En Desmotivaciones desde:
14.04.2014

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 547 | malo 6
GeekVeterano Nivel 3

puntos 13 | votos: 13
Administro los silencios - con un dominio apodíctico;
sin esperar respuestas, 
los porqués desaparecen,
 indóciles al imperio de mi muda voz.
Son mis manos la memoria, 
reminiscencia del sueño, 
custodiando la sorpresa que aguarda en la búsqueda del tiempo perdido,
al mostrar que nunca nada se perdió.
Cubriendo y disfrazando el milagro en algo más real que la realidad misma.
Soy lo que no se puede decir;
 lo que no se debe escuchar...
Esa verdad que huele, suena y sabe a pecado;
esas palabras que se reflejan en la sinceridad, 
siendo veraces por sí mismas...
Y la Verdad,  suele ser pecado....
puntos 10 | votos: 10
Usted fue la manera más bonita - que halló la vida para decirme: .
puntos 7 | votos: 7
Por mucho que consideremos que - el sexo es secundario, en el fondo es lo que más estamos deseando.
puntos 6 | votos: 6
XLIX - Eh, escucha. 
 
El reloj marca las 23:52. Tal como ves, no hay nada exacto. Estoy
detrás de una ventana intentando encontrarte, pero la lluvia apenas
me permite distinguir de dónde vienen las luces que veo esta noche.
He parado el coche. Tengo un mensaje tuyo, pero no uno cualquiera: el
último que me has mandado, aún sin leer. Y casi que temo hacerlo,
porque puedo imaginar lo que me dices. 
 
Marca las 23:56. Llevo ropa oscura. Estoy parado en un lado de la
carretera, aunque justo dentro de la autopista. Los coches pasan muy
rápido y muy cerca de mí, pero no tanto como lo hace el tiempo.
Parece que te escribo a ti, pero en realidad no sé para quién lo
hago... ¿Para ti? ¿Para el resto? ¿Para mí mismo? Esto acabará en
manos de quien no sabe tu nombre, inevitablemente. Qué desgracia para
ellos, porque vamos a llevarnos con nosotros un nombre que jamás
sonará tan potente en el recuerdo de otros. 
 
Marca las 00:18. Y llegado este punto te preguntarás qué importancia
tiene la hora. Mucha, en realidad. Porque refleja el tiempo que me
toma escribir cada parte. Es cada vez más difícil abrirme a... La
situación, imagino. Parece que avanzo muy lento, pero para mí todo
ha ocurrido tan rápido desde que diste aquel portazo en mi piso
anoche. A estas alturas no sé qué hacer, no sé qué preguntas
hacerme. La lluvia sigue sin dejarme ver más que las luces, pero me
estoy planteando si realmente necesito algo más que eso. Y supongo
que no. De luces ha ido este último día, así que les habré cogido
cariño, con ese led del móvil parpadeando por tu mensaje cada
segundo... 
 
Reloj digital, y 00:41. Vestido de oscuro, autopista, no estás.
Parecen haber pasado mil años desde que no estás. Te echo de menos,
quizá debí decirlo antes. Y tras todo esto te preguntarás por qué
estoy escribiendo, si no he dicho nada. Tienes razón. Pero me da la
sensación de que he dicho más de lo que realmente queda reflejado
con palabras, ¿o no es así? Si estuvieras aquí no habría
preguntas. Solo respuestas. Quizá a susurros, quizá a gritos. Pero
conmigo, respuestas. Te echo de menos, ¿no es esa la clave de todo?
Te echo de menos, te echo de menos, te echo de menos. 
 
01:21. Coche parado, vestido oscuro, autopista, no estás, he leído
tu mensaje. No estás. No estás. No estás. Y estoy abriendo la
puerta. Sí, en medio de la autopista. He tirado mi móvil lejos, y no
he querido ver hacia dónde. Me tumbo en la carretera, estoy acostado.
No estás. No sé, no estás. A quién le importa esto ahora. Te echo
de menos. 
 
01:49. Autopista. Asfalto. Lluvia torrencial. Nada. 
¿Lo escuchas? 
Adiós.
puntos 9 | votos: 9
XLVIII - Algún día me casaré con otro hombre y te invitaré a la boda,
ansiosa por verte llegar ese mismo día. Me vas a saludar, yo a
sonreírte y haremos lo que debamos. Dejándolo pasar. Yo, casarme;
tú, mirar. 
 
Y cuando celebrando nos encontremos por el pasillo, casi a propósito,
rozaremos. Pedirás perdón y te miraré fijamente. ¿Perdón por
esto o por el resto de nuestra vida? y vas a esquivarme la mirada.
Porque es así como jugamos, así seguiremos jugando para siempre. Con
miradas hacia otra dirección, sonrisas que no pertenecen a nadie y
palabras en el aire que nadie consigue ordenar. Con el tiempo
suicidándose, porque nosotros nos negamos a matarlo. Y silencio. 
 
Algún día me verás rodear el cuello de otro hombre con los brazos y
sentirás como que ya no te importa mientras te preguntas qué hace de
invitado una persona que ya no está en mi vida. Y yo te miraré a ti
mientras lo abrazo y el viento se lleva el vestido que a ti tanto te
gusta aunque no te hayas atrevido a decírmelo. Porque hay muchas
cosas que no te atreviste a hacer por mí, también. 
 
Algún día me casaré con otro hombre y te invitaré a la boda, me
acercaré y te susurraré al oído: Pudiste ser tú.

puntos 7 | votos: 7
Érase una vez un tiempo - donde la libertad aún existía en el mundo del pensamiento.
puntos 11 | votos: 11
¿Y si nos conocemos mejor? - Manda la letra que quieras y yo haré lo mismo.
puntos 9 | votos: 9
¿Dónde están las mejoras? - A ver, que yo las vea.
puntos 6 | votos: 8
What the fuck -
puntos 9 | votos: 9
XLVII - Que suene tu nombre en una iglesia
y que, de cualquier manera
ya no sea tu nombre.
Porque, al fin y al cabo, 
tú ya no eres tú. 
Y vivir ya no es vivir. 
 
Que griten un nombre
frente a una lápida 
y no signifique nada. 
Quizá ni lo reconozcas.
 
Que oigas cómo te llaman
desde lejos, donde solo hay un eco
y no mires atrás 
porque ese sonido no tiene sentido, 
ya no es nada de ti. 
 
Porque no estás. 
 
Que entre oscuridades
y neones vaya gente, 
grupos, amigos, 
conocidos, quizá
hablando sobre alguien 
que crees recordar quién es
pero no enteramente:
porque no existe ya. 
 
Que no vuelvan a sonar
las consonantes y vocales
de nuevo juntas, en el mismo
orden, de la misma manera. 
Que si, quizá lo hicieran 
ya no fuese nada. 
 
Que en las fotos les suene tu cara
pero nunca nada más 
y nunca nada más, 
nunca nada más 
porque no estás. 
 
Ahora tu nombre
suena como un cántico, 
un mantra; algo a lo que aferrarse
mientras lo gritan frente a tu lápida.
O lo lloran. O lo lamentan. 
Todo cuando ya no estas.

puntos 8 | votos: 8
XLVI - Ojalá nunca nadie vuelva a llevarme al cielo si luego piensa
soltarme. 
 
Hoy me pregunto cómo es que los epitafios se eligen tan a la ligera,
o no se eligen. Lo único que queda de ti cuando te vas, lo único que
ven de ti cuando van a visitarte. 

Yo a ella la conocí porque hablaba de epitafios como quien habla de
su artista favorito, y era todo poesía. Cariño. Todo lo que yo no
sabía ser. Y era preciosa de cualquier forma. Y me quería. Y le
gustaban las cosas inteligibles, como yo. Por eso le escribí un día
algo, aunque fuese más largo que un epitafio y tuviese menos sentido
que nosotros:
 
Si supiese lo que deseo
me lo acercaría a la boca. 
Pero no lo sé. 
 
Tormenta       Tormenta
a las dos de la mañana
se apaga la mente. 
Y solo una tormenta
recorre con nosotros
una carretera de fuego. 
 
Ruido de agua antes de caer,
y tormenta         tormenta:
el último ruido que escuchará 
el mundo. 
 
Tormenta         Tormenta
Soy pálido, poderoso:
como un Dios muerto;
dios caído en el barro, 
sin creyentes, no promesas, 
nada de martillos en la mano. 
 
Descríbeme el atardecer
más bonito que hayas visto
y procura que no haya tormenta
que yo cierro los ojos
e imagino. 
 
Tormenta         Tormenta
pero recuerdame como de memoria, 
como que te sabes cada esquina
o que me has visto las pecas.
 
Y por último abrázame pronto
pronto, pronto, pronto
así: como en menos de dos años. 
Pero pronto, pronto, pronto
tan pronto como cese la tormenta.
 
Y me responde tal cual, con una sonrisa. Ojalá un día me diga dónde
esconde lo que esconde tras lo que hace. O lo que piensa. La quiero de
vuelta. Porque solo ella me ha hecho comprender que pasamos media vida
buscando nuestra alma gemela cuando, quizá, pudimos solo haber
sobrevivido nosotros. Como es el caso. 
 
De cualquier manera, aprendí todo de ella. Se diría que aprendí
arte del arte mismo. Y de él guardé su epitafio, porque nunca jamás
el arte se mostró tan unido a mí:
 
«Morir de amor
es un dolor asumible.
 
Lo insoportable es resucitar solo.»
puntos 8 | votos: 8
XLV - Su vida siempre pendía de un hilo. 

Ha huído
con los ojos abiertos
y las manos atadas:
y la ha alcanzado el hambre, 
la impotencia, el abandono, 
y la han tirado al suelo. 
Y nunca, jamás, 
nunca se ha sobrepuesto
a tales sentimientos. 
 
Se ha tumbado
esperando una señal
de quizá cualquiera. 
De cualquiera, quizá. 
Y se ha dejado morir
en un columpio 
a las tres de la mañana
sin la luz de 
siquiera 
sus ojos. 
 
Se ha tocado la piel
como si fuese un violín
intentando recordar
que es eso lo que se siente 
al ser libre. O feliz. 
O no. 
Porque eso ella no lo sabe,
y no quiere hablar de ello. 
 
Ha saboreado el césped 
en algún lugar
entre casa y la colina. 
No sé qué colina. 
Cualquier colina. 
Pero muy lejos. 
Y después de descubrir
que era artificial
ha vuelto. 
Con lágrimas en los ojos, 
a alguna parte. 
Pero no a casa. 
Porque no sabe dónde está, 
qué es, 
y aún así no sabría volver. 
 
Se ha tropezado
gateando. 
Se ha tropezado
g a t e a n d o. 
Porque quizá, 
no sé, 
no creo que necesite explicación 
algo tan vano, tan simple, 
aunque ello signifique tanto.
Porque, al fin y al cabo, 
sabemos lo que pasa
y se ha tropezado
y ha perdido las fuerzas
y ha acabado en el suelo
y ha dejado de intentarlo
gateando. 
Nada dice más. 
 
Y ha desaparecido 
de hacia donde huyó, 
incluso. 
Y nadie consigue encontrarla
ni en casa, 
(que no se sabe dónde es
o quién es) 
ni en la colina, 
ni en el columpio, 
ni en el suelo
porque ya no lo roza. 
 
Porque la última vez
que existió, 
pendía. 
De algo más que un hilo.
puntos 38 | votos: 40
Una canción es equivalente - a una cicatriz, basta con tocarla para abrir recuerdos, que en
ocasiones son más dolorosos que una simple herida.
puntos 37 | votos: 41
Así que gracias a todos por - formar parte de esta gran página y comunidad.
puntos 9 | votos: 11
que no? -

puntos 23 | votos: 31
-¿Qué tal te lo pasaste anoche? - -¡Apaga la luuuuuuuuuz!
puntos 9 | votos: 9
XLIV - Dicen las malas lenguas
que ella no muere de amor:
que es portadora sana. 
 
Dicen las malas lenguas
que se llamaba Charlotte. 
Lo aprendimos por las malas. 

Dicen, en sí, las mujeres, 
que parecía muy delicada.
 
Que me pregunto qué coño sabrán 
de delicadeza
si jamás la han tenido entre sus brazos. 
 
¿Matarías por mí?, me preguntó. 
Como si lo realmente increíble 
no fuese más bien
si viviría por ella. 
 
Y a su pregunta le he traído rosas,
porque llevamos flores a los muertos. 
Nadie dijo que tuviesen que ser personas. 
 
(Y sé que no lo entiendes, 
es eso lo que espero) 
 
Dicen las malas lenguas
que jamás caía enferma.
Eso es para las humanas. 

Dicen las malas lenguas
que ella no muere de amor:
que más bien mata.
puntos 66 | votos: 84
Cómo pasa el tiempo... -
puntos 8 | votos: 12
Aquí hay            Aquí no hay -
puntos 38 | votos: 38
Algunas estrellas solo brillan - cuando nadie está mirando.

puntos 7 | votos: 7
XLIII - Entonces me doy la vuelta para marcharme y me abraza, como diciendo
que no me deja ir. Y yo le devuelvo el abrazo, como si de verdad le
hubiese pedido permiso. 
Y me voy. 
Me voy porque tengo que hacerlo. 

Me fui. 
 
Sigo pensando que si estuviesemos juntos sería todavía diciembre. Y
ojalá. Encuentro quien se queja de lo rápido que pasan los días, y
no le conocen. Le van a hablar de tiempo a un reloj. 

Imagínate, ¿y si un día te miras al espejo —nos miramos— y
solo queda uno de nosotros? Y nos reímos, como que no iba a pasar,
como que a la primavera no la arrasa más tarde el otoño. Y dejé de
fumar por verte para demostrarte que yo solito puedo caer en los
vicios.
 
Me fui. 
 
Y a la pregunta ¿Y ahora qué?, me he levantado sin decir nada,
acercándome a la nevera, y le he traído una cerveza más.
Porque sé que si intento pasar página voy a romperla.
puntos 21 | votos: 25
Algunos creen que dejar de tener fe - en ciertas cosas los hace más inteligentes, cuando sólo los hace
más patéticos.
puntos 26 | votos: 26
Habladme de Navidad - cuando todos sean capaces de mostrar la misma bondad el resto del año.
puntos 2 | votos: 2
se pasaron - rectifiquen
puntos 4 | votos: 10
En una galaxia muy lejana - hoy lloran a su princesa.

puntos 29 | votos: 29
La ausencia - es el único vacío donde el sonido se propaga, todavía se oye su risa.
puntos 14 | votos: 16
La mayor diferencia - entre la felicidad y la alegría es que la felicidad
es un sólido y la alegría un líquido
puntos 4 | votos: 6
Por fin aterrizo - Ha pasado mucho desde que apareció el pensamiento de posar mis alas
en algún sitio, es mas podría decir que mi única razón para no
caer en picado se reducia a la esperanza de poder descansar estas
desgastadas alas y no volver a prender el vuelo hasta que el tiempo
diga basta. 
Pero me es imposible,aun a mi pesar lo necesito, he planeado por
tantos lares sin encontrar respuesta a mi llamada, sin encontrar
congeneres con los que volar hasta lo alto y dejar de mirar a la
superficie, sin encontrar sentido a este bosque de dolor y mentiras
mal acabado al que el resto se limita a llamar mundo, no se si algun
dia encontrare una presa merecedora de ser destrozada por mis garras,
ni si quiera si presa tan espectacular llegara a haber existido en
esta tierra o si yo conseguire cazarla dado mi decadente nivel en el
arte del acecho. 
No, no soy un mártir, ese no es el motivo de mi llegada, es cierto
que mis alas apenas conservan el tinte original que una vez dieron
algo de que enorgullecerse a mi ser, pero la caza mayor desgasta mas
de lo que hubiera imaginado y por ello he aqui la verdadera razón de
mi presencia en este lugar, solo necesito reponerme lo mínimo para
poder aletear un poco y erguirme aunque solo  sirva por poco mas que
una mañana en la que seguir buscando mi ansiado trofeo. Solo busco
ese descanso tan preciado que no he encontrado en ningún otro lugar y
que espero atisbar aqui.
Muchos otros me dijeron que soy un cuervo, y que por ley de vida mi
sitio esta junto a los restos inherentes de conejos o ratas, que es mi
naturaleza, mi lugar en el bosque. Pero ellos no lo entienden, podría
intentarlo, podría conseguirlo, hasta me atrevo a alardear de que
podría ser recordado por mis dotes para ello, pero no.... No es lo
que deseo ¿Tan difícil es de comprender? Yo no cazo por hambre, ni
por deporte, ni siquiera por necesidad, esto desconocidos míos se
debe a mi necesidad imperiosa de saciar mi pasión de explorar mis
limites, esa pasión que da sentido a mi vida y que muchos olvidaron
para asumir su posición en el bosque.
Porque si no díganme... 
¿Se limitarían a hacer solo lo que saben que son capaces? 
¿Han probado a experimentar algo que no entienden?
¿Es tan solo nuestro limite el tope de nuestros verdaderos deseos? 
¿En el fondo creen que el verdadero regocijo del alma esta en mostrar
nuestras cualidades al mundo para que este opine?
Por ello  y mucho mas decidí experimentar, cosa que aun no he llegado
a concluir.
Vuelo en solitario, pues mi antigua y peculiar manada carece de la
necesidad de las limitadas habilidades de un cuervo desnegrecido, lo
que me permitió no echar la vista atrás en busca de acompañantes
que hoy ya no están.
Amo la caza mayor pues la fauna de otro carácter no es de mi agrado,
seres pequeños, marchitos y sin sustancia, que solo consiguen dejarme
insatisfecho nada mas desgajar su piel. 
Observo con atención y detenimiento, pues la mayoría de seres del
bosque aprendieron a disfrazarse de vulgares humanos por medio de
mascaras y engranajes, marionetas se autoproclaman, ya  no muestran
fácilmente la verdadera naturaleza de su ser, simplemente se limitan
a sobrevivir y engañarse entre ellos por miedo a darse cuenta de
quien es el depredador y quien el subyugado. Por lo que ante todo, mi
verdadero labor en el aire se limita a disfrutar de las vistas
intentando escrutar quien es que y esperando el momento exacto en el
que las apariencias se desvanecen y los seres que hasta ese momento se
habían considerado iguales, ahora se devoran entre ellos como simples
humanos.
Soy Rave, el ultimo miembro de una bandada de la que ya se olvido
hasta el origen de su propio nombre. Soy un cuervo, y a diferencia de
la mayoría no oculto lo que soy, por el mero hecho de que mi
naturaleza me lo impide, ese es mi verdadero castigo, el cual nadie
llega a comprender con exactitud.
Soy Rave y este es mi recién adquirido nido.
Por fin aterrizo, sed pues bienvenidos a mi nuevo hogar.
puntos 7 | votos: 7
Algunas personas solo saben - definirse a sí mismas a base de las opiniones de los demás.
puntos 11 | votos: 11
Que mis cigarros - tengan tu nombre y mi pecho tenga tu corazón.

puntos 8 | votos: 8
El miedo es increíble. - Ya que consigue que los humanos teman a cosas irreales.
puntos 17 | votos: 17
Me desvanezco en los recuerdos, - y que así sea: Borrón y sonrisa nueva.
puntos 19 | votos: 21
Los años más que pasar, - se unen al corazón.
puntos 19 | votos: 19
Es dificil explicar lo que se siente - cuando en nuestro esfuerzo por recordar, nos encontramos con el muro
de la realidad.
puntos 7 | votos: 9
Los humanos - son igual de retrasados que los usuarios de esta página

puntos 16 | votos: 18
Eres tan, pero taaaaaaaaan dulce - que te abriría en canal y devoraría todos tus órganos sin
añadirles ningún tipo de condimento azucarado.
puntos 10 | votos: 10
Cada 22 de diciembre me levanto - deseando que ojalá hubiese ocurrido alguna desgracia en mi pueblo
para que a todos nos tocase la lotería de casualidad
puntos 16 | votos: 16
A veces nuestra mente - suele discriminarnos por nuestros errores pasados haciendo que
perdamos los momentos del presente y nos angustie el futuro.
puntos 6 | votos: 8
Cuando les dices la verdad - pero no la quieren oír.
puntos 18 | votos: 20
La única sumisión que acepté - fue la sumisión al amor por ti.

puntos 34 | votos: 36
¿Cómo es posible - que haya personas que en pocos meses se conviertan en lo más importante 
de toda una vida?
puntos 28 | votos: 28
Saber que conseguiste - lo que te habías propuesto te arropa como la mejor de 
las mantas en una noche fría de invierno.
puntos 15 | votos: 19
Más de dos sacudidas - es paja.
puntos 5 | votos: 9
Idairita? - no, superman
puntos 8 | votos: 10
Feliz navidad al que ve el cartel - < 3

puntos 15 | votos: 17
XLII - Recogió sus maletas
y se fue. 
 
Y los escalones
jamás fueron tan altos
(ni que yo recuerde, tantos). 
 
Tardé dos estaciones en encontrarla:
sí, se me hizo invierno
entre trenes y pasaje olvidado. 
 
Mirando atrás por si volvía
un día de estos, de noche, 
a hurtadillas. 
Esperando encontrarme
en el sofá. 
Donde ella cree que esperaría. 
 
Estúpido. 
 
Ella lo sabía:
yo no sirvo para esperar. 
Me dejo las uñas en la piel
de aquellos que creen ya no tenerla.  
 
Jamás me arrastré tanto
por el mismo suelo 
que había encerado. 
Y lo sentí como un cáctus:
 
Por favor, vuelve
donde la nieve se acumule 
en algo más que cadáveres
que yacen, sin esperanza, en el asfalto.
Y que, sin embargo, se mueven.
 
Vuelve donde los diciembres
duelen menos: que es en casa.
Arropados por todo el calor
que nos falta.
Yo te calentaré las manos,
caliéntame tú el alma.
puntos 96 | votos: 120
Cambios que llegan - Make Desmo great again!
puntos 10 | votos: 10
XLI - ¡Primero la revolución,
y luego, la poesía!,
solía gritar.
Y para mí estuvo muy claro:
revolución y poesía son lo mismo
cuando se trata de hablar sobre ella.
 
Aún estoy aprendiendo,
pero vengo a solucionaros la vida:
Amor es pedir perdón por pecados
que aún no has cometido.
Amor es pedir perdón
por pecados que no son siquiera tuyos.
 
Querido quienquiera que seas:
no estoy tan vacío como parece,
simplemente he entendido que, al final,
quien se queda...
Somos solo nosotros
con ganas de más.
 
Solía decirme:
Esperar es llevar rosas
donde aún no ha muerto nadie.
Pues espérame,
espérame.
Espérame fuerte,
sencillo,
bonito.
Puedes esperarme siempre:
no has de comprar flores,
la rosa eres tú.
(Y, por suerte,
no sabes que estoy muerto por dentro.
No aún.)
puntos 1 | votos: 7
Fin de ciclo -
puntos 8 | votos: 8
XL - Todas las historias de amor
son historias de fantasmas.
No lo digo yo, lo dice la vida,
lo dice todo el que no aguanta.
 
Y os voy a contar. 
 
Solía dormir abrazado a ella, y juré que esa iba a ser la droga de
la que no podría desintoxicarme jamás. Solía dormir abrazado a ella
y, al menos para mí, acabó significando todo aquello que se supone
que debí haber encontrado para ser feliz en mi vida. Acabó
significando que, igual, yo era una de todas esas cosas por las que
ella se decidía a dormirse por las noches sin importar lo que hubiese
pasado durante el día. Solía dormir abrazado a ella por las noches,
y no sabría explicar si me gustaba más eso o las mañanas en las que
se despertaba y me contaba lo que había soñado. Durante el día, me
preguntaba varias veces de si me acordaba para asegurarse de que no
estaba medio dormido cuando me lo contaba.
 
Y de repente un día todo cambia. 
 
Solía dormir abrazado a ella por las noches. Solía, sí, solía.
Solía hacerlo antes de su accidente. Solía dormir abrazado a ella
por las noches, solía dormirme oyendo cómo respiraba: muy
pequeñito, muy lento, muy tranquilo. Todo lo contrario a como se
encuentra mi cabeza hoy por hoy: muy amplia pero vacía, muy
acelerada, muy nerviosa. Sigo acordándome de sus costumbres antes de
dormir, de sus cuéntame qué tal tu día para acabar durmiéndose a
medias. Me encantaría poder decirle que a día de hoy, a mi parecer,
aún la abrazo. A ella y a todos sus recuerdos, sus cachitos. Me
encantaría poder decirle que me sigo acordando de muchos de sus
sueños.
 
Os lo repito:
Todas las historias de amor
son historias de fantasmas.
No lo digo yo, lo dice la vida,
lo dice todo el que no aguanta.
 
Lo dice todo el que no duerme,
todo el que se calla.





LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11445971870 | Usuarios registrados: 2057406 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8001728, hoy: 2, ayer: 14
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!