Lau_Erreape
 En Desmotivaciones desde:
12.05.2011

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 3337 | malo 57
La razón de baneo:
voto masivo


puntos 3 | votos: 5
Buen intento... - pero hay cosas que simplemente son irremplazables...
puntos 4 | votos: 8
Vengo a hablaros - de un lugar adictivo,
donde ser una tia legal es un acto delictivo,
decían que triunfar dependía de tu posición,
pero lo más importante es que yo fui... LA EXCEPCIÓN...
puntos 4 | votos: 4
Gastando suela... - dando donde duela...
puntos 5 | votos: 5
Muchos se pasan el día - esperando que termine la jornada de trabajo, y la semana esperando que
llegue el fin de semana, y los meses esperando que lleguen las
vacaciones, y los años qué van a hacer cuando se jubilen...
¡ Y a eso le llaman vida !
puntos 5 | votos: 5
Dicen que quien algo quiere... - ...algo le cuesta, no?

puntos 7 | votos: 7
Yo no tengo ningún héroe... - yo tengo una heroína, la persona que me ha dado la vida, la mujer que
ha tenido el valor de darme una educación y que trabaja duro todos
los días para que a mi no me falte de nada...
yo no le dedico un cartel a un actor, a un cantante o simplemente a un
famoso...yo le dedico un cartel a mi madre...
puntos 8 | votos: 8
Hay dos clases de románticos: - los que aman y los amantes de la aventura de amar...
puntos 8 | votos: 8
Después de un baneo injusto... - He vuelto y para dejar huella..
puntos 7 | votos: 7
Sé que he llorado mucho, - y también sé que lloraré más aún, pero ahora...en este mismo
momento...tan solo quiero sonreír...
puntos 21 | votos: 21
No puedes darle más minutos - a la vida, pero sí darle mas vida a cada minuto...

puntos 8 | votos: 8
Todo lo que necesito eres tú... -
puntos 23 | votos: 25
Historia del maltrato - Javier me llamaba torreta solamente por ser alto. A causa de ser
alto, tenía problemas de espalda y me llamaba Gollum, como ese
personaje de “El Señor de los Anillos” que iba siempre encorvado.
Un día decidí armarme de valor y pegarle. A pesar de que me pegó un
rodillazo en los testículos, le di un bofetón que le dejé la cara
roja. Después de dos puñetazos en el estómago y que mi puño
estuviese temblando después de haberle atestado semejantes golpes, un
profesor nos paró y nos mandó al jefe de estudios. Primero se
explicó él, con una excusa barata mientras sollozaba a causa del
dolor que le causé.

- ¿Qué ha pasado?-Preguntó el jefe de estudios.

- Diego se acercó a mi cabreado y…y… me dio una bofetada, nos
peleamos y…y... mire cómo me ha dejado la cara-Dijo entre llanto y
llanto mientras se señalaba la cara donde estaba la marca de mi mano.

- Está bien, vete a la enfermería a que te curen.

Javier se fue de la habitación con las manos en la mejilla mientras
los demás alumnos miraban asombrados el panorama fuera del despacho
del jefe de estudios.

-Bien, ya he oído su versión. Ahora, Diego, explícate.

-Javier me ha estado insultando desde hace ya cuatro meses-Respondí
escuetamente.

-¿Nada más?-Negué con la cabeza como respuesta.

-Bueno-Continuó el jefe de estudios-A pesar de los acontecimientos,
creo que tú, Diego, no tenías motivos para pegar a Javier de esa
forma. Estás en un colegio católico y te hemos enseñado a que no se
debe pegar a nadie. Estáis castigados los dos, pero tú más tiempo
que Javier.

Salí del despacho del jefe de estudios mientras veía que algunos
alumnos se alejaban de mí aterrados. Me tenían miedo porque yo lo
notaba en sus ojos. No me importaba.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Aquella corta experiencia no sirvió de nada. No solo Javier se metía
conmigo, sino cuatro años después, más gente se metía conmigo. Por
culpa de aquella pelea que tuve, me moría por dentro al querer
ajustar cuentas con aquellos chavales, pero mis padres me echaban
broncas y me decían que era una mala persona. No querían cambiarme
de colegio. En el colegio me trataban como a un desperdicio. No me
gustaba la violencia ya que siempre me pongo tenso cada vez que voy a
entrar en una pelea y me dan ganas de llorar. Nunca he tenido trato
con mis padres porque ellos nunca lo han querido tener conmigo. No le
importaba prácticamente a nadie, pero nunca me quejé, ya que, según
mis padres, “era una mala persona”.

Después de aquel incidente, mi clase me rodeó en una esquina y me
echaban la culpa de algo que hice mal, pero que al fin y al cabo no
era para tanto. Todos habíamos hablado en clase de Lengua y el
profesor nos castigó sin recreo. Uno de aquellos abusones me empujó.
Yo, en vez de empujarle, le asesté tres golpes en la cabeza,
estampándole su cara contra el armario a cada golpe. Le salió un
chichón. Una vez más, me enviaron a mí y a este chaval al despacho.
De este chico ya ni me acuerdo de su nombre, pero eso no es lo
importante. El jefe de estudios era otro, llamado don Manuel. Nos
sentamos los dos mientras don Manuel se fijaba en mí. 	

-¿Puedes contarme tu versión junto a tu compañero, Diego?

-No-Respondí.

-Bien, entonces te pido que te vayas y vuelvas cuando termine con
Diego-El chico del chichón se fue de la sala con unas lágrimas en
los ojos de dolor.

-Menudo chichón has dejado a tu compañero, ¿eh?-Se rió mientras me
ofrecía un caramelo, el cual rechacé.

-No me resulta divertido dejar semejante chichón a una persona por
muchas razones que pueda tener.

-Sabes lo que va a pasar, así que tomártelo con un poco de humor no
viene mal al fin y al cabo-Me repugnó esa forma de pensar que tuvo,
pero razón no le faltaba-¿Insultarte es un motivo para pegar a la
gente? Vaya, eso es algo nuevo que no se aprende todos los días.
¿Qué será lo siguiente, matar a gente por escuchar rap?

-Está más justificado tener motivos para pegar que no tener motivos
para insultar.

- En este colegio no te enseñamos así. Estás desperdiciando una
oportunidad de ser buena persona.

- No me pongas semejante excusa, don Manuel-Me levanté furioso de la
silla y puse las dos manos en su escritorio de forma violenta- No me
está dando un argumento, me está dando una excusa. Mire, soy
católico gracias a este colegio, es algo que agradezco, pero
Jesucristo dijo en una ocasión: “Amaros unos a los otros como yo os
he amado.” Si de verdad el tonto del chichón es católico, díselo
a él también, pero le voy a decir lo que va a pasar: A mí me
castigarán y a él no, porque prefieren ver la estética del colegio
impoluta que ayudar católicamente a los alumnos.

Efectivamente, me castigaron a mí y a él no. De todas formas, ahora
da igual…soy una persona que busca ahora la venganza en todos
sitios. No soy un héroe, ellos no matan si no es por defensa propia.
Yo ahora mato y lo hago por las injusticias. Ten cuidado, no insultes
a nadie, puede que tú seas el próximo…
puntos 9 | votos: 9
Hoy es Samaín. - Los malos espíritus las calles y caminos tomarán,
y por ellas tú no deberás pasar
porque ellos sed de vida tendrán
así que en tu casa te deberás resguardar.
Cierra puertas y ventanas con seguridad
ya que ellos vendrán a tu hogar,
y si tu puerta hacen sonar
ignórala o tu alma se llevarán.
 
La Santa Compaña está en camino.
puntos 8 | votos: 8
¿Truco o trato? -
puntos 11 | votos: 11
Una lluvia de barro y sangre. - La lluvia caía sin descanso por las ya inundadas calles de París
durante dos días seguidos. El temporal estaba arreciando y no tenía
intención alguna de parar. Las carreteras estaban anegadas, las
aceras intransitables y los ríos que atravesaban la ciudad empezaban
ya a desbordarse.  

El plan de emergencia ya había sido activado y los equipos de
salvamento hacían todo lo posible por evacuar a las víctimas de la
riada que ya se había tragado la mayor parte del centro de la ciudad.

Marcel salía del trabajo un par de horas antes de lo habitual por
orden de los directivos de la empresa como medida de precaución
frente a la catástrofe que se avecinaba y que amenazaba con sumergir
la ciudad tarde o temprano.

—Joder, qué mal tiempo hace ¿no?— inquirió Charles, su
compañero de trabajo—. Bueno, mientras nos dejen salir antes…—
dijo con tono socarrón esperando la contestación de su colega.

—Sí— respondió éste—. Y todavía dicen que va a ir a peor. 

—Qué locura, si es que el tiempo está como una regadera. Je, ¿lo
pillas?— a pesar de la situación, el joven compañero de Marcel
todavía conservaba el buen humor que le caracterizaba.

—Sí, sí… Qué gracioso— respondió con poco entusiasmo. En
otras circunstancias, Marcel se hubiera incluso reído de aquella
tontería, pero esta vez no tenía ganas de juerga. Según los
expertos, el barrio de Marcel estaba a punto de ser el siguiente en
hundirse.

Con rapidez se encaminó hacia la salida para acabar con esa charla de
besugos, quería llegar a su casa cuanto antes para decidir qué
salvar en caso de que tuviera que ser evacuado. Se despidió de su
compañero y salió del edificio. En un primer momento habría pensado
en coger el coche para llegar cuanto antes a su casa, pero ese día el
tráfico estaba cortado por toda la ciudad, con las consecuencias que
aquello ocasionaba, por lo que quien tuviera que ir al trabajo, o
volver de él, no le quedaba otra opción que hacerlo a pie. Suspiró.

Aquella tarde sólo unas pocas personas como él habían ido a
trabajar a pesar del temporal, por lo que a esas horas las calles
estaban vacías de transeúntes, sólo estaban él, la basura que se
llevaba el viento y la basura arrastrada por la corriente. 

Caminó lo más deprisa que podía. No quería correr por miedo a
tropezarse y quedarse herido y solo en medio de la nada. Pero aún
así esa velocidad era lenta incluso para él, por lo que optó cortar
por lo sano y pasar por la Plaza de la Concordia para cruzar el
Jardín de las Tullerías, el cual, aunque se había convertido en un
horrible barrizal, era de todas formas el atajo más rápido para
llegar a su casa.

Cruzó el cordón de advertencia que habían puesto ahí para evitar
que nadie se accidentara con el fango, pues los servicios de
Emergencias  estaban cortos de personal y no podían dedicarse a
recoger paseantes perdidos en medio de la inmensidad del Jardín. Pero
a Marcel no le quedaba otro remedio: con toda seguridad su casa no
pasaría de esa noche, y además él era un hombre precavido, por lo
que no tendría ningún problema en atravesar el parque en cuestión.

Avanzó con dificultad, sus pies resbalaban, la lluvia le golpeaba en
la cara y más de una ocasión tuvo que esquivar un proyectil de
desechos voladores. 

Aquel paseo estaba siendo más tortuoso de lo que él pensaba y lo que
en un principio iba a ser cruzar de parte a parte el paseo principal
del Jardín, se había convertido en una aventura.

Fue entonces, mientras pensaba en lo agotador de su travesía, cuando
se percató de que había una sombra sentada en un banco a su lado.
Esa sombra pertenecía a una persona de baja estatura que se refugiaba
en un largo abrigo y en sus manos parecía como su guardara algo
pequeño, como si lo estuviera protegiendo.

—Qué mal día hace hoy— Marcel se acercó al extraño personaje.
No sabía si necesitaba ayuda o si simplemente estaba allí por
decisión propia. 
La sombra no respondió. Marcel lo volvió a intentar.

—Disculpa, ¿necesitas ayuda? ¿Hola?— se acercó con cautela.

>>Oye, chico ¿no eres demasiado joven como para estar aquí? Venga,
este sitio es peligroso. Vuelve a casa— Marcel seguía acercándose
al joven.

>>Chico. ¿Chico?— le puso la mano en el hombro y el joven se
desplomó hacia adelante.

>>¡Ah! ¡¿Pero qué coño?!— exclamó sorprendido, pero esa
sensación se vería transformada en miedo cuando miró al agua
alrededor del cuerpo. Ésta se estaba tiñendo de rojo.

El hombre le cogió de la muñeca, le tomó el pulso y comprobó que
de verdad el joven estaba muerto. Y no sólo eso, sino que también
descubrió la empuñadura de un cuchillo de gran tamaño asomando por
la espalda del muchacho.

Retrocedió de un salto y las ondas que provocó en el agua a
consecuencia de esto movieron las manos del cadáver que soltaron una
extraña figurita de arcilla. Se trataba de una figurita que se
asemejaba a una niña, cuya forma empezó a desintegrarse, al igual
que el material del que estaba hecha.

—Joder, joder, joder— blasfemó con gran horror. Había visto
aquellas figuritas antes y en aquellas circunstancias y sabían qué
significaban. Desde hace un tiempo, alguien había empezado a asesinar
a gente y dejando en la escena del crimen figuritas de arcilla
¿Sería este desgraciado la siguiente víctima o sólo se trataba de
una coincidencia? Y lo peor de todo ¿Seguiría por ahí el asesino?
¿Sería él el siguiente?

Abandonó el cadáver y salió corriendo lo más deprisa que podía de
la escena del crimen. Ya no le importaba tropezarse o pisar basura o
lo sucio que pudiera quedar. Llamaría a la policía desde la cabina
más cercana y volvería a casa lo antes posible.

Corrió o, mejor dicho, vadeó el Jardín a gran velocidad y acabó
por fin en el otro extremo de lugar, frente al Museo del Louvre. Allí
consiguió alcanzar una cabina telefónica y llamó a las autoridades
rezando porque la línea no estuviera cortada o estuviera saturada.
Entonces fue cuando sonó una voz femenina al otro lado.

—Policía, ¿dígame?

—Hola, buenas tardes. Quiero informar de un asesinato.

—¿Perdone? No le oigo bien— se podían escuchar como
interferencias. La línea telefónica estaba a punto de caer también
a consecuencia del temporal. Marcel debía actual rápido.

—Sí, le digo que he encontrado un cadáver aquí, en el Jardín de
las Tullerías. Vengan rápido— Marcel hablaba alto y
atropelladamente para no perder tiempo, pero esta vez la operadora
pareció entenderle.

—De acuerdo, mandaremos una patrulla cuando podamos. Ahora mismo no
podemos atender su aviso, ¿podría darnos su nombre, apellidos,
dirección, así como un número de contacto para que le podamos
localizar, por favor?

Marcel dio toda la información necesaria y colgó. Respiró aliviado
por superar aquella prueba pero no debía dormirse en los laureles.
Todavía le quedaba volver a casa… si es que nadie se lo impedía.

Reemprendió  el camino por la carretea sin mayor incidencia salvo las
causadas por la tormenta, pues como no había tráfico, tenía la
calle para él solo.

Estaba a unas pocas manzanas de su casa cuando unas luces le
sorprendieron por detrás. No se trataba de un coche, sino más bien
de un camión que se acercaba a él a gran velocidad. Marcel saltó a
la acera para dejar paso libre al pesado vehículo, pero cuando este
cambió de dirección hacia la acera, Marcel lo tuvo claro: es el
asesino.

Sin dudarlo por un solo momento, tiró su paraguas y la carpeta con
sus documentos del trabajo. Su vida era más importante. Corrió y
corrió, pero el 
camión era más rápido que él y pronto le daría alcance.

Entonces, en un intento por esquivar a su perseguidor, Marcel torció
en la boca de un estrecho callejón con la esperanza de que el
vehículo se viera obligado a pasar de lado o de que tuviera que
maniobrar para poder entrar. 

Nada más lejos de la realidad: el conductor del vehículo era un
psicópata imparable y poco le importó dónde se metiera su víctima.
Estaba decidido a matar a Marcel por el medio que fuera.

El camión dio un giro brusco y derrapó hasta chocar con la esquina
del callejón, pero no se detuvo ahí. El camión volvió a acelerar y
entró estrepitosamente en el estrecho pasadizo. Marcel no podía
creérselo, ¡ese tipo quería matarlo! Corrió. Corrió como nunca
antes lo había hecho, buscando un lugar en el que resguardarse,
algún portal o comisura en la pared en la que poder entrar para
evitar ser arrollado. Pero ahí no había nadie.

El callejón se terminaba. El camión ya casi lo tenía.

¿Debía hacer Marcel un último esfuerzo?

¿Debía rendirse a lo inevitable?

Ya casi estaba fuera. El callejón finalizaba en una calle trasversal
y, si no tomaba una decisión, si no elegía adónde ir ahora, derecha
o izquierda, lo único con lo que se toparía sería una precipitada
caída a las furiosas aguas del Sena.  

No se lo pensó. Giró a la izquierda al alcanzar la esquina. Se
tropezó y se cayó al suelo golpeándose la cabeza con una farola.

El camión seguía su marcha, pero cuando vio que su objetivo giraba
hacia la izquierda, el vehículo intentó frenar, pero las ruedas no
podían agarrarse al firme de la calzada y al final acabó
deslizándose contra la barrera de protección rompiéndola como si
fuera de mantequilla y cayendo al canal.

Marcel se levantó. Todavía le dolía todo el cuerpo y seguía
agotado. El caer al suelo le había empapado por completo y notaba las
molestias que le causaba la ropa del trabajo. Sin embargo, todo ello
era pasajero en ese momento. Contra todo pronóstico seguía vivo.
¡Había derrotado a su destino!

Tras levantarse y desabrocharse el nudo de la corbata, continuó en
dirección a su hogar, donde se encontró un coche patrulla. Dos
agentes salieron del vehículo a recibirle y éste les contó lo que
había pasado. Les habló del encuentro del parque, de la figurita y
de la persecución. Los policías tomaron nota y se ofrecieron a
escoltarle hacia la comisaría más cercana para poder redactar un
informe completo sobre todos los sucesos de los que Marcel había sido
protagonista ese fatídico día. Éste aceptó pero les rogó que le
esperaran un momento mientras él se cambiaba de ropa y cogía lo
indispensable en caso de que se hiciera efectiva la evacuación.

Entró en la casa y pulsó el interruptor de la entrada, pero no
funcionaba.

—Vaya, debe ser que al final la corriente se ha ido al
garete—sentenció.

Subió a su dormitorio, se cambió de ropa, hizo las maletas y bajó a
la cocina a prepararse algo de merendar. 

Entonces lo vio…

Una figurita. Pequeña. Iluminada por la mortecina luz que entraba por
la ventana. Era de arcilla. Era una niña.

“Está aquí”. Pensó Marcel atónito. Intentó salir a la calle
para avisar a los agentes. Pero de repente sintió algo… Una
sensación que nunca antes había sentido, como un frío que se
apoderaba de todo su ser. Un frío que 
literalmente le atravesaba las entrañas… 

Miró hacia abajo y para su asombro vio sobresalir el filo de un
cuchillo de gran tamaño de su torso. No podía creer qué, cómo ni
por qué, pero en esos momentos poco le importó.

Sintió miedo. Sintió frío. Sintió sueño. 

Todo había acabado…

puntos 7 | votos: 7
Siempre - hay algo bueno después de la espera
puntos 6 | votos: 8
Siempre supe que es mejor, - cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo...
puntos 9 | votos: 9
Escuchar una y otra vez - tu canción favorita sintiendo lo mismo que la primera vez 
que la escuchaste.
puntos 13 | votos: 13
Desmotivacion de La Vida #795 - Con un cartel ya es Naranja
puntos 4 | votos: 4
Sé que llego tarde... - no pasa nada... esta noche las estrellas no se apagan...

puntos 5 | votos: 5
Abrázame - prometo que no saldrá de aqui, el destino ya eligió en aquella tarde de abril...
puntos 9 | votos: 9
Muchos dicen... ¿Por qué? - y yo digo...¿ Y por qué no?
puntos 8 | votos: 8
Un pasión - que nace de las grandes y pequeñas cosas...
puntos 8 | votos: 8
Puede que este mundo - sea conocido como el infierno en otro planeta...
puntos 4 | votos: 4
Joder y ser jodido - son las leyes del estado

puntos 3 | votos: 3
Mira mi don no hay competición - son demasiadas bocas y muy pocas con razón...
puntos 3 | votos: 5
Si confías en ti mism@ - no tienes nada que envidiar...
puntos 12 | votos: 14
Por suerte - se me da bien el tipex.
puntos 7 | votos: 7
Cartel 234 - No son pocos los carteles que he hecho desde que he llegado aquí,
unos han sido muy vistos y le han gustado a mucha gente, otros, por el
contrario, no han llegado a la categoría de pasables, pero da
igual...  He de agradecer, a todos y cada uno de los usuarios de esta
página, al haber narrado mi día a día con sus carteles...carteles
que me han hecho reír hasta más no poder, carteles que me han hecho
llorar, otros que me han hecho reflexionar...de todo un poco...en
especial los carteles de la cola, en mi opinion, esos son los carteles
que merecen la pena... y como todo usuario, tengo usuarios que me han
ayudado mucho y que he conocido a través de esta página... darle las
gracias a youngRapper, OnLy RaP, TXBN13, Hidan23, La abuela de 2pac, y
algunos más que en especial, se han preocupado por mí tanto dentro
como fuera de desmotivaciones.
He de dar las gracias también a todo el que lea este carte, con que
se moleste en leerlo para mi ya es un orgullo...
Y ya sin enrollarme más, termino mi discursito con un simple GRACIAS
por todos aquellas personas que hacen de desmotivaciones lo mejor...
puntos 8 | votos: 8
No triunfa el ser más inteligente - sino el que mejor sabe usar su inteligencia...

puntos 13 | votos: 13
Quien tropieza y no se cae - avanza dos pasos...
puntos 4 | votos: 6
Siempre hay un tiempo - para marchar, aunque no haya un lugar a dónde ir...
puntos 7 | votos: 7
Vale la pena esperar - lo imposible, sólo tarda un poco más...
puntos 1 | votos: 1
Deberíamos usar el pasado - como trampolín, no como sofá...
puntos 2 | votos: 2
L@ besarás, - y el beso que le deas será por el cual medirás todos los demás besos de tu vida...

puntos 4 | votos: 4
Y cuando me doy cuenta - de cómo vamos a pasar por este mundo sin dejar rastro después de
llevar unas vidas estúpidas, comprendo, con rabia, que en la vida, lo
único que queda es el amor...
puntos 3 | votos: 3
Por esos remix de canciones - que gustan mas que la original
puntos 4 | votos: 6
¿Quién habló de miedo - habiendo valientes?
puntos 14 | votos: 14
La canción puede ser buena, - pero lo importante son las letras...
puntos 6 | votos: 6
Pienso en tí, - cada vez que me alejo de mi, cada vez que prefiero morir,
desde el dia en tu me dijiste tu carita es una rosa sin abrir...

puntos 5 | votos: 5
Esa sensación de relax - cuando te despiertas de madrugada y te das cuenta de que es fin de
semana y no tienes que madrugar...
puntos 5 | votos: 5
Hay regalos tan perfectos - que pase lo que pase no te despegarás de ellos...
puntos 2 | votos: 2
Cuando la edad enfría la sangre - y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue
siendo el último, y nuestra equivocación más dulce, la de nuestro
primer beso...
puntos 5 | votos: 5
Soy de un sitio, de un lugar - de un tiempo que llaman eternidad, y al viento...mi hogar...
puntos 5 | votos: 5
Lo interesante de una foto - es ver si puedes recordar todos y cada uno de los detalles de ese día...

puntos 8 | votos: 8
¿Qué es la vida? - Un frenesí ¿Qué es la vida? Una ilusión, 
una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño;
 que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
puntos -2 | votos: 10
14/15 -
puntos 4 | votos: 8
Tu sientes, tu puedes, tu tienes, - tu debes, tu vives, tu creces, respiras, tu mueres,
sonríes, tu lloras, tu caes, tu vences, disfrutas, padeces, 
tu aprendes, emprendes, sorprendes, 
tu zona, tu tiempo, tu gente, tu naces, tu ignoras, conoces,
 tus llantos, tus gritos, tus voces, tus risas, tus días,
 tus frases, tus poses, rencores, tus gustos, tus odios,
temores, tus sustos, tus oh dios...
tu miras, absorves, tu tragas tus fallos, tus cosas, tus llagas...
tus... Ya no más...
puntos 5 | votos: 5
Puedes perder en un segundo - lo que te ha costado ganar en años...
puntos 8 | votos: 8
Si te diera - una llave que abra un cofre que te da una respuesta a cualquier cosa,
¿qué pregunta harías?





LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11445204527 | Usuarios registrados: 2057391 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8001719, hoy: 7, ayer: 29
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!