En Desmotivaciones desde:
18.02.2011

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puntos 2330 | votos: 2368
Cara de: - mañana tengo examen y aún no me sé nada pero mis ojos siguen en la pantalla.
puntos 8 | votos: 14
Desmotivan - Las personas que nos llaman Sudacas de m*erda, y se creen superiores
a nosotros por vivir en una parte del mundo diferente. Particularmente
en Desmotivaciones, los que lo dicen son españoles: ¿Acaso no saben
que son lo que son por todo lo que robaron acá, y por toda la gente
que asesinaron y torturaron acá? Pese a eso, están en una terrible
crisis, con problemas economicos y de corrupción. 
ESCUCHA, CALLA, OBSERVA, APRENDE.. NO JUZGUEN SI NO QUIEREN SER
JUZGADOS.
puntos 35 | votos: 39
-Almas perdidas- - __El payaso buggy__

Parte 2



Creador
CUENTA.CUENTOS
puntos 9 | votos: 9
Gatos cientificos - que reclaman su elemento de la tabla periódica.
puntos 2209 | votos: 2249
Típica frase de una madre# - ¿Si juan se tira por un puente tu también?

puntos 23 | votos: 25
Así fue - cómo perdí mi alma por culpa de mi prepotencia y mi estupidez.
Dejo constancia de ello para que nadie corra mi misma suerte.
Reflexionad antes de actuar y no infravaloréis a los demás.
El mundo será un lugar mejor.
puntos 169 | votos: 169
Si en alguna ocasión - te encontraras con una situación que no parece tener sentido, no
desesperes, intenta hacer que todo encaje.
puntos 1961 | votos: 2053
Lucius Malfoy - Y su oscuro pasado
puntos 1847 | votos: 1991
No no no no -
puntos 17 | votos: 19
Máxima Motivación - y te echaré de menos, Algs.

puntos 9 | votos: 9
Los grandes grupos se olvidan - para que los mediocres parezcan mejores.
puntos 14 | votos: 16
La música -  es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.
puntos -2 | votos: 16
Linkin Park - descripción gráfica
puntos 9 | votos: 9
Momentos - en los que te das cuenta de lo ciega que puedes estar.
puntos 70 | votos: 70
Ligar en una discoteca - y sentirte Barney Stinson.

puntos 4 | votos: 8
+Chicos, ¿que miráis? - +Eso
+¿Pero que eso?
puntos 1190 | votos: 1338
¡Saca la mano de ahí! - ¡Guarro!
puntos 1953 | votos: 2185
¡Tú! - ¿Has estudiado para septiembre?
puntos 46 | votos: 46
El tiempo no es cruel - por arrebatarnos el amor, la vida y la esperanza.
Es cruel por hacerlo sin que estemos preparados para ello.
puntos 58 | votos: 58
Yo no he sido -

puntos 11 | votos: 13
Gatos ninjas - y sus botellas de champan invisibles.
puntos 9 | votos: 9
Gatos - a los que pillas practicando técnicas ninjas.
puntos 10 | votos: 10
Este cartel va dedicado - a todos aquellos juguetes con los que pasamos tantos momentos
divertidos de pequeños y ahora los tenemos olvidados en un cajón.
puntos 14 | votos: 16
Y así es como - llegaron walt_k y ads a la tierra para crear desmotivaciones.
puntos 75 | votos: 75
Un día me dio por limpiar  - las gafas... ¡y qué curioso! me di cuenta de que la vida no es en blanco y negro.

puntos 35 | votos: 35
Si no lloraste con esta escena... - ¡¡¡NO TIENES CORAZÓN!!!
puntos 10 | votos: 10
Infancia - Nunca debe perderse
puntos 5 | votos: 5
Amigos - haciendo las fotos mas embarazosas de tu vida desde tiempos inmemoriales.
puntos 22 | votos: 22
Hay cosas - que jamás deberían salir a la luz.
Por proteger mi integridad física.
puntos 24 | votos: 26
Walt_k - yo soy tu padre.

puntos 41 | votos: 41
Eternamente - nos preguntamos si tanto vivir compensa tanto dolor.
puntos 9 | votos: 9
Este es el culpable de que pierda -
puntos 12 | votos: 12
El porcentaje de divorcios baja. - ¿La causa? Con esta crisis empieza a ser difícil afrontarla uno solo.
puntos 10 | votos: 12
Inyecciones - Hasta los mejores las temen
puntos 7 | votos: 7
Deja de llorar - por lo que un día perdiste
deja ya de esperar
que el tiempo te calme
la ausencia que causa un adiós.

puntos 14 | votos: 14
Manuales - que sirve de mucho
puntos 5 | votos: 5
Aullando de dolor - de impotencia, de rabia, de desolación, por verte marchar y no saber a donde vas.
puntos 16 | votos: 18
Practicar alquimia - y perder un brazo y una pierna en el intento.
puntos 11 | votos: 11
Ponte en mi piel y dí que harías - Me llamo Ana, nací porque mi madre no tenía dinero para abortar,
luego cuando yo nací me tuvo que criar porque su familia la obligo.
Nunca me ha querido de verdad, me pegaba, nunca me habia llebado a la
escuela, etc. Cuando cumpli los 5 años dejó de ocuparse de mi, no me
daba de comer ni me daba nada, solo sé que se hartó de mi y llamo a
mi tía para que ella se ocupara de mi; así que mi tía vino a por mi
y me recojió. Desde que vivo con mi tía vivo feliz, porque aunque no
tengamos mucho dinero, ella me anima, me quiere me da de comer, etc.
Pero desde que vivo con mi tía no he vuelto a saber de mi madre, me
gustaría verla porque despues de todo lo que me ha hecho, sigo
pensando en ella y por muy increible que parezca la quiero, lástima
que el sentimiento no sea mutuo.
puntos 7 | votos: 7
En una fiesta de memes - A mi no me habeis invitado.

puntos 80 | votos: 82
Le dí limosna y me dijo: - No soy pobre, tengo hogar, hijos y familia, solo quería ganar dinero de forma honrada
puntos 17 | votos: 17
Abierto 9 dias a la semana? -
puntos 22 | votos: 22
Capa de invisibilidad de H.Potter - Existe en Venezuela y está a la venta
puntos 53 | votos: 53
LOL Voldemort - Descripción Gráfica
puntos 20 | votos: 20
Septiembre... - próximamente en todas las aulas.

puntos 10 | votos: 10
A nacido un nuevo jedi - y trae refuerzos aéreos.
puntos 11 | votos: 13
Personalidades blanca y negra, - la diversión no está en el término medio; sino en poder disponer de ambas a placer.

                                                               Tikky Mikk
puntos 8 | votos: 8
Pájaros con cámara - para que hacer robots si se pueden adiestrar.
puntos 14 | votos: 14
Al otro lado de la vida 1x134 - Nave de las celdas de la prisión Kéle de Etzel
18 de septiembre de 2008

Cobra sintió la adrenalina apoderándose de su cuerpo. La cabeza
agujereada de Andrés cayó de lado, y del orificio de bala empezó a
brotar sangre de un color rojo muy oscuro. Los gritos y aplausos le
acompañaron mientras se agachaba para revisar el cuerpo, del que se
apropió un cargador para la pistola, una porra y unas esposas. Con
ese pequeño arsenal, se levantó y se dirigió hacia la puerta de
salida. En ese momento los gritos y vítores se fueron apaciguando,
dando pie a un momento de tensión, en el que muchos vieron cómo se
iba, para abandonarles a su suerte.
	La realidad fue distinta. Cobra se dirigió a la garita, y se limitó
a abrir la puerta, que no ofreció resistencia. Ahí el suministro
eléctrico seguía funcionando, gracias al mismo generador de
emergencia que había encendido aquellas débiles luces en los
pasillos de las celdas. Cobra observó con atención la sala. Abrió
un par de cajones sin encontrar nada interesante, y sacó del tercero
una tableta de chocolate que devoró con ansia. Al darse cuenta que
todo se había vuelto a sumir en el más absoluto silencio, se
preparó para llevar a cabo su objetivo ahí dentro.
	Si el mundo exterior se parecía al pequeño ejemplo que se les
había mostrado con la visita del carcelero, sin duda necesitaría
compañía para hacerse un lugar en él. Dio con el botón que
accionaba la sirena y lo apretó, haciendo estallar de nuevo en gritos
a los presos, al oír la sirena que indicaba que enseguida serían
libres. Acto seguido, se acercó al panel de mandos que controlaba los
cierres electrónicos de las puertas de las celdas, y tras media
docena de intentos infructuosos, dio con la llave adecuada. Al
girarla, todas las puertas se abrieron al unísono, de idéntico modo
a cuando las abría el ya difunto Andrés cuando tenían que ir al
patio o a la cantina.
	Sin perder ni un segundo salió de la garita. Vio a docenas de
compañeros arrodillados frente a sus celdas, cogiendo del suelo la
comida reseca que habían tirado hacía ya más de una semana a
quienes la trajeron. Muchos huyeron en estampida, otros se limitaban a
gritar de alegría, abrazándose unos a otros y estrechándose las
manos. Un pequeño grupo tiró varios colchones al espacio central
para luego prenderles fuego, entre risas y emoción desbordada. Cobra
se dirigió a las escaleras, esquivando el cadáver de Andrés,
ignorando a quienes se acercaron a él para mostrarle su
agradecimiento por la liberación. Muchos le siguieron, hasta la celda
202.
	Christian había estado observándolo todo desde su celda, superado
por los acontecimientos, con una mezcla de alegría e incredulidad. En
ese momento estaba encaramado a la escalera de la litera, recogiendo
la fotografía que tenía guardada debajo de la almohada. Estaba
hablando con Fernando, y al no oír respuesta, se giró y vio a Cobra
en el umbral de la puerta, seguido de un séquito de fieles
delincuentes. Su compañero estaba al otro extremo de la celda, le
miró y acto seguido miró a Cobra. Christian bajó hasta el suelo,
con la foto en la mano. Tragó saliva.
COBRA – ¿Dónde crees que vas?	
	Christian se esforzó por no mirar la pistola que Cobra sostenía con
su mano derecha. Se quedó callado, sin saber qué decir ni qué
hacer. Cobra notó el pánico en la mirada del chico, y esbozó una
sonrisa; iba a disfrutar con eso.
COBRA – ¿Qué llevas ahí?
	Christian levantó la mano en la que llevaba la foto. 
COBRA – ¿Me la das?
	No tuvo tiempo de responder. Cobra se acercó, y se la arrebató.
COBRA – Anda. ¿Es tu mamá?
	Christian le miró a los ojos, y asintió levemente con la cabeza.
COBRA – Creo que me la voy a quedar, para acordarme de cuando me la
tiraba.
	El novato no movió un músculo; sabía que su vida en esos momentos
pendía de un hilo, y no estaba dispuesto a hacer ninguna estupidez.
El asesino de Andrés se guardó la foto en el bolsillo, donde
encontró las esposas que había sustraído a su cadáver. Unos
segundos de silencio, en los que Cobra estuvo reflexionando sobre
cómo llevar a cabo su venganza, fueron suficientes para que su
macabra mente diera con una solución que creyó muy ingeniosa.
COBRA – Te podría matar ahora mismo, Dios lo sabe. Y no me
faltarían motivos, pero no lo haré. Hoy es tu día de suerte. Lo que
haré, será pagarte con la misma moneda.
	Christian frunció el entrecejo. Cobra se giró a Fernando, y le
tiró las esposas. Éste las cogió al vuelo, y miró al chico.
COBRA – Espósale una muñeca a la cañería del lavamanos.
	Fernando titubeó unos segundos. Observó alternativamente a Cobra y
a Christian, que le miraba con ojos de cordero degollado. Cobra
levantó la pistola, apremiándole.
COBRA – No tengo todo el día. Y luego te vendrás con nosotros. Nos
vendrá bien un mecánico. No quiero quedarme tirado en la carretera.
	Fernando se quedó quieto. No quería sentenciar la vida del chaval,
pero tampoco quería que Cobra le disparase.
COBRA – Es sencillo. O lo haces tú o lo hago yo. Y si lo hago yo,
créeme que envidiarás al mataniñas.
FERNANDO – Va… Vale.
	Fernando respiró hondo, y se acercó a la bajante del lavamanos,
dónde colocó una de las manillas de las esposas. Cobra empujó a
Christian hasta donde estaba Fernando, y éste cayó de rodillas
frente a su compañero de celda. Fernando le susurró un débil lo
siento mientras le sujetaba un brazo y le colocaba las esposas en la
muñeca izquierda. Christian, con los ojos húmedos, notó más cerca
su muerte a cada clic que hacían las esposas. Fernando se levantó,
dejando al chico sentado en el suelo. Cobra le miraba con desprecio.
COBRA – Aprétaselas más, no hagas que me enfade.
	Fernando se agachó ligeramente, y sostuvo la manilla que rodeaba la
muñeca de Christian, apretándola hasta que quedó bien sujeta.
Christian le miró; una lágrima brotó de sus ojos. Fernando se
levantó, evitando mirarle a la cara, y se reunió con Cobra,
cabizbajo.
COBRA – Así me gusta. Y tú, niñato, así aprenderás a no meterte
con Cobra.
	El reo comenzó a reír, y los lameculos que había tras él le
acompañaron a coro. Se hizo paso entre ellos, acompañado de cerca
por Fernando, y dejaron a Christian solo. El chico gritó pidiendo
clemencia, rogando piedad, pero sus gritos y llantos se perdieron en
el eco de la nave. En cuestión de cinco minutos el edificio quedó
nuevamente en silencio. Con la única compañía de un par de
colchones ardiendo, el cadáver de Andrés y un pájaro perdido que
revoloteaba sin encontrar la salida, se dejó caer en su desgracia y
se dispuso a morir. Al menos ya lo tenía asumido desde hacía varios
días.
	Cobra creía haber obrado su mayor y mejor venganza, sin saber que
con ello le estaba dando una nueva oportunidad de sobrevivir, pues de
todos los presos que escaparon ese día, apenas una cuarta parte de
ellos seguían con vida a la mañana siguiente.
puntos 9 | votos: 9
¡Hola! soy Coco - Y os voy a enseñar como llegar a la principal.





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