-Pepe que te caes para abajo

el fuerte viento agita las
hojas de los árboles y hace que las gotas
de lluvia golpeen mi ventana ahora abierta, el ruido de los
truenos
hace llorar a los mas jóvenes y la luz de los
relámpagos ilumina
nuestras calles. Estoy delante de la ventana y no paro de
mirar la
nota que he dejado tras de mi, en la mesilla de madera. A
ella ya no
le importo y sin ella no tengo vida ¿para que seguir
malgastando
tiempo? Decidido doy un paso hacia delante mientras miro por
última
vez el salón de mi pequeño apartamento. De
pronto veo como ella
entra por la puerta que se me había olvidado cerrar.
Corre hacia mí
gritando, pero no llega a tiempo, ya me he tirado. Mientras
caigo veo
como se asoma a la ventana pronunciando mi nombre por
última vez con
lágrimas en los ojos, y yo sin poder evitarlo se me
escapan unas
lagrimas de tristeza por hacerle sufrir de esta manera y una
sonrisa
de alegría, al final si le importaba.