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20.03.2013

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Geek

puntos 22 | votos: 24
Te quedas callada. - Muy callada.
No sabes qué decir, porque ya lo has dicho todo, y no ha servido para
nada. Y te sientes, no triste, pero cansada.
No tienes ganas ni de encenderte un cigarro, ni de escuchar música ni
de moverte de la cama.
Ni siquiera apartas la mirada del punto infinito de tu habitación en
el que llevas perdida no sé cuánto tiempo.
Hoy es domingo, pero como si fuese lunes; o como si no fuese ningún
día.
Sí, eso es, hoy no es ningún día, sólo es una tregua, una excusa.
Te quedas quieta. Muy quieta.
Es demasiado tarde y sigues sin saber nada de la vida, quizá por eso
no sonríes desde hace tanto.
Quizá, por eso, cuando sonríes, no sabes cómo y sales rara en las
fotografías.
Algo funciona mal, piensas. O a lo mejor funciona mal todo.
Te levantas, por fin, como puedes, no porque quieras, sino porque
empiezas a olvidar que estás viva, y no te gusta.
Te diriges al comedor, medio zombie, donde alguien está viendo un
programa de Telecinco.
Qué asco.
El mundo a veces va muy lento, aunque siempre gire igual de deprisa.
Es irremediable marearse de vez en cuando, como si te montases en un
tiovivo que va demasiado rápido.
Y tú gritas que quieres bajarte con todas tus fuerzas, pero no te
escuchan, hay demasiado viento afuera. Demasiado.
Y es esa sensación, la de vacío, la que lo jode todo.
Nunca hay nadie para escuchar las cosas que callas por las noches, y
tú no sabes decirlas en voz alta.
No sabes hablar de lo de adentro porque no es algo bonito; porque no
es algo para lo que existan palabras. Es un vértigo.
Un vértigo... Y sales a la calle, das una vuelta, y piensas en
silencio, mientras el atardecer te roba una sonrisa porque tú te
sientes como él, como la muerte de algo.
Como la muerte de ti misma.
No, sin duda, hoy no es ningún día.
puntos 5 | votos: 5
¿Puede brotar la sangre - de esa herida en la que se ha convertido la sonrisa que finjo, cuando
te veo, para que pienses que he sobrevivido? ¿Pueden brillar los ojos
de una mirada cansada, que no duerme desde que no compartes con ella
los motivos? ¿Y puede el mundo girar más lento tras las despedidas,
y el otoño secar las hojas más rápido: los corazones? No lo sé,
pero sí que puede ser que ayer sea siempre mañana, y hoy, porque tú
no estás y yo vivo en la última fotografía que nos hicimos. En
aquellas últimas palabras que me abrazaron, tan cálidas, como un
beso en la mejilla, por la mañana. Recién levantados, y despertando
de un sueño que continua allí a donde empiezan tus pestañas, y el
color de tu pelo se confunde con la pared de mi cuarto. Y el mundo me
parece no ser más grande que mi cama, donde el paisaje contigo
siempre es mi favorito y hacemos el amor después del desayuno, sin
importar que vayamos a llegar tarde a algún sitio. Y a veces llueve y
quedarnos entre nuestros brazos es la mejor idea que tenemos,
escuchando cómo la tormenta desata su furia afuera y nosotros nos
sentimos en paz, aquí adentro, tan juntos que desdibujamos los
límites de nuestro cuerpo, y por un momento hasta parece que los dos
sumemos el mismo corazón, cuando nuestros latidos van tan rápidos
que se confunden. El otoño siempre me ha recordado que algunas
muertes pueden ser bonitas. Una pena que no pueda decir lo mismo de
los portazos de despedida.
puntos 6 | votos: 6
Me enamoré de ti, - de la misma forma que suceden las cosas que no tienen mucho sentido. A
lo mejor detrás de toda esa necesidad de estar contigo estaba la
soledad y aquel frío que congelaba y lo quemaba todo, al mismo
tiempo. Yo no supe encontrarle más explicación que esa cuesta en la
que se había convertido mi vida en los últimos meses. Y caía
rodando y tú estabas al final de la calle, con esa sonrisa de
casualidad predestinada a convertirte en la estrella Polar que guiase
mis viajes hasta tu cama. Nunca he creído en la magia, pero de
repente me tenías intentando detener el tiempo cada vez que
estábamos juntos y lo mucho se volvía demasiado escaso. No te
calles, sigue hablando, recuerdo que te decía. Yo me quedaba sin
palabras, espiando los movimientos de tu boca cada vez que se habría
y sonaba como música. Sabía dónde me estaba perdiendo, lo que
ignoraba era hasta qué punto deseaba no volver a encontrar la salida.
No me abrazabas pero yo me inventaba rodeado por tus brazos. No probé
tus labios pero intuía que todos lo demás sabores no estarían a la
altura de aquello. Podría idealizarte menos y aprender más de mis
cicatrices. Podría. Pero no sabía jugar de esa forma. Yo era la
mosca que se había quedado atrapada en la telaraña por decisión
propia. El síndrome de Estocolmo tendría la culpa. Aunque nada de
eso me importaba. Yo nunca he querido sobrevivir, ¿sabes? Siempre he
caminado por la ciudad esperando enamorarme de algún desconocido, con
eso te lo digo todo. Hace tiempo que no le busco razones a la
tristeza, sólo pretextos que justifiquen por qué no se termina
marchando. Pero siempre concluyo que soy yo y mi manía de atarme de
pies y manos y lanzarme al río, con la esperanza de que me salve
alguien. Pero nunca llega nadie, y ya he tragado mucha agua. Habré
muerto varias veces entre portazos y distancia. Entre silencios que
devolvían el eco de tus últimas palabras y madrugadas que se
alargaban hasta donde se terminan los recuerdos. No sé, cariño. Sé
que puedo hacerlo bien y no obsesionarme con la nada. Sé que puedo
terminar las historias antes de empezarlas. Pero la cuestión es si
quiero hacerlo, y creo que ya sabes la respuesta. Sólo tienes que
mirar lo tristes que se han vuelto mis ojos en el último año.
puntos 5 | votos: 5
Te dicen que el tiempo lo cura todo. - Lo que no te dicen es que seguramente tarde demasiado en hacerlo. Como
también dicen que la distancia hace el olvido, pero al parecer, nunca
estamos lo suficientemente lejos de las personas a las que nos duele
recordar.

He venido hasta aquí para deciros que a lo mejor la esperanza es una
trampa. Y el amor una excusa. Hace mucho que necesito algo más que
todo eso. Necesito no ahogarme tanto por las mañanas, cuando me quemo
con el café y pienso parece que aún sigo vivo. Cuando solapo los
insomnios y sus razones, y no sé si pierdo la noción del tiempo o me
pierda ella a mí. Caminando en círculos, o a lo mejor estoy muy
quieto y es el mundo el que sigue girando. No lo sé.

Hacer borrón y cuenta nueva sólo es un concepto, pero cuando llevas
escrita más de media vida te cuesta corregir los errores. Las faltas
de ortografía se van acumulando y un día no puedes moverte sin
tropezar con ellas. Sólo podemos seguir. Correr hacia delante no es
una opción si dejamos de disfrutar de las vistas. Y entiendo que nos
duela quedarnos bajo estos días de otoño con las manos frías y los
labios secos. Esperando algo de nosotros mismos, como si en el fondo
no supiésemos que ya no podemos dar más de lo poco que tenemos.

Y se te cruzan las caras y todas esas miradas, por la calle. Los
coches pitando y algunas personas sentadas en un banco, viendo
atardecer. Es como un sesión de hipnosis, donde vivir se ha limitado
a no perder el metro para volver a casa. Y acostarte pronto porque los
peores recuerdos se despiertan tarde. Agazapado bajo las sábanas que
ya no te protegen de los monstruos, por mucho que intentes rescatar
aquella época en la que todo se arreglaba apartando la vista.
puntos 7 | votos: 9
No nos acostamos hasta tarde. - Siempre con esa necesidad de que alguien, en algún lugar, nos desee
buenas noches. La cama está medio vacía, a mi vida le ocurre algo
parecido. Tengo que cambiar las sábanas, y algunas cicatrices.
Quisiera gritar, pero no encuentro las palabras. A veces el silencio
se encarga del resto. Ya no sé cuál es el siguiente movimiento, me
quedé encasillada hace tiempo. Ni siquiera puedo ir hacia atrás.
Estoy entre la espada y un precipicio. Quizá no sobreviva a la
caída. ¿Cuánta gente estará así? Cuánta gente estará esperando,
a punto de desesperarse, con las lágrimas en los ojos, sin poderlas
derramar porque no se atreven ni a eso. Porque saben que en el fondo
sólo se mojarán, y el mundo seguirá girando. Inmune. No creo que
encuentre respuestas en el mismo lugar de siempre. Me gustaría
terminar con todo esto, con los capítulos colgados de una historia
tan triste que se me atraganta. Imposible huir sin decir adiós, pero
nunca se me han dado bien las despedidas. Imposible. Me gustaría
rectificar, haber tomado otros caminos. Aquí sólo hay nada. Café
enfriándose para desayunar. Poemas que te salvan durante unos
minutos, pero luego vuelves a caer. Vuelves a no saber levantarte.
Alguien me tendrá que arreglar. O alguien tendrá que romperme del
todo. A estas alturas no seguir así es lo que importa. Cambiar.
Encontrar la postura perfecta en la cama para no notar el abismo que
se encuentra a mi lado. Ya nadie sabe mirar, se quedan afuera, y
cuando te escuchan gritar cierran los ojos. Tampoco sabe nadie salvar
desde hace mucho. Nadie sabe abrazar sin que se lo pidas, ni dar un
abrazo que dure lo suficiente o que te entienda lo necesario. Y es una
pena que el mundo no se detenga al vernos quietos, sin saber a dónde
debemos ir mañana. Sálveme quien pueda.

puntos 9 | votos: 9
¿Qué significado le veis - a esta imágen?
puntos 6 | votos: 8
Un día te das cuenta, - el tiempo ha pasado y sigues en el mismo lugar de siempre. Y todo lo
que eso conlleva. Sigues teniéndole miedo a las despedidas y sigues
sin saber si existen finales felices. Sigues esperando y
desesperándote, y aprendiendo a rimar insomnio con nicotina. Las
noches se convierten en jaulas y los días te matan sin pedir permiso.
Un día te das cuenta de que estás tan vacío por dentro que, sólo
de pensarlo, te entra vértigo, y es que no has conseguido nada ni a
nadie que consiga hacerte sonreír como si el mundo no doliese.
Escribes. Cierras los ojos. Fumas. Duermes pocas horas. Detienes
alarmas. Y te preguntas por qué y hasta cuándo. Por qué y hasta
cuándo de todo: de tu vida. O de la muerte. Pero empiezas a pensar
que quizá sean lo mismo. La gente te mira, sonríes, y qué sabrán
ellos de lo de adentro. Qué sabrán de tus ganas de vomitar todas
esas esperanzas que han caducado y que ahora sólo te dan dolor de
cabeza. Y cómo sabrán que ese brillo de tu mirada no son ilusiones,
sino lágrimas que nunca aprendiste a derramar. Gritos envasados al
vacío. A tu vacío. Y te pones una canción triste y subes el
volumen. Quizá, piensas, mañana todo irá mejor. Pero no. Mañana
seguiremos aquí, en el mismo lugar de siempre, y seremos las mismas
coordenadas de un mapa en el que no sabemos encontrarnos. Y así es un
poquito la vida, como un concurso de a ver quién muere mejor. O más
rápido. O algo parecido. No lo sé, tengo esa sensación, de que nos
estamos acostumbrando demasiado a ser precipicios. A precipitarnos. A
sonreír cuando nos disparan y a decir que no nos ha dolido. A
maquillarnos, a disfrazarnos y a quedarnos muy quietos cuando queremos
escapar. A que se nos queden los te quiero en la punta de la lengua
y terminen, un día, o una noche, desangrándonos por dentro. Y así
no vamos a ninguna parte. Que yo sólo quería deciros que lo más
cerca que he estado de vivir fue aquella vez en la que, dándole las
primeras caladas a mi primer cigarro, me atraganté con el humo. Y es
triste que pueda llamarle vida a eso y no a todo lo demás. Y ya
está. Ojalá venga alguien y nos lleve a ver mundo, o a ver camas, o
a ver qué hacemos con toda esa felicidad que nos debe la esperanza.
Cerrad los ojos, chicos. Yo no creo en los deseos, pero a veces sería
bonito hacerlo.
puntos 11 | votos: 11
Cuando por muchas veces que - lo intentas te ahogas cada vez más, a cada paso, tus fuerzas van
disminuyendo hasta caer en el olvido.
puntos 8 | votos: 8
El dolor es algo temporal - que solo se recuerda al ver las cicatrices que este dejó.
puntos 9 | votos: 9
Mientras en occidente llueven - donuts, en Siria bombas de la ONU.

puntos 1 | votos: 3
Amar es un castigo. - Arrugas en el corazón. Para estas arrugas todavía no existe ninguna
crema. Pues sería una buena idea ¿Os lo imagináis? Crema
rejuvenecedora para el corazón, se paga con una sonrisa. Vale, no.
Quizás en un futuro.
La verdad es que me frustra estar viendo continuamente anuncios sobre
cosméticos para eliminar un granito o una marca facial. ¿Tanto
importa la belleza exterior cuando estás rota por dentro?
Ya sabía yo que esto de amar era un castigo, y que, al parecer, me he
estado portando jodidamente mal.
A fin de cuentas, estoy yo peor que tú. No creo que te acuerdes de
mí, ni siquiera al escuchar esa maldita canción. Y mientras tú
piensas en ella, yo te escribo un texto con los sentimientos a flor de
piel. ¿Acaso te importa lo que haga o deje de hacer? No sé ni para
qué me molesto. Qué estúpida. O bueno, qué coño, para estúpido
tú, que tienes a una chica dejándose la piel (o mejor dicho, las
palabras) para que le des un poco de amor y no te das ni cuenta.
Ya no es lo mismo. Tú y yo lo sabemos. No quiero decir que sea mejor
o peor, simplemente ha cambiado. Eso que teníamos. Esos días de
lágrimas y sonrisas. De insultos y enfados. De pensar en ti a cada
palabra que me decían. Me duele que haya cambiado, así que supongo
que será peor. Sí, es peor. Quiero que todo vuelva a ser como antes.
Te quiero a ti. No quiero esas situaciones incómodas de ahora. Quiero
volver a decirte que eres importante para mí, que te quiero. Quiero
hacerte sonreír. Quiero hacerte feliz como sólo yo sabía. Quiero
que me preguntes qué tal estoy. Quiero hablar contigo. Quiero que no
desaparezcas de mi vida, porque tú me ayudabas a sentirme un poco
menos sola. 
Pero resulta que al final somos estúpidos los dos. Lo que pasa es que
la que sale perdiendo soy yo, como siempre.
puntos 1 | votos: 3
Preguntas. - A veces dudo en que si las preguntas que me hago son retóricas o
preguntas sin respuesta ya que no suele responderlas nadie. Me
gustaría saber qué coño soy. ¿Qué soy?, ¿Por qué he nacido?,
¿Cuánto valgo?
En realidad, si lo pienso mucho y muy bien me doy cuenta de que
tampoco quiero que sean respondidas porque me hundiría (sí, más de
lo que ya lo estoy).  Prefiero decirme yo misma que no debería haber
nacido que me lo diga alguien que quiero, pero todos necesitamos que
alguna vez nos digan cuánto valemos, que le importamos, que somos
alguien, que nos den las gracias por existir. Supongo que todos lo
necesitamos, tenemos la necesidad de sentirnos alguien para los
demás. Pero sinceramente, yo no lo espero, porque no soy nada. Nada
es nada. Simplemente soy lo que me une por sangre, soy hija, hermana,
prima, sobrina, pero no soy esa persona que nadie quiere perder, esa
persona que nadie olvida. En todo caso, soy la chica que todos
olvidan, pesada y obsesionada en sí misma.
Sólo espero que algún día esas respuestas, esas putas respuestas
sean respuestas que quiera escuchar y me saquen de aquí; porque ahora
mismo esas respuestas me acabarían de hundir y harían que me
desvaneciese.
puntos 6 | votos: 6
Para mí todo está perdido. - Son esas ganas. Esas putas ganas de acabar con todo. Dicen que las
cosas duelen durante un corto periodo de tiempo. ¿Ah si? ¿Como se
puede estar tan seguro de que el dolor es temporal? Hay cosas que se
rompen y ya nadie las puede arreglar, esas cosas se rompen por muchas
causas distintas, tan importantes como insignificantes a la vez. Y el
dolor de estar rota, es para siempre. Porque nadie puede arreglar esa
primera vez en la que te insultaron, porque nadie arreglará aquellos
gritos nocturnos, porque nadie arreglará que él se fuera sin dar
explicaciones, porque nadie volverá a hacerte sentir como antes,
cundo eras feliz. Nadie.
Es como decir que los recuerdos se pueden borrar. Y no, no se puede.
Es distinto el hecho de no querer recordarlos. ¿Recuerdos? No, ya no
los quiero. No quiero aquella conversación en la que hablábamos de
nuestro primer beso, no quiero aquella camiseta tuya que me
prometiste, no quiero aquella cena, ni quiero sentarme en aquella
silla que tu solías querer ocupar, ni mirar por la ventana que
siempre prometías golpear para que me asomara a saludarte. No. No
quiero poner esa canción que un día me dedicaste, no quiero nada que
tenga que ver contigo.
Pero lloro, mis lágrimas recorren mis mejillas hacia abajo, porque a
pesar de no quererlo lo tengo. Tengo tu foto pegada en mi armario, y
hay un espacio para tu  camiseta guardado en mi cajón, y sigo
imaginándome esa cena que me prometiste, y me siento en esa silla
todos los días y la abrazo como si estuvieras en ella, y cada vez que
oigo un golpe en la ventana no puedo evitar ir corriendo a asomarme, y
sigo escuchando esa canción cada noche antes de dormir.
Y a veces vuelvo atrás, aún que no debería, vuelvo atrás pensando
que hay muchas fotos más, que tu camiseta aún llevará tu olor, que
la cena sigue caliente, que ocupas esa silla que sin ti está vacía,
que cada vez que algo golpea mi ventana, al asomarme tu estás ahí
abajo, sonriendo, esperando a que te abra la puerta y te deje subir.
Pero luego abro los ojos y todo sigue igual que siempre, y solo quiero
desaparecer. Coger todos tus recuerdos, meterlos en un saco y
prenderles fuego, y llorar mientras se queman, que mis lágrimas se
rompan con las llamas que se llevan esos meses de mi vida que fueron
solo para ti.
Y cuando tu recuerdo en mí sea ceniza, tal vez vez se apague la llama
que enciende este infierno que es mi vida. Tal vez pueda mirar todos
esos recuerdos quemados sin llorar. Tal vez pueda olvidar todo el
tiempo que estoy malgastando en quererte aun que eso me esté
destrozando. Tal vez pueda ser alguien que sonríe sin practicar antes
delante de un espejo. Tal vez pueda volver a sentir.
Pero, ¿Que más da? Si al fin y al cabo nunca seré capaz de quemar
todos tus recuerdos, y nada se llevará todos esos meses y nunca
olvidaré nada de esto.
Y lo sé, lo se desde hace mucho, así que ya no lo intento, no
intento olvidarte porque lo único que puedo hacer es vomitarte.
Vomitar tu nombre una y otra y otra y otra vez, pero nunca son
suficientes veces como para que tu nombre se borre del todo. Para mí
todo está perdido.
puntos 7 | votos: 9
Igual que no necesitas - agua para hundirte, tampoco necesitas morir para estar muerto.
puntos 10 | votos: 10
Mierda y más mierda. - A veces desearía morirme, aunque satisfacese los deseos de algunos,
pero es que deseo tantísimo desaparecer.
Por más veces que lo intento parece que me ahogo más y más; ¿no se
supone que cuánto más lo intentas más posibilidades tienes de
conseguirlo? Pues o lo  mío es una excepción o soy una inútil
incapaz de salvarse a sí misma. Lo más seguro es que sea lo segundo.
Estoy cansada de exhalar vapor de lágrimas, dolor. Estoy cansada de
ser yo, de ser cómo soy, de no poder ser feliz. Exhausta.

puntos 7 | votos: 7
Exhausta. - Hacía tiempo que no me sentía así, así de mal. Últimamente me
sentía feliz, con ganas de vivir, ya no. ¿Por qué? Ya sé que nadie
se lo preguntaría, digamos que ese es uno de los muchos motivos,
sentirme sola, incomprendida; que no importo. Necesito desaparecer,
como cuando me desvanezco en lágrimas.
Ya no queda llama en mí, sólo brasas; brasas de aquella chica que
fui, alegre.
Cuando parece que todo sale medianamente bien, la vida le da un
vuelco.
A veces me gustaría preguntarle, a la vida, si podré ser feliz cien
por cien de una vez. No pregunto. No pregunto porqué, aunque parezca
una tontería, la vida se trata de preguntas sin respuestas que
aprendemos a responder. Pero con la felicidad no se juega, es el motor
de la persona; pero, a mi gasolina de esa que la prendes y salen
llamas incandescentes ya no me queda. Está agotada. Nadie ajeno se la
llevó, yo misma he ido apurándola poco a poco, desilusión tras
decepción, pero yo sola.
Y no soy capaz de quererme, a veces lo intento y suele acabar en
fracaso. A veces lo consigo, consigo no verme fea, tampoco verme
guapa, pero dejar de darme asco; creédme, lo llego a conseguir. Unos
segundos.¿Pero qué son unos segundo comparados a toda una vida?
Nada, lo que yo soy; nada.
puntos 5 | votos: 5
Piensas que no estás solo - hasta que todo el mundo te decepciona. ¿De qué sirve estar rodeado
de gente, si en realidad no puedes confiar en la gran mayoría? Pero
tú ya no puedes con tanta mierda encima, los días pasan y tú
simplemente finges que todo va bien, hasta que llega un día en el que
no puedes más, en el que deseas como nunca desaparecer; ya no te
importa morir. Pasan y pasan los días y tú te hallas en sumergido en
una depresión constante sin nada a qué aferrarte. Y cada día el
asco combinado con el odio se respira más concentrado. 
Hoy no es mi día ha pasado a ser rutina y empiezas a pensar que
ya no es ni tu vida, que eres el problema de tu vida, que todo lo que
pasa es por culpa de tu inutilidad. Y no mejoras, no puedes. Y todo te
da igual, hasta que te vuelves a ilusionar y te decepcionas.
‘Estúpida ilusa’ te susurras esperando que reacciones, pero no te
quedan fuerzas, estás muerta por dentro.
puntos 6 | votos: 6
Viento de primavera. - Supongo que no es lo mismo estar feliz que ser feliz. Y supongo que no
es tan difícil conseguir lo que te propones. Llega una mañana en la
que te levantas y ese viento inspirador de primavera (aún a finales
de verano) recorre cada milímetro de tu cuerpo dejando una sensación
esperanzadora que te hace volver a creer que todo se puede lograr,
incluso lo que ayer te parecía improbable o hasta me atreveré a
decir imposible.
Supongo que hacer suposiciones es de gente indecisa. Pero lo que tengo
muy claro en estos momentos es que nunca me rendiré. Que hasta el
día de mi muerte no dejaré de luchar por mis sueños. No quiero
acabar como esas ancianas resentidas que necesitan criticar a todo el
mundo para llenar ese gran vacío emocional que tienen gracias (o no
tan gracias) a no haber perseguido sus ideales. Y sí, en ese grupo de
ancianas incluyo a muchas personas de quince años. ¡Malditos
cobardes! Al fin y al cabo, ¿quiénes somos tirados en nuestros
sillones? Que puede que fuera seamos los feos, los raros, los
diferentes, pero, ¿y qué más da? Yo quiero ser alguien. De eso
estoy segura. Y sé que no voy a ser nadie encerrada. 
Seamos realistas, ¿qué sería de Hércules si no hubiese salido y no
se hubiese encontrado con Phil? ¿Y qué me decís de Cenicienta si no
se hubiese escapado de casa para ir al gran baile? ¡Nadie! ¡No
serían absolutamente nadie! 
A lo mejor esto sólo es una gran estupidez escrita en el blog de una
chica con muchas ganas de pensar. O de sonreír. No sé. Pero mientras
tú estés durmiendo hasta tarde mañana por la mañana como todos los
días, yo saldré a la calle. No a pasear. A sonreír. A ser feliz. En
serio.
puntos 8 | votos: 8
Todo me da igual. - Y da igual cuántas veces te cambies de peinado, cuántos cumplidos
recibas o cuántas horas te pases frente al espejo practicando
sonrisas falsas, porque al final siempre acabarás tirada en tu cama
preguntándote por qué no tienes los mismos ojos que ella, por qué
tus esfuerzos no valen una mierda y por qué no puedes ser feliz de
una maldita vez. Y puedes adelgazar, puedes cambiar tu forma de ser,
pero nunca serás lo suficientemente buena. Supongo que por eso se
dice que una está rota, porque no se le puede arreglar. 
Sola. Desganada. Ahogada. Estás tan avergonzada de ti misma que ni
siquiera quieres salir a la calle. 
Entonces llega él. El típico chico popular de película americana
que te hace feliz con una mirada. Y todo chico popular tiene una
animadora. Y, mientras tú buscas cualquier excusa tonta para mantener
una conversación con él, esa zorra asquerosa le está haciendo
daño. 
Al final el chico (que no es tan tonto como parece) manda a su querida
animadora a la mierda y... ¿te escoge a ti? No, qué va. Él se ha
quedado anclado en esa relación. Y tú te has quedado anclada en él.
Y poco a poco empiezas a odiar a todo el mundo. A pensar que nunca
serás suficiente para nadie. A odiarte a ti misma más que nunca. ¿Y
quién va a salvarte? Nadie. Nadie puede hacerlo, porque ya es
demasiado tarde y la cuenta atrás ha comenzado.
A veces me encantaría ser una de esas personas que se dejan los
pulmones paseando, la vergüenza en un grito y las piernas Dios sabe
dónde.
¿Por qué tendría que tener sentido? Tú tampoco lo tienes, y mira.
Me refiero a que me gustaría olvidarme de todo el mundo por un día.
Salir a la calle con ganas de comerme el mundo y no el coco, sin
importar las miradas o comentarios que pudiese hacer cualquier
extraño. Al fin y al cabo, ¿por qué tendrían que importarme? Que
les den. Yo puedo ser feliz. Yo voy a ser feliz.
Aún va a ser cierto eso de que sólo hay que mirar la vida con otros
ojos. Éstos ya han visto demasiado y no han sabido ser positivos.
¿Por qué no volver a empezar? Sin lágrimas, sin complejos, sin ti.
                                                                      
                                                                      
  Buena idea.
puntos 13 | votos: 13
Monstruos. - Cuando era pequeña, pensaba que los monstruos eran seres enormes de
colores extraños que destruían ciudades y tenían unos rugidos tan
potentes como para dejar sorda a una población entera. 
Ahora, me he dado cuenta de que los monstruos son las personas a las
que veo todos los días. Con sus sudaderas, sus pintalabios y su
hipocresía. Que no necesitan unas garras kilométricas para hacernos
daño a mí y a mis seres queridos. Y, ¿sabes? Es triste.

puntos 5 | votos: 5
Yo que sé. - El problema está en que les doy demasiada importancia a cosas que
realmente no son importantes. Que pienso mucho y escribo aún más.
Porque yo me entiendo, pero siento que los demás no me quieren
entender. O al menos no se esfuerzan en ello. Es este maldito vacío,
que no se podría llenar ni con todo el chocolate del mundo. Es el no
poder tapar mis sentimientos con una sudadera de la talla XL, o no
poder resguardarme de mis lágrimas con un paraguas. Simplemente, me
siento vacía. Aburrida, pero sin ganas de desaburrirme. Perdida.
Últimamente es todo tan extraño que lo único que puedo hacer es
leer, escuchar música y ver entrevistas de los protagonistas de El
Gran Gatsby. Para poder decir que estoy no bien, pero sí distraída,
básicamente. Supongo que eso es lo máximo a lo que he podido y puedo
aspirar desde hace bastante tiempo, a estar distraída. Y con bastante
tiempo me refiero a... ¿un año? Ya he perdido la noción del tiempo.
¡Ni que tuviera ochenta y dos años! 
Se me había olvidado mencionar lo de escribir. Es lo que hago junto a
leer, escuchar música y ver esas entrevistas. Mira tú por dónde,
esto ha comenzado siendo un simple texto para desahogarme predestinado
a perderse entre las demás notas de mi móvil, pero he decidido
publicarlo en mi cuenta. La tengo muy abandonado. Quizás sea porque
todo lo que necesitaba escribir hasta ahora ya lo había escrito
antes. Y no quiero repetirme.
¡Es que me jode que mi abuela se pase el día hablando de lo poco que
como! Y me jode que no me crean cuando digo que si he llegado aún
más tarde de lo normal ha sido porque el semáforo no se ponía en
verde. Y me jode tener que moverme porque empiece a entrar el sol por
esa franja que siempre queda al descubierto en la ventana. Y me jode
que ya no me quepan pantalones que antes me quedaban bien. Y lo que
más me jode, es que nadie se dé cuenta de que no estoy bien. ¡Que
nadie se dé cuenta de que estoy jodidamente rota!
puntos 9 | votos: 9
Vacía. - De repente, llega un día en el que te despiertas y te sientes vacía.
Ni bien, ni mal. Vacía. 
Es como cuando te saltas una de tus comidas diarias y te duele el
estómago, porque sientes que te falta algo. Y es que hay veces en las
que sabes qué es ese algo, pero también hay otras muchas en las que
no. Y, ¿qué hay peor que echar de menos algo que no puedes
conseguir?
A mí me falta él. Me falta un nombre. Una cara. Una persona. Eso es,
me falta una persona a la que aún no conozco. 
Me falta una persona que me quiera como soy. Una persona a la que
dedicarle canciones. Una persona que no me haga llorar. Me falta decir
mi típico siempre igual en tono alegre. Crear la palabra
desefímero, o inefímero, quizás. 
Me da hasta pena leer las gilipolleces que escribo. ¿Desde cuándo
soy yo así? 
Cuando era pequeña, me hablaban de la adolescencia como la mejor
etapa de la vida: amigos, fiestas, novios, hacer todas esas cosas que
no podía hacer porque era demasiado pequeña... En fin. Sólo
mentiras. 
A mí nadie me habló de los complejos. De los puñales que me iban a
clavar mis queridos amigos. De la cantidad de lágrimas que iba a
derramar por culpa de cualquier anormal con ganas de otra chica más.
Nadie me contó que las letras de las canciones iban a empezar a
cobrar sentido. Que la gente se iba a olvidar de mí. Que iba a tener
que esforzarme tanto para conseguir lo que quisiera. 
Nadie me despertó. La realidad tuvo que ocuparse de ponerme una
alarma y hacerme caer en la cuenta de que éste no iba a ser mi mejor
momento.
puntos 8 | votos: 10
Están las niñas que juegan a - me quiere, no me quiere con los petalos de una flor, y luego estoy
yo, que  juego a me mato o no me mato con la cuchilla.
puntos 15 | votos: 15
Te quise como a nadie, - pero me fallaste como todos.
puntos 18 | votos: 18
Hasta que llega un punto - en el que tienes miedo incluso a ser feliz.

puntos 11 | votos: 11
Querer no es poder, - luchar no es conseguir, perder no es olvidar y sonreír no es ser feliz.
puntos 27 | votos: 27
Hay pequeños gestos - que me hacen creer que la humanidad aún tiene salvación.
puntos 12 | votos: 12
Mentir solo sirve - para empeorar una realidad que luego te hundirá.
puntos 27 | votos: 27
Las personas ignorantes tienden - a criticar los actos que nunca entenderán.
puntos 6 | votos: 6
Lo peor de echar de menos - a alguien que te ha hecho daño, es saber que tu orgullo no va a permitirte remediarlo.

puntos 39 | votos: 39
Lo malo de ser siempre fuerte - es que llega un punto en el que todos dan por sentado que estás bien.
puntos 12 | votos: 12
Si eres un ejemplo a seguir - significa que estás haciendo las cosas bien.
puntos 12 | votos: 12
La pasión es una sensación - que muchos dicen conocer, pero que pocos han sentido realmente.
puntos 19 | votos: 19
De la vida he aprendido, - que las cosas más insignificantes son las mejores.
puntos 27 | votos: 27
Valiente es esa persona que - se levanta  pese a los errores que ha cometido, no la que nunca ha caido.




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