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27.02.2012

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Veterano Nivel 3

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Esa cara que ponemos - Cuando cierta persona tiene una relación !
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El valor no es no tener - miedo, si no enfrentar el miedo   -Roberto Gómez Bolaños
puntos 8 | votos: 8
Historia del autobús 3 - Desde que tenía diez años tuve claro que no iba a ser
madre…ejemplar. La vida nunca me dio motivos para ser feliz, así
que, ¿para qué tenerlos ahora? Las cosas se hacen de una manera y
era por las malas. Miente y ganarás dinero, mata y nadie saldrá
perjudicado, consigue una tapadera y obtendrás mayores beneficios.
Tenía una fábrica clandestina de armas, pero la policía me seguía
el rastro desde hacía tiempo. Siempre rehusaba de sus preguntas,
procuraba que no me vigilasen y ni aun con esas podía zafarme de
ellos. Así que no tuve más remedio que coger una mejor tapadera que
la que suponía una fábrica textil: Una familia. Si veían que una
mujer que trabajaba mucho y rehusaba de querer perder el tiempo a
causa de que deseaba llegar a casa para ver a su marido y su
hijo/hija, la policía se daría cuenta de que mi coartada es buena y
dejarían de meter las narices. Y lo conseguí, vaya que si lo
conseguí. Vieron que se habían pasado, que no deberían haber dudado
de mí en ningún momento y que me apoyarían en todo momento.
Sé que parece complicado, pero todo tiene su explicación. Yo ya
tenía un novio desde hacía ya tiempo y empezábamos a vivir juntos.
Si fuimos novios, mi interés fue su puesto de policía, que pensé
que ayudaría. En parte lo hizo, ya que gracias a su trabajo podía
enterarme más o menos de cuándo la policía iba a seguirme la pista.
Pero como dije antes, no fue así, ya que necesitaba una tapadera
mejor. Así que nos casamos y yo me quedé embarazada. El tráfico de
armas descendió bruscamente ya que tenía que estar de baja por
maternidad, pero en cuanto di a luz a mi hija, volví al trabajo de
siempre, con mi negocio de siempre. El memo de mi novio estaba tan
ilusionado con nuestra hija que él la cuidó desde que era un bebé y
yo mientras tanto me ocupaba de lo que de verdad me llenaba.
Mi hija estaba impaciente porque quería ver a su padre:
—Mami, ¿dónde está papá?— la niña quería ayuda con sus
deberes y solamente recurría al bueno de su papá.
—Ya te he dicho que está en la cárcel por ser una mala persona,
Andrea. Tu padre ha matado a gente buena y ahora paga por sus
fechorías, así que haz tus deberes y vete a dormir.
—Mami, papá nunca haría eso, él me ha ayudado en todo, siempre ha
sido atento y cariñoso conmigo— abofeteé a la insolente de mi
hija.
— ¿Ves? Papá nunca me ha pegado y tú lo haces cada vez que
puedes— lágrimas empezaran a brotarle y su voz se hacía más
aguda.
—No eres una buena hija ni tampoco llegarás a nada en la vida. Eres
una fracasada, al igual que tu padre— a ver qué tal siente que te
digan eso de pequeña; así pasarás por todo lo que mi madre me hizo
pasar a mí, así sabrás lo que es sufrir…
— ¡NO! YO SERÉ ALGUIEN EN LA VIDA PORQUE CON PAPÁ DE MI LADO TODO
ME IRÁ BIEN—aunque estaba a la defensiva, también estaba asustada
y con ganas de no querer defenderse por mucho tiempo.
Me dirigí a pegarla una vez más, pero entonces oí un extraño ruido
que provenía del tejado. Me pareció raro, así que encerré a Andrea
en el desván, cogí una pistola y fui a ver qué pasaba. Salí y di
un rodeo a la casa por si veía algo. Nada. No había pasado nada. Tal
vez fuese una pelota que hubiera rebotado o algo. Pero de repente, la
puerta de la casa se cerró. No hacía viento. Alguien había entrado
en casa. Y solamente pude pensar en una única persona.
Disparé a una ventana y entré. Fui corriendo hacia la cocina y no
estaba. Me dirigí hacia el salón y tampoco le encontré. Fui
rápidamente a buscar en las habitaciones cuando entonces le vi en el
pasillo, con un uniforme de policía, típico de un guardia de
seguridad de una cárcel. Esa extraña katana abultaba su espalda y
llevaba además una pistola.
— ¿Dónde está mi hija?— preguntó mientras me apuntó, raudo,
con su pistola.
—Querrás decir nuestra hija— le respondí con parsimonia.
—No te hagas llamar madre después de todos este tiempo, y ni te
atrevas a denominarte esposa, porque nunca lo deseaste de verdad.
— ¿Qué esperabas de una líder de una mafia, capullo?— tenía
que sacar la pistola como sea y cargármelo, pero tenía que embobarle
antes.
—Supe desde cierto momento que me ocultabas algo: rehusabas de todo
contacto o comunicación con tu familia y aunque tuvieses poco trabajo
en “aquella fábrica”, solo te importaba estar con aquellos
indeseables. Pinché la línea de teléfono para averiguar lo que
sucedía y así me enteré de todo. Estuve destrozado, muy
destrozado…— empezaba a temblar. Aunque fuese policía, le cuesta
apuntar con un arma a un ser querido suyo. Qué iluso, eso será lo
que le matará esta noche…—. Por eso decidí actuar fuera de mi
jurisdicción y fui a arrestar a aquella mafia, aunque la cosa se
desvió un poco y no tuve más remedio que matarles. Lo que no sé es
cómo te enteraste y fuiste capaz de mentirles…— fue ahora cuando
su pulso crecía más.
Saqué mi pistola y le disparé, dándole en el brazo izquierdo, donde
sujetaba el arma. Con un alarido de dolor la dejó caer, pero cuando
le volví a disparar, había saltado hacia su derecha, dirigiéndose a
la cocina.
—Vamos, cariño, tan solo quiero hablar— cogí su pistola por
mayor seguridad—. ¿Quieres saber cómo lo supe? Horas antes de que
tú los matases a todos e hicieses añicos mi mafia, uno de ellos me
llamó y yo me puse manos a la obra. Es fácil hacerse pasar por la
mujer maltratada y aporreada— era fácil seguirle la pista debido a
que estaba dejando un rastro de sangre.
Me lanzó la cubertería de un cajón para distraerme, pero me eché
atrás. Disparé, pero fallé. Corrió hacia el salón y vi cómo
estaba detrás del sofá.
—Hoy duermes en el sofá, cariño—Cogí una lámpara con la mano,
disparé a un lateral del sofá. Estaba esperando a que saliese
corriendo para golpearle con la lámpara y así estar más segura a la
hora de dispararle.
— Maldita zorra— Pude entender lo que decía, a pesar de que
hablaba con voz baja y débil. 
Vi algo salir rápidamente de un extremo y le lancé la lámpara, pero
no era más que la vestidura que llevaba y lo confundí. Desde el otro
extremo, salió y me lanzó un cuchillo de carnicero, cogido de la
cocina. Me dio de lleno en la pierna derecha.  Él fue rápidamente
con la katana a partir el arma en dos. Saqué la otra pistola y le
descerrajé un tiro, pero fallé. Con un placaje me derribó y caí al
suelo.
—Te espero en la parada de autobús directo al infierno, puta — Me
clavó su katana en el pecho. Sabía que era mi fin, pero por suerte,
saqué la otra pistola y le di de lleno en el suyo, perforándole un
pulmón.
Cayó, dejando su arma firme en mi cuerpo. En mis últimos minutos de
vida, solo pude observar cómo mi hija vio nuestros dos cuerpos en el
suelo y fue rápidamente a ver a su padre.
— Papá, no te mueras, por favor, eres lo único que tengo, por
favor, no te mueras, papá…— Lloraba como una magdalena.
— Hija…todo ha pasado. Ahora que los dos…estamos…muertos, la
custodia irá…hacia tu tío. Él te cuidará tan bien como yo lo he
hecho…— Estaba en sus últimas ya—Andrea, quiero que recuerdes
esto…los autobuses son…como la felicidad…nunca sabes cuándo
llegarán…pero….sabes que tarde…o temprano…llegarán…
Cerró sus ojos y yo tan solo pude dejar abiertos los míos.
puntos 8 | votos: 8
Por esas personas - que dicen amo a Dios.
Y no cumplen ni sus mandamientos
puntos 7 | votos: 7
Definitivamente - mi infancia ha sido destruida

puntos 18 | votos: 18
Cada uno, - ayuda en lo que puede...
puntos 8 | votos: 8
Es mejor - Parecer un tonto por callar, que abrir la boca y confirmarlo.
puntos 6 | votos: 6
Videojuegos Online - Como sera                                                       Como crees que sera
puntos 11 | votos: 15
Mi habitación - no es un desastre, solo tengo las cosas en modo aleatorio.
puntos 8 | votos: 8
NIÑOS - Porque la inocencia no tiene limites

puntos 12 | votos: 12
Esas ganas de matar - cuando llevas zapatos nuevos y te los pisan
puntos 17 | votos: 17
Cuando - por fin empezaba a ser feliz, todo se fue a la mierda
puntos 15 | votos: 15
DESMOTIVA - que no existan.
puntos 1 | votos: 3
Porque - darse la mano estaba muy visto
puntos 7 | votos: 7
Mi corazon - No tiene dueñ@

puntos 4 | votos: 6
Desmotiva - saber que poco a poco vas perdiendo atu mejoramigo..




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