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10.12.2011

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GeekVeterano Nivel 3

puntos 8 | votos: 8
Añoro... - A veces añoro el suspense en las miradas, los suspiros que recorren
los mares de madrugada, las lágrimas que son cristales que desgarran
el alma. Las palabras que se acomodan en la garganta, amontonadas sin
nombre propio ni identidad. Los besos que se consumen en los rincones
donde las arañas viven, donde los desamores hieren. Mueren.

Creía que no había cristales en los ventanales del amor ni derrotas
que pudieran con todos los te quieros al oído que nos decíamos en
los portales.

Solía llamarles veneno y no eran más que minutos en silencio.
También eran fotos sin cajones donde refugiarse, pestañeos nocturnos
y cartas en blanco.
puntos 16 | votos: 16
* - Hay un ejército de cadáveres en este río.
Mil voces acusadoras brotan del agua.
Quieren hacerse oír, pues han caído en el olvido.
Quieren hacernos recordar
que nadie merece perecer en vano.
Las ignoramos.
Sin embargo, algún día ocuparemos su lugar.
Condenados durante el resto de la eternidad.
puntos 8 | votos: 10
Inteligencia - A esta persona le falta un poco
puntos 6 | votos: 6
¿Mi patria? - Los buenos días ¿qué tal, cómo ha ido el día?, los abrazos, los
besos, las caricias, las lecturas de pensamientos, los labios, los
huesos, las sonrisas, los silencios, los susurros, las risas, las
lágrimas, los paseos, los recuerdos, los pensamientos, el pasado, el
presente, las ilusiones, los sueños, los pájaros, los campos, las
veredas, la delgada línea del horizonte, el mar, los árboles, las
olas, las flores, la lluvia, los colores, el sol, la luna, los
planetas, las estrellas, el frío, el calor, la arena, la nieve...

Esta es mi patria, mi bandera y mi religión, sólo un corazón, un
hola o un adiós, una ráfaga de viento, un beso, un te quiero.

Vi que todo lo que poseía, todo lo artificial, todo el dinero, lo
superficial, los lados extremos y el ausente libre pensamiento, era
una barrera que no me dejaba ver lo que ver yo quiero: lo que es
realmente importante no se puede comprar.
puntos 32 | votos: 36
Otra vez... - Otro niño embrutecido por la violencia diaria.
Otra bomba explotando en una calle tranquila. Otra ostia en plena cara.
Otro suicidio provocado por el desprecio de la manada.
Otra muerte de un inocente, otra vez sangre derramada.
Otra vez...
Otro día que pasamos sin hacer nada.

puntos 14 | votos: 14
Descubrí... - que aquello por lo que moría, era por lo que merecía la pena vivir.
puntos 20 | votos: 22
Te regalo esta sonrisa - para que cuando tengas un día dificil,  te lo alegre
puntos 9 | votos: 11
¡¡¡ESTO ES - DESMOTIVACIONES.ES!!!!
puntos 12 | votos: 12
Y lloras... - Lloras en soledad y tus lágrimas emanan negras de tu manantial de vida muerta.
puntos 28 | votos: 28
Prejuicios - Te juzgan y te etiquetan mirando tan solo la chapa de tu chaqueta.

puntos 10 | votos: 14
Demasiados tíos, - muy pocos hombres
puntos 2 | votos: 8
Ellos - no tienen la culpa de ser asesinos
puntos 8 | votos: 12
Saber - que es el último momento juntos y no poder hacer nada, duele.
puntos 24 | votos: 26
-Tanto daría estar muerto. - -No digas tonterías.
-Mira a tu alrededor. Todo es una mierda.
-No todo, no todo.
-Pero fíjate en lo que tienes a tu alrededor. Vivimos rodeados de
guerras, de violencia, de dioses falsos que esclavizan las mentes, de
contaminación y de estupidez. Hay niñas violadas cada día, niños
muriendo de hambre, políticos corruptos que nos roban y periódicos
que nos engañan.
>>Cuando miro a mi alrededor, lo único que veo son autómatas que no
sienten, que no piensan, que solo actúan como les han dicho que deben
hacerlo, que son copias los unos de los otros. Tienen los mismos
objetivos, los mismos sueños de mierda. Hablan mucho, pero no dicen
nada. Y son egoístas: nadie ayuda cuando al vecino le hace falta.
>>Solo veo lágrimas. Veo mierda y barro.
-Te estás encerrando. No quieres ver lo bonito.
-No queda nada bonito. Todo está podrido.
-Quedan besos y abrazos, y telarañas de sueños pequeños por
cumplir. Hay atardeceres rojos y brillantes, y amaneceres nítidos;
hay fuegos artificiales y estrellas. Queda la Luna de los poetas.
Quedan iris de colores en los ojos de las personas. Hay nubes de
algodón, violines verdes, miel en los labios de algunas mujeres,
piscinas de caramelo y tizas para pintar el mundo. Quedan… quedan
pájaros que cantan por las mañanas, niños que recogen flores para
sus madres, muñecos de nieve con corbatas, huellas de dinosaurios y
algas mecidas por el viento. Hay castillos de arena y mariposas de
papel. Quedan raspas de sonrisas.
-¿Solo raspas? Busca otra cosa.
-¿De qué quieres que te hable? ¿De la poesía? ¿De la música?
¿Del silencio? ¿De los erizos de mar? ¿De los besos que se dan con
la mirada? Te podría hablar del tiempo que el hombre intenta hacer
preso en relojes que no son eternos, y de cómo se le escapa entre las
manos. O del sabor salado que impregna los poros de la piel después
de un día surcando las olas bajo un cielo infinitamente azul. O de
las hojas que el otoño deja rojas que alfombran el suelo de cualquier
bosque caduco, y con las que juegan las hadas cuando llega el
anochecer. O de la magia. Dime, ¿quieres que te hable de la magia?
-La magia no existe.
puntos 5 | votos: 9
Suciedad. - Suele ser difícil vivir en un mundo donde los malos se ríen de los
buenos y los guapos de los feos. Un mundo en el que unos nos han mal
educado haciéndonos creer que tenemos que ser superiores de una u
otra forma a los demás ¿Y en qué? ¿Mejores a los demás en mentir,
en engañar, en ser hipócritas?

En ser duros, crueles y egoístas. Nos han enseñado a darle valor a
objetos inanimados, a prendas de vestir, a brillantes (para gente
oscura) o a pequeños aparatos con batería.  A eso nos han educado,
para así llenar nuestro vacío cerebro de inútiles cosas que se
ponen de moda.

¿Ahí están nuestras cosas de valor? 


Quiero perder el rumbo y dejar de lado el instinto animal del ser
humano. No quiero tener más que los demás, más de lo que ya tenga
ni más de lo que necesite. No quiero ser mejor ni peor, ni negro ni
blanco, ni poco ni mucho. Tampoco quiero pensar siempre en lo positivo
y negativo de las cosas, ni ser participe de: consumo = beneficio. No
quiero necesitar tener, porque sé que cuánto más tenga, más
necesitaré .

¡Qué asco de costumbres sociales! ¡Qué asco más grande! ¿Es
aquí dónde todo se compra? ¡Incluso los sueños malvendemos a todas
horas!


No quiero perder la poca cabeza que me queda, ni estar atado de manos,
aunque, éstas, atadas ya las tenga.

puntos 16 | votos: 16
Si no encuentras la felicidad, - no es por culpa de que esté escondida, 
es porque tus ojos no se dedican a buscarla.
puntos 4 | votos: 4
Te has ido... - y sin embargo no ha sido mejor el remedio que la enfermedad.
puntos 8 | votos: 8
Pájaro libre. - Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habria escapado.

Pero así,
habría dejado de ser pájaro.

Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro.


                                Mikel Laboa.
puntos 3 | votos: 3
Y esa noche que... - por curiosidad, quiso probar que se sentía teniendo corazón.

Parece ser que no había cosa que le satisfaciera más que hundir los
corazones de los demás. Y si no había tregua, se casaba cada noche
con cualquiera que le dijera que ella era la más, más bella. Su
cuerpo vendía por las  palabras vacías de cualquiera, a sabiendas de
ser mentira, así era ella, así… era ella. Un buen día dio
principio al fin, extasiada bajo una extraña incauta sensatez, la
noche que, por curiosidad, quiso probar que se sentía teniendo
corazón.

Hoy jugará a ser  princesa la meretriz que vende a puñaladas fríos
besos con carmín. Dejará su cuerpo y alma colgando del ropero
deseando ser amada, aunque sólo sea un momento.
puntos 5 | votos: 5
Fría es la noche. - Fría es la noche y fríos los besos que atraen reproches, frías las
caricias de colores que habitan en habitaciones oscuras. Fría es la
noche y sigues ausente ¿dónde estás? ¿qué haces? y sigues en
todas partes. Fría es la noche y tiritan mis ojos echándote
locamente de menos. Fría es la noche y más cuando tarde espero a que
vuelvas algún dia.

puntos 28 | votos: 30
Una sola gota de tinta - estalla sobre el papel. La miro y me mira, y aparto la mirada. No
soporto la vista del folio herido de muerte, sangrando por el ataque
de una pluma que ya está desafilada. Ya no hago trabajos limpios. Al
igual que tampoco persigo mis quimeras, ni miro debajo de la cama cada
noche, ni bailo con las farolas, ni te espero tomando un café en ese
bar de París.
Mis ojos se envenenan al leer estas líneas vanas que no pueden
transmitir el veneno de un corazón podrido y quebrado, de un sueño
gangrenado, de esa última mirada encharcada por el odio, enfangada
por la desesperación; envenenada, como yo, por la bilis de la vida,
del pasado, de los recuerdos.
¿Y qué más da que unos pocos se sigan lucrando engañando a los
dormidos que se creen despiertos? ¿Qué más da que mi ciudad sangre?
¿Qué más da que algún dios sobornado por cuatro ricos se ría del
destino de esta humanidad desastrada?
¿Qué más da que ya no me quieras?

Yo ya no sé escribir.
puntos 6 | votos: 6
Ven, esfuérzate, levántate - Ven, esfuérzate, levántate.
Mírate, tu sombra en luz.
tu cuerpo en cruz.
Tus labios cual hoz gastada, olvidada, oxidada.
Tus ojos, reflejo de la voz cansada, aplastada, agrietada.
Tu cuerpo, blanco y frío, escondido entre tus mismos lazos,
ocultando heridas, golpes y latigazos que un día fueron simples trazos.
Eres tú.
Ven, esfuérzate, levántate.
Desátate, contémplate.
Dale luz a tu sombra oscura, deja que el blanco gane a la negrura.
Enciende la cerilla de la vida, deja que sonroje tus mejillas.
Ven, esfuérzate, levántate.
Mírate, el calor del fuego en tus pupilas.
Eres tú.
puntos 11 | votos: 11
Tengo miedo a que llegue - ese momento en el que las tonterías y los detalles dejen de sacarme sonrisas
puntos 22 | votos: 22
No buscar nada - y encontrarlo todo
puntos 11 | votos: 15
Cuando tan sólo la presencia - de ciertas personas consigue transformar por completo tu estado de ánimo

puntos 8 | votos: 10
A ti te duele lo que yo digo... - y a mí lo que tú callas.
puntos 8 | votos: 8
desmotiva - enterarse de que tus amigos te insultan y te ponen motes a las
espaldas por una 3ª pero motiva que esa persona sea un amigo de
verdad que se preocupa por ti
puntos 19 | votos: 19
Soñar está bien, - pero solo si tienes intención de hacer realidad tus sueños
puntos 7 | votos: 7
Quien no se mueve, - no siente las cadenas.
puntos 9 | votos: 9
Pintando con gotas del corazón - Tatúo palabras en una piel blanca, palabras en trazos, palabras en
sombras y formas, palabras que fueron versos que escaparon de mi alma
recorriendo mis huesos. Palabras que danzan entre giros de pincel y
desaparecen a la vista para ser un simple color estampado en el papel.

puntos 23 | votos: 27
Mirar - el resto de la vida,
¡qué existencia tan vacía!
Esperando a que se acabe el tiempo...
puntos 39 | votos: 41
Si vamos a la cárcel por - escuchar música, solo espero que nos separen por género musical
puntos 7 | votos: 7
Lo llamábamos amar - Recuerdo cuando mis palabras eran el charco donde se ahogaban tus
migrañas, los buenos días por las mañanas en que las penas se
escondían tras las telarañas de los rincones de mi voz.. Recuerdo
que la hierba, al lado del río, era nuestra alfombra roja y que la
luna era el candil que iluminaba nuestros sueños. Tus te quieros me
vestían de gala y tus caricias me enredaban otro día más a seguir 
sintiendo eso que llamábamos loco amor.

 Temí perderte y te perdí. Temí aprender a vivir sin ti, y
aprendí. Sin embargo recordarte aún lo hago, que amarte de verdad te
amé y jamás lo podré olvidar.
puntos 8 | votos: 8
No quiero... - amor de diccionario, te quieros de punto y aparte ni corazón cobarde
que tema a latir. No quiero cariños que pasen facturas ni besos que
suban a trenes de mercancías sin principio ni fin.

A veces amontonaba recuerdos y los llamaba estúpido pasado.

Mi corazón despistó a la madrugada la noche en que abrí las
ventanas de mi casa e invité a los recuerdos que deambulaban,
semidesnudos, por los callejones sin salida de la ciudad.
puntos 32 | votos: 32
Pelusa. - Mucha pelusa.
Siempre que abro el cajón la veo, y cada vez que lo abro parece haber
más. Capas y capas de pelusa, pelusa enredada con pelusa. Y sé que
en medio hay cosas.
Hay por ahí unas fotos de los momentos más especiales que he vivido.
Cada vez que las encuentro y las miro, compruebo que van perdiendo
color, y olor, y forma, y no sé cómo devolvérselos. El roce con
tanta pelusa las va desgastando.
También guardé un poco de hilo y unas tijeras, para tenerlos el día
que necesite coserme algo. Un hilo rojo, como la sangre (como el color
que se me pone cuando la veo), y unas tijeras puntiagudas, como
agujas, para pincharme el corazón.
Hay por ahí flotando un barquito de papel, con dos tripulantes: un
remero, que voluntariosamente sigue avanzando, y un pescador, un
pescador de sueños, que lo último que pescó fueron unas alas de
mariposa. Van navegando por la pelusa, creyendo que es el cielo.
Una vez guardé también una gotita de agua salada. Aún no la he
vuelto a ver. Tal vez la pescó el pescador, o tal vez, las tijeras la
pincharon. O tal vez, solo tal vez, la haya absorbido la pelusa.
Y también guardé, en una ocasión, unos papeles garabateados. Y es
curioso que, cada vez que los encuentro, los garabatos son distintos.
Y pelusa. Mucha pelusa.

puntos 6 | votos: 6
Aquella tarde - La noche empezaba a nacer, y el cielo mostraba un ligero tono azul
marino. El contorno de la ciudad se dibujaba bajo las montañas,
emanando rosas y ocres que se fundían con el joven anochecer. Venus
brillaba, solitario, en la inmensidad del mar de estrellas escondidas,
destacando en ese profundo universo desconocido.

Y allí estaba yo, tras la ventana, contemplando todo aquello.
Suspirando con cada detalle que a muchos les podría parecer
insignificante. Preguntándome el porqué y el cómo, estudiando las
formas, los ruidos y los silencios. Venus y yo. Él en su universo y
yo en el mío. 

Una última mirada a ese punto misántropo, alejado e inalcanzable
para mí, tan diferente y tan símil a mi persona. Un simple planeta
con el que a veces compartía esa aversión hacia la humanidad, con el
que muchas veces me deseé intercambiar, para estar en lo más alto y
a la vez en la más absoluta soledad, sin poder brillar por mí misma,
esperando que una luz me acariciase y me hiciese despertar y
deslumbrar. 

Una última reflexión, y mis pies me guiaron bajo los muros de la
prisión, escondiéndome de mi Sol nocturno. Él en su universo, y yo
en el mío.
puntos 37 | votos: 37
Si puedo hacer cicatrices, - ¿tengo el poder de sanarlas? The Butterfly Effect
puntos 14 | votos: 14
Cantaré - lo que no soy capaz de decir hablando
puntos 8 | votos: 8
Abismo... - de palabras sin sentido. Cementerio de miradas desobedientes, desagüe
de lágrimas impertinentes, vagabundas de amores de colores, de
colores de calores, de labios moribundos de besar siempre al olvido.
Cae la noche y en la noche caen muchos de amar en silencio. Silencio. 

Acércate, no temas. No temas, tranquilízate, acurrúcate entre mis
brazos. No diré nada. No quiero oír palabras, ni promesas ni
palabras adornadas. Qué sólo quiero el silencio entre tu pelo, y en
tus ojos, mi reflejo. Qué sólo quiero oír paso a paso nuestros
corazones por veredas sin razones de ilusiones sin futuro. No diré
nada. No quiero tanto, sólo ser poco, no quiero ser nadie, sólo
quiero ser yo. Yo y el viento, el viento y los árboles, la lluvia y
los matorrales, las pasturas y las aves. Quiero un horizonte, un mar
para añorar al monte, y un monte pa va ver el mar. Sólo quiero
saber, que no quiero saber nada. A veces los suspiros me atragantan
las palabras. 

Sólo un día dejaré de ser como soy, y será cuando muera.
puntos 16 | votos: 16
Hoy, El Alma - se ha vuelto a teñir de negro. 
“¿Y qué esperabas?” se dijo a sí misma, 
“A estas alturas ya deberías saber que los buenos momentos son efímeros
y, al igual que la ilusión, éstos se agotan inevitablemente”
En seguida, otro nudo se le formó en la garganta
cuando se tragó las ganas de llorar.
“Sigue sonriendo como una estúpida. Sólo un par de horas más. 
Lo haces tan bien que se ha convertido en tu rutina favorita.”

puntos 7 | votos: 9
Quiero un corazón nuevo, - este es viejo y estúpido.
puntos 27 | votos: 29
¡Qué mona que vas! - “¿Has visto mi vestido nuevo para Nochevieja?”
“¡Qué bien te queda la sombra de ojos!”
“¡No me despeines!”
“Comer eso no, que enseguida se me va al culo.”
“¡Qué puta que es! Menos mal que yo no soy así.”
“¡Cuánto te quiero!”
“Ven aquí, dame un beso.”
“¡Mira mi móvil nuevo!”
“Es que es una antipática, no me regaló nada por mi cumpleaños.”
“¡Qué color de labios tan chulo! ¿De dónde lo has sacado?”
“Necesito ir a la peluquería, tengo el pelo hecho un desastre.”
“Una chica tan mona, ¿cómo puede estar con alguien tan feo?”

A ver si alguien capta la crítica.
puntos 8 | votos: 8
Histriónicas nocturnas palabras... - Me enredo en suspiros que no son de nadie porque yo no soy como son
los otros, yo quiero tu  corazón galopando libremente con el mío,
como siempre han sido: rebeldes.    Mientras tanto barreré la cúpula
que me encierra en los sueños y dibujaré en la escarcha de la 
madrugada redondeles con los vasos de vino amargo que tomaré,
echándote de menos.  Llevo colgantes de lágrimas de cera que se
apegan a mi cuerpo cuando tú estás cerca. En  mi cuerpo cae un
aguacero si te alejas, y en mis ojos mil tormentas. Mi cabeza es una
estación  de trenes que descarrilan al llegar, una receta a medias,
un cóctel de malas hierbas, una recta  partida por la mitad, un paso
de cebra en un pueblo fantasma, un puerto de barcos pirata. El ritmo
de mis pasos es un vals borracho y el tiriteo de mis manos se ha
acostumbrado a que,  dos copas antes (o después), sean tus besos los
que me den de beber.  Y si entre tus labios y los míos cabe un
alfiler mi corazón ladrará fiero, que no quiere que entre  tú y yo
quede un solo recoveco.
puntos 10 | votos: 10
Me abraza el cielo - Os empeñáis en dejarme sola, os desquiciáis para dificultar mi
camino, os alejáis de mí afilando sonrisas con cuchillos.
Me dáis la mano, y luego os váis. Me alzáis, me tiráis.
Pero no sabéis que nada temo, que entiendo vuestro juego, y gano,
porque rendirme no puedo.
En este camino oscuro no hay amor ni compasión, pero tampoco miedo,
pues tengo el abrazo del cielo.
puntos 16 | votos: 18
Momentos efímeros, - alados, que vienen y van, y clavan a mi espalda un recuerdo tras otro,
cincelando mi alma a través de las costillas, aumentando ese lastre
encadenado a mi corazón que arrastro al avanzar, sosegadamente, por
este mundo apresurado, persiguiendo un sueño que parece alejarse cada
vez más, como esas hadas que veo mientras duermo y que desaparecen
cada vez que vuelvo a abrir los ojos. A mi alrededor, la gente se
mueve rápidamente. Unos me adelantan, otros quedan atrás, y todos se
desdibujan, se distorsionan, se difuminan, como fantasmas que no saben
si una corriente de aire debería o no arrastrarlos, que no saben si
el tiempo pasa rápido o lento, que no están seguros de quién ha
ganado la batalla entre la vida y la muerte; y todos ellos van dejando
un halo, una huella imperceptible en el aire, una parte de sus vidas
que recojo y cargo a mis espaldas, tras encadenarla también a mi
corazón, junto a esos fragmentos que me han regalado otras personas,
junto a esas cartas que me escribí a mí mismo hace años, junto a
esas hojas rojas y marrones que el otoño va dejando atrás, junto al
antiguo reloj de cuco que ya no marca la hora, junto a la lluvia de
esa tarde de verano; junto al resto de recuerdos. Y los más bellos
los conservo aparte, donde sé que no los voy a perder, en una caja
reservada para ellos, como un pequeño joyero donde guardo lo más
valioso; ahí guardo la sonrisa de un hermano, el abrazo de un mejor
amigo, y el mejor beso que jamás me dio una de esas hadas que aún
veo en sueños. Y ese sueño, que aún persigo, a veces ya no lo
recuerdo; tal vez la rutina, al final, pueda con la ilusión, con la
energía, con el anhelo, con la esperanza, y haga que desaparezcan
como las estrellas cuando se acerca el día, al principio poco a poco,
sin que te des cuenta, hasta que han desaparecido todas. Me parece
ahora tan esquivo como una golondrina, como un rayo de luz rojiza,
como el propio tiempo que me hizo perderme. Trataba de un futuro en el
que, tal vez, sería feliz, pero fue perdiendo importancia al
comprobar que el hecho de perseguirlo en parte lo hacía cierto, que
la nostalgia que me envuelve me hace feliz, que mi felicidad me vuelve
melancólico y taciturno; que mi sueño era tan triste como solo lo
puede ser un sueño. Y aunque es triste, tampoco quiero perderlo, que
con los años he ido averiguando que un sueño ajado, una ilusión en
parte olvidada, es capaz de calentar las noches más frías y los
recovecos más profundos de tu alma, que vivir sin sueños ni
esperanza es más amargo que vivir sin recuerdos.
Y todos estos momentos que se van amontonando provocan tormentas tras
mis retinas, tormentas de luces, sonidos y agua que se amontona, pero
no siempre sale. Que mis lágrimas parecen espesas, como asfalto
caliente; que si salen es a borbotones, abrasando a su paso, y al
llorar duele.
Por favor, no penséis que estoy muerto. Es cierto que estoy cansado,
que me aplastan esos recuerdos, que me cuesta cada vez más sentir y
que hace tiempo olvidé la forma de mi propia sonrisa. Pero aún
conservo, entre todos mis trastos viejos, algunas de las sonrisas más
bonitas y de las lágrimas más sentidas, aún puedo sentir la caricia
del viento y de la lluvia, y aún entiendo que lo más triste es creer
que no hay más Luna que la del firmamento, ni más firmamento que el
que termina allá donde rompen las olas.
Y si observo desde cerca esas olas cuando rompen contra un acantilado
cualquiera, siempre con el atardecer de fondo, esos recuerdos se
liberan de su cadena y (unas veces ordenadamente, de uno en uno, y
otras veces en tumulto, peleándose por destacar) pasan frente a mis
ojos de nuevo, llamando mi atención, haciéndome sumirme en el
pasado; y al cabo de un rato, no sé si achacar el sabor salado de mis
mejillas solo a la espuma que salpica el mar.

puntos 16 | votos: 16
No le des la espalda al amor - solo porque alguien te hizo sufrir , piensa que hay una persona que
tiene todo ese amor que tu quieres y tu no lo sabes aprovechar.
puntos 5 | votos: 5
Las cenizas del tiempo - Desvaneces lenta y tristemente como el color del cielo anocheciendo.
¿Cuántas noches pasaré a ser oscura noche? Un suspiro que se aleja
de la realidad, que se hunde en mil y uno sueños de amor y nostalgia,
dando vueltas intermitente en un espiral de locuras transitorias
impertinentes.

Y ahora ni mis ojos son míos, sólo son caducos reflejos de una
sonrisa aparentemente feliz, que huye sin mirar atrás, triste y
vacía. Mis manos ya no son más que un trozo carne loco que se mueven
sin sentido intentando atrapar, a ratos, a segundos vestidos de
silencios. Mi cuerpo abandonado al abandono es una gota del rocío que
muere al nacer, cada día.

Y en mi alma: las cenizas del tiempo.
puntos 23 | votos: 23
Cartel 100 - Estaba perdida en aquél entonces, vagando por las lúgubres calles de
un barrio no muy agradable, con las estrellas sobre mi cabeza
guiándome en la fría noche de otoño.
Retumbaban mis pasos aquí y allá, haciendo eco entre las callejuelas
de aquél lugar. Silencio y soledad, sólo yo y mi sombra.
Fue entonces cuando vi al gato, un gato negro a los pies de una puerta
de la que salía una tenue luz. Me miraba sereno sin cambiar de
postura mientras me acercaba a él con curiosidad. Cuando me detuve,
se posó sobre sus cuatro patas, y echándome una última mirada se
perdió por una pequeña portezuela situada en la parte inferior de
aquella puerta iluminada.
Acerqué mi mano al pomo, con la intención de girarlo y entrar, pero
la puerta se deslizó hacia el interior.
Qué oscuro lugar, ¿de dónde vendría la luz?
Poco a poco me acostumbré a la oscuridad y fui vislumbrando miles de
ojos por cada rincón de aquel extraño paraje. Alcé la vista y vi al
gato, sobre todos los demás, en un lugar elevado, observando.
El local estaba repleto de mesas de madera donde la gente formaba
corrillos, algunos reían, otros buscaban consuelo, y otros se
dedicaban a armar escándalo para luego salir corriendo y esconderse
tras los pilares robustos y viejos.
Una mirada se clavó en mis ojos, y me acerqué. Tomé asiento y
comencé a abrir mi alma a aquellos desconocidos.
Nunca pensé que encontraria consuelo, comprensión, ilusión y
esperanza, en alguien totalmente ajeno.

En un lugar que parecía desmotivador, la gente me acogió y me dio su
calor.
puntos 6 | votos: 6
Endless. - Estaba allí de nuevo, sudoroso, como él, y con miedo. Y al ir a por
su momento bajaba al infierno, primero saludando al diablo de lejos,
pero a mesura que el tiempo pasaba se deshojaba el reloj que le daba
tiempo muerto y el diablo se acercaba, como un huracán que lo arrasa
todo. Él no se daba cuenta, pero el infierno estaba aquí. Para
él... para mí. Era ese fuego que en mi interior me iba combustiendo
lentamente lo que hizo de mi vida, cenizas. Debía ser fuerte.
Suspiraba profundamente y un soplo de esperanza improvisado limpiaba
las calles de mi alma. ¡Cuántas veces me habré preguntado porqué!
¿Por qué? 

Lo bueno de los años es que curan heridas y surgen, cuando menos te
lo esperas, gran parte de esas respuestas.

¿Debería ser feliz? Sí. Y lo soy, a ratos. ¿Qué queréis que os
diga? Dicen de mí que digo crudas palabras y es este corazón el que,
después de otro trago, me hace pensar que un día fue adorable gato y
ahora soy un miserable ratón.

Todos mis recuerdos están agazapados dentro de una vieja cada de
zapatos. A veces la abro y algunos salen volando como mariposas en
primavera, y otros son las hojas muertas de otoño. Es su trinchera en
esta guerra de amor, dolor y odio.
puntos 22 | votos: 22
Realmente admiro - a todas esas personas tan optimistas que nunca dejan de creer
en su capacidad para cazar todas sus metas e ilusiones





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