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21.03.2011

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bueno 450 | malo 45

puntos -10 | votos: 24
Lo siento para lo que  - he herido con mis dos carteles anteriores ahora me he dado cuenta de
lo mala persona que he sido
puntos 6 | votos: 12
Desmoconcurso - Si adivináis, cuanto pesa esta chica y cuantos años tiene, votaré
sus dos primeras páginas de carteles, y si no llegan a las 2
páginas, todos sus carteles.
Suerte.
puntos 10 | votos: 14
¿Aburrimiento? ¿Qué es eso? - Desde que conozco desmotivaciones, se me ha olvidado su significado.
puntos 25 | votos: 29
Motiva ir al concierto de tu - artista favorito y lograr la imagen perfecta.
puntos 2295 | votos: 2343
Las mujeres - no son un libro en braille, no tienes que tocarlas para conocerlas

puntos 1969 | votos: 2041
Luke - presentame a tu amiga
puntos 1405 | votos: 1523
¿Pero pececito  - que es lo que me estas haciendo?
puntos 9 | votos: 11
El Photoshop - va a acabar con nosotros
puntos 21 | votos: 21
Porque hacer una foto es - capturar un instante irrepetible.
puntos -9 | votos: 19
Kartel phara Irca - Me vorraron hel hanterior, perho ha hun sejidor sienpre hai ke halejrarle

puntos 11 | votos: 15
Qué bonito sería que fuese  -  domingo tó los días que tó los meses fuesen verano y no tené que
levantarno temprano sería extraodinario quitá los lune del
calendario
sería fenomená no tené que trabajá...

MOJINOS ESCOZIOS
PA PITO EL MIO
puntos 3 | votos: 7
Porque hay poetas  - que cuando los escuchas  te despiertan tus sentimientos más profundos
puntos 2075 | votos: 2195
Acariciar sexualmente la pared - Para encontrar el interruptor de luz.
puntos 16 | votos: 16
que tienen en comun la vaca - y la pelota
pues que la vaca da leche,
con la  leche se hace queso,
el queso no hace nada, 
el que nada no se ahoga,
 el que se ahoga es un bruto,
bruto mato a cesar,
cesar vivia en roma,
roma esta en italia ,
italia esta en el mundo, 
y el mundo
es redondo como una pelota
puntos 10 | votos: 10
Porque  - siempre te habras metido alguno en la boca

puntos 9 | votos: 9
Al otro lado de la vida 1x121 - Enfermería de la prisión Kéle de Etzel
16 de agosto de 2008

La doctora sacó la jeringa y colocó en su lugar una porción de
algodón, mientras le decía que apretase. El chico acató la orden y
se la quedó mirando mientras tiraba la jeringa vacía a un contenedor
de aluminio. Se quitó los guantes y suspiró largamente. 
DOCTORA RUIZ – Si notas mareos o dolor de cabeza en las próximas
veinticuatro horas, no te asustes. Si prosiguen después de un día,
vuelve aquí.
	Christian asintió con la cabeza.
DOCTORA RUIZ – Puerta.
	Christian caminó hacia la salida, y abandonó la enfermería, con
peor cara de la que había entrado. Ahí le estaban esperando los
otros dos chicos, ya vestidos, y los guardas que les escoltarían a su
destino. Uno de ellos le tiró el uniforme al pecho, haciéndole caer
el algodón manchado de sangre al suelo. El chico lo cogió y se lo
puso, mientras el guarda le metía prisa. Una vez hubo acabado,
prosiguieron su camino, cruzando el edificio de extremo a extremo para
salir de nuevo al exterior. El sol apretaba con fuerza, pero todo
estaba mucho más silencioso; ahora ya no había nadie en el patio de
tierra. Les guiaron por otro conducto de rejas hasta la última
compuerta que comunicaba con el acceso a la nave dormitorio; una caja
rectangular de hormigón y acero, con una altura de tres pisos.
	Al entrar se encontraron de frente un alto muro, y al sortearlo
recibieron el eco de cientos de voces hablando en voz alta. La
mayoría de los presos ya ocupaban sus celdas, pero todavía había
algunos rezagados charlando o discutiendo frente a las puertas. Había
docenas de celdas a ambos lados, en tres niveles, todas ellas
rebosantes de vida, ocupadas por pequeñas hormiguitas naranjas que
hacía ya largo tiempo que habían perdido la dirección del
hormiguero. Los tres guardas se repartieron los tres reclusos. Él se
quedó con un hombre delgado con la piel tostada por el sol y una
incipiente calva, que le guió hacia las escaleras. Subieron hasta el
primer piso, escuchando la voz de megafonía que repetía una y otra
vez que ocuparan sus celdas.
	La suya tenía el número 202 dibujado con letras negras en una placa
metálica que cruzaba la puerta abierta. Al ver los barrotes que le
retendrían durante tantas horas al día, tuvo que luchar por no
derrumbarse de nuevo. El guarda le indicó con la cabeza que se
metiese dentro, y él asintió y lo hizo, algo cabizbajo.
Afortunadamente nadie había reparado en él, pues no le apetecía en
absoluto lidiar con ninguno de los presos. Al entrar, notó
empequeñecer la celda. Una sirena sonó estridente en la nave, y se
formó algo de silencio. Christian se asustó. Un agente en cada piso
dio el visto bueno con un sonoro grito y acto seguido las puertas se
cerraron automáticamente con un ligero chasquido.
	Por fin le habían dejado solo. Ahora no se podía escudar en ningún
guarda, y se sentía más vulnerable por ello. Se quedó mirando al
exterior unos segundos, viendo a través de la fina barandilla los
tres pisos de celdas que había en la otra ala de la nave. Estaban muy
lejos, aquellos presos que no paraban de hablar a voces, pero
suficientemente cerca para distinguir sus caras. Los miró y de nuevo
emergió en su interior la certidumbre que él no pertenecía a ese
lugar. Él no era como ellos…
	Se giró y casi se cae el suelo del sobresalto. Frente a él, a no
más de dos metros junto a la vieja litera, había un hombre de unos
cuarenta años. Tenía el pelo suelto, muy largo, y una barba de tres
días. Unas gafas de montura metálica, pasadas de moda hacía más de
una década, no conseguían que su aspecto resultase menos amenazador.
No obstante, Christian tuvo que luchar para sobrellevar la situación.
A sus ojos, todos eran peligrosos delincuentes, y él no era más que
un niño, y tenía miedo. Temía estar encerrado en la misma celda con
un asesino o un violador.
FERNANDO – ¿Eres nuevo, verdad?
	Christian asintió con la cabeza, tímido y superado por la
situación.
FERNANDO – Tranquilo, muchacho, que no muerdo. Yo soy Fernando.
	El preso le ofreció su mano, bastante grande, llena de callos y con
las uñas amarillentas, pese a estar limpia. Christian titubeó
durante unos segundos, y acto seguido le estrechó la mano, con fuerza
y seguridad, cómo le habían enseñado. El hombre esbozó una sonrisa
y se sentó en la cama inferior de la litera. Le miraba con
curiosidad, y eso no conseguía más que ponerle aún más nervioso.
FERNANDO – ¿Qué edad tienes?
CHRISTIAN – Di… Dieciocho.
FERNANDO – Hay que joderse, si no eres más que un crío.
	Christian miró de nuevo al suelo. Deseaba estar en cualquier otro
sitio, pero no había por donde escapar.
FERNANDO – Y bueno… ¿Cómo te llamas?
CHRISTIAN – Chris… Christian.
FERNANDO – Pues bienvenido a la cloaca. Ven aquí y siéntate,
tenemos mucho que hablar tú y yo.
	Christian respiró hondo y se sentó junto a su compañero de celda.
FERNANDO – ¿Y por qué te han metido aquí?
CHRISTIAN – No… No quiero hablar de eso.
	Fernando le miró con seriedad, Christian le aguantó la mirada unos
segundos, hasta que tragó saliva de nuevo y volvió a mirar al suelo.
Fernando rió y Christian tuvo un espasmo fruto de la tensión.
FERNANDO – Estás acojonado, chico. Aquí no tienes nada que temer,
yo soy legal. Me metieron aquí por robar una puta cartera, para dar
de comer a mi familia. Lo que yo no sabía era que el tío al que se
la quité era juez… Qué te voy a contar. Has tenido suerte, porque
esto está lleno de escoria. Toda la basura que no quieren en la
sociedad la meten aquí; tenemos desde violadores de niños hasta
asesinos, sin contar los enfermos mentales. Pero esos les tienen en
otro sitio, por suerte.
	Christian comenzó a castañear los dientes, notando como las palmas
de las manos se le enfriaban y cómo su corazón latía a mayor
velocidad de lo normal. Fernando le miraba y temía que se cayera
redondo en cualquier momento.	
FERNANDO – No, no te quiero asustar. Sólo te aviso. Yo llevo aquí
ocho años, y sé quién es de fiar y quién no. Por cierto, ¿cuánto
tiempo te ha caído?
CHRISTIAN – Un año y tres meses.
FERNANDO – ¡El tío! Si vas a salir antes que yo, a mi me quedan
todavía un par de años. ¿Te han hablado de las tareas?
Christian negó con la cabeza. Ahora le miraba, y se sentía algo más
tranquilo. En un principio le había asustado, pero poco a poco
aprendía a confiar en él. No sabía si era una buena idea, pero
tampoco tenía otra opción.
FERNANDO – No todos lo hacen, sólo quién quiere. Es para ganarse
algo de dinero, para poder llamar por teléfono, comprarte tabaco o
algo más de comida de la que viene con el rancho, la prensa,
libros… tampoco hay mucho dónde escoger, pero ayuda a pasar mejor
el rato.
	Christian le observaba con atención.
FERNANDO – Yo estoy en la sección de mecánica, arreglando coches y
demás. Se cobra una mierda, pero sales de aquí con una profesión
y… bueno… nunca está de más. Hace un par de semanas dejaron
libre a uno de mis trabajadores, y tenemos una vacante. Prefiero
decírtelo a ti que a cualquiera de los que hay aquí dentro. De la
mayoría no me fío un pelo, y el resto ya tienen sus propios
trabajos. ¿Qué me dices, te apuntas?
	Christian subió los hombros y asintió con la cabeza, luchando por
evitar mostrar una sonrisa. Desde muy pequeño había deseado ser
mecánico; adoraba los coches y las motos y estaba esperando acabar el
bachillerato, en gran medida por satisfacer a su madre, para ponerse a
estudiar para trabajar de eso. Ahora que todo se había torcido, los
azares del destino parecían querer recompensarle por su paciencia.
Algo en su estómago le decía que no estaría tan mal dentro de la
tragedia. Lástima que esa sensación no le acompañaría mucho
tiempo.
puntos 6 | votos: 8
Osea como? - Descripción Gráfica
puntos 20 | votos: 20
No te creas - fisicamente imposible no, he aqui la prueba
puntos 16 | votos: 18
Hago un estudio estadistico - Solo necesito que pongáis un comentario con la edad que tenéis, solo
un comentario por persona y pido sinceridad por favor. Gracias
puntos 16 | votos: 20
Si, si lo tiene: - tu vida.

puntos 22 | votos: 26
...Que cualquier dia es fin de  - semana igual que en las vacaciones de verano...
puntos 14 | votos: 18
Live fast - die pretty.
puntos 20 | votos: 22
Yo tambien soy ingeniero... - ... de puentes y festivos.
puntos 1302 | votos: 1426
*Oye...¿Tu eres heavy o emo? - + Yo soy yo no me clasifico en modas.
puntos 19 | votos: 21
La única ropa que - le gusta a la mujer que le quede pequeña es el sujetador

puntos 2621 | votos: 2681
¡¡Pero, todos mis amigos van!! -
puntos 1105 | votos: 1177
Me he masturbado 800 millones  -  de veces y no tengo intención de dejar de hacerlo
puntos 1250 | votos: 1272
ÉL NUNCA  -  Le regalo diamantes
Pero se siguen queriendo como el primer dia
puntos 1040 | votos: 1098
MOTIVA - sentarse en el ordenador, poner buena música, abrir
desmotivaciones.es y experimentar todas esas sensaciones.
puntos 1167 | votos: 1211
Donde no se distrae nadie... - es en la clase de sexología

puntos 1021 | votos: 1069
Mientras tanto... -  en sálvame
puntos 1223 | votos: 1309
Camino a la principal -
puntos 1350 | votos: 1412
Oye, - ¿haces algo esta noche guapa?
puntos 1333 | votos: 1385
¡¡NO CAMBIES DE CANAL - QUE ESE ANUNCIO ME GUSTA!!
puntos 2395 | votos: 2607
Ahora - ten valor y dime que tu no duermes asi

puntos 771 | votos: 951
Y la proxima, - Te lo piensas 2 veces en vez de no llevarme al parque...
puntos 1498 | votos: 1558
Matt Le Blanc - Antes de ganar millones interpretando a Joey en la exitosa serie
Friends
Matt le Blanc vivía en un hotel lleno de prostitutas y drogadictos y
todo el dinero del que disponía eran 11 dólares.
Aunque su madre le decía que volviera a casa, nunca lo hizo, porque
quería perseguir su sueño hasta conseguirlo.

Y lo hizo.
puntos 1123 | votos: 1197
Por ese ultimo trozo  - de comida que cuando hay mucha gente nadie se atreve a comer
puntos 1499 | votos: 1597
Momento Pantene -
puntos 958 | votos: 1306
Chucherias - Expertas en picar muelas

puntos 1342 | votos: 1528
Insulto original: - A ti te pintó Picasso
puntos 1139 | votos: 1169
¿Porque es menos respetado - el que quita la suciedad que el que nos roba el dinero?
puntos 714 | votos: 764
Eres mas ridículo  - que Carmen de Mairena cantando Sexy Chick.
puntos 1290 | votos: 1320
Antes te decían: - ¿Has suspendido alguna asignatura?
Ahora, directamente, te preguntan: ¿Cuantas te han quedado?
puntos 1044 | votos: 1076
Un beso es como - beber agua salada, bebe y tu sed aumentará.

puntos 1582 | votos: 1712
Ceeeeeeeeee -
puntos 1302 | votos: 1322
Yo tambien - he planeado un dia entero y luego no hago nada de lo que dije
puntos 1131 | votos: 1219
Estudiar.. - Jodiendo dietas desde que el mundo es mundo
puntos 1131 | votos: 1197
Yo es que soy más de... -
puntos 1160 | votos: 1204
¿Seguro? -





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