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cabeza de su portador… Cuyos
recuerdos alterados rompían hasta el más
frío de los corazones…
Aquella rosa blanca que cubría su mente por completo,
asimilando así
sus recuerdos, ocultando los dolores entre sus claros
pétalos.
Aquella rosa blanca que se sumía en dolor mientras
intentaba borrar
esos malos recuerdos… Aquella rosa blanca que lo
único que quería
era hacerte felíz… Aquella rosa blanca que
caminaba a tu lado de la
mano… Aquella rosa blanca que un día
desapareció sin dejar
rastro… Aquella rosa blanca…
Tener toda esa carga sobre tus hombros...
Tener que soportar cada día las estupideces que ellos
dicen, cosas
sin sentido, cosas que no deberían afectarte, pero
que sin embargo lo
hacen... Quizá porque por dentro no estás del
todo muerto, quizá
porque en ese inmenso desierto interior... Aún hay
algo de vida.