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10.02.2012

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puntos 4 | votos: 6
Que haya - distintas versiones sobre algo no significa que alguna de ellas tenga
que corresponderse con la realidad.
puntos 4 | votos: 4
Parecidos razonables - The Kaizer 73                     |                         Franz Liszt
puntos 6 | votos: 6
Encontrados - los primeros bocetos del cuadro Las Meninas de Velázquez.
puntos 5 | votos: 5
Ni a aprender - ni a divertirse llamo yo perder el tiempo.
puntos 21 | votos: 23
A veces - ver las cosas desde otro punto de vista sólo consigue perturbarnos.

puntos 4 | votos: 6
En la Rusia Soviética - a Ryuzaky0919 le gusta este cartel.
puntos 8 | votos: 12
Shhh, - Walt_k está durmiendo la siesta.
puntos 21 | votos: 23
En la Rusia Soviética - la soledad da la felicidad.
puntos 7 | votos: 7
-Pórtate bien. - +Mamá, sólo voy al instituto, y ya me gradué, no puede pasar nada...
puntos 4 | votos: 6
Últimas investigaciones - señalan al maestro Yoda como posible dios alternativo del
cristianismo medieval.

puntos 11 | votos: 11
Si te alejas - de la moral del rebaño, asegúrate de que no es para caer en la moral
del gilipollas.
puntos 4 | votos: 4
Niños que - en primavera y verano se comportan como vacas en celo y petimetres
poetiles salidos de una novela de Tólstoi.
puntos 5 | votos: 5
No estoy inspirado/a - Tomé otro trago de café, de tal modo que con ese vacié la taza.
Miré al papel sobre la mesa. Ahí llevaba una hora y pico, y ahí
seguía. No sabía qué debía hacer (¿cómo se puede no saberlo?) ni
si aquello era correcto, pues atacaba mis convicciones, mas yo
dependía de aquello. Dejé el boli sobre la mesa, y me eché atrás
en mi asiento. Alguien entró.
—¿Cómo lo ves?
—No sé. —La miré de arriba a abajo una vez y de abajo a arriba
otra. De alguna forma, acabamos desnudos en la cama.

_________

—¿Qué crees que pasará?
—No lo sé, pero algo haré. —Ella reposaba sobre mí, ambos
tumbados, y yo la rodeaba con mi brazo, pero me permití mirar otra
vez aquel papel que estaba en la mesa desde allí. Luego la miré a
ella. Me interrogó con la mirada. Le sonreí. Acto seguido echamos
otro polvo.

_________

  ... Y seguía en las mismas. Esta vez ni miré el papel, ni ella
tuvo que interrogarme. Había decidido seguir mis convicciones, y
dejar aquel papel en blanco si nada tenía que escribir en él. ¡Que
se joda el editor, ya encontrará a otro!

  Como dije, no me interrogó; esta vez me lancé sobre su cuello, y
me aseguré de no dejar ni un centímetro de su piel sin besar.
puntos 10 | votos: 10
Que algo esté correcto y bien - no significa que no pueda ser mejorado.
puntos 11 | votos: 11
Un mismo objeto - puede causar diferentes reacciones según el humor de quien lo perciba.

puntos 4 | votos: 4
El galán sin nombre - Y en el banco de aquel jardín, el chico se sentó.
—Hola. —Ella miró asustada.
—Ho-hola. —Titubeó.
—Eres muy guapa, ¿lo sabías? —Ella se sonrojó, le miró
brevemente y apartó sus ojos marrones hacia el suelo.
—Gra-gracias. —Susurró abrumada.
—¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes?
—A-adelaida. Y tengo once años. —No habían pasado ni dos
minutos, pero ya quería irse. Aquel chico interrogante de ojos
cálidos y pelo moreno que la miraba fijamente la abrumaba.
—¿Vives en la casa del señor Routen?
  Adelaida quiso mirarle, pero apartó de nuevo la vista hacia el
suelo.
—¿Cómo lo sabes?
—Te vi salir de allí desde la ventana del orfanato. Vivo allí.
Oye, ¿cómo es la casa del señor Routen?
—¿Po-por qué quieres saber eso? —Bajo su vestido blanco
impoluto, aquel chico pecoso y de piel blanca de no más de doce años
la hacía ponerse nerviosa.
—¿Es muy grande? ¿Es verdad que tenéis una chimenea en cada
habitación?
—S-sí. —Se sonrojó aún más.
—Vaya. —El chico se quedó sorprendido. En el orfanato, donde
vivían varios chicos en cada habitación con un ruidoso suelo de
madera que crujía al pasar sobre él, sólo había una chimenea, en
la sala común. —Parece que vienen a buscarte, así que me voy ya.
Cuando quieras puedes venir a buscarme al orfanato.
  Aunque ella no quería, él se fue. Su padre, el barón Routen, la
llamó mientras ella veía irse corriendo a aquel chico.
_________

Tres días después, Adelaida se atrevió a ir al orfanato. Picó a la
puerta y una muchacha joven le abrió. Se sentía tan abrumada que no
dijo nada, incapaz de preguntar por aquel chico cuyo nombre no le
había dicho.
puntos 7 | votos: 7
¿Y dices - que se te rompen los amortiguadores a menudo?
puntos 9 | votos: 9
Mientras tanto, - en los Países Bajos...
puntos 12 | votos: 12
Dices de la ventana - lo mismo que de todos los cuadros de casa...
puntos 12 | votos: 12
¡Aguanta, Carlos, - trata de que llegue, Carlos!

puntos 10 | votos: 12
Ni tu sombra - quiero ver.
puntos 5 | votos: 5
iCheese - El nuevo logro tecnológico de Mapple, ya a la venta, os permite algo
que nunca hubierais pensado haber necesitado... ¡ver queso en un
cartel!
Por 699 euros podréis adquirir la licencia para reproducirlo.
puntos 11 | votos: 11
¡Sólo me equivoqué - en una centésima al calcular el ángulo!
puntos 7 | votos: 7
Os diría - que está en Hogwarts, pero sois muggles y no debo.
puntos 6 | votos: 8
Sólo sé - que no está en los Países Bajos.

puntos 8 | votos: 8
Esos familiares serios - que se convierten en desconocidos durante las vacaciones.
puntos 7 | votos: 7
Buscar el origen de algo - es difícil, y más sabiendo que todo es fruto de una evolución.
puntos 5 | votos: 7
Su grupo favorito - son The Misfits.
puntos 20 | votos: 20
¡En tren o por correo - lo que quiero es viajar y conocer mundo, humano!
puntos 10 | votos: 10
He ahí - dónde paran todos los carteles qué no sé cómo etiquetar.

puntos 10 | votos: 10
¿Se han ido ya - los exámenes?
puntos 18 | votos: 18
No siempre la virtud - está en el término medio.
puntos 8 | votos: 10
¿Quién coño - se sentó un día y pensó que no podemos ir desnudos por la calle?
puntos 6 | votos: 6
Ha dicho el de Diseño - que ya nadie se quejará por tener dedos como morcillas.
puntos 10 | votos: 10
Ella era - como ese frío que cala hasta los huesos.

puntos 17 | votos: 17
Todo lo que decidimos tirar - no es algo que desaparece, sino algo de lo que el mundo tiene que
ocuparse en nuestro lugar.
puntos 16 | votos: 16
Los suelos son duros y fríos. - Una persona puede no serlo, pero no puedes confiar en que no te
dejará caer.
puntos 6 | votos: 6
El headbanging - trasciende los límites del rock y el metal.
puntos 13 | votos: 13
Todo sea - por sufrir lo menos posible las horas de calor.
puntos 6 | votos: 6
Desde el más abajo - un gato vuelve para llevarse tu galleta.

puntos 11 | votos: 11
Dicho y hecho. - Ya que ese cartel tan feo era una Principal, ¿me subís a la Principal?
puntos 11 | votos: 11
No debemos subestimar - la diferencia entre culturas a la hora de intentar conocer el mundo.
puntos 26 | votos: 26
Muchos ganan - sin haber pensado más que en mantenerse en el lugar al que han llegado.
puntos 18 | votos: 18
Ten siempre a mano - lo que quieras llevar el día que te vayas.
puntos 6 | votos: 6
El árbol bajo el cielo gris - Cuando uno se encuentra paseando, o yendo hacia algún lugar por una
ciudad en otoño, y especialmente en invierno, siempre encuentra
objetos que despiertan fijación, sin que exista en ello una causa
evidente.
  Aquel árbol era extremadamente conmovedor, y como tal, produjo en
mí una fijación absoluta.
  Bajo el cielo gris y con el tronco mojado, el impertérrito ser que
por años llevaba allí sin que nadie reparara en él; que había
visto a miles, y miles, y miles de personas ignorarlo, que había
soportado el viento más veloz, la lluvia más incesante, el granizo
más sólido e imparable, el invierno más frío, me habló desde su
silencio más ancestral.
  ¿Es necesario que describa la húmeda corteza fungosa que protegía
el sacro interior por donde la savia fluía; las ramas sólidas
terminadas en verdes hojas oscuras; el verde suelo bajo el que se
ocultaban sus raíces? Nada de ello decía nada. Era sólo el
carácter intrínseco del árbol, su antigüedad, su... no tengo
palabras. Creo que el hecho basta para describirlo.
  El árbol me narró historias. Me habló de una época mejor, donde
todo parecía próspero, pese a lo fatal que nos parecería ahora:
todo era próspero, y plantar aquel árbol en aquel jardín durante
aquella primavera era sólo otra expresión más de aquella absurda
prosperidad, aunque viniera representada por el dinero que dejaba en
los bolsillos de los pobres jardineros que irían al médico a curar
su espalda, por el desahogo de las jóvenes mujeres que se sentaban
bajo aquellas ramas para descansar de su paseo bajo el Sol del
mediodía, por el incremento de la popularidad del edil que ordenara
su colocación, o simplemente por los pétalos que caían de las
flores hasta el suelo. La felicidad era manifiesta.
  Escuché entonces cómo me habló de un verano de unos años
después, el calor que hizo y el agobio que persiguió a los nuevos
jardineros que no conseguían agua que evitara que el árbol se
secara, y toda la tranquilidad que proporcionó a los jardineros
cuando las sofocadas damiselas pudieron cobijarse del calor de julio
bajo aquel jovencísimo arbusto.
  Noté un cambio en el tono alegre y desenfadado con que me había
hablado hasta ahora, cuando prosiguió su narración, cuando tras unos
años las hojas empezaron a caerse, siendo llevadas lejos por el
viento que lo mismo hacía con los pañuelos de las muchachas que
antaño se habían cobijado bajo el árbol. Ya no lo visitaban. Tal
vez su gravedad, adquirida con los años, y templada con la caída de
sus hojas las inhibiera de ello, como si la sabiduría que empezaba a
tener fuera un tesoro de otra época, algo despreciable e inútil. El
granizo taladró las pocas hojas que el viento no se había llevado
aún, la lluvia enverdeció su corteza, donde los líquenes
encontraron su lugar.
  Adquirió un nuevo tono, el mismo con el que lo había encontrado
cuando me fijé en él. Me habló triste y solemne de la Eternidad, de
lo inservible que es cuando los años lo han dejado desnudo pero su
solidez es máxima, de la destrucción a la que está destinado, como
todo ser y objeto, sin discriminación alguna, en este Universo
entrópico del que se forma parte. Me habló de mí, de mi existencia.
En realidad no dijo nada, pero lo entendí todo.
  Abracé al solemne árbol, como si fuera lo único que me mantuviera
con vida, y ella dependiera de él como único motivo. ¿No lo es?

puntos 7 | votos: 7
Amorfismo lingüístico - K: Celebrérrima execrabilidad plausible acaece entre patatas
campales.
R: Exangüe criatura ablación en la lengua. 
K: Ablación de lengua por felino maullante causada. 
R: Causada por un maullante nigromante de atolones buscados. 
K: Atolondrado nigromante hipotéticos cursos jamás realizados
aceptaría.
R: Aceptaría los realizados póstumamente a conciencia de codearse
entre pudientes. 
K: Tal postulación imposibilidad refleja ante el infausto impedimento
cárstico. 
R: La formulación del pedimento radica en enmendamientos.
K: Toda conclusión epistemológica es, pues, hipotética
exclusivamente.
R: La hipótesis no reafirma existencialmente el contubernio.
K: El muniqués contubernio consternados nos mantiene por su
irrelevante trascendencia pseudomencionada verídicamente.
R: El muniqués contubernio consternados nos mantiene por su
irrelevante trascendencia pseudomencionada verídicamente.
K: Grave error el funesto cometido que socava nuestras más benévolas
conminaciones.
R: Tales conminaciones conllevan el receso prolongado del
salvoconducto.
K: Vil atrevimiento el incognoscible condenado produce por medios
propios sine qua non es posible tal benevolencia. 
R: Los campos mórficos, infalsables por el cónclave, causaron la
atribulación ad pedem litterae.
K:  Todo vencimiento quedó por impago lúgubre ante el deleznable.
R: La arqueta que envolvía la asechanza fue destrozada junto al
vademécum.
K: Tal desasosiego fue prontamente solventado por los petimetres a
quienes se les delegó tales tareas.
FIN.
puntos 1 | votos: 3
200 mafiosos excomulgados - se encarcelan por rebelar al Papa.
puntos 6 | votos: 8
Esos encuentros inesperados - con el pasado.
puntos 8 | votos: 8
En la Rusia soviética - Chuck Norris aún está en la Principal.
puntos 11 | votos: 11
¡Hayuda! - ¡Las aches se cambian de sitio!





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