¿Y sabes qué es lo peor?

Creí que siempre estarías en mi cabeza, pero no había imaginado que de esta manera.
Sabes? Pensé que siempre estaría dispuesta a recorrer esos kilómetros, ese autobús, y llegar a esa estación, donde estás tú, o por lo menos, antes estabas, con el abrazo que yo siempre necesitaba.
Cazador y presa. Doblegada a tu voluntad. Así me sentía yo.
Alguna vez has temblado cuando te abrazaban? Como si sintieras que era algo malo…
Ahora todo ha terminado, como terminan las cosas que no tienen mucha importancia en la vida. No te lo voy a negar, me agobia el hecho de que cada vez que me recorro esos kilómet

Creí que siempre estarías en mi cabeza, pero no había imaginado que de esta manera.
Sabes? Pensé que siempre estaría dispuesta a recorrer esos kilómetros, ese autobús, y llegar a esa estación, donde estás tú, o por lo menos, antes estabas, con el abrazo que yo siempre necesitaba.
Cazador y presa. Doblegada a tu voluntad. Así me sentía yo.
Alguna vez has temblado cuando te abrazaban? Como si sintieras que era algo malo…

Ahora todo ha terminado, como terminan las cosas que no tienen mucha importancia en la vida. No te lo voy a negar, me agobia el hecho de que cada vez que me recorro esos kilómetros te quiero un poco menos. Un poco menos cada vez, que no es nada comparado con todo lo que siento… O si?

No sé, estoy tan cansada… Cansada de llegar a esa estación y que no halla nadie. Alguna vez has pensado como sienta eso? Recorrer todos esos kilómetros esperando encontrar al final del camino el abrazo que llevas tanto tiempo necesitando. Y sin embargo, encontrar la estación vacía y gris. Y el reloj central que con el paso de los segundos me invita cada vez más a marcharme. No, no sienta nada bien…

Creí que siempre estarías en mi cabeza, pero jamás imaginé que sería con recelo y un poco de odio.
Y sabes que es lo peor?
Que aún lo recuerdo todo, pero ya no echo de menos nada.