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13.07.2011

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bueno 358 | malo 3
Veterano Nivel 3

puntos 5 | votos: 5
Salir de un examen - y no tardar ni 5 minutos en olvidar todo lo que has estudiado
puntos 11 | votos: 11
No me importa - nada de lo que digas o hagas ¿cuantas veces tengo que repetirlo para que sea verdad?
puntos 4 | votos: 4
El amor, el destino... - El amor. Una necesidad casi esencial para la felicidad del hombre.
Pocas personas negarán que el amor está dirigido por algo superior
como quizás sea.... ¿el destino?
El destino. El final irremediable del mundo que marca la vida de
cada persona.
Unos dicen que dicho destino ya está presente y que cada ser tiene
el suyo propio, inamovible; pero otros dicen que cada persona, con
sus acciones, es capaz de cambiar su futuro y con ello, su destino,
pero... ¿quién tiene esa respuesta?
Y si el destino es marcado por nuestras acciones... ¿que cosa
es el motor de esas acciones?
Mmmmmm.... claro queda que el problema del amor es resuelto
por nuestro destino, pero ¿y el destino?
¿Ya está predispuesto, o.... lo creamos nosotros
a lo largo de nuestra vida?
puntos 17 | votos: 17
Piano... - Otra forma de sentir.
puntos 7 | votos: 7
Y es que cuando no estas - cada segundo es eterno

puntos 9 | votos: 9
Para mi el infierno - es cualquier lugar donde tú no estés
puntos 11 | votos: 11
Pasar la tarde - con la persona que te gusta
aunque sea como amigos.
puntos 2 | votos: 2
Disfruta del momento - porque el pasado nunca vuelve
puntos 7 | votos: 7
lee, y recuerda.. - ¿recuerdas cuando eras pequeño y no querias comer?Te intentaban
hacer creeer que la cuchara con el pure era un avion, de hecho creían
que lounico que le faltaba para ser verosímil era el sonido del
motor, y ahi les veias haciendo el brrrrrrrr, ademas, te hacian
responsable de la buena almentacion de todatu familia:Esta por
Papá.Esta por Mamá.Esta por la tita, O sea, tenias que comer tú
por todos.¿O para conseguir que nos durmiesemos se inventaron las
nanas? la musica era apropiada, pero fallaban en la letra, como esa
que decia: duermete niño, duermete ya, que si no viene el Coco y te
comerá Y tu pensando ¿cóomo? ¿que va a venir quien? Despues de
la informacion que me acavas de proporcionar ¿tu quieres que yo me
duerma?, asi que te pasabas toda la oche con los ojos como platos, no
fuera a ser que le diera por aparecer al maldito Coco.. Asi al menos
si venia te pillaba despierto. Y como conclusión, la frase  con la
que nuestros padres ponian fin a todas nuestras preguntas:
Mamá,¿por que los chicos son tan raros? Hija, cuando seas mayor lo
entenderás..Pues tambien en eso nos mintieron, por que querida Mamá,
yo ya soy mayor, y sigo sin entenderlos...                       .
puntos 13 | votos: 13
Chorradas que haces... - Con tus amigos, que te hacen olvidar todos tus problemas y
sonreír como nunca.

puntos 6 | votos: 6
Lo único seguro - es que todo se acaba
puntos 4 | votos: 6
No entiendes realmente algo - a menos que seas capaz de explicarselo a tu abuela
puntos 11 | votos: 11
Me gustaría ser un pez - para poder escapar de mis recuerdos
puntos 7 | votos: 9
En la vida es necesario: - ► Darle play a la vida.
▌▌ Pausar a los buenos momentos.
■ Detener las tristezas
◄◄ Repetir las alegrias.
►► Y caminar hacia adelante.
puntos 14 | votos: 14
La vida son dos días ¿no? - pues vívela en compañía, demostrándole a las personas que quieres
lo que sientes y ante todo siendo feliz.

puntos 1 | votos: 5
Tengo ganas de ti, - Me quiero morrir.Eso es lo que pensé cuando me marché.Cuando cogí
el avión, hace apenas dos años.Quería acabar con todo.Sí, un
simple accidente era lo mejor.Para que nadie tuviera la culpa, para
que yo no tuviera que avergonzarme, para que nadie buscara un por
qué.Recuerdo que el avión se movió durante todo el viaje.Había una
tormenta y todos estaban tensos y asustados.Yo no.Yo era el único que
sonreia....
puntos 9 | votos: 9
Para ser feliz - solo hacen falta 3 cosas: vivir el momento, aprovechar las
oportunidades y... un poquito de suerte
puntos 20 | votos: 22
Olvidar - es imposible para el corazon
puntos 3 | votos: 11
Capítulo 9 - Abrí los ojos sin saber muy bien donde estaba. Me sentía mareado y
me dolía la cabeza. Me di cuenta de que estaba en mi habitación,
pero no sabía cómo había llegado ahí. Me levanté mareado, tanto,
que caí de rodillas en cuanto me incorporé. Intenté ir a la cocina
a comer para ver si se me pasaba.

¿Todo había sido un sueño? era todo tan real, como si de verdad
hubiese ocurrido, como si ella fuera una asesina, ella fuera un
vampiro. Pero, ¿y si no hubiese sido un sueño? ¿Cómo había
llegado hasta mi cama? En ese momento no tenía explicación ninguna
para lo sucedido, pero lo recordaba todo tan real… El miedo
recorriendo mi cuerpo y paralizándome… Demasiado real para ser un
sueño, demasiado incoherente para ser real.

Me toqué el brazo para rascarme, cuando me di cuenta de que tenía
una pequeña herida en el brazo.  Una pequeña raja que ya estaba
cerrada, pero aun dolía. No sabía cómo había llegado a  cortarme
ni cuándo. Parecía una pequeña herida, que podía haberme hecho
mientras andaba por el bosque. Así que decidí seguir pensando en el
sueño, o tal vez realidad.

Hacía varias horas que me había levantado. No sabía que más
imaginar ni que pensar, así que salí de mi casa para ir a ver a Sam.
Necesitaba la opinión de alguien más, alguien que me apoyase.
Necesitaba contarle todo lo sucedido. Llegué rápidamente, sin
siquiera darme cuenta.

Comencé a hablar y mis palabras salieron fluidas sin pausa. Le conté
todo lo sucedido, desde que empecé a seguirla hasta que me desperté.
El pareció entenderlo todo, apenas sin hablar, aunque parecía que me
escuchaba de verdad. Pensó que todo sería un sueño, que lo mejor
sería ir al sitio en el que había pasado todo. Que intentase hablar
con ella y meditar las cosas detenidamente.

Decidí hacerle caso, que lo mejor sería ir al sitio donde estaba la
casa de Tana, como me dijo Sam. Salí de la casa y comencé a andar.
Caminé por el mismo camino que va hacia mi casa, pero una vez cerca,
desvié el rumbo para llegar donde tenía que ir.

De día todo era diferente. El cielo no se veía, pero los reflejos de
luz, penetraban entre las ramas de los árboles. Esos reflejos,
permitían ver con claridad, pero no molestaba la luz sobre los ojos.
Ahora podía verlo todo más claro, la pequeña casa de Tana a lo
lejos y una carretera se veía más allá de los árboles. La casa,
era toda hecha con madera vieja y gastada, con un tejado ligero pero
resistente. Parecía que no había nadie, pero estaba seguro que ella
aparecería. Siempre lo hacía.

Me acerqué más a la casa y cuando iba a tocar a la puerta, ella
abrió.

-Hola-. Dijo con una sonrisa en su gesto.- Te estaba esperando-.

-¿Como sabías que vendría?-. Pregunté al ver su comportamiento.

-No lo sabía-. Dijo de forma triste, pero antes de decir algo más,
sonrió.- Pero lo suponía-.

-¿Qué pasó ayer?-. Pregunté de forma inmediata.

Me miró extrañada y después preguntó.- ¿No lo recuerdas?-.

-Sí, si lo recuerdo, pero ¿cómo llegué a mi casa y por qué no
recuerdo esa parte?-. Estaba empezando a ponerme nervioso, quería
respuestas.

-Ya podemos estar juntos Letum-. Dijo mirando fijamente mis ojos.-
Nada nos lo impide ya-.

Algo en su mirada me hacía estremecer, pero a la vez me atraía. No
sabía a qué se refería, pero tenía que averiguarlo.

-No te entiendo. ¿A qué te refieres?-. Miré a Tana y después hice
un gesto de incomprensión.

-Eres como yo-. Dio una carcajada y dijo-. Eres un vampiro-.

Me estremecí en el momento en el que dijo vampiro. Mi respiración
comenzó a aumentar y mi corazón latía como si hubiese estado
corriendo durante horas. Pensaba que me caería de rodillas en ese
mismo momento, pero conseguí mantenerme en pié. La miré sin saber
que decir, esperando algo mas, una explicación. ¿Cómo había hecho
eso? ¿Cuándo?
puntos 10 | votos: 10
Lo peor que puedes hacer - es enamorarte de tu mejor amigo... por si alguna vez cortáis, y os
distanciéis tanto que no podáis ni miraros a la cara.  :(

puntos 17 | votos: 17
Ellos... - pensarian en un plan para llegar  a la principal.
puntos 7 | votos: 7
Que no puedas conseguir todo - lo que quieres
no es razon para que no intentes con todas tus fuerzas ser feliz
puntos 6 | votos: 6
La felicidad - esta en compartir pequeñas cosas con grandes personas
puntos 9 | votos: 9
Carnet de conducir - me lo saque en mientras los anuncios de antena 3
suspendí 5 veces...
puntos 11 | votos: 11
Alguna vez te rechazaron? - A ellos también pero no se dieron por vencidos.

puntos 13 | votos: 13
Yo no quiero una vida fácil - Yo solo quiero ser feliz...y para ser feliz solo me haces falta tú
puntos 8 | votos: 8
Oirte respirar... - es el mayor regalo que me podrias regalar :)
puntos 11 | votos: 13
Hoy - puede ser un día más o el día que lo cambie todo
Depende de tí
puntos 16 | votos: 16
Ser valiente -  no consiste en no sentir miedo, sino en sentirlo y aún así seguir adelante
puntos 12 | votos: 12
Sí, he roto mis límites. - No soy la cobarde afectada por los comentarios de los demás que era
antes... He aprendido a ser lo que quiero ser, a que no me importe lo
que piensen de mi los de mi alrededor, a actuar como quiero actuar, a
tomar decisiones por mi misma y a divertirme como quiero y no como
quieran que me divierta los demàs.

puntos 13 | votos: 15
Si me atreviera  - a decirte lo que siento me quedaría corto, pues las palabras
faltarían a este sentimiento tan inmenso.
puntos 12 | votos: 12
Nunca renuncies a un sueño - porque nunca sabes cuando se va a convertir en realidad
puntos 1 | votos: 7
Capítulo 7 - Una noche mucho más relajada. No había tenido sueños extraños y
pude descansar debidamente. El sol calentaba ya en mis ojos como una
fuerte llama que atravesaba mis parpados, así que me levanté y fui a
la cocina. Preparé un poco de leche caliente en el fuego y cogí un
trozo de pan con queso de un armario de la cocina. Me había levantado
con hambre. En mi cara aun se notaba el cansancio de la mañana, pero
estaba mucho más contento que los últimos dos días. Una vez
caliente la leche la serví en un bol y me senté en la mesa junto con
el trozo de pan. Comí con muchas ganas, pero no muy rápidamente, no
quería atiborrarme. Una vez terminé el trozo de pan, le di el
último trago a la leche y me levanté.

Salí fuera, seguí un pequeño sendero detrás de la casa y tras
andar unos metros llegué a un pozo. Cogí un poco de agua del pozo,
debido a que no quedaba agua y la llevé a casa. Una vez ahí, aparté
agua en unas jarras y la que quedó, la usé para lavarme la cara.
Ahora ya estaba preparado para un nuevo día.

Fui a mi habitación, abrí un baúl en el que estaba mi ropa y saqué
algo de ropa para ponerme. Me vestí y después volví a ir a la
cocina. Tomé un poco de agua y salí de la casa.

Hoy no quería hacer lo que siempre hacía, así que fui al pueblo.
Anduve durante largo rato por un sendero hasta llegar a un camino más
ancho. Una vez en el, continué hasta llegar al pueblo. Pero justo
antes de llegar algo extraño me frenó.

A lo lejos se veía un grupo de soldados. Se podía ver a uno de ellos
sobre un caballo, con una armadura en el pecho, que era de metal muy
brillante. También llevaba unos pantalones de color rojo, con rallas
naranjas. Portaba una lanza en la mano derecha y con la otra mano
mantenía las riendas del caballo. En la cabeza, llevaba un casco al
igual que la armadura del pecho, plateada y con un escudo que no era
capaz de reconocer. Ese hombre iba delante. Detrás del habían dos
soldados mas. Estos dos, vestían igual que el anterior, pero iban
armados con pistolas del pedernal. Aun llevando esas pistolas, tenían
en la cintura, un estoque. Después habían otros dos hombres, pero
estos tenían dos fusiles que cargaban con una mano, mientras que la
punta del fusil, apoyaba en el hombro del soldado. A la vez, llevaban
un estoque cada uno, el cual llevaban en el cinturón. Todos ellos
tenían una barba oscura que se veía debajo del casco, que solo
dejaba ver sus ojos.

Fueron acercándose poco a poco y cada vez se veía mejor. Llevaban
una gran caja, cargada por otro hombre más que iba en medio de ellos,
con un caballo.

Los dos caballos iban cubiertos con una ligera armadura, con colores
rojo a rallas naranjas, al igual que los pantalones de los soldados.
El caballo que cargaba la caja, la llevaba detrás, con unas ruedas
que permitían más facilidad de movimiento de la gran caja. Era una
caja de madera, con los bordes de oro. Parecía muy preciada, ya que
la custodiaban varios soldados armados.

No sabía que habría en esa caja, pero no iba a pararme a
preguntarles. Continué mi camino, apartándome hacia un lado, para
que pudieran pasar sin molestias. Anduve durante un rato más hasta
llegar al pueblo. Había estado poco en el pueblo así que intentaría
conocerlo un poco mejor ahora.

Seguí una calle que entraba hasta la plaza del pueblo, la cual, era
la zona más llena de gente. Se podía ver en la plaza a todo tipo de
personas, mercaderes con sus productos puestos sobre mesas, algún
soldado que vigilaba el pueblo, pero los que más abundaban eran
campesinos y siervos de algunos señores del pueblo. Continué por una
calle que salía de la plaza y llevaba hacia una pequeña iglesia. Una
vez en ella, vi otro grupo de soldados que salían de la iglesia con
una caja como la que había visto anteriormente en el camino. Lo que
hacían esos soldados era transportar el oro que la iglesia conseguía
para llevarlo a la capital. Después de eso, vi el pueblo entero,
desde la plaza hasta las calles más pequeñas y deshabitadas. Una vez
había terminado, era casi de noche, y quería descansar.

Fui hacia mi casa por el mismo camino que siempre seguía, con la luz
de la luna ya alumbrando mi cara. En ese mismo momento una mano toco
mi hombro. Sentí un pánico terrible.

-Hola-.

-¡Ahh!-. Grité.

Sentía una sensación de terror que no podía quitarme del cuerpo.

-Soy yo, tranquilo-. La voz de Tana sonó tranquilamente tras de mí.

-Que susto- La sensación de alivio al ver su cara sonriente recorría
mi cuerpo.- ¿Querías algo?-.

-Pensé que querrías hablar-. Dijo un poco desilusionada.

-Si…-. Dije rápidamente.-Por supuesto-.

-Pero… ¿Qué quieres saber?-. Preguntó.

-¿Por qué… siempre te veo de noche?-. Pregunté con miedo a su
respuesta.

Soltó unas carcajadas y después contestó.- Por que es cuando tengo
tiempo libre-.

Intenté reírme junto a ella, pero sonaba tremendamente forzado.-
Eres diferente…-.

Miró al suelo tristemente y dijo.- ¿No te gusta?-.

-No no… Me gusta que seas diferente…-. Contesté rápidamente al
ver su tristeza.

Sonrió de nuevo y me dio un beso. No pude evitar mi sonrisa, estaba
realmente contento, pero seguía teniendo preguntas, preguntas que no
podía decirle.

Ella comenzó a irse y yo escondido tras un árbol, la comencé a
seguir. La seguí tras los arboles, mientras ella seguía por el
camino. Una vez llegamos a un cruce salió del camino y comenzó a
andar entre arboles que no dejaban pasar ni la luz de la luna. Y ahí
estaba, una casa de madera en la que ella había entrado. Era su casa,
no vivía en el pueblo de al lado. Me acerqué a la casa y de repente,
noté algo detrás de mí. Mi cuerpo paralizado por el miedo no podía
siquiera girarse. Pero tendría que hacerlo, en algún momento u otro,
lo haría.
puntos 10 | votos: 10
¿No lo entiendes, verdad? - Por tí cruzaría la línea entre la realidad y lo irreal, que
vendería mi alma por ver tu sonrisa desaparecida hace 10 meses, 24
días, 8 horas, 36 minutos y 9 segundos. ¿Y Sabes por qué?
puntos 7 | votos: 7
No hay nada imposible - si crees en ti mismo

puntos 10 | votos: 10
Examinadores carnet de conducir - Como se ven                                                       Como los ves
puntos 23 | votos: 23
Lo difícil no es cómo hacerlo, - sino reunir valor el valor suficiente para llevarlo a cabo.
puntos 2 | votos: 4
Capítulo 6 (Segunda parte) - Un lugar en plena luz del día, pero con la oscuridad de un anochecer
que producían los arboles gigantes, que podía ver desde mi casa. No
podía pasar la luz del sol, tan solo algunas pequeñas brechas de luz
que parecían celestiales. Y detrás de uno de esos grandes árboles,
estaba ella.

Mi mente se quedó un momento en blanco. No sabía que responder. Toda
mi vida estaba cambiando. Nunca antes había soñado cosas así. Me
sentía seguro con Tana, pero a la vez estaba preocupado. No la
conocía apenas, no sabía nada de ella. Aun así, nada me frenaba,
quería saberlo.

-Hola… ¿Qué haces aquí?-. Una pregunta forzada, con un tono
serio. Pero no sabía decirle como me sentía.

-Te estaba esperando-.

Mi cara cambió en un segundo, después de escuchar su respuesta. Pero
aun así, con su sonrisa y su mirada era capaz de tranquilizarme.

-¿Cómo sabías que estaría por aquí?-. Esta pregunta, fue más
tranquila. Me sentía más relajado.

-Necesito hablar contigo- Me miró fijamente con una mirada más seria
que la anterior.-Creo que tienes que preguntarme algo ¿No?-.

Aunque me costaba, le expliqué todo mi sueño. La muerte de Sam fue
lo que más me costó de contar, por eso durante mucho rato, estuve
hablando solo yo, ya que no sabía muy bien cómo explicar algo así.
Una vez había terminado de hablar ella miró al suelo con una cara
seria. Luego volvió a mirarme y sonrió.

-Solo es un sueño-. Dijo ella intentando tranquilizarme.

Por un momento me sentí tranquilo. Pero su comportamiento mientras le
contaba todo era extraño. Como si esperase algo distinto. Como si
esperase más preguntas.

-Lo sé… Pero es extraño- Mi mirada se fijó en la carretera del
sueño que se veía a lo lejos.- Soñé con cosas que ni siquiera
conocía. Y estabas tú. Y estaba Sam… Muerto-.

-Los sueños son algo inexplicables-. Sonrió y me cogió la mano.- Es
algo que nadie puede comprender.

-Gracias, necesitaba algo así-. Mi boca formó una sonrisa mientras
hablaba. Me sentía bien.

Miré de nuevo esa carretera y luego miré a Tana. Ella me sonrió.

-Tengo que irme-. Dijo ella después de verme mejor.

-¿Por qué?-.Pregunté tristemente.- Me gustaría hablar más
contigo-.

-Lo siento, pero tengo que irme-. Comenzó a andar y se despidió con
la mano.

Yo esperé en ese árbol un rato, mientras ella andaba hacia el
interior del bosque arbolado. Entre la penumbra de los arboles. Esos
mismos arboles tan antiguos que veía de pequeño como grandes seres
poderosos. Al final, desapareció entre la oscuridad profunda. Yo
quería preguntarle muchas cosas, pero tendrían que ser en otro
momento.

Era diferente, y eso era lo que más me gustaba de ella. Podía
aparecer en una casa abandonada, o marcharse en mitad de un bosque
oscuro. Pero ahora tenía que pensar de nuevo en Sam.

Fui a casa de Sam, para contarle el sueño. Ahora me sentía bien como
para contarlo. Fui sin pararme mucho y llegué deprisa. Llamé a la
puerta, ahora más tranquilo que la primera vez. Abrió la puerta y me
invito a pasar. En este momento se le veía contento. Estábamos solos
en casa porque su madre había ido al pueblo a comprar algunas cosas
para la casa. Le empecé a contar todo lo sucedido en estos días. Le
conté lo de Tana, como la conocí y todo lo demás. El sueño fue lo
que más me costó de contar. Pero el comprendió todo muy bien.

-Ahora entiendo por qué estabas tan raro-. Dijo antes de una
carcajada.

-Si… lo siento por no habértelo contado antes-.

-No te preocupes-. Me miró y yo ya me sentí mucho mejor.- Es normal
tener sueños extraños. ¿Por qué no me contaste lo de Tana?-.

-No lo sé…-. Y ciertamente era real. No sabía el por qué.

Me invitó a comer algo después de hablar. Y yo estaba hambriento. No
había comido nada desde que me había levantado, ya que salí
corriendo hacia su casa. Me sirvió un poco de caldo que había en una
cazuela y me lo comí rápidamente quedándome satisfecho. Cuando
terminé de comer el aun seguía comiendo, así que continué hablando
de cómo me sentía. Todo lo que había estado guardando estos días.

Estaba más relajado después de hablar con Sam. Me sentía liberado
de mis propios pensamientos. Me fui a mi casa después de despedirme
de Sam e intenté relajarme en la entrada mirando el horizonte. Aunque
no paraba de pensar en el sueño, ya no me daba miedo, pero seguía
teniendo preguntas.

El cielo empezaba a oscurecer y yo estaba cansado. Así que me fui a
dormir.
puntos 3 | votos: 3
Es triste... - que después de que hayan hecho llorar a una chica tan bella como tú
no te des cuenta que necesitas alguien que te quiera, te ame, y te
respete...
puntos 11 | votos: 11
Desmotiva, y mucho - que la mayoría de personas  piensen que todos los chicos somos
iguales y no piensen que hay chicos que de verdad se enamoran y
entregan su corazón a esa persona...

puntos 15 | votos: 15
Un amigo - es el que cree en tí
cuando ni siquiera tú crees en ti mismo
puntos 10 | votos: 12
¿Cuando... - ...se les acabaran las vacaciones a Phineas y Ferb?
puntos 15 | votos: 15
Acertijo Regalo - Este no es un acertijo como los demás que he publicado,este no es de
un hombre enano, ni de tu pilotando un avión, es el famoso acertijo
de Einstein, el cual publico por que me parecio extremadamente
interesante.Mi consejo para sacarlo en menos de 1 hora es paciencia, y
coged un boli y papel para apuntar revisar y volver a revisar.Sin más
preámbulos, os dejo con el acertijo, que dice así:
enemos 5 casas de cinco colores diferentes y en cada una de ellas vive
una persona de una nacionalidad diferente.
Cada uno de los dueños bebe una bebida diferente, fuma una marca de
cigarrillos diferente y tiene una mascota diferente.

Tenemos las siguientes claves:

El británico vive en la casa roja.
El sueco tiene un perro.
El danés toma té.
La casa verde esta a la izquierda de la blanca.
El dueño de la casa verde toma café.
La persona que fuma Pall Mall tiene un pájaro.
El dueño de la casa amarilla fuma Dunhill.
El que vive en la casa del centro toma leche.
El noruego vive en la primera casa.
La persona que fuma Brends vive junto a la que tiene un gato.
La persona que tiene un caballo vive junto a la que fuma Dunhill.
El que fuma Bluemasters bebe cerveza.
El alemán fuma prince.
El noruego vive junto a la casa azul.
El que fuma Brends tiene un vecino que toma agua.
Y por ultimo la pregunta:

¿Quién es el dueño del pececito?
Muchas gracias a todos aquellos que votáis mis carteles y que me
apoyáis para que cada día saque mas acertijos para poner a prueba
nuestro pensamiento lateral ;) en los comentarios, no pongan la
respuesta, solo el tiempo que habeis tardado y algun comentario sobre
la dificultad y asi . Suerte y gracias ;)
puntos 2 | votos: 2
Capítulo 6 - Estaba yo corriendo a toda velocidad, sin ser capaz de parar. El aire
de la noche corría en mi cara a mucha velocidad y la noche oscura sin
luna era algo tenebroso. Me paré un segundo, mire hacia ambos lados
de una carretera y continué corriendo. No había nadie en ese lugar.
Todo iba despacio aun que notaba la velocidad en mi cuerpo.

A lo lejos, veía algo. Era una persona. Me acercaba poco a poco, pero
podía ver todos los movimientos de esa persona. En ese momento, mire
hacia delante y ese chico se giró. No podía creerlo. Era Sam, pero
¿Qué hacía ahí?

Estaba a unos diez metros de él y me abalancé sobre su cuerpo. Un
golpe en la espalda que le tumbó y una furia en mi que era incapaz de
controlar. Le empezaba a rasgar la ropa, no paraba de darle golpes y
más golpes y después un silencio. No había gritos. Un corte con mis
propias manos. Ahora estaba solo encima de un cadáver, mirando hacia
todos lados. En la penumbra de la noche.

-¡Saaam!-. Grité después de volver en mí.

-¡Qué he hecho! -. Continuaba gritando, mientras lloraba al lado del
cadáver de mi amigo.

-Letum-. Una voz que conocía. Un susurro.

Miré abajo y era Sam.

-No te preocupes- Dijo Sam con una sonrisa malévola en la cara.- Solo
me has matado-.

Una carcajada salió del como si de un loco se tratase. Yo empecé a
llorar sin saber que mas decir. Una sensación recorría mi cuerpo.
Estaba confuso y perdido entre la oscuridad. Empecé a correr sin
parar, lo más rápido que podía. No paraba de escuchar esa
carcajada, seguida de un susurro que decía mi nombre. Me sentía
observado todo momento.

-No corras Letum, estás a salvo-. Era Tana.

Al escuchar su voz no pude evitar pararme. Me giré y la vi
acercándose a mí. Era extraño, pero me sentía bien con ella.

-¿Qué pasa? ¿Qué hago aquí?-. Dije de manera desesperada.

-Tranquilo, estás a salvo-. Contestó ella.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y después me sentía más
tranquilo.

-Si… Letum. No tengas miedo. Estas a salvo-. Una voz a mi espalda.
Era Sam.

Me giré y le vi, ensangrentado, con todo el cuerpo demacrado y con
una gran herida que era la que yo le había hecho.

-¡Ahhhhhhhhhh!-. Un grito ahogado por el miedo salió de mí sin
esperarlo.

Todo mi cuerpo empapado en sudor, un grito ahogado, y un sofoco
incomprensible para quien me viese. Me levantaba de la cama e iba
corriendo a la cocina. Mi padre no estaba, estaba solo en casa, como
era normal. Me fui de la casa sin comer nada si quiera, directo hacia
la casa de Sam. Corrí lo máximo que mis piernas aguantaban, llegué
hasta esa casa, y justo cuando iba a llamar, un escalofrío volvió a
recorrer todo mi cuerpo. Me contuve un segundo y después llame
igualmente. Abrió Sam la puerta.

-¿Qué haces aquí a estas horas?-. Preguntó extrañado Sam.

El estaba bien, no tenía nada. Su cuerpo estaba intacto y estaba
vivo. Todo había sido un sueño. No pude evitar abrazarle y no decir
nada más.

-Lo siento, no sé lo que me pasa-. Dije yo.

-No te preocupes-. Respondió rápidamente al ver mi estado.

Sonrió y me invitó a entrar. Pero yo no quería contarle lo que
había soñado. No podía hacerlo.

Me fui andando lentamente hacia mi casa, con lágrimas en los ojos,
intentando no pensar en ese sueño. En Sam muerto en el suelo. En Tana
mirándome intentando tranquilizarme. Y de nuevo Sam muerto pero
hablándome. Susurrando mí nombre.

No era capaz de comprender por qué de ese sueño. Juntar a Tana y a
Sam, en esa situación. Me sentía mal por algo que solo había pasado
en un sueño. Pero en ese sueño, yo era un asesino.

Ya estaba en la entrada de mi casa, pero no quería entrar. Quería
volver a ir a la cabaña. Tenía que hablar con Tana. Fui andando por
donde creía que era el camino hacia la cabaña. Pero me había
confundido. Había salido hacia una carretera. Algo en esa carretera
me resultaba familiar, algo que me asustaba. Era la carretera del
sueño. Mi cuerpo se paralizó durante unos segundos, imaginando a Sam
en el suelo. Intenté salir a correr, pero no podía moverme del
miedo. Al final conseguí salir corriendo. Algo extraño pasaba en
este momento, pero quería salir de ahí. Corrí lo máximo que pude y
llegué al camino hacia la cabaña y ya empecé a tranquilizarme. No
sabía por qué pero la cabaña me hacía sentir seguro. Tana me daba
seguridad. Anduve algo más tranquilo, pero detrás de un árbol del
camino, vi algo. Me acerqué y vi alguien que no esperaba encontrar
ahí.

-Hola, ¿Cómo estás?-. Dijo Tana.
puntos 9 | votos: 9
La lluvia en Semana Santa - también tiene su parte bonita.

puntos 8 | votos: 8
A mi del cuento - me sobran ser princesa, las hadas, el vestido, el castillo y las perdices
Con tenerte a tí me basta
puntos 9 | votos: 9
A veces te sientes - más cómodo con alguien que no conoces, hablas con mayor libertad. Te
sinceras. Quizá porque no te interesa su opinión.
puntos 7 | votos: 9
Caminante, - son tus huellas el camino y nada mas;caminante no hay camino se hace
camino al andar. Al  andar se hace camino, y al volver la vista atras
se ve la senda que nunca se ha de pisar.Caminante, no hay camino, sino
estelas ewn el mar
puntos 9 | votos: 9
Asomaba a sus ojos... - ... una lágrima 
y a mi labio una frase de perdón; 
habló el orgullo y se enjugó su llanto, 
y la frase en mis labios expiró. 
Yo voy por un camino; ella, por otro; 
pero, al pensar en nuestro mutuo amor, 
yo digo aún: ¿Por qué callé aquel día? 
Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?
puntos 8 | votos: 8
En la vida - algunas personas se van y otras vienen
Pero a los que son realmente importantes para tí siempre les llevaras contigo





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