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27.12.2012

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GeekVeterano Nivel 3

puntos 26 | votos: 30
Bala perdida -
puntos 3 | votos: 3
Quien se adelanta - a los de su tiempo corre el riesgo de que algunos crean que les está
dando la espalda.
puntos 6 | votos: 6
La gente bella - no surge de la nada.
puntos 12 | votos: 12
El conocimiento es la llave - que te abre las puertas hacia el mundo real.
puntos 9 | votos: 9
Tus actos no definen - quien eres, sino en la situación en la que te encuentras.

puntos 4 | votos: 4
A nadie le importa - el físico ni es superficial... hasta que tiene que elegir una foto de perfil.
puntos 148 | votos: 148
Sueños que son tan reales que - al despertar te dejan un vacío.
puntos 7 | votos: 7
Deja de dormir, - levanta y cumple tus sueños.
puntos 17 | votos: 17
Como una pequeña semilla: - si te hundes, te entierras y lo ves todo muy negro, que sea para
florecer más fuerte.
puntos 4 | votos: 4
Solo el esfuerzo y el afán - de superación te llevará al camino de la victoria.

puntos 6 | votos: 6
Por mucho que mires - no comprenderás hasta que te pongas del lado del otro.
puntos 7 | votos: 7
La Diferencia - Dicen que la esperanza es lo último que debemos perder, y es cierto.
Pero cuando esa esperanza se transforma en ilusión, es esa ilusión
la que nos lastima y acaba destruyéndonos.
puntos 5 | votos: 5
Creen morir por la patria, - y mueren por las empresas y el capital.
puntos 3 | votos: 5
Por mucho mal que hayas hecho - siempre puedes arrepentirte, enmendar tus errores y empezar de cero.
puntos 7 | votos: 7
Siempre puedes renunciar - a tu presente y ser quien realmente eres.

puntos 23 | votos: 23
Para atrapar tu sueño - primero entrena tu actitud.
puntos 8 | votos: 8
Lo bonito de vivir - es que seas quien seas y como seas, terminarás donde acaba todo lo
que existe.
puntos 5 | votos: 5
La gente más inteligente - esconde el hecho de que es inteligente. 
Los hombres sabios no usan tarjetas de identificación. 
Cuanto más la gente habla de sus habilidades, más desesperada está.
Su trabajo debería hablar por sí solo.
puntos 7 | votos: 7
Suelo olvidar los errores - del pasado, ¿como te llamabas?
puntos 9 | votos: 9
Podemos romper las normas - que nosotros mismos hemos creado.

puntos 8 | votos: 8
No importa lo que te caiga de fuera, - importa lo que saques de dentro.
puntos 2 | votos: 2
Por mucho que te digan, - no tengas miedo a llegar alto. 
Cuando estés arriba no llegarán a decirte nada, y ahí les habrás vencido.
puntos 10 | votos: 10
El hombre mojado - jamás temerá a la lluvia.
puntos 41 | votos: 41
La idiotez pobla el mundo, - la avaricia lo gobierna, y mientras tanto
la inteligencia es oprimida.
puntos 8 | votos: 8
La depresión es tan solo - la distracción del momento presente.

puntos 9 | votos: 9
No se trata de comparar, - sino de aceptar y valorar la diversidad.
puntos 24 | votos: 26
El sarcasmo - puede ser una buena venganza.
puntos 6 | votos: 6
Excusas o resultados, - tú eliges.
puntos 6 | votos: 6
Nota mental: - No aceptar retos de mis amigos cuando esté borracho.
puntos 2 | votos: 2
Cargador - de móvil

puntos 7 | votos: 7
Un día me di cuenta - de que tenía muy pocos amigos.

y que los que tenía, nunca tenían tiempo para mi o no me
consideraban como una prioridad.
puntos 12 | votos: 12
Piensa antes de hablar - porque puedes estar al lado de una persona que está completamente
destrozada por dentro y ni siquiera lo sabes
puntos 1 | votos: 5
AVICII - AVICII me gusta AVICII no
puntos 7 | votos: 7
Siento que me ahogo - en un mar donde el resto respira
puntos 6 | votos: 6
El heraldo del fin de los tiempos - Hasta hace poco mis problemas me consumían como no puedes imaginarte,
pero hoy todo es diferente. He encontrado mi propósito. ¿Quieres
saber mi nombre? Da igual cómo me llames, pues el hombre que alguna
vez fui ya no existe más. Lo que yo viví muchos lo vivieron antes
que yo, e igualmente lo vivirán aquellos que quieran dejar sus
problemas atrás, al menos hasta que llegue el fin de los tiempos.
No puedo decir nada relevante de mis primeros años de vida, me cuesta
creer que, después de tanto tiempo existiendo, no puedo recordar
ningún momento memorable de mi vida. Sólo puedo decir que fui
alguien normal, iba a la escuela, comía con mi familia, salía con
mis amigos, tuve alguna que otra novia, pero sólo eso. Jamás gané
un premio, nunca se presentó alguna aventura en mi vida, no me pasó
nada que fuera digno de contarse hasta ahora.
Me cuesta trabajo ver en qué momento se pusieron mal las cosas. Mi
padre me abandonó desde antes de que yo naciera. Mi madre siempre
estaba deprimida, no era de sorprenderse que decidiese acabar con su
vida, intoxicándose con medicamentos y alcohol. Para cuando lo hizo
yo ya era suficiente mayor como para valerme por mí mismo, y pese al
terrible dolor que me embargaba pude seguir adelante. Conseguí un
trabajo mal pagado en una tienda e intenté seguir con mis estudios,
pero tuve que abandonarlos por falta de recursos.
Mi desdichada vida pudo experimentar por breves instantes el placer de
una felicidad embriagada de excesos y perversión. La hija de mi jefe
resultó ser una excelente amante capaz de calmar las desdichas de mi
alma torturada por los medios carnales más morbosos. Más de una vez
me dijo que lo nuestro era sólo algo físico, algo pasajero y que no
debía involucrarme con ella. Créanme que no les miento al decir que
hice todo lo que estaba en mis manos para dominar mi corazón, pero
finalmente éste pudo más y terminé enamorándome de ella. Ese amor
se convirtió en una asquerosa obsesión que llevaría mi vida a un
estancamiento en la desgracia.
En cuanto ella notó que lo que sentía por ella era algo más que
sólo atracción, empezó a evitarme. Yo seguí buscándola,
enviándole mensajes, confesándole mis sentimientos, sólo para que
ella se deshiciera de mí diciéndole a su padre que la acosaba y en
consecuencia terminé perdiendo mi única manera de subsistir.
No pude conseguir otro trabajo. Logré sobrevivir unos meses
quedándome en el piso de un amigo que me estimaba; pero entre más
pasaban los días él comenzaba a verme como un parásito sin nada que
ofrecerle. Intenté buscar empleo en otras partes, pero mi carencia de
estudios no me daba muchas facilidades para encontrar uno.
Un día mientras salía de una desafortunada entrevista de trabajo, la
vi a ella, la mujer que había arruinado la poca felicidad que llegué
a tener alguna vez. No pude contener mi enojo al ver cómo caminaba
abrazada de otro hombre y descaradamente lo besaba en medio de la
calle, mientras que cuando estaba conmigo teníamos que ocultar
nuestras pasiones de la vista del mundo.
Unos minutos después lo comprendí cuando la vi subirse a un auto
lujoso, subiendo él del lado del conductor. Era evidente el por qué
no se avergonzaba de demostrar su afecto en público. Se trataba
indudablemente de un hombre adinerado que gastaba en porquerías
materialistas; que disfrutaba de la vida, ignorando lo dolorosa que
puede llegar a ser. Yo me aseguré de que el conociese el verdadero
dolor.
Me tomó más de dos semanas, pero averigüé en dónde vivía y
quemé la casa de ese maldito. Una lujosa casa de tres pisos ubicada
en la mejor zona de la ciudad. Ojalá ellos no hubieran estado adentro
cuando lo hice. Aún me atormentan los gritos de dolor que emitieron
al sentir las llamas sobre su piel, calcinando cada nervio, reduciendo
partes enteras de su cuerpo en cenizas… debió de ser una tortura
inimaginable. Inicié el incendio desde el exterior, por lo que cuando
llegó a ellos ya era demasiado tarde para escapar.
Supe que él sobrevivió con quemaduras irreversibles. Mi amada murió
en medio de la desesperación mientras buscaba la forma de escapar. Me
sumí en una terrible depresión, caí en el alcoholismo, en las
drogas y en otros vicios aún más terribles que me avergonzaría de
contarles. La policía encontró pronto pistas que los llevaron hacía
mí. Había actuado de forma impulsiva y no me había tomado la
molestia de ser cuidadoso con mi crimen. Terminé en la cárcel,
sufriendo los más terribles abusos, convirtiéndome en el juguete de
los reos más fuertes. Cada día estaba lleno de un indescriptible
sufrimiento. Por más que les cuente las cosas degradantes que tuve
que hacer, no creo que sean capaces de imaginar la humillación y el
dolor que sentí. Ustedes han tenido una vida fácil y por eso viven
en la ignorancia. Yo, en cambio, sumido en mi sufrimiento encontré el
camino hacia la verdad.
Comencé a escuchar su voz, era cálida y me confortaba. Los momentos
en los que sufría los peores abusos, él transportaba mi mente a
lugares distantes. Mientras mi cuerpo mortal era víctima de las
peores vejaciones, mi mente era libre en bosques inmensos y desiertos
llenos de una belleza espectral. Caminaba escuchando la voz que me
confortaba, pero no era capaz de verlo.
—Tranquilo hijo mío, resiste, debes demostrar que eres digno —me
dijo.
—Seré digno de usted —respondí.
—¿Realmente quieres estar conmigo?
—Sí, Señor.
—Entonces sigue caminando.
Pero por más que caminaba no podía encontrarlo, y me despertaba en
la más terrible realidad, con el cuerpo adolorido y con el espíritu
vacío, deseoso de ser parte de algo más.
Después de varios días de agonía y desespero él se presentó ante
mí. Fue durante un sueño del que jamás despertaría, pues ese
sueño pasaría a convertirse en mi nueva realidad; mientras que la
asquerosa vida que alguna vez tuve pasó a ser parte de algo onírico
e intangible.
Su cuerpo estaba hecho de una bella oscuridad. Siempre he amado la
oscuridad, no te ciega como la luz, sino que te cubre y te protege de
los males del mundo. Por eso cuando estamos a punto de ver algo
espantoso o de sufrir algo terrible instintivamente cerramos los ojos;
en el fondo todos creemos en esa protección que sólo nos da la
oscuridad.
—Hijo mío, ha llegado tu momento —dijo por una de sus bocas.
Tenía seis que salían de su cuerpo como serpientes sin ojos, y una
séptima en su rostro que permanecía cerrada e inmutable.
—Estoy listo.
—Antes debes mostrar un último sacrificio para que puedas unirte a
mí, debes ofrecerme tu alma.
¿Para qué querría yo un alma que estaba tan maltratada? Sólo
quería la paz que él me ofrecía. Quería ser parte de algo más
importante que de una realidad patética sumida en el conformismo.
—Te doy mi alma, tómala —le dije firmemente.
Entonces una de sus bocas se acercó hasta mí y me besó. Fue el beso
más maravilloso de toda mi vida. Con él todas mis preocupaciones
desaparecieron, todos mis problemas quedaron reducidos a un recuerdo
insignificante. Pude sentir cómo un calor abrazante atravesaba mi
garganta hasta salir por mi boca y pasar a la de mi nuevo amo.
—Eres más fuerte de lo que crees, el mundo te hizo débil, el mundo
te convirtió en alguien patético y conformista; pero no más, es
tiempo de sacar tu mayor potencial. Mira lo que eres ahora.
Él hizo aparecer un espejo frente a mí y pude contemplar mi nuevo
yo. Mi piel había empalidecido y mis ojos no existían más, eran
ahora sólo agujeros de negrura. Sin embargo podía seguir viendo,
incluso mejor que antes. Éste era el poder de la oscuridad.
—Perdone mi descortesía, mi Señor, ¿pero cómo he de llamarlo?
—Tengo nombres distintos en cada mundo. Muchos de ellos han quedado
en el olvido y nuevos nombres surgen de acuerdo al correr del tiempo.
En tu mundo me llaman Zalgo.
Él me enseñó su mundo. Un mundo de oscuridad sempiterna, lleno de
bosques, desiertos, ciudades; conforme más lo recorría más me daba
cuenta de las semejanzas con el mundo al que alguna vez pertenecí.
—Mi mundo está en un plano dimensional sobrepuesto a tu universo.
Somos dependientes de tu universo para que éste pueda seguir
existiendo. Por eso he de ir a ese universo y llenarlo de oscuridad,
sólo así ambos universos existirán eternamente.
Zalgo me explicó cómo su universo se alimentaba del miedo, de la
desesperación y del sufrimiento de los seres del que fue alguna vez
mi universo. Por eso requería de sirvientes que recolectasen aquellos
sentimientos oscuros que nos mantenían vivos.
—Yo no puedo abandonar este universo antes del fin de los tiempos.
Tengo enemigos poderosos y la batalla final aún no ha de ser librada.
Seguramente habrán escuchado del gato sin ojos, del muñón sin ojos,
de Jeff el asesino, del demonio que habita debajo de las camas u otros
seres que atormentan el mundo. Ellos son sirvientes de Zalgo, quienes
como yo alguna vez tuvieron una vida sumida en depresión y angustia;
pero nuestro amo se presentó ante ellos para compartir la paz de la
oscuridad. Le debemos todo, por eso yo, junto con ellos, me dediqué a
esparcir el miedo y el sufrimiento en el mundo. Elegía una víctima a
la cual torturaba incansablemente hasta que no podía dar más,
entonces simplemente acababa con su vida, y sólo entonces ese
sufrimiento y terror acumulado pasaba a alimentar nuestro universo y
garantizar nuestra supervivencia. Cualquier ser que sea capaz de
sentir miedo es buen alimento para nuestro universo, pero existe un
alimento que resulta todo un manjar para Zalgo. ¿Alguna vez has
conocido un niño tan inocente cuya ternura es capaz de hacerte
sonreír sin importar lo enojado o preocupado que estés? A ellos les
llamamos niños de luz, son niños con una capacidad especial, un
poder psíquico-emocional muy desarrollado, y tenemos nuestros
recolectores especializados en ellos. Su misma aura de luz resulta un
escudo poderoso contra nosotros, por lo que hay que atacar a
distancia, hacer que sus vidas caigan en la miseria hasta que tanto
sufrimiento los haga perecer. Pero hay que hacerlo evitando que nos
toquen, pues el contacto con ellos resultaría mortal.
Sí, somos mortales, pues nuestros cuerpos, aunque estén compuestos
de materia extradimensional, siguen siendo cuerpos físicos.
Igualmente tenemos sentimientos y también pensamos por nuestra
cuenta. No entiendo para qué sirve el alma. En clase de catecismo
alguna vez me dijeron que el alma nos hacía amar a Dios y a nuestras
familias; que aquellos que no tuvieran alma no eran capaces de amar ni
de sentir nada. Pero yo no tengo alma, y aun así amo y siento una
completa devoción por mi amo.
Debemos ser discretos y no llamar mucho la atención en nuestra tarea
de recolección de alimento. Mi amo lo dijo, tiene enemigos poderosos,
entre ellos Am Dhaegar, alguien tan poderoso que hace milenios cuando
mi amo Zalgo se enfrentó a él apenas logró herirlo y mancharse con
su sangre. Tuvo que escapar a este universo para salvarse; sin embargo
día con día se hace más poderoso, mientras que Am Dhaegar está
condenado a no mejorar. Además, no está solo, me tiene a mí y a
legiones enteras de sirvientes que lo ayudaremos en su lucha. El día
que él cante la canción del final de los tiempos nadie representará
una amenaza.
He sido tan fiel a mi amo que él me ha recompensado enormemente. Me
dio una armadura de oscuridad y me nombró su heraldo. Soy aquel que
anunciará su nombre el día que él se acerque, y así todos estarán
listos para escuchar su bella canción, la última que escucharán
antes de que todo termine. Dice la Biblia que en el principio de los
tiempos todo era oscuridad y así será otra vez cuando éstos lleguen
a su fin. Una vez que eso pase el tiempo dejará de existir. Todo
será eterno.
Han pasado años desde que estoy al servicio de Zalgo. Sigo esperando
ansioso el día en que dé la orden de que vaya a la Tierra a anunciar
que él viene. He dejado de ser un recolector para volverme algo más
importante. No sólo soy su heraldo, sino que también soy su mejor
guerrero. Mis víctimas ya no son seres inocentes, cuyo sacrificio es
necesario para alimentar nuestro universo, mis víctimas son ahora
enemigos de Zalgo. Algunos han sido difíciles de derrotar, otros han
sido simples jóvenes incapaces de defenderse. Pues Zalgo tiene una
visión que le permite vislumbrar el futuro y sabe quiénes pueden ser
posibles amenazas contra él.
Mi misión más reciente es un ser errático de orígenes
desconocidos. Nos ha estado robando niños de luz, se los lleva a un
universo lejano para que no podamos ir tras ellos. Pero sólo es
cuestión de tiempo para que caiga en mis manos. Él mismo sabe que no
es una amenaza, por eso se oculta, por eso no da la cara.
Ahora ya sabes mi historia. Tú puedes unirte a nosotros, ser parte de
la paz que nos da la oscuridad, ser uno de los que luchen en el fin de
los tiempos contra los aliados de Am Dhaegar. Sólo tienes que
ofrecerle tu alma a nuestro amo, Zalgo.

puntos 14 | votos: 14
Me estaba pegando - una ducha.
puntos 5 | votos: 5
Son los locos los que dan sabor - a esta vida.
puntos 5 | votos: 5
Las personas - Tenemos algo en común
todos mentimos.
puntos 11 | votos: 11
Si finges ser quien no eres - siempre estarás esperando la respuesta que quieres escuchar.
puntos 11 | votos: 11
Si te sientes mal - recuerda el pasado y mira donde estás ahora.

puntos 17 | votos: 17
Dormimos cuando - tenemos sueño.

Despertamos cuando tenemos sueños.
puntos 6 | votos: 6
Toda la vida deseando - ser alguien reconocido, cuando lo importante es ser un anónimo más.
puntos 10 | votos: 10
Deja de pensar - en las limitaciones y comienza a pensar en las posibilidades.
puntos 9 | votos: 9
A veces lo invisible - tiene más poder que lo tangible.
puntos 3 | votos: 5
Esto es un bocadillo - De pimientos fritos y de tortilla de patata. Lo demás son tonterías

puntos 8 | votos: 8
Troleando - en la vida real
puntos 8 | votos: 8
Todo en la vida - es tan sólo una ilusión.
puntos 9 | votos: 9
El mundo sería un lugar mejor - si sintiéremos el mal, o el bien, que hacemos a los demás.
puntos 6 | votos: 6
... y lo que bebes. -
puntos 11 | votos: 11
El mundo empezará a ir mejor - cuándo el hombre comience a sentir en sí mismo el mal y el bien que hace a
los demás.





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