En Desmotivaciones desde:
20.07.2011

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bueno 3689 | malo 539
GeekVeterano Nivel 2

puntos 3 | votos: 5
Las palabras son una mierda. - Ojalá se mueran.
Deseo que se mueran las palabras usando palabras.
¡Já!
Chúpate esa, Universo tocapelotas.
puntos 9 | votos: 11
Por esas locuras que sólo haces - Con tus mejores amigos
:D
puntos 31 | votos: 31
Si la nada es nada, - ¿qué es la nada?
puntos 4 | votos: 4
4 - Dánae corre envuelta en un camisón blanco hacia el extremo de un
acantilado enorme, bañado por un mar profundo y frío. Sobre aquella
superficie rocosa, a su derecha, hay una considerable pila de
urinarios naranjas.  Dánae se acerca cada vez más al final de aquel
precipicio perdido entre la niebla de una madrugadora mañana de
otoño. 

La triste y soñadora muchacha cae al vacío. Ella puede ver, al final
del abismo, las azules aguas que rodean el acantilado; sin embargo, el
mar no parece acercarse. Lleva mucho tiempo en el aire humedecido por
la bruma de aquel día opaco y el mar sigue sin acercarse. Dánae se
impacienta y empieza a sentirse agobiada; puede ver el final del
camino, pero ese final nunca llega. Es insoportable vivir en una
caída constante. Es insoportable ver el término de una lenta agonía
y no llegar nunca a dicho término. Como si esperase un anochecer que
nunca llega, Dánae cierra los ojos y se hunde en la resignación. 

Despierta con un grito angustioso. Dánae está sudando. “Sólo ha
sido un sueño”. Parece que las lágrimas no han sofocado su dolor.
Su atascado corazón no logra encontrar paz ni siquiera cuando está
soñando. Ella necesita un profundo descanso 

Dánae abre el cajón de su mesilla de noche y saca una cajita de
madera. En su interior encuentra un polvo blanquecino que mezcla con
agua y unas gotas de vinagre. Recoge la mezcla con una cuchara y la
calienta con el fuego de su mechero. Extrae con una jeringuilla la
mezcla mientras una cinta elástica se sitúa por encima de su codo
derecho. La fría aguja de la jeringuilla atraviesa su amoratada piel
y aquella sustancia blanquecina se funde con su sangre. Por un
instante, Dánae experimenta un intenso placer. Se siente liberada de
aquel fantasma que la perseguía por toda la habitación. Ahora puede
retomar la empresa de componer el puzle. “Bendita heroína”.
puntos 456 | votos: 460
No decidiste nacer - pero si lo que hacer con tu vida.

puntos 550 | votos: 604
Quien te odia, es porque un día - intento ser como tú y no pudo.
puntos 477 | votos: 501
Jugar con un gato - haciendo que persiga un láser
y cansarte tú antes que él
puntos 704 | votos: 712
No hay nada peor que - ser una buena persona y ver como, de manera inexplicable, has cambiado.
puntos 506 | votos: 552
Cambiamos rápido de opinión, - somos comunistas hasta que nos enriquecemos, feministas hasta que nos
casamos y ateos hasta que el avion empieza a caer.
puntos 35 | votos: 41
La jodida locura - no consiste en hacerte mil jodidas fotos con tus jodidas amigas. En
cambio, debe ser algo así como quemar tu jodida casa con tu familia
dentro mientras, desde fuera, te escribes cosas en jodidas lenguas
muertas en tu jodida piel con un jodido cristal jodidamente roto

puntos 34 | votos: 34
Por todos aquellos - que sanaron su corazón con una vida tóxica
puntos 9 | votos: 11
Cuanto más deseamos - más contradicciones aparecen
puntos 8 | votos: 8
3 - Aquel atardecer infinito apenas ha desplegado una infinitésima parte
de su esplendor en los últimos tres días. Dánae está torpe y
confusa. No puede ordenar un montón de cartoncillos si no es capaz de
ordenar primero sus pensamientos. Todo era un baile caótico de ideas
difusas y contradictorias; un juego de luces brillantes que parpadean
aleatoriamente. Demasiados recuerdos. Demasiados anhelos. Demasiadas
desilusiones.  Dánae se reconforta pensando que después de la
nostalgia vendrá el olvido.

La muchacha taciturna nota que hay alguien escondido en su
habitación. Siente sus silenciosas pisadas en la sombra, su aliento
gélido en la nuca, su respiración callada en el vacío de aquella
habitación. Dánae se siente perseguida. Gira rápidamente la cabeza
y no ve a nadie. Abre armarios y cajones sin encontrar lo que busca.
Mira bajo la cama. Nada. ¿Quién se atreve a atravesar la
infranqueable puerta que separa su dormitorio del mundo exterior?
¿Quién se atreve a romper aquella armoniosa mezcla de melancolía y
quietud? Dánae ignora que es el Odio quién reclama su corazón. Su
presencia viene seguida de un profundo sentimiento de dolor. 

Cansada de  aquella angustiosa persecución, ella se sienta en el
centro del colchón y rompe a llorar. Su rostro es aún más bello
cuando el llanto baña sus mejillas. Dulce y amarga, su imagen es
impactante, realmente cautivadora. Dánae ahoga en lágrimas sus
frustraciones, sumiéndolas en el olvido. Son las tres de la
madrugada. Se ha quedado dormida. La almohada está empapada.
puntos 7 | votos: 7
Te odio - por no poder ver mas allá de lo que ven tus ojos, te odio por buscar
excusas para perdonar todos tus malos actos, te odio por dejar escapar
aquello que conseguía hacerte sonreír con sinceridad, te odio por
poner siempre tu orgullo
por delante, te odio porque te levantas todos los dias fingiendo ser
alguien que no eres, te odio por soñar despierta y dejar de lado la
realidad, te odio por hacer daño a las personas que una vez se
interesaron por ti. 
Te odio, te odio tanto que si por mi fuera te sacaría del espejo para
acabar contigo y con toda tu falsedad.
puntos 5 | votos: 5
Banalizados pensamiento y arte, - sólo resta mofarse de ellos.

puntos 19 | votos: 19
Razones para caer derribado - hay tantas, que comenzar a enumerarlas es una de ellas.
puntos 5 | votos: 7
Arriba España -
puntos 11 | votos: 11
La tengo así de grande -
puntos 559 | votos: 563
Levantarse temprano - y quedarse un rato mirando fijamente algo sin saber por qué
puntos 8 | votos: 8
La falsa indiferencia - de muchos es el escudo de vuestra soberbia

puntos 42 | votos: 44
Estoy harta de pedantes - que consumen cultura como si fuera una competición para ver quién es el más listo
puntos 8 | votos: 8
los hombres no son todos iguales - sólo soy yo la que termino enamorada del mismo idiota.
puntos 5 | votos: 5
Sin saber cómo, llegó a la costa, - allí donde un espeso bosque comenzaba inmediatamente. El contacto con
el mar había renovado sus fuerzas, pese a que sus víveres comenzaban
a escasear
puntos 573 | votos: 585
Espero que sea verdad - que el sentimiento de culpa es mayor para quien decide irse.
puntos 6 | votos: 6
2 - Es un puzle especial;  regalo de un difunto familiar que ahora se
descompone en su decrépita tumba,  como ella lo hará en algún
momento.  Aquel rompecabezas lamenta su soledad en una caja fea, sin
ninguna inscripción. Dánae desconoce cuál es la imagen que forman
aquellos trozos de cartón ligeramente húmedos. Aún no lo ha
acabado.

Sus manos frías retiran el trapo que cubre el inacabado puzle. Su
habitación no es más que un sucio trapo que cubre su soledad y la
encierra en un espacio reducido, protegida de la oscuridad del día.
Dánae saborea su melancolía en aquel metafórico trozo de tela que
la aísla de las calles. A veces soñaba con una ciudad solitaria y
vacía.

Tras retirar el trapo, se puede observar el resultado de un par de
horas de trabajo.  La joven muchacha estuvo hasta altas horas de la
madrugada juntando piezas,  luchando contra el sueño y  el cansancio.
Está poniendo mucho empeño en terminar el puzle. Sabe que hay algo
mágico en el interior de aquellos cartoncillos. La esquina superior
derecha había avanzado notablemente la pasada noche; sin embargo,
sólo se puede ver un  horizonte crepuscular que mezcla la opacidad de
la mañana y la  claridad de la noche con el brillo anaranjado del
sol.

puntos 14 | votos: 14
Existen películas y libros - que nos dejan tan marcados que los vemos en todas partes.
puntos 2 | votos: 4
Hola, soy Ruud Hesp - (Jesp para los amigos)famoso portero del Farsa, popular por mis
cantadas. He vuelto a la página, tras ver que la misma necesita un
cambio. 







Uy, qué bien me ha quedado el discurso























Bueno me dejaré de presentaciones y manos a la po... obra














Jajajajaj, casi digo po...Rras







































Suck my dick, fucking cat
puntos 560 | votos: 576
Las mejores anécdotas - ocurrieron, ocurren y ocurrirán siempre con los mejores amigos
puntos 1 | votos: 13
A todos los que fumais - cuando y porque empezasteis? sin ser ofensivo, solo para ver cuando
empezasteis a engancharos a este filtro de cancer, y hay que ser tonto
para ponerse a aspirar humo, esto si ha sido ofensivo
puntos 3 | votos: 3
Érase una vez - una familia de perdices que vivía en el Reino, era una familia
tradicional, compuesta por el padre, maduro y trabajador, la madre,
responsable y cariñosa, y tres hijitos, uno de ellos recién nacido.
Vivían en paz y armonía pero un día, se escucharon trompetas fuera
del bosque. El padre, curioso, fue a investigar. Se enteró de que el
príncipe, tras haber rescatado a la princesa de las fauces del
malvado dragón, se iba a casar con la princesa. Volvió a casa y le
contó la noticia a su familia. Ellos siguieron con su vida pero
oyeron unos pasos por el bosque. Ante un posible peligro, el padre,
protector de su familia, se asomó para ver qué estaba ocurriendo. De
repente, un sonó un estruendoso disparo que alcanzó al padre y cayó
de bruces al suelo, muy ensangrentado. La familia, impotente, veía
como los perros del cazador se acercaban a gran velocidad hacia el
pobre animal ensangrentado, y una vez el alcanzaron, le mordieron el
cuello y se lo llevaron a rastras hacia donde estaba el cazador. La
familia contemplana la escena llorando sin parar, ante la cruel
pérdida de un ser querido. Pero la pesadilla no acabó ahí. Otro
disparo surcó el aire y le dio en la pata al recién nacido, que
perdió el equilibrio y cayó de las ramas al suelo. La madre
observaba como su hijito recién nacido estaba a punto de ser devorado
por los furiosos perros, al igual que pasó con su marido. El pequeño
intentó lanzar un desesperado grito de auxilio para que su madre le
salvara pero fue demasiado tarde, los perros le habían alcanzado. Los
otros dos hijos lloraban desconsoladamente y la madre intentaba
calmarles, pero ni siquiera ella podía sobreponerse a esta
situación. Una semana más tarde, la madre se asomó al castillo y
vio como estaban servidos en la mesa los difuntos cuerpos de su marido
y su pequeñísimo hijo, listos para ser engullidos por los
príncipes, que acababan de casarse. La madre quitó la vista cuando
los príncipes empezaron felizmente a comerse las perdices, y volvió
al bosque desconsolada. Como veis, en los cuentos no todos tiene su
final feliz

puntos 13 | votos: 15
En cada etapa de la vida - hemos tenido miedo. El miedo es considerado como una alarma contra un
peligro. La pregunta es, ¿Cuál es, o fue, ese peligro?
puntos 15 | votos: 15
Recuerda el tiempo pasado - junto a aquel a quien quiso tanto, el chico de mirada ardiente que
terminó por quemarle el alma

Un buen día, se cansó de ella, y cuando Carol le preguntó el
porqué de su partida, él solo respondió: Por tu tristeza. Aunque
no era únicamente eso, y ambos lo sabían... los celos de ella
acabaron por ser destructivos 
Puede que tanta lágrima terminara por asfixiar su llama, por eso
Carol no se siente capaz de recriminarle que la dejase. Enciende otro
cigarrillo para que el humo aleje la niebla fría del pasado
puntos 9 | votos: 9
De cualquier manera, - estaría más segura en cualquier lugar menos en el frente; los
caminos oníricos siempre fueron peligrosos, pero ella estaba
acostumbrada a cuidarse sola
A pesar de todo, la soledad le resultaba más dura que antes, tal vez
por haber conocido la compañía
puntos 5 | votos: 9
Justin... - No engañas a nadie.
puntos 5 | votos: 5
Cuando tenía 10 años - Me gustaba escribir combinaciones aleatorias de vocales.










aeoeoeaoaoeaeaeoieoeioeuiaeuoeioeueoaieuaieuieuiuaueuaueoiaeiaeuiaeuaueoaieuaoiuaouoaiuaieuaieuaieuaeiuaoiueaoiueoieuaeoeoeaoaoeaeaeoieoeioeuiaeuoeioeueoaieuaieuieuiuaueuaueoiaeiaeuiaeuaueoaieuaoiuaouoaiuaieuaieuaieuaeiuaoiueaoiueoieu
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Las buenas costumbres no deben perderse, ¿verdad?

puntos 10 | votos: 10
Poema #216 - Ayer vivía despreocupado,
pensando que todo el tiempo era mío.
No vi a tiempo este oscuro desvarío,
no vi que debería haber hablado.

Mañana, solo, triste, abandonado
muriéndome en la calle por el frío.
O tal vez, en mis rodillas un crío
diciéndome lo que había soñado.

¿Quién sabe lo que el destino depara
a quienes se amaron durante tanto?
En silencio parto, y pienso en tu cara

sin saber a dónde iré ni por cuánto.
Hoy que el triste destino nos separa:
hoy que la lluvia ocultará mi llanto.
puntos 747 | votos: 769
Me gusta llorar en el mar... - porque mis lágrimas parecen pequeñas...

                                                                         -Nelson - (Los Simpson )
puntos 21 | votos: 21
Lo malo de los recuerdos - es que son sólo eso, recuerdos.
puntos 23 | votos: 23
Es curioso que las personas - que más felicidad dan a los demás, son quienes no pueden llegar a
ser felices ellos mismos.
puntos 5 | votos: 5
1 - El húmedo y plomizo cielo entra desidioso a través de la ventana
cuyo marco de madera se encuentra putrefacto y débil, pues ha
sucumbido a los devastadores efectos de la angustiosa  y solitaria
melancolía que reinaba en aquel lugar. El paisaje desolado se adentra
en su dormitorio, cruzando los borrosos cristales de aquella ventana e
iluminando sus profundos ojos marrones y sus facciones duras y planas.
Tiene el pelo suelto y  por sus mejillas se deja ver un reguero de
rímel disuelto en lágrimas. Flacucha y débil, a pesar de su corta
edad. Cansada, terriblemente cansada. 

Aquella joven vive recluida en su habitación. Tumbada sobre un lecho
de rosas podridas y claveles deshojados, duerme  en compañía de las
polvorientas muñecas de porcelana que la acompañaron a lo largo su
efímera y olvidada niñez. A veces se despistaba e ignoraba que fuera
de su cuarto, fuera de su pequeño universo, había un mundo de
insatisfacciones y esperanzas frustradas, otras personas. Sólo
entonces, aislada  en su cuarto, era feliz. 

Sin embargo, la soledad y el incesable paso del tiempo la consumen
lentamente al igual que la ciudad se consume en aquel muladar de caos
y desolación. La triste muchacha había adquirido el hábito de
evadirse y ocupar su mente componiendo gigantescos puzles. Durante
esta semana, Dánae estaba sumergida en la construcción del puzle
más bello jamás concebido.

puntos 18 | votos: 18
El suicida es el preso - que ve cómo levantan una horca en el patio de la prisión, cree
erróneamente que está destinada a él, huye de la celda por la
noche, baja y se cuelga.
puntos 19 | votos: 19
Hay veces que la historia se - tendría que repetir, porque no hemos aprendido a entender lo que paso.
puntos 8 | votos: 8
Tras los parajes - de los días.
puntos 10 | votos: 10
Duele ver cómo me olvidas - Tus promesas se quedaron en palabras vanas, en hechos que nunca
ocurrirán, 
a pesar de mi empeño en creer que no es demasiado tarde.
Me odio por mi estupidez, por permitirme confiar en ti, y por no ser
capaz ya de olvidarlo. También te odio a ti, te odio por lo que me
haces, pero es un sentimiento teñido de una esperanza hueca, de un
deseo de que esto no esté pasando de verdad; pero no, es cierto, ya
siento como me consumo en el olvido al que me relegas, sin palabras de
despedida ni de perdón, sólo el dolor y yo.
puntos 2 | votos: 2
James Patrick Page -

puntos 373 | votos: 383
Personas que, aunque su - situación no sea la mejor, siempre intentan sacar una sonrisa.
puntos 9 | votos: 9
La belleza - no viene marcada por como se es, sino mas bien por, como se siente uno mismo.
puntos 14 | votos: 16
Soft kitty, warm kitty - Little ball of fur
Lazy kitty, pretty kitty
Purr, purr, purr
puntos 500 | votos: 506
Eh tú - Que te ríes de mis desgracias, a ti dedicaré mis éxitos
puntos 16 | votos: 16
... - Encerrado en tu burbuja de soledad podías contemplar todo lo que
ocurría a tu alrededor y, sin embargo,  no lo hacías. Ni siquiera
sentías indiferencia. No sentías nada.

La serena lluvia de otoño seguía cayendo sobre la  ruidosa ciudad,
pero a ti no te importaba. No sentías el ruido, ni la lluvia. Ni
siquiera sentías su serenidad. No sentías nada.

Inconscientemente, encendiste un cigarro sin saber que era lo último
que tus ásperos labios iban a probar aquella tarde de octubre. Todo
lo que fuiste y todo lo que quisiste ser, tus recuerdos y tus
frustraciones, se desvanecían lentamente con el humo del tabaco. No
sentías su ausencia. No sentías nada.

Cada vez más cerca. Más cerca de la eterna contradicción que,
irónicamente, te salvaría de la contradicción de vivir. Una
contradicción inmutable entre tus anhelos y tus fracasos, tus
victorias y tus derrotas, tus llantos y tus risas. Una contradicción
condenada a la eternidad por la llegada inexorable de un mero trámite
que impedía su resolución, la muerte.  Contradictoria en si misma y
absurda, así se presentó la muerte aquella tarde de octubre y no
fuiste capaz de advertir su presencia. No sentías nada.

Poco o poco, tus párpados mojados se iban acercando a unas profundas
y moradas ojeras, fruto del insomnio. Poco a poco, tus ennegrecidos
pulmones se iban haciendo más pequeños. Poco a poco, la sangre
ralentizaba su recorrido porque comprendía que había llegado el
momento oportuno ahora que no sentías nada. 


Antes de abandonar humildemente  tu camino hacia ninguna parte,
tuviste un glorioso momento de lucidez. Sentiste la necesidad de
satisfacer un último deseo y así, como el último gesto de un reo
condenado a muerte, abriste los ojos para echar un último vistazo al
mundo que estabas apunto de abandonar. 
Entonces lo veías todo con claridad. Los edificios, los coches, las
calles, las personas... Todo estaba hecho de cristal. Frágil, vacío,
transparente y ligero como el cristal. Las gotas de aquella
interminable lluvia golpeaban con violencia ese cristal. De pronto, la
lluvia acabó su violento cometido e hizo pedacitos el cristal. Toda
la ciudad había sido destruido menos aquel vagabundo, que se
preguntaba por qué estabas riéndote. A él le dedicaste tus últimas
palabras. Qué te jodan. Aquel sucio pordiosero sonrió. Por primera
vez en su vida estaba feliz. Jamás había visto algo tan bello y tan
natural como tu propia muerte. No sentías nada ni lo ibas a sentir
jamás.





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