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Oso hormiguero - Descripción gráfica
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Problem? -
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Al otro lado de la vida 1x77 - Carretera interurbana K-56, entre Etzel y Sheol
17 de septiembre de 2008

Morgan se giró para ver como varios de los refugiados corrían entre
los coches accidentados sin saber hacia donde, movidos tan solo por el
pánico. Otros habían saltado los quitamiedos y se habían tirado por
la pendiente sin calcular bien, y ahora rodaban sin fortuna
golpeándose contra matorrales y piedras e hiriéndose codos y
rodillas. Los que estaban armados seguían en primera línea, viendo
como esos seres se acercaban más y más. Pese a tener todavía más
de cien metros de ventaja sabían que no serviría de nada quedarse
esperando que llegasen para acabar con ellos, porque eran demasiados y
no tenían tanta munición. Hacer una barricada aún mayor con los
coches que traían tampoco serviría de nada. Eran tontos, pero no
tanto como para no saber escalar un coche para pasar al otro lado; les
faltaba inteligencia, no instinto asesino. Morgan fue el que
materializó lo que todos estaban pensando.
MORGAN – ¡Retirada!
	Con las armas en mano, y sabiéndose poseedores de hasta la última
bala y el último cartucho del que disponían, dieron media vuelta y
corrieron hacia los coches accidentados, pasando entre ellos no sin
cierta dificultad, intentando evitar mirar los cadáveres chamuscados
que había dentro de la mitad de ellos y tratando de no pisar el
cuerpo negruzco tirado bocabajo en el suelo que había al llegar al
otro lado. Desde ahí vieron muchos de los refugiados que corrían sin
freno por la carretera, hablándose a gritos unos a otros. Ya era
tarde para preocuparse de los que habían optado por el terraplén.
Algunos de ellos caminaban cojeando en una zona más plana, docenas de
metros más abajo. Otros, yacían inmóviles, malheridos y sangrantes
junto a alguna piedra o matojo. No obstante, no serían los más
desafortunados.
	Morgan comprobó que Rafael seguía a su lado y ambos corrieron sin
saber hacia donde, escuchando cada vez más cercanos los gritos de
quienes les perseguían. No solo eran más rápidos y hábiles, sino
que a juzgar por lo que habían tratado con ellos, no se cansaban
nunca, y estaban dispuestos a seguirte al fin del mundo con tal de
saciar su instinto asesino. Tal vez era porque estaban cansados, tal
vez porque les dieron un poco de margen para alcanzarlos, pero se
acabaron reuniendo todos en un mismo pelotón. Para esos entonces los
infectados estaban superando con éxito la barrera de coches,
acercándose a ellos cada vez más. Si seguían a ese ritmo quizá
llegasen a una zona más plana y se pudieran desperdigar en todas
direcciones, dándose así más posibilidades de salir intactos.
	Morgan echó un vistazo a su alrededor, con el corazón ya en el
estómago, pues no estaba habituado a correr tanto, y llegó a contar
veintidós personas. Se preguntaba donde estarían el resto cuando su
cabeza giró instintivamente hacia atrás a tiempo de ver a un chico
de unos siete años arrodillado en el suelo, con las manos en el
asfalto, llorando y sin intenciones de levantarse. Morgan respiró
hondo, calculó que todavía tendría tiempo de ir a por él antes de
que los otros llegaran y frenó en seco. Corrió hacia el crío de las
rodillas peladas y sin darle tiempo a explicarse, lo agarró de la
cintura, se lo colocó en el hombro con un golpe que casi deja sin
respiración al pequeño, y corrió de nuevo hacia sus compañeros,
enormemente sorprendido por lo poco que pesaba.
	El corazón le dio un vuelco al ver que se habían parado todos.
Parte del alto muro de tierra le impedía ver lo que había más
allá, pero al acercarse unos metros, vio la negra boca del túnel.
Ahí la pendiente era aún más escarpada y nacía una gran colina que
obligaba a la carretera a adentrarse en la roca durante unos
doscientos metros. Por lo visto su mente había luchado por eliminar
esa información de su cabeza. Tal vez quiso convencerse que el túnel
estaba mucho más lejos, alejando de ese modo la asunción de lo que
se avecinaba. Fuera como fuese, ahora ya parecía tarde para ellos.
	A ninguno se le había ocurrido coger una linterna, de lo contrario
hubiera tenido algo de sentido entrar ahí dentro. Pero… ¿Por qué
iban a hacerlo a esas horas cuando el sol lo bañaba todo con su
caluroso manto? No obstante muchos de ellos entraron a ciegas
ignorantes de que ese túnel, como único lugar a la sombra en varios
kilómetros a la redonda, servía de cobijo diurno para docenas de
infectados que habían quedado vagando por las afueras, la mayoría de
ellos de los que habían tenido aquel accidente que les había
obligado a seguir a pie el camino. Jamás llegaron a salir de ahí con
vida, al menos no con la misma con la que habían entrado. 
El resto siguieron a Morgan y al pequeño muchacho que no paraba de
llorar y golpeaba la espalda de su ángel de la guarda, exigiendo que
le dejase en el suelo. Él conocía bien ese túnel, había pasado por
ahí cientos de veces, y sabía que era muy largo y describía un arco
bastante grande, de modo que a mitad de camino estarían totalmente a
oscuras. No podían disparar a lo que no veían, por lo cual esa no
era una opción viable. Tirarse por el terraplén y confiar llegar
abajo de una pieza tampoco era una alternativa. Entonces recordó
algo, y al mirar un poco más atentamente la boca del túnel lo vio
clarísimo. Una extraña estructura de hormigón en forma de U
invertida con los brazos ensanchándose a medida que llegaban al
suelo. Morgan les gritó para que le acompañaran, pues estaban los
diez parados mirando como los muertos se acercaban.
Les guió hacia una de las piernas de hormigón de esa estructura, y
al acercarse pudieron comprobar que detrás de la apariencia de un
pilar enorme, se escondía una escalera increíblemente
desproporcionada, que llevaba a la parte horizontal de la estructura,
donde había una estrecha pasarela con un antepecho de un metro.
Servía originalmente para cruzar la carretera de un lado al otro sin
pisar la calzada. No muchos túneles lo tenían, pero ese,
afortunadamente, si. Morgan dejó al crío en el suelo frente a la
escalera, siempre con un ojo en los infectados que llegarían ahí en
cuestión de medio minuto, y le dijo que subiera. El muchacho no se lo
pensó dos veces y subió hasta lo más alto con la agilidad propia de
su edad.
Morgan, Rafael, un par de mujeres soldado y cinco refugiados más,
todos ellos adolescentes, subieron hasta lo más alto y ante la señal
de Morgan se agacharon, de manera que no asomaban por encima del
antepecho y resultaban invisibles a los infectados, que por otra
parte, ya les habían visto subir desde lejos. Ahora todo dependía de
que fueran tan estúpidos como para olvidarlo para cuando llegasen
ahí finalmente.
Los segundos que precedieron a la llegada fueron muy tensos.
Escuchando cada vez más cerca las pisadas y los gritos de lo que
parecía la miniatura de una maratón, hasta que finalmente les
alcanzaron. Todos aguantaron la respiración, tan solo escuchando con
atención todo lo que les rodeaba. Llegaron a creer que todos habían
seguido adelante, adentrándose en el túnel para ponérselo aún más
difícil a quienes habían decidido entrar antes que ellos. Poco a
poco las pisadas y los gritos se fueron apaciguando, sin llegar a
desaparecer en ningún momento, tornándose más un zumbido uniforme.
Tuvieron tiempo incluso de creerse a salvo antes de que ese joven
chiquillo diese aquel fuerte grito de pánico.

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Mi bici tiene frenos ABS - ABS frena y ABS no frena
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Desmotiva - esos momentos en los que el Aftesun es tu mejor amigo...
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Seguro que lo he adivinado -
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SI NO LO PUEDES LEER - ALEJATE DE LA PANTALLA O CIERRA UN POCO LOS OJOS
puntos 8 | votos: 14
Nadie sabe - lo que es una madre, hasta que la pierde

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Épic Fail - Descripción Gráfica
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Algo me dice... - Que eso acabará en Épic Fail...
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Desmotiva muchísimo. - Hacer un cartel criticando a Justin Bieber y que te vote negativo una belieber.
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Gracias - no lo había visto
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Una de dos - O se aburren , o ya nos toman por tontos ...

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Sabías que - el frenillo de debajo de la lengua sirve
para que no te la tragues y te ahogues con ella
puntos 15 | votos: 19
Yo también - odio a esta gente...
puntos 5 | votos: 7
Yo me pregunto...  - De donde saca Ferdo tantas fotos de Gengar?
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Esto es más difícil - Que un examen de Sociales
puntos 6 | votos: 10
Chuck Norris - Consiguió bajar dos colores de una sentada.

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¿No notáis algo raro? -
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Vete a la mierda - Definición gráfica.
puntos -1 | votos: 7
Yo de jugarlo no sé - pero de hacerlo...
puntos 4 | votos: 12
Enserio os creeis que - el juego de mario bros tenga fin?
puntos 5 | votos: 13
Traedme un Váter! - Joder!

puntos 18 | votos: 26
Reconócelo  - Tu también ves los episodios de los simpson todos los días, aunque
ya los as visto cientos de veces
puntos 8 | votos: 14
Yo tambien pienso - que estos tios son idiotas... PERO LOS AMO!
puntos 4 | votos: 14
Por esos billetes... - Que nunca veremos...
puntos 12 | votos: 24
Reconozelo - tu tienes los mismos que yo



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