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14.03.2012

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Comentador Nivel 1Veterano Nivel 3Geek

puntos 4 | votos: 4
Fragilidad, - despojando recuerdos de ausencia.
puntos 8 | votos: 8
No existía nada, - y sin embargo era el todo.
Dejé de mendigar hojas vacías, 
pues mi ser rebosaba vida.
Pintores deseaban que fuera su lienzo,
sábanas sobre su piel;
escultores que exhalaban su aliento,
por poseer el alabastro de mi ser;
mediocres escritores que necesitaban del hechizo de mis palabras,
para poder seguir creyendo en su inexistente esencia...
Suspiraban,  ansiaban, deseaban, aspiraban,
 anhelaban ,  codiciaban, ambicionaban, envidiaban...
Ni pintores, ni escultores, mi mediocres escritores,
podrán poseer...
Si no existe nada, 
mas lo era todo en sí.
puntos 10 | votos: 10
Me rendí. - Esbocé una sonrisa carente de alegría;
no me importaba si me creían o se burlaban.
Por fin había llegado la tormenta.
Fuera, las nubes se habían ennegrecido;
el viento arrojaba con rabia furia,
cortinas de lluvia hacía las ventanas;
telón de fondo perfecto para mi ser.
Mi estado, se tornaba a cada instante más frío, más húmedo;
cada paso más pesado y más lento,
me conducía a una infinita oscuridad.
Tan sólo un insólito relato,
sin poder evitar presentirte,
ni querer evirtarlo.
puntos 7 | votos: 7
Cerrando mis ojos - y ante el sonido de mi voz,
tan extraña, quebrada y amarga,
lo que surgió de mí fue un sollozo;
llanto irracional sin voz, 
abrumada por el horror de la realidad que me abrazaba.
Era real...
Ella...
Ya no estaba.
puntos 13 | votos: 13
Administro los silencios - con un dominio apodíctico;
sin esperar respuestas, 
los porqués desaparecen,
 indóciles al imperio de mi muda voz.
Son mis manos la memoria, 
reminiscencia del sueño, 
custodiando la sorpresa que aguarda en la búsqueda del tiempo perdido,
al mostrar que nunca nada se perdió.
Cubriendo y disfrazando el milagro en algo más real que la realidad misma.
Soy lo que no se puede decir;
 lo que no se debe escuchar...
Esa verdad que huele, suena y sabe a pecado;
esas palabras que se reflejan en la sinceridad, 
siendo veraces por sí mismas...
Y la Verdad,  suele ser pecado....

puntos 14 | votos: 14
Y yo, - que soy rosa marchita de invierno,
deseo hacer contigo,
demente pensamiento el mío;
lo que la primavera logra,
por privilegio y sin esfuerzo,
con los árboles del cerezo.
puntos 10 | votos: 12
Mentiras, - ficción que empeñabas que viviera y sintiera real;
engaño que mantenía tu posición,
altiva imponente omnipresente.
Mendacidad que suplicaba fuera innegable,
aún siendo consciente del juego.
Y sí, 
con todo ello llegarás muy lejos, 
mas no podrás regresar a mí jamás.
puntos 5 | votos: 9
Me cubrían - versos que convertiste en besos;
me desvestías de ropa envolviéndome en caricias;
te probaba con la boca comiéndote con los ojos;
te amaba sin tocarte y exhalando tus suspiros;
arropándome en tus palabras;
meciéndote en las mías.
Fuiste instante eterno en mi alma.
puntos 21 | votos: 21
Intentar no olvidarte, - o no intentarlo, 
viene a ser lo mismo.
Como atar, 
para luego tratar de desatar, 
un enmarañado nudo.
puntos 10 | votos: 10
El amor no es una virtud, - más bien es un vicio...
O una desdicha,
que produce trastorno del sueño, 
tal como dormir con insomnio.

puntos 12 | votos: 12
El honor del caballero, - se encontraba entre las piernas de su dama.
puntos 13 | votos: 13
Y en nuestro deseo, - suave encuentro de nuestros alientos, 
lo imposible, 
encontraba su hogar y razón para existir.
puntos 12 | votos: 12
Querías hablarme, - yo necesitaba descifrarte,
mas no lo hacía y seguías llamándome;
parecías pretender huir,
mas era yo la que desaparecía de este mundo.
Me lancé a tu búsqueda, 
 inmóvil, permaneciste de pie sin abrir los ojos.
Al rozarte quebraste por completo, 
cientos de pedazos a mis pies, 
bañados por mi sangre.
Y pude ver dentro de mis ojos, 
percibí observar mi propio llanto;
unas manos, las mías, manchadas de tinta.
Fría exaltación escapándose en suspiros lluviosos.
Entendí, comprendí, pude alcanzarte al fin.
Nada era nuevo para mí,
nada tenía, a nadie más veía que a mi reflejo,
evidencia plasmada de la propia pena;
inconfundible odio a mi  inherente vacío, 
único compañero durante largos años.
Interminable oscuridad que cae,
siendo llanto d agónica asfixia.
Y fui a por ti, mi amada muerte, 
pese a que me atravesasen cada pedazo de tu espejo.
puntos 11 | votos: 11
No penetras - el silencio que ensordecen las miradas,
acorralado en un tiempo que no espera a quimeras,
pesada carga de un destino atormentado, 
desgarrado y estrangulado.
Tristes sombras que flotan, 
entre palabras susurradas, 
bestia que se agita detrás de mi mirada,
desgarrando y devorando mi lengua atada.
puntos 10 | votos: 10
Ni una palabra - salió de su cálida boca, 
sellando uno a uno los antiguos anhelos, 
quedando enterrados todos los besos, 
apagando con sus manos la llama del fuego.
Ni una pizca de aroma en la fugaz brisa,
ni una mirada extraviada o perdida, 
ni una emoción se escapa ya indómita, 
una postrera lágrima tan sólo brota.
Ni un solo recuerdo se salvó de la quema, 
impávida miraba la gélida hoguera,
haciéndose añicos el espejo de sus quimeras.
Ni ira, ni pena, ni desprecio ni orgullo, 
ni rencor ni tristeza...
Nada.
Estaba ya muerta.

puntos 7 | votos: 7
Mantengo - una relación erótica, 
casi pornográfica con la verdad.
El impedimento de la edad, 
se solventaría con el tiempo.
Tan sólo que deseas ser, 
un sátiro y travieso niño;
y yo soy una adulta sin paciencia.
puntos 10 | votos: 10
Tan sólo un monstruo, - creación desechada de tu ser;
sin ilusión de ser apreciado por lo que soy.
Vivirás sediento de lo que has creado,
descubrirás el temor constante, 
combatiendo lo que engendraste con tus manos.
Pues con tu pecado condenaste mi paz.
puntos 10 | votos: 10
Observaba, - el estupor me abrazaba, 
me oprimía de la misma manera
que aquellas flores se aferraban a la existencia, 
pese a que sus truculentas carcasas, 
vaticinaban su destino marchito.
Agotadas y estúpidas rosas, 
destino desplazado al ahora, 
su fin era el comienzo, 
historia hasta ahora marcada por el silencio.
puntos 10 | votos: 10
Ahógame, - deja sin aliento este cuerpo inconcluso;
me reiré de las cadenas que me sujetan, 
no seré libre y saberlo no me humilla.
Seré cautiva y condena de mi carcelero, 
arderás el licor de mi ser,
te ahorcarás en mi propia asfixia.
Ahógame si lo deseas, 
hay seres que no saben existir sin cautividad;
yo no soy de ellos.
puntos 11 | votos: 11
Sabía del engaño, - advertía esa traición,
mas no podía hacer otra cosa,
un día era un día más, 
pese a que que fuera una falacia.
Contando e inventando una nueva excusa,
justificación sin disculpa por mi parte, 
hasta que la indiferencia se agarró en mí ser.
Transformando mi vida en tedioso aburrimiento,
siendo lo más cercano a la inmortalidad,
pues la apatía ralentiza el paso del tiempo.
Y sólo los inmortales sobreviviremos.

puntos 16 | votos: 16
Para vencer la tentación, - tan sólo has de consumir el pecado.
puntos 10 | votos: 12
Deteriorada, - así estaba al encontrarme;
herida abierta que con agonía sangraba.
Sufrimiento que en tormento ahogaba mi agonía.
Transformada poco después  en cicatriz, 
huella marcada en fuego en mí.
Imperfecta e incompleta, 
en ti me convertí en caricia.
puntos 17 | votos: 17
Te advierto - que me haré la dura;
por si vienes con ganas de romperme algo más que no sea la ropa.
puntos 11 | votos: 13
La decepción - se asemeja tanto al odio, 
que algunos la confunden.
puntos 8 | votos: 12
Lograstes - domar e intrépidamente liberarme
de mi cruel bestialidad.
Fiereza con la cual pretendía
contener, ignorar, despreciar lo que más odiaba;
a mi misma.
Vestida con caricias de tus manos, 
envolviendo cada centímetro de mi ser, 
revistiendo y forrando mis cicatrices;
las que me produjeron, las que me hice;
las formadas por lo vivido y la marcas del visible tiempo.
Recreando en mi persona, 
el jardín de tus deseos, refugio en tu descanso.
Recordándome al regalarme tu esencia,
que me asemejo a aquella rosa, 
frágil, delicada , viva
mas nunca más débil.

puntos 12 | votos: 12
Destrocemos - esas falsas normas, esa hipócrita ley;
follémonos la distancia,
con la misma pasión con la que llenamos nuestros cuerpos.
Que se joda el tiempo, 
que se pierda y olvide en nuestros jadeos.
Creando de lo efímero algo eterno;
inventando en la exaltación,
una lírica y poética prosa.
Intensa codicia que con ávida ambición,
nos aprecia a buscarnos.
Encontrando, 
sosiego, paz y reposo al encontrarnos.
puntos 10 | votos: 12
Saldrás de mis sueños, - para cumplir tu profético periplo;
traicionando el tiempo que se nos escapa, que no llega.
Cae la arena, giran veloces las agujas del reloj.
Amaneceres compartidos;
manto oscuro que nos cubre, haciendo agonizar al sol.
Viaje sin regreso mas con un fin;
diciendo adiós al mundo de los muertos en vida, 
alcanzando con las manos en la noche las estrellas, 
dejando atrás el abismo que nos rodea.
Burlando el destino que nos condenaba a no hallarnos,
disfrutando el dulce idilio,  nos amenaza el tiempo;
 el destino no se olvida de nuestro engaño.
Inmortales serán los relatos, 
recuerdos eternos en vida, 
adornando nuestros templos humanos con dulces versos.
Saliste de mis sueños, 
para penetrar en mí.
puntos 14 | votos: 16
Mi esencia te dí, - fui tu oasis en el desierto;
tu manto en la noche;
tu refugio en la tormenta;
tu hogar en tu descanso.
Te dí vida, en mí fuiste tú.
Me convertí en cálida arena,
en fértil y húmedo terreno, 
desamparo al amanecer,
cuidado en el descanso.
Me di a ti y me secaste,
y aún sigo mojada en ti.
puntos 18 | votos: 18
El vuelo - del pensamiento me ha llevado a donde quise ir;
traslación en un tiempo sin tiempos,
placer elegido.
Esa fue mi elección, 
así viví mi vida y así me entregué.
Páginas vírgenes, blancas de mi piel;
tinta perenne de nuestro sentir,
pluma hiriente de tu ser, 
para expresar sin pensar.
Amando la lectura, 
amando las historias por escribir.
Una elección, un designio,
un destino tal vez.
Lo inevitable es lo que ocurre.
Dejaré de leer en silencio, 
que me llenaban de susurros.
puntos 11 | votos: 13
Dulce es el sabor - de tu boca en mi aliento,
tu dulce olor impregnado en mi piel, 
manos codiciosas y deseosas de encontrarse, 
alimentándonos de realidades, 
dejando atrás el tiempo, los pactos, los pecados;
sintiendo tu cuerpo suave y cálido contra el mío.
Respirando anhelantes gemidos,
liberando al fin nuestras almas.

puntos 8 | votos: 10
Embestida, - opuestos armónicamente,
predestinados a perecer.
Estado de alerta que anuncia,
que hay que dejar de soñar despierto
y fantasear con falsas quimeras.
No descansar, 
no dormir por no se capaz que soportar las pesadillas.
Realidad que los locos llaman Amor.
puntos 8 | votos: 10
Susurros - expulsados, nacientes, vibrantes,
extendidos en la noche con la calidez de un suspiro;
sucumbida, arrollada, cedida al sueño;
sin decir nada, sin oír nada,
lo decía todo.
Esas noches no podía pensar en nadie más,
se había convertido en absoluta
más allá de toda comparación.
puntos 11 | votos: 13
Tal vez, - caíamos a cinco centímetros por segundo,
como los pétalos del cerezo;
tal vez eran nuestros cinco sentidos,
los que decidían desearnos mutuamente;
cinco letras tan sólo,
para esas palabras tan nuestras.
Cinco miles de miradas, 
con sus respectivas caricias;
cinco minutos que te rogaba,
para recuperar el aliento perdido en nuestros cuerpos;
cinco segundos tardabas es robármelo de nuevo.
Cinco millones de casualidades,
que me encantan descubrir por ti.
Sí, cinco.
Un mes en el año,
un número cualquiera, 
un libro de Delibes,
los cinco sabores,
siendo nosotros el quinto, lo sabroso.
Esos cinco pecados capitales,
pues la lujuria y la gula es un deber para nosotros.
Me gustaba poder buscar, 
esos cinco lados a todo.
Menos ahora...
Pues son cinco los días, 
desde la última vez que te vi.
puntos 15 | votos: 15
Y ahora, - más que nunca, 
más allá de esa tarde que precede al ayer,
se había convertido en decisión y destino.
No dejando lugar al orgullo ni al miedo;
pese a estar desfigurada y marchita, 
 sabía que podría existir;
por lo menos eso ella pensaba, por lo menos eso creía.
Y el sabor del humo se mezclaba,
con la sensación del cuerpo amado, 
con el sabor de ella misma, 
del pecado en sus labios.
puntos 13 | votos: 15
Y de nuevo, - has hecho sonar en mí la melodía;
música olvidada y maldita, 
desterrada de mi ser al considerar que no la merecía.
No titubeo al afirmar ese gozo;
desprendido de mi piel en tus manos,
de tu aliento en el mío,
de las marcas en nuestros cuerpos, en nuestras almas,
de esas miradas en la oscuridad con las velas como testigos.
Eres mi creador, el mío;
hacedor que hace nacer en mí,
toda aquella música que tan sólo tú sabe sentir.

puntos 10 | votos: 10
Mézclate, - enredando el orden, engañando la realidad;
quemando el aire, abrasando la evidencia;
trastornando los sentidos, apaciguando los tiempos.
Hazlo, recréate, goza de todo ello;
seguiré siendo ese poso desgastado,
que hace ficción lo posible.
puntos 11 | votos: 11
La rosa marchitada, - ofrece la vida,
al ser que la acuchilla.
Viejas almas, 
palabras que, como un juego, 
caen en lo más profundo e íntimo de cada uno.
puntos 7 | votos: 7
Tú y yo, - resistiendo y en contra de una norma,
implantada por nosotros mismos, 
antes del que tiempo fuera pasado.
Marca trazada, 
creada para recalcar nuestro fin, 
detestado y exacto momento.
Y supe al instante, 
que el más leve y liviano segundo, 
compartido contigo y en ti;
era la más larga eternidad, 
que permanecería en mi mente.
puntos 13 | votos: 13
Tierno sacrificio, - canción extraviada de una sirena,
afligido silencio ahogado en sollozos,
singular sufrimiento padecido,
siendo consciente y real
mas en dirección opuesta a ti.
Melodía perdida, 
al dejarte marchar.
puntos 4 | votos: 4
Nada existe, - más hermoso y preciado;
nada más nefasto y fatal se produce;
al ser yo tu peculiar y único vicio;
y tú mi indescifrable curación.

puntos 13 | votos: 13
Deambulaba - por mundos oscurecidos;
donde las flechas eran arrojadas,
arco de punta mortal y fugaz,
nunca fallando el objetivo.
Maldecida estaba;
tenía la facultad de hacer girar las cabezas
mas no los corazones.
puntos 12 | votos: 14
Soy la palabra - que tantas veces habías escuchado;
esa expresión que jamás habías contemplado;
la promesa que nunca poseíste antes.
Y aún así,
deseas saber cómo esa palabra se deletrea.
puntos 11 | votos: 15
Sentimiento ineludible, - sensación que se puede sepultar, 
mas no eliminar.
Duelo devastador,
brotando abruptamente 
 los demonios y las voces que adormecí.
Miedo, ansiedad, rabia, soledad, apatía
pero sobre ellas reinaba la vergüenza.
Por no saber más de lo que hice, 
por no poder hacer nada más.
Y aún sigue doliendo.
puntos 11 | votos: 11
Alas nacientes, - alma rota rendida,
ciega realidad.
Y la muerte,
fue mi mejor regalo,
lo que más ansiaba, 
pues dejaste de sufrir.
puntos 10 | votos: 10
Sin dirección - ni rumbo, simplemente me siento caer, 
hoja caduca de otoño extinguida;
inexistente destino,
cuya ausencia me obliga a sucumbir,
a inclinarme y humillarme vencida,
violencia desmedida contra mi ser, 
profanado mis sentidos, sacrificando mis pensamientos,
claudicando a la realidad de otros.
No deseo un logro ni una meta,
no suspiro ni pretendo ambicionar un sueño;
sencillamente,
tener una dirección, da igual cual.

puntos 14 | votos: 16
Sé que no te poseo, - que no debería sentir lo que siento;
sé que no me sientes,
no es  mi talento suficiente;
sé que no tuvimos un final,
nunca nos despedimos;
sé que soñar sería lo ideal,
si no tuviéramos que despertar.
Sé que no he de mostrar mi deseo,
y en sombras me ocultare al hacerlo.
Sé que no tengo derecho a sentirte,
mas no significa que no lo haga.
puntos 11 | votos: 11
Sueño imbatible, - convertido en desvela;
anáfora perpetua que se repite hasta la madrugada.
No logro descifrar el motivo ni la causa, 
de que los mejores sueños, 
los que sí merecen ser contados, 
son los que no me dejan dormir.
puntos 12 | votos: 12
El tiempo se congeló - no había caminos, ni refugio alguno
para mi alma cortada por el cuchillo del hielo.
Tiempo que difiere y transcurre diferente,
tal vez de igual manera para todos, 
mas no todos nos deslizamos por él de igual manera.
El tiempo de servir té en mi boca, 
será un recuerdo incandescente pero inerte.
puntos 7 | votos: 7
La pugna terminó, - las batallas todas ellas perdidas;
no existe reino en el que reinar
ni caballero que en combate conquiste por ella.
Reina exiliada, sin caballero ni reino,
ilusión que fue espejismo por un momento.
La noche fría, ausente y distante, 
deja paso al día,
amanecer en otra vida que se presenta más apasionado
que la pira en la que perezco.
La reina se separa de lo que su morada era, 
pues su hogar , su amado reino que era su cuerpo,
no la sienten por igual.
Avanza entre las cenizas de lo que fue, 
no sin repetir entre suavemente, 
fue real pues lo viví.
El amor es eterno, 
los amantes no.
Y entre suspiros y sonrisas, 
pese a que ahora eran por otro origen, 
percibió que su reino volvía a latir, 
pues ya no la sentía.
puntos 16 | votos: 16
Y las mañanas - contigo son tan diferentes, 
me despierto lentamente
y el día se siente amanecer, 
con la yema de mis dedos, 
con tus labios suplicantes.
Y las sábanas pegadas
en nuestra desnuda piel, 
son como papel de regalo, 
que empezamos a destrozar.





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