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17.02.2013

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EL REY INVISIBLE - ¨ME ASOMBRO DE LO QUE DIGO. MIS PALABRAS SALEN LIGERAS Y ATINADAS DE MIS LABIOS, PALABRAS QUE NUNCA HE PRONUNCIADO, PALABRAS DE UN MUNDO QUE NO ES EL MIO, COMO SI ME LAS DICTARA ESTA COTA DE MALLA QUE ME ENVUELVE ¨.
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Nada importaba ya... - La razón por la que llegó a aquel lugar, era por que estaba decidida a luchar. Estaba cansada y destrozada, de sus ojos brotaban lágrimas pero, a pesar de todo, no volvería a rendirse. Ya estaba harta de agachar la cabeza cuando estuviese en peligro. Ahora, su vida ha perdido sentido. No hay nada que merezca la pena, nada que sea importante. Antes estaba él, pero ahora, es como un sueño, como si nunca hubiese pasado. Él la abandonó, dejándola desvalida en aquel frío y oscuro lugar. Siempre había sido muy bueno con ella, pero aquel día, la trato mal, le hizo sentir un ser insignificante pero, a pesar del daño que le hizo, él lloraba. Era como si le doliese hacerle todo eso, como si fuese una obligación... Solo al recordar aquella escena, se le ponen los vellos de punta pero ya, no tiene miedo. Ahora está dispuesta a saber la verdad, a plantarse frente a esos seres terroríficos y luchar contra ellos, a mirar cara a cara a la muerte, pues ya le da igual todo... Se ve tan pequeña frente a esas enormes criaturas, con las que tendría que pelear, pues ya era muy tarde para huir. Acompañada por una espada, se disponía a comenzar la pelea, aunque no veía esperanza alguna de ganar. Las criaturas la miraban fijamente, no le quitaban ojo pero, tampoco atacaban. Juró no tener miedo, pero las piernas le temblaban. Miro por última vez a su alrededor y, soltando un grito de furia, comenzó a correr, con la espada en la mano, hacía las terrible bestias que había frente a ella. Alzo la espada y se dispuso a clavarla en la pierna de una de las criaturas. Para su sorpresa, la espada no se clavo, lo único que hizo fue romperse en pedazos. Aquellos monstruos eran de piedra. No podría contra ellos, y menos ahora que no disponía de ningún arma con la que atacar. Comenzó a dar golpes a la solida roca, pero no le causa ni un rasguño. Entonces retrocedió unos pasos. La criatura la miró, justo en el momento en el que se disponía a aplastarla. Pero antes de que la tocase,increíblemente comenzó a desmoronarse. Se partía en trozos pequeños, pero no solo esa bestia, sino todas las demás. Aquella chica pensó que había conseguido vencer,que ya no tendría que enfrentarse a nada más, pero se equivocaba... Cuando camina hacía la salida de la cueva, comenzaron a desprenderse algunas roca, que le bloquearon el paso. No podía ser, como saldría de allí, tenía que haber otra salida. Y mientras que estaba absorta en sus pensamientos, una especie de tornado se estaba formando en el centro de la cueva. Lo observó aterrada y, cuando el tornado paró, apareció una sombra encapuchada. La sombra se dirigía a ella, resaltaban sus ojos rojos, que brillaban como rubíes. Comenzó a sentirse mareada, pues la sombra, estaba absorbiendo su espíritu, su alma. Sin duda alguna este era el fin, no podía más, no le quedaban fuerzas y se desmalló. Cuando despertó, no se podía creer donde estaba. Volaba por un hermoso cielo libre de nubes. Aquel olor le trajó un gran recuerdo, olía a él, miro hacia arriba y lo vió. Alli estaba, volaba agarrada por un angel, pero no un algel cualquiera. Era él el que la estaba sujetando. Seguro que ahora sería muy felices juntos, y nada volvería a separarlos...



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