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29.11.2010

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Veterano Nivel 3Geek

puntos 15 | votos: 15
Decís que la vida os hace fuertes - Pero recurrís al suicidio.
Decís que el suicidarse es de cobardes,
Pero ninguno de vosotros tendría el valor de quemarse un poco el dedo
con un mechero siquiera. 
La muerte ajena os hace débiles, pues podéis mirar a los ojos sin
vida de un ser querido...
O no querido.
No sabéis nada de la vida.
Pero claro...
Yo no sé nada de la muerte.
puntos 6 | votos: 8
Y quizá no me importe - Que me manchen las manos de sangre, una sangre que yo no derramé pero
es normal que me moleste el verme obligada a nadar en ella pues hasta
el cuello me llega.
Admito
Que adoro el repique de las gotas escarlatas al impactar en el suelo,
y también adoro el sonido del goteo que el grifo hace.

Pero ni la más bonita arpa de oro, ni la más melodiosa sinfonía
es capaz de compararse con tus labios rojos a causa del estasis del
liquido de tu estirpe, ni  con tu voz suave y seductora...
Pues era ella quien me manchaba a base de escupitajos las manos
puntos 15 | votos: 15
Me estiro y me estiro - Hasta oír el crujir de mis huesos, hasta sentir como las venas de mi
cuello se hinchan al mantener la respiración.
En mi piel tersa y blanca se divisan líneas; púrpuras algunas,
azuladas otras...
Cada una conduce a un lugar diferente.
Las azuladas conducen a mi boca, pues por ahí corren mis mentiras.
Y las púrpuras recorren mi cuerpo como si de un laberinto se tratara,
para llegar a un mismo punto; Mi corazón.

Solitarias lineas púrpuras, anhelantes de transportar sangre...
Pero al llegar a mi querido y machacado órgano del vuelo la
decepción recae sobre ellas, pues plumas sucias de lo que antes era
un dulce flamenco han de transportar
puntos 4 | votos: 6
El silencio - Duele más que las palabras.
Notaba tu respiración ligera, sin prisas, imponiendo tensión y
causando rayos cuando nuestros alientos chocaban.
El impacto de un trueno oigo en mi tímpano pues es tu mirada clavada
en mi rostro la que provoca estragos en mi interior.
Y solo sé que lo que pienso es lo que tu deseas que piense, pues tu
silencio manipula el ruido de mi mente, que grita y suplica que
observe tus ojos, pues trovadores por mi boca entran, danzando sobre
mi lengua y golpeando mis dientes con sus liras desafinadas
puntos 3 | votos: 3
Intenté ser libre - Pero mis actos fueron en vano, pues la cadena al rededor de mi cuello
me impidió  volar.
En ese instante noté mi cuello erizado, mis ojos intentaban escapar
de ese rostro sucio y triste al que llamo cara, donde la más mínima
pureza ha sido borrada a causa del ácido que mi sangre derramada
contiene.
No sé si eso que ondea es mi pelo o es la polvorienta y longeva
telaraña del que cuelga el reloj que cuenta los pasos que me faltan
para llegar a la tormenta de rayos.

Y no sé si es Zeus quien la tiene cogida conmigo, pues todos esos
relámpagos de adrenalina caen sobre mi en todo momento.
Y no sé si es la sonrisa de Ares quien se hace pasar por sol, o el
manto de Nix quien hace que la oscuridad de la más demorada noche
haga brillar a mi al rededor las lágrimas de leche que Heracles hizo
derramar a Hera.

puntos 6 | votos: 6
Sentir dedos conocidos - Recorriendo mi cuerpo ansiosos de lugares que me provoquen alguna
sensación.
Esos dedos que se entierran en mis carnes, entre mis costillas y en el
hueco de mi clavícula provocando en mi una sensación de agobio al
sentir que mis pulmones revientan poco a poco al no poder parar de
reír y reír, mientras rompo las comisuras de mis labios para así
hacer mi sonrisa más plena y larga.
Esa es la sensación más reconfortante que me podéis hacer sentir.
puntos 8 | votos: 8
Pensar que soy indefensa - Como cual paloma en el aire, a la vista de todo crío gamberro con un
tirachinas.
No sé si mi inocencia es lo que me hace inocente, y que todos la
quieran poseer sea lo que me haga ocultarme tras las hojas de los
árboles, mientras mi mente ilusa y aisladora me engañe de que estoy
segura allí de cualquier ataque infantil con piedras inseguras.

Pero tampoco sé si esas piedras son lo que me hacen fuerte, pues
son ataques gratuitos contra las alas que me permiten huir.

Y entonces...
Caigo al abismo.
Rompiendo mis alas y las plumas de estas en el impacto, mientras la
sangre que mi corazón desprende cae por la acera empedrada como
lluvia de abril lubricando y limpiando el lugar de mi derrota.
puntos 2 | votos: 4
No sé si será lo correcto - pero lo único que te doy es una mirada de superioridad,
no te lo tomes a mal, se ha convertido en un auto reflejo.
Pretendes que crea que el sol brilla por ti...
Pero cuando estabas conmigo nunca pudiste iluminar mi oscuridad...
Solo hacerla más densa, como si soplaras y la niebla mas abolida
saliera de tu boca.
Pretendes que crea que tu sanabas mis heridas con tan solo tocarme,
pero extrañamente aparecían cardenales en mi cara con tu roce.

Eras hábil y astuto, ya que tus actos eran perfectos y atinados.
Sabías en qué puntos de mi cuerpo debías darme enérgicamente, pues
los cardenales no se verían.

¿No ves mi alma?
Está bajo tus pies, agarrada a un risco para no caer a la sima...
Pero tiene la cautela suficiente como para esperar de ti un pisotón
que le haga soltar sus manos dañadas de aquel extremo de roca
cortante.
puntos 8 | votos: 8
No me hagas decir lo que siento - Pues es algo desagradable el ver como la irritación en mi corazón
llega a su fin, provocando convulsiones en mi interior.
Tu proximidad es alentadora, pues tu dulce aliento me hace delirar.

No quiero exhalar tu aroma, pues algún día lo olvidare.
No quiero probar tu piel, pues es probable que algún día la repele.

Solo quiero sentir la suavidad de las yemas de tus dedos, haciendo
surcos y dibujos en mi piel...
Utilizando la sangre que por mis poros sale como tintero.
puntos 7 | votos: 7
Ahora veo - Que mi vida ha cambiado, pues la suerte me ha derrotado
convirtiéndome en las cenizas de mi propio testamento vacío...
Pues no tengo a nadie a quien poner de ejemplo.
No sé a quien donar mis ojos, pues son inútiles para ver más allá
de las mentiras.
No sé a quién donar mis labios, pues ya están desgastados.
No sé a quién donar mi alma, pues esta estaría mejor vagando.
Me dispongo a arrancar la última pluma de mis alas y con la sangre
que por mis venas corre escribo dicho testamento, librando a todos los
que me importan de la pesada carga de cargar con mis restos.
¿Quién meterá las cenizas de esta pobre venus en un jarrón?
Por mi piel corre agua.
Agua de mis venas, pues mi cuerpo ya ha agotado la sangre y se dispone
a exudar cualquier resto que permita que mi corazón pueda latir.

No me hagas respirar de tu boca para resucitar, pues es el aire más
puro que pude anhelar jamás.

puntos 13 | votos: 13
Intentar sonreír - Pero notar como tus labios se romperían si lo hicieses, ya que se han
acostumbrado a las comisuras deprimidas de cada mañana.
puntos 9 | votos: 9
Guardar cada idea - Cada pensamiento, cada sentimiento.
Todo eso en mis adentros, como si ese lugar fuera una infinita
estantería llena de polvo con libros sin estrenar.

Algún día, solo algún día...
Tendré plena confianza en mi misma, y diré todo cuanto piense o
sienta
haciendo daño a quien se lo merezca,
y a quien no también.
puntos 4 | votos: 4
Tu piel violaba la mía - Como si absorbiéndola estuviera.
En un breve instante volviste mi morena tez en un pálido maniquí de
marfil,
atravesando mis muñecas con hilos de pescar y moviendo mis brazos
coordinadamente, haciéndome parecer la muñeca de porcelana que toda
niña temió tener.
El áspero tacto de una lengua de gato recorre mis labios, provocando
escalofríos en mis mejillas.
Intento encontrarle la lógica a mis sentimientos.
Quizá no tenga lógica.
Quizá tú seas ilógico.
El frío metal de la aguja envuelve mis muñecas y a la vez la sangre
que por ellas corre me hace cosquillas en los dedos al gotear
calentándome la palma y durmiéndome con los latidos de mi
corazón...
Y a su vez ,
estos aparentan coordinarse
 con el goteo de la sangre en mis dedos.
puntos 7 | votos: 7
Sufro por el irónico momento - En el que debo darte un beso en la mejilla, cuando alguna vez te lo di
en los labios.
Perdón, quizá me malinterpretes,
Largo de mi vista, ser hipócrita cuyas manos tocaron mi piel, dejando
sarpullidos y un efecto de bellos erizados.
Mis propias uñas desgarran la piel que has tocado.
Gritan mis manos piedad.
Grito, desgarrando mi garganta, quebrando mis dientes y escupiendo
todo rastro de ti.
Mi respiración constante me avisa de que aún estoy viva...
Qué desgracia.
Mueren mis llantos, ahogados en una laguna de lágrimas y
escalofríos cuyos calambres son muestra de los pulsos pausados de mi
corazón.
Y solamente en el momento en el que el latir de mi corazón se apague
definitivamente...
Dejaré de gritar y demostrar el sufrimiento de mi más profundo fuero
interno.
puntos 3 | votos: 3
Impura me he quedado - Mi piel no es tersa como antes, pues las cicatrices hacen de baches.
Mis ojos no son cristalinos como antes, pues las lágrimas de ellos
los han tiznado del más sucio barro.
Siento mis dedos suaves, por la sangre que de ellos brotan.
Siento la palma de mi mano caliente, pues el corte en mi muñeca aun
no se ha cerrado.

Veo una luz blanca, y presiento que no estoy en ese túnel mítico.
Sino en el frío infierno.
Pues todos creen que es ese el lugar que debe arder, cuando si
pensamos bien
es el cielo la incineradora, compuesto de nubes de cenizas de nuestros
seres..

puntos 5 | votos: 5
Escupo palabras - Que su sentido parece perdido, pero la verdad es que tienen mucha
coherencia.
Sinónimos de verdugo aparecen en mi vocabulario,
mira tus manos manchadas de sangre, escucha el crujido que mi tímpano
produce al romperse, 
No, no es sangre eso de mi boca,
Son los insultos que me he tragado, y ahora salen por mi boca
rompiendo desmesuradamente mi esófago a su paso.

Cuando lo único que siento es el ardor ácido en mi garganta por el
desgaste que ocasiona mi bilis,
tus manos vuelven a tocar mi cuello...
Cuyos fríos dedos hacen de la medicina que cura mi ardor.
Y a la vez del cianuro que lo trae de vuelta.
puntos 3 | votos: 5
Sonríen mis labios - Cuando mis ojos lloran.
Dulce líquido escarlata por mis mejillas fluido avanza.
Saco la lengua para bañarla de el llenando mi boca de llantos y
tiñendo de granate mi voz .
Sacude mi pelo, sacude mis pestañas, corta mis comisuras y hazme
aparentar feliz .
Pero lo cierto...
Es que solo tu olor a verdugo me hace feliz
puntos 8 | votos: 8
Fingir estar bien - Estando bien.
Solo por la mera costumbre de ocultar tus sentimientos en todo momento
al estar mal.
puntos 6 | votos: 6
Aprendí algo contigo - Y es que pequeños cortes rutinarios en sitios vitales harán que el
aparente día soleado se vista de una túnica gris de lágrimas y
rayos.
puntos 9 | votos: 9
Darte una patada en el pecho - Y romper mi uña como si de piedra estuvieras hecho.

Darte un beso en los labios y notar como los míos se cortan y humo de
mi boca sale como si del hielo más gélido estuvieran compuestos.

Desgarrar mis rodillas al arrastrarme por la tierra que tus pies
descalzos han pisado

puntos 4 | votos: 4
Recuerdo y recuerdo - Mientras mis ojos se desorientan, mi mandíbula se tensa y mis dientes
se frotan unos con otros provocando el sonido culpable de mi
irritación.
Agarro mi cuello firmemente cuyo tacto me parece el mismo que el meter
la mano en un cesto de pétalos de flor...
Quizá sea el líquido fluido y bermejo que resbala por el, quien hace
que se vuelva igual de delicado.
Algún día...
Solo algún día; mi castañeo de dientes se convertirá en el
acelerado pulso de tu corazón a punto de partir
puntos 3 | votos: 3
Mi oxígeno huye de mi cuerpo - Como si un simulacro se estuviera organizando en el.
Gotitas de cristal vuelan desde mis ojos hasta la superficie
impregnando el agua de olor a glándula lagrimal.

Dulce aroma de mi iris, cuyo sabor se basa en los recuerdos
observados y almacenados en esta...
Vivir la penúltima exhalada con suma calidez
puntos 8 | votos: 8
Persona ignorante - Que cree que es tan fácil disimular lo que se siente.

Cuando no sabe que en ese momento la presión de un nudo en mi
garganta siento.
El temblor de un fuego en mis dedos, que hace que ponga mis manos en
forma de puño por breves instantes.

Sentir que sonríes y tus comisuras tiemblan, o el pensar que todos se
dan cuenta de la mueca que tienes en la cara, para aparentar ser
feliz.

Solo la sensación húmeda de mi sollozo transformado en
segregación corriendo por mi mejilla y notar como las gotas de tu
sangre en mis nudillos caen en forma de lluvia ácida abundante
lograrán que mi alma esté tranquila
puntos 4 | votos: 4
Parpadean esos cautelosos - Y severos ojos brunos, desorientando lo que antes era mi mirada
enamorada.
Aparté el pelo de mi cara dejando ver una media sonrisa de dientes
rectos y grandes mientras observaba los colmillos que de tus encías
brotaban.

Ya no lloro, ya no escucho, ya no hablo...
Solo huelo el lejano perfume de tu cuello, justo el mismo que hace un
lapsus de tiempo podía saborear con mi lengua.
Y observo, la expresión distante de tu ceño fruncido las arrugas a
los lados de tus ojos, que actúan como deltas de los que corre
sangre...
Y sobre todo, esa adorable media luna que forma tu sonrisa al
solamente alzar una comisura.


Brilla que brilla, sonrisa mía. Guía mi alma con el esplendor de
tu fulgor hasta los confines del cielo usando las estrellas como
espejos.
puntos 6 | votos: 6
No puedo hablar de otro asesino - Que de mi misma.
Asesiné mi libertad para obtener a cambio unas manos al rededor de
mis muñecas actuando como voraces guardas en contra de mi
escapatoria.
Corta las ligas que recorren mi cuello como una enredadera, de la que
parten rosas negras actuando mis lágrimas como rocío de sus
pétalos.
Corriendo maniatada, por aquel bosque de suelo viscoso y árboles
con apariencia de centinela me dispuse a recuperar lo que era mío...
Y justo, en ese mismo instante supe lo que era el rozar la libertad
con la yema de los dedos

puntos 3 | votos: 3
Noto tus fríos dedos - Recorriendo mi cuello como si pidiendo permiso estuvieras,
mi voz asiente, mis labios se niegan a admitir los escalofríos que me
provoca la sensación e hipócritas sueltan un suspiro.
Cierro mis ojos cubriendo mis pupilas desorientados con una cortina de
pestañas torcidas por soportar el peso de la tristeza en ellas.

Oh amor mío, solo tus labios podrán desgarrar mi garganta con un
estruendoso gemido
puntos 10 | votos: 10
Entre el sentimiento - De deber cuidarme y la risa...
Lo segundo me da más satisfacción.
puntos 8 | votos: 8
Cuídame - Cuida mis labios, y algún día besarás con ellos.
Cuida mis ojos, y algún día verás como yo veo.
Cuida mi corazón, y algún día alzarás el vuelo.
Cuida mis pulmones, y tu último segundo exhalarás de ellos.

Cuídame, y solo tras la vida sentirás al fin lo que yo siento
puntos 4 | votos: 4
Mantengo la respiración - Porque el nubarrón de pensamientos a mi al rededor no me dejan
respirar.
Veo como os salen nubes hipócritas por los oídos de cosas que
pensáis pero os calláis por miedo.
Eso también es contaminación, tengo miedo de caer en la marginación
por ser la única que diga lo que piense.


Soplaré y soplaré para ahuyentar la tormenta, aunque deba dejarme
los pulmones en el intento  .
puntos 9 | votos: 9
Cierra los ojos y mira - Muerde tus labios y grita.
abre tus manos y acaricia la lisa superficie de mi pecho, cuenta mis
lunares y hunde tus dedos en el hueco de mi clavícula.

Me ahogo.
Me ahogo en la laguna de mi mente, donde cada recuerdo sale al frente,
emergiendo a la superficie fría y brillante gracias a los rayos
rosados del sol que entran a través de mis orejas, actuando mi
tímpano como ventana borrosa que oscurece la pureza de su nitidez.

puntos 8 | votos: 8
Prueba - El elixir de mi alma una vez .
Prueba el puro latido de mi corazón infinitas veces que desees, pues
te pertenece.
¿Lo oyes? Ya no está, esos latidos que resonaban en las paredes han
abandonado la casa.


Dime adiós vida mía, pronto nuestro legado será eterno
puntos 6 | votos: 6
Poder cambiar la realidad - Es obra de mentes ilusas.
El realismo es aquel muro que nos impide ver más allá de lo que
realmente puede cambiar.
puntos 7 | votos: 7
Pensar que mi sangre - No es azul cual veloz unicornio ni roja como la de cualquier persona
ordinaria.
Es trasparente.
Justo el color de las lágrimas que he derrochado en mis momentos de
desasosiego, cuya transparencia se ha visto impura por la mezcla del
rímel de mis pestañas y los moratones causados en mi piel.

E incluso en mi propia sangre yace el dolor como testarudas punzadas
bajo mi piel, deseosas de seguir el ritmo de las agujas de un reloj
viejo y atrasado que hacía mucho tiempo marcó la hora exacta de mi
óbito.
puntos 10 | votos: 10
Y a veces - En mis peores momentos, en situaciones de agobio... 
Arranco la voz de mi garganta y empiezo a volar, volar con la
melodiosa sinfonía de ella, volar, al saber que hay algo que me
importa más que el miedo y la desesperación.


Y ahora es cuando alzo mis alas torcidas e intento volar, y para mi
sorpresa, no caigo en picado
Y entre el aleteo libre de mis alas consigo oír a lo lejos el eco de
una voz que me reclama la compostura.
puntos 8 | votos: 8
-¿Cuándo me creerás - Al decirte que todo se ha acabado?
Al decirte que ya no siento nada por ti... Al decirte que mi corazón palpita solo al fin.

+-Cuando tu te lo creas primero.

puntos 8 | votos: 8
En mis sueños - No necesitas tocarme para hacerme sentir un orgasmo
Con una simple mirada entrelazada con los sentimientos más puros
basta para que cada uno de mis vellos se eleve intentando volar.
puntos 7 | votos: 7
Sigo respirando - Con la misma frecuencia de siempre, convenciéndome de que algún día
seré yo quien te ceda mi oxígeno a ti.

Y en ese momento sabré por completo que el respirar no es lo único
vital en mi vida.
puntos 6 | votos: 6
Ahora seré yo quien tire piedras - A tus sueños haciendo trizas tu alma y esparciendo todos esos
cristales por el camino hasta la laguna en la que te ahogarás entre
mis pasados lamentos.
puntos 4 | votos: 4
No soy yo quien está al revés - Es mi corazón el que choca contra mi estómago, el que hace que
reviente mi cara contra la pared.
Es mi cerebro lo que sale por mis oídos.
Me confundo, no es mi tímpano perforado lo que suena en mi interior
sino los cálidos latidos de un angosto corazón, sin miedo, sin freno
corroe mi interior haciéndolo arder con cada impulso de su ser.
En mi visión, oscilan al rededor cabellos  negro azabache de reflejos
rubí oscuro por la sequedad de la sangre pegada en ellos.
puntos 6 | votos: 6
Delitos ahogados - En mi lengua perduran.
El silencio del pentagrama da paso al estruendo de un instrumento 
desafinado.
Mi voz, desgastada de chillar a tu favor revolotea haciéndome tronar
la garganta como manos asfixiantes al rededor de mi cuello.
Pido perdón por tu tímpano roto.
Arrodíllate y suplica mi perdón por tus abundantes destrozos.

Afina mi voz y luego guía las notas procedentes del fuego de mi
garganta
para que lleguen a las cuerdas vocales de ella...


Y sólo así mi voz se convertirá en tu melodiosa conciencia

puntos 8 | votos: 8
Caigo rendida - A los pies de la ría de lágrimas formadora de un gran delta que yo
misma cree con el dolor de gritos apagados en mi garganta.
Arden mis ojos en el viento seco.
Se corren mis oídos al pensar en el pasado y recordar tu olor.
Maldita sea dicen las mordidas en mis labios.
Laberintos creados por uñas que no son las mías en tu espalda hay, 
Prefiero que me mires como antes, con aquel conjunto de curiosidad en
tu cara e incredulidad de que no me haya dado cuenta del engaño.
Y no como ahora, con esos ojos secos sin ningún signo de
arrepentimiento.
puntos 14 | votos: 14
Me sigo poniendo - Las mismas medias llenas de agujeros por las innumerables caídas que
tú me provocaste. 
Antes esos agujeros dejaban al descubierto heridas llenas de sangre
coagulada por el veneno de mis venas.
Ahora mi fin al ponérmelas es dejarte ver como ya no se ven esas
heridas, sino cicatrices color plata.
puntos 8 | votos: 10
Vomito mis arrepentimientos - Ahogándome entre ese mar de mala y putrefacta conciencia 
Hago gárgaras con los sueños que poco a poco se convirtieron en
mitos.
Abro los ojos bajo ese ácido sulfúrico de lágrimas y sangre,
dándome cuenta de qué es lo que realmente me mata. 
Si el ardor de mi garganta al vomitar bilis y trozos de un pasado
corazón con miles de espinas puntiagudas clavadas en ellos o la
sensación de que ese dolor es insignificante para mi al compararlo
con otras sensaciones que he tenido.
puntos 6 | votos: 6
Mi silencio - Es el peor ruido para la sociedad.
puntos 5 | votos: 5
Prueba mi mirada - Con sabor de los suspiros entre cada engaño tuyo.
Huele a respiración de inertes exhaladas.
Lágrimas corrosivas que inhabilitarán tu lengua, lágrimas ácidas
que irritarán mi piel.
Pequeño charco coagulado, rubí.
Exudo prominente el de mi barbilla, por aquel recorrido granate en mis
mejillas.

puntos 5 | votos: 5
Crees que aun te amo - Porque no te he sacado de mi sangre.
Pero la verdad es que adoro la sensación de ardor que me da el odio al hacerla hervir.
puntos 6 | votos: 6
El tono cerúleo de mis cabellos - Revoloteando al rededor de mi cuello te desorienta, te llama la
atención.
Sé que adoras el tono escarlata de mis heridas al darme un bofetón.
Escupo mis dientes en forma de balas atravesadoras del chaleco anti
lloros que llevas puesto en cada momento de proximidad a mi.
Rozando tus sentidos con la punta de mis pestañas manipulo cada uno
de tus escalofríos haciendo de tu cuerpo una bomba de temblores
placenteros.
puntos 11 | votos: 11
Ya no tengo la misma paciencia - Ya no espero sentada en el umbral deseosa de encontrarme con el olor
de tus mentiras que a mi tanto me gustaba. 
Miro entre las rendijas de la celda de mi mente aquellos recuerdos que
fui tan afortunada de vivir y a la vez tan desgraciada de creer. 
Veo como pasas por mi casa cada día, a la misma hora y con la misma
mirada fulminante de odio y supuesto aprecio hacia mi ventana cerrada
porque sabes que estoy ahí dirigiéndote la misma mirada pero con
apuñaladas de orgullo e insatisfacción.
puntos 14 | votos: 14
Perdemos el control - No por irresponsabilidad,
Sino por saber que hay algo mejor que la compostura.
puntos 9 | votos: 9
Mírame - No tengo los pies en el suelo, los noto fríos como si quisieran
echarse atrás.
Están en el aire pero no por que vuelen de felicidad, sino porque las
cadenas invisibles al rededor de mi cuello son demasiado cortas y me
hacen elevarme aparentando volar con libertad.





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