Incomodidad

Venga, va. Ya has jugado suficiente con mi corazoncito, no crees? De dónde sacas esas etiquetas?

Heinrich oye una redacción por parte de su hermano gemelo Günter, al frente de la clase bajo la atenta mirada de todos. Le oye hablar de su secreto y enfurece al instante, poniéndose en pie y mandándole a callar.

- ¡Cierra la puta boca! - Ruge con violencia, llamando la atención. Su hermano pequeño le ignora y sigue hablando. El joven rubianco, más alto y menos estrecho, se dirige a él con violencia y le coge de la pechera, sacudiéndole. Ignorando la estricta orden del profesor. - ¡Habíamos acordado que era un secreto! ¡Era un secreto! - Le vocifera sin que el otro, con iris idénticos a los suyos, haga nada por defenderse. - ¡Eres un traidor! ¡Un traidor!

- ¡Basta! Señorito Köning, le sugiero que se aparte de su hermano y abandone la clase. - Interviene el irritante profesor que tan petulante le parece al primogénito de los Köning. Este se vuelve con violencia al hombre, soltando a su gemelo.

- ¡Cállese! ¡Usted no me da órdenes! - Le ruge, sobresaltando al de nariz de garfio que encoge la mirada ante la agresividad del adolescente. - ¡Me marcho de esta escuela de mierda! ¡No se puede aprender nada de un sucio judío! - Asegura lanzándole un repentino escupitajo. - ¡Escoria de mierda! - Se vuelve a su impotente hermano y es a él a quien señala ahora. - ¡Y tú! Sólo eres mi hermano, te arrepentirás de esto. ¡Te mataré a palos! - Le amenaza con severidad para volverse a la clase. - ¡Pronto Alemania resurgirá de sus cenizas! - Grita a sus desconcertados compañeros.

- ¡Heil Hitler! - Proclamó, elevando su brazo derecho un momento antes de abandonar la clase con paso ligero. Haciendo oídos sordos a la llamada de su profesor.

Ya está, finito.