con voz jovial y conocida tu nombre, olvida el
pasado y ordena a tus huellas avanzar. Si un amor olvidado y
prominente reclama tu regreso con flores y deseo, mira a tus huellas
que avanzan y observa con aventurada alegría el futuro que se
despliega ante ti. Si por alguna remota y olvidada razón tus huellas
deciden retroceder, recuerda que lo bello es efímero y que ningún
grato recuerdo tiende a ser fiel.
puntos 4 | votos: 4
¿A qué me lo decís? - Lo sé: es mudable, es altanera y vana y caprichosa; antes que el
sentimiento de su alma brotará el agua de la estéril roca.
Sé que en su corazón, nidos de serpientes, no hay una fibra que el
amor responda; que es una estatua inanimada... pero... ¡es tan
hermosa!
puntos 9 | votos: 9
Dejé la luz a un lado, - y en el borde de la revuelta cama me senté, mundo, sombrío, la
pupila inmóvil clavada en la pared.
¿Qué tiempo estuve así? No sé; al dejarme la embriaguez horrible
del dolor, expiraba la luz y en mis balcones reía el sol.
Ni sé tampoco en tan terribles horas en qué pensaba o qué pasó por
mí; sólo recuerdo que lloré y maldije, y que en aquella noche
envejecí.
puntos 5 | votos: 5
Me daba miedo la vida - y luchaba por desembarazarme de ella y, al mismo tiempo, esperaba algo de ella.
puntos 10 | votos: 10
Sólo se puede vivir - mientras dura la embriaguez de la vida, pero cuando uno se quita la
borrachera es imposible no ver que todo es un engaño. Y lo cierto es
que no hay en ello nada gracioso ni ingenioso; sólo cruel y
estúpido.

puntos 7 | votos: 7
Hay una calma hueca - y reconfortante, pero no lo suficiente abrumadora para ser un
silencio. Las estelas de astros perdidos pueblan de ensoñación la
lejanía, pero no lo suficiente para moldear una fantasía. Hay un
lugar perdido, hueco y callado, tal es su maravilla que resulta
abrumador, pero es desconocido e incomprendido, y tal es su lejanía
que allí deparan su reposo los sueños abandonados.
puntos 4 | votos: 4
Por los tenebrosos rincones - de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos
de mi fantasía, esperando en silencio que el Arte los vista de la
palabra para poderse presentar decentes en la escena del mundo. 
Fecunda, como el lecho de amor de la Miseria, y parecida a esos padres
que engendran más hijos de los que pueden alimentar, mi musa concibe
y pare en el misterioso santuario de la cabeza, poblándola de
creaciones sin número, a las cuales ni mi actividad ni todos los
años que me restan de vida serían suficientes a dar forma.
Y aquí dentro, desnudos y deformes, revueltos y barajados en
indescriptible confusión, los siento a veces agitarse y vivir con una
vida oscura y extraña, semejante a la de esas miríadas de gérmenes
que hierven y se estremecen en una eterna incubación dentro de las
entrañas de la tierra, sin encontrar fuerzas bastantes para salir a
la superficie y convertirse, al beso del sol, en flores y frutos.
puntos 8 | votos: 8
Donde dos alas rotas se conocen - entre las ramas de un árbol cortado, con el rojo tiñendo la
atmósfera e inundando sus pensamientos abandonados. Mora su
existencia bajo la piel, con una mano asiendo el corazón y la otra
tratando de atrapar una fugaz distancia; no saben dónde están ni
qué les hizo llegar allí. Unas garras invisibles marcan su piel, al
pasado dicen que cada noche les atemoriza volver. Una tumba hueca se
extiende comprimida hasta el horizonte: rebosa cuentos de bienvenida.
Recuerdan haberse visto los rostros tras el tronco de un regio árbol,
cuando la canción de un tocón solitario no era más que un susurro
apagado. Escribieron una historia en las semillas, tal y como versaba
la melodía. Sin embargo, ya no pueden albergar certeza en sus
memorias porque las escenas de rojo les ciegan la claridad y porque
las aves muertas no pueden recordar.
puntos 5 | votos: 5
Que desfallezca el recuerdo - en un frágil amanecer, y que de sus cenizas broten las lágrimas de
nuevas y efímeras memorias.
puntos 7 | votos: 7
Un punto de partida, - alguna idea transformada en un ritmo, un decoro abstracto vagamente o
bien simbólico: el jardín arrasado, la terraza que el otoño recubre
de hojas muertas. Quizá una estación de tren, aunque mejor un mar
abandonado: gaviotas en la playa, pero quién las ve y adónde
volarán.

puntos 11 | votos: 11
Y entre lágrimas partidas - me pierdo como quien se desconoce en la lluvia, con el semblante
teñido de penas a causa de esa generosidad tuya.
puntos 8 | votos: 8
Busquemos otro llanto, - busquemos otros montes y otros ríos, otros valles floridos y
sombríos, donde descanse y siempre pueda verte ante los ojos míos,
sin miedo y sobresalto de perderte.
puntos 6 | votos: 6
Un amago de luz abandonada, - un gélido lago aguardando la calidez, un silencio ronco y
apesadumbrado, cualquier cosa que me haga volver. Aquella flor
solitaria que en las mañanas un destello de paz fugaz de mi vista
arrancaba, me pregunto si pensará en mí, si compondrá elegías a mi
ida en la noche mientras se riega a sí misma. Una palabra perdida,
extraviada en lo más recóndito de un lamento apagado, algo que
reclame mi regreso, que me haga saber que fui más que un viento
callado.
puntos 9 | votos: 9
Así que cuando sufras, - y lo harás, por alguien que te amó, procura siempre acusarte a ti
mismo de su olvido porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato. Y
aprende que la vida tiene un precio que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota, agradeciendo a quien te quiso el
regalo fugaz de su hermosura.
puntos 6 | votos: 6
Si alguna vez sufres, - y lo harás, por alguien que te amó y que te abandona, no le guardes
rencor ni le perdones: deforma su memoria el rencoroso y en el amor el
perdón es sólo una palabra que no se aviene nunca a un sentimiento.
Soporta tu dolor en soledad, porque el merecimiento aun de la
adversidad mayor está justificado si fuiste desleal a tu conciencia,
no apostando sólo por el amor que te entregaba su esplendor inocente,
sus intocados mundos.

puntos 13 | votos: 13
Ningún buen marinero - ha nacido de un mar en calma.
puntos 5 | votos: 5
Cometemos el error de pensar - que las tragedias son inmutables, que una vez que se asientan en
nuestra vida estamos condenados a una perpetua sucesión de penas.
Así pues, anclamos esta idea como antítesis de la felicidad, la cual
nos resulta injustamente efímera, sin comprender que ambas realidades
se hallan en igual proporción.
puntos 5 | votos: 5
Un insomnio con dueño, - ilusiones con protagonista y una realidad con el actor ausente.
puntos 5 | votos: 5
Lo que más deseo - en este mundo es el vacío, pues está lleno de las cosas que nos faltan.
puntos 2 | votos: 2
No eran límites prolongables, - creados simplemente para manifestar su existencia. Eran cuerdas que,
cuanto más se distanciaban de su víctima, más la iban asfixiando.

puntos 4 | votos: 4
Aférrate a mi estela fugaz - antes de que el tiempo la devore. Haz tuyo el compás del viento,
antes de que se funda con pétalos de olvido.  Disfruta de la calma
que resuena entre nuestros corazones antes de que tu tez se torne
cobre, la marea muera y el silencio se ahogue.
puntos 4 | votos: 4
Borremos el frágil amanecer - del cielo y construyamos palacios de cristal en la noche. Cabalguemos
a través del firmamento en un susurro creado para nosotros. Yo, como
el caballero de las estrellas y tú, como la princesa de la luna.
Extendamos nuestro reino hasta el infinito: allí será donde nos
desvanezcamos con lo eterno.
puntos 3 | votos: 3
Apurar mis deseos - y condensarlos en un último vestigio de lo que soy. Condenar mi
existencia a un paisaje impoluto e inmóvil y arrastrar mis pies a la
orilla de un río fallecido. Descender hasta las profundidades de lo
que fui y descubrir que ya no queda nada de mí.
puntos 7 | votos: 7
Es curioso lo idílico - que resulta una princesa encerrada en la más alta torre de un
castillo, siendo este custodiado por un fiero dragón y siendo este
otro asesinado a manos de un valeroso caballero. Sin embargo, es más
curioso aún lo insustancial e irrelevante  que resulta una princesa
atrapada entre cuatro paredes sin ornamento alguno, siendo estas
abrigadas por un temor y una inseguridad incesantes, totalmente
invisibles a ojos de cualquier caballero.
puntos 7 | votos: 9
Dime que el tiempo pasado - no muere. Que el silencio entre nuestros corazones es inmutable, como
si mis palabras rotas compusieran tu pluma, como si las tuyas fuesen
mi papel en blanco. Dime que las antiguas mentiras están vivas. Que
el dolor sigue siendo un llanto amortiguado entre nuestras sonrisas
vacías.  Que todo es un error sin fundamento y que no hay necesidad
de decir adiós.





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