En Desmotivaciones desde:
13.11.2011

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 26544 | malo 334
Comentador Nivel 1Veterano Nivel 3Principalero Nivel 1Geek

puntos 11 | votos: 11
Y nada cambiara eso -
puntos 3 | votos: 3
Cuando los sentimientos - jugaron por primera vez a las escondidas, el amor se escondió dentro
de una rosa. La locura, quien pretendía encontrarlo, tomó una rama y
movió la rosa. Así fue que una espina lastimó sus ojos y desde ese
entonces el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña para tapar
su culpa.
puntos 7 | votos: 7
El apretón de manos - que hace sentir mas emociones en el mundo, hasta al mas insensible
puntos 3132 | votos: 3160
Quizás éramos tan felices - porque no teníamos un pasado del que avergonzarnos o un futuro del
que preocuparnos.
puntos 23 | votos: 23
La naturaleza - no puede sentir miedo, pero si pudiese sentirlo estaría aterrorizada.

puntos 3866 | votos: 4166
Inmadurez es un término - que usa la gente aburrida para describir a personas divertidas
puntos 3005 | votos: 3023
Por esas amistades - que nadie sabe como o porque pero funcionan
puntos 2437 | votos: 2477
Si alguien te rechaza - haz todo lo posible para que se arrepienta de haberlo hecho
puntos 12 | votos: 12
Dramatización - Todos lo hicimos en algun momento
puntos 49 | votos: 51
Zorro win!! -

puntos 1712 | votos: 1722
Muchas veces - las cosas que nos disgustan en público,
nos agradan en privado.
puntos 16 | votos: 16
La música - es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón.
puntos 2487 | votos: 2527
Cuando tocas la guitarra - o cuando lees un libro, un árbol sonríe al ver que si hay vida después de la muerte
puntos 22 | votos: 22
Freddie Mercury - Desde pequeña solía balbucear canciones de Queen, Hoy busque la
historia de Freddie Mercury por curiosidad, acto seguido, por
nostalgia,  puse Dont stop me now y las lagrimas brotaron solas.


Grande Freddie Mercury.
puntos 13 | votos: 15
20 años sin Freddie Mercury#1 - El líder de Queen, Freddie Mercury, falleció hace hoy 20 años. Sus
últimos días de vida los pasó en cama, rodeado de su pareja, Jim
Hutton; su mejor amiga, Mary Austin; y algunos amigos muy cercanos.
Hutton narró unos años después en el periódico The Guardian
cómo fueron aquellos momentos.
Contrariamente a algunas noticias en la prensa de la época, el
dormitorio de Freddie nunca se convirtió en un minihospital. Tenía
un gotero a su derecha por si necesitaba una transfusión de sangre,
pero todo lo demás de la habitación estaba exactamente como había
sido siempre. En los últimos días Freddie dejó de comer alimentos
sólidos, sólo comía frutas y bebía zumos (…).

“La mañana del jueves, 21 de noviembre fue un día muy triste para
mí. Fue la última vez que Freddie apareció en la ventana de su
habitación gritando cooee y yo sabía que el final estaba muy
cerca.

“Esa noche tuve especial cuidado de él. Se quedó dormido y me
acosté a su lado en la cama. Sólo tenía que darme suavemente con el
codo y ya estaba despierto para lo que quisiera.

“Al amanecer ya estaba despierto, tranquilamente viendo la
televisión. Freddie estaba todavía dormido, acurrucado en mi brazo y
aferrándose a mi mano. De vez en cuando me la apretaba suavemente.
¿Me quieres?, me preguntó al despertar. Hoy más que nunca
necesitaba oír lo mucho que le querían. Sí, te quiero, susurré y
le besé en la frente.

(…)

“Freddie durmió durante gran parte del día siguiente y por la
tarde subí a verlo. Estábamos acostados en la cama cuando me
preguntó qué hora era.

– “Son las ocho, le dije.

– “Pronto el mundo entero lo sabrá, suspiró mirándome con ojos
tristes. Este fue el primer indicio de que había algo que estaba
pasando.

“Cuando Freddie asintió con la cabeza me fui abajo y le conté a
Joe [Fannelli, ex amante y cocinero de Mercury] lo que me había
dicho. Confirmó que se había preparado un comunicado explicando su
condición. Estaba previsto que se emitiera a medianoche.

“Yo no tenía que ocuparme de Freddie el sábado por la noche, sino
Joe. Pero se había ido al gimnasio, luego a tomar una copa y ya no
apareció. Estaba con Freddie en su habitación alrededor de las 10
cuando se agitó terriblemente. No dejaba de preguntarme dónde había
ido Joe.

– “¿Por qué, cuál es el problema?, pregunté.

– “Bueno, tengo que tomar mi medicina.

– “Oh, eso no es un problema, contesté. Te puedo dar yo las
pastillas. ¿Cuáles son?. Él sabía exactamente cuáles eran las
tres o cuatro que necesitaba. Analgésicos. Había estado tomando AZT,
pero lo dejó junto a todas las demás.

(…)

“Freddie se despertó de nuevo a las seis de la mañana y pronunció
lo que serían sus últimas palabras: Pis, pis. Quería que le
ayudara a ir al baño. Estaba terriblemente débil y tuve que llevarle
en brazos. Al colocarle de nuevo en la cama oí un crujido
ensordecedor. Sonaba como un si se le rompiera algún hueso,
partiéndose como la rama de un árbol. Gritó de dolor y le dio una
convulsión.

“Llamé a Joe a gritos. Le necesitaba para sujetar a Freddie a la
cama para dejar de hacerse daño a sí mismo. Con los años, Joe
había visto Freddie tener un ataque de ansiedad tras otro y sabía
exactamente cómo manejarlo, sujetándolo hasta que la ansiedad
cedía. Le dijo: Freddie, cálmate. Entonces Freddie lanzó su mano
directa a la garganta de Joe. Era como un hombre que se ahoga luchando
por conseguir un poco de aire.

“Joe se liberó de las garras de Freddie y, finalmente, le calmó.
Luego, exhausto por el esfuerzo, Freddie se quedó rápidamente
dormido. Llamamos al doctor Atkinson, que se acercó y le dio una
inyección de morfina que le ayudara a tirar adelante. Joe me dijo
después que Freddie era alérgico a la morfina, pero a estas alturas
ya parecía no importar.

“Mary [Austin, su mejor amiga] llegó más tarde y nos reuniomos en
la cocina, a la espera de escuchar el pronóstico del doctor Atkinson.
Nos dijo: Freddie probablemente durará hasta el jueves.

“Joe y yo nos miramos el uno al otro. Ambos sabíamos que no podría
durar tanto.

(…)

“El doctor Atkinson se quedó en casa toda la tarde y se fue poco
después de las seis y media. Le di las gracias por haber estado tanto
tiempo, le vi salir y luego volví a entrar para estar con Freddie.
Pidió ir al baño. Después de las terribles convulsiones que había
tenido por la mañana después de ir al baño, no me atreví a lidiar
con él otra vez con una sola mano. Corrí escaleras abajo y me
encontré a Phoebe [seudónimo de Peter Freestone, que ayudaba al
cuidado personal de Mercury].

“Cuando llegamos al piso de arriba, Freddie había mojado la cama.

“Phoebe me miró y preguntó: ¿Cambiamos las sábanas?

– “Más vale, contesté. Si no lo hacemos y se despierta y se
pondrá de mala leche. No sé por qué dije eso, tal vez fue mi
subconsciente tratando de hacer ver que las cosas eran menos graves
que la realidad.

“Phoebe comenzó a cambiar la cama mientras yo me ocupaba de
Freddie. Cuando le estaba poniendo una camiseta limpia y un par de
calzoncillos, sentí que trataba de levantar la pierna izquierda para
ayudar un poco. Fue lo último que hizo. Bajé la vista hacia él,
sabiendo que estaba muerto.

– “Phoebe, grité. Me temo que se ha ido.

“Puse mi brazo debajo del cuello de Freddie, lo besé y lo abracé.
Sus ojos seguían abiertos. Recuerdo la expresión de su rostro y
cuando me voy a dormir cada noche aún está ahí, frente a mí.
Estaba radiante.

(…)

“Detuve la manecilla del reloj de cuerda que estaba junto a la cama.
Se lo había regalado a Freddie porque me dijo que siempre había
querido uno. Ponía que eran las siete y 12 minutos. Nunca lo he
vuelto a poner en marcha.





LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11417441041 | Usuarios registrados: 2056913 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8000914, hoy: 21, ayer: 29
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!