En Desmotivaciones desde:
21.11.2013

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GeekSuperDesmotivadorClasificación Nivel 1Principalero Nivel 3Veterano Nivel 3Comentador Nivel 1

puntos 13 | votos: 13
Aunque no nades en abundacia - al estar rodeado de aquello que te gusta nunca irás a pique.
puntos 15 | votos: 15
Mi juego favorito es Dark Souls. - Digamos que estoy acostumbrado a morir una y otra vez.
puntos 11 | votos: 11
¡Hola, soy Subaru Natsuki, - el presentador de 1000 maneras de morir!
puntos 12 | votos: 12
Hacer un examen perfecto - pero que lo acabes suspendiendo por no escribir tu nombre.
puntos 8 | votos: 8
Definen las relaciones como afecto - desinteresado pero todo lo que yo hago es con el fin de que me ames.

puntos 8 | votos: 8
Hasta la bestia más feroz cree que - que su mejor virtud es un defecto cuando le impide conseguir aquello
que más necesita.
puntos 11 | votos: 11
Que el dentista te diga que no dolerá - pero en el fondo sabes que tu boca es una maldita cantera.
puntos 9 | votos: 9
Mientras tanto, en los sueños - de Griffith...
puntos 12 | votos: 14
Its Raining Somewhere Else 13 - Metida dentro de la bañera del cuarto del baño, se hallaba Chesa
acurrucado en silencio, disfrutando de un completo que no era ni mucho
menos cómodo. Aunque no hubiese testigo ocular de los hechos, había
presenciando como un grupo de personas habían raptado a Ori.

Para no caer presa del pánico y en parte para no delatar la posición
por si hubiese alguno de ellos merodeando por el piso, comenzó
inhalar por la nariz hasta llenar completamente sus pulmones para
después expedir el aire que contenía por la boca. Sentía como si
cuerpo se había entumecido del miedo que sentía, incluso era incapaz
de pensar con claridad. Ciertamente, aquella era una situación
sumamente extraña.

Al cabo de un rato, logró tener control nuevamente de su cuerpo y,
como un animal asustado de caer en la trampa de algún cazador, puso
un pie afuera de la bañera. La inmensa oscuridad que había dentro de
la habitación era sobrecogedora. Aunque eran más allá del
mediodía, aproximadamente la hora del almuerzo, apenas había luz.
Esto se debía especialmente a que no disponía de luz natural alguna
y, aunque la hubiese, aquel propicio mal tiempo se hubiera encargado a
través de sus nubes que no le llegase ningún rayo de luz del sol. 
Estando todavía algo aturdida, busco un punto de apoyo en la pared,
colocando sobre esta su mano derecha. Con la otra, seguía sujetando
firmemente el disco duro que le había confiado Ori. En aquel momento
no sabía los motivos que llevaron a entregárselo pero quizás,
planteaba en su cabeza, que el contenido que albergase en su interior
podría haber sido el detonante de que hubiese sido raptado tan
misteriosamente. 

Tragó saliva.

-Esto es de locos- dijo para sí misma, creyendo que aún podría
estar dormido en su habitación. Quizás se hubiera quedado dormida en
su cama, tras llorar bajo su almohada pero no era así. Se encontraba
en la realidad. Había dejado la seguridad de su hogar y se dirigió
rauda al piso donde hace unas semanas había muerto una mujer y en la
que hoy mismo había desaparecido otra. Quiso encontrar la conexión
entre ambos sucesos pero le era imposible. Parecían hechos tan
aislados que incluso ella dudaba de lo que había presenciando cuando
murió Josephine.

¿Realmente había sido un asesinato? Al principio, ella lo planteó
así y fue el primer relato que le comento a la policía cuando la
interrogó. Sin embargo, los resultados procedidos por los forenses
concluyeron que había sido una muerte natural, precisamente un
infarto repentino. Aquello explicaría el ruido que escucharon, que
sería cómo la mujer, envuelta en tal ataque repentino, caería
estrepitosamente contra el suelo, causando asi la inquietud de los
inquilinos de arriba. Pero había algo más. Ello juró una y otra vez
que había chocado contra algo pero nadie más lo había visto.
Claramente su relato sobre los hechos fue rebatido por la de Mylo, que
fue quien persiguió al supuesto perpetrador de la escena.

 Según él, Chesa dijo haber sido empujado por alguien, y entonces la
puertas de la entrada se abrieron de par en par, dejando que una
gabardina se escapara gracias a la fuerza del viento. Lo que él
comentó a la policía, es que Chesa había chocado contra un
colgadero de pie que tenia la señora  con numerosos abrigos. Todo
estaba a oscuras por lo que ella no pudo distinguir si con aquello que
se tropezó era humano o no.  Además, sería uno de estos, una
gabardina negra, acorde al relato que había dicho Chesa, que saldría
despedido por la fuerza del viento a través de la puerta que se
abrió en aquel instante. Todo esto causó en ella la ilusión de que
hubiese tenido la ilusión sobre un posible asesinato. Además, como
le comentó Mylo a los policías y a lo cual no pudo negar Chesa, es
que en aquel momento ella se encontraba un estado de shock por lo que
muy posiblemente no pudiese actuar con claridad. Esto hizo que ella se
sintiese como una mentirosa. Y es que además, ni sus propios
compañeros la creyeron. Si acaso Ori, antes de que se separase de
estos definitivamente parecía estar de alguna forma interesada en su
versión de los hechos. Esto fue unos de los principales motivos por
los cuales quiso cortar relación con todos ellos.

Y pensó en todo aquello porque ahora mismo se había encontrando en
la misma situación, aunque esta vez era la única testigo de un hecho
tan inverosímil. Pese a todo, el pensar que ahora deberían creer
todo lo que ella dijera, pues incluso había recibido un disco duro
que sin lugar a dudas ella pensaba que guardaba relación con lo
ocurrido, no era un aliciente pues no tenía manera alguna de saber si
Ori se encontraba bien.

Con sus pensamientos algo más ordenados, decidió salir fuera. Quitó
todas los pestillos que había en la puerta, que curiosamente habían
sido instalados por Ori, que tenía  la gran manía de pasarse largos
minutos, incluso horas, encerrada en el cuarto de baño, sin que nadie
supiese qué estaba haciendo en su interior. 

Al principio, se mantuvo muy cauta. No abrió la puerta del todo sino
poco a poco, mirando a través de esta por si había alguien cerca.
Tras eso, la puerta se encontró abierta completamente. A juzgar por
lo desordenado que estaba el lugar, parecen que anduvieron buscando
algo.

Sin darse cuenta, se tropezó con los papeles que habían en el suelo,
dándose de bruces contra este. Entonces Se topó inesperadamente con
Mylo, que con la pistola cargada y el seguro quitado, no vaciló en un
instante a la hora de apuntar a su cabeza.
puntos 10 | votos: 10
Aprovecha las oportunidades - o de lo contrario te afectará su hedor al pudrirse.

puntos 11 | votos: 11
Para acabar con un problema - es mejor que uno mismo lo arranque de raíz.
puntos 8 | votos: 8
Jugar a Pokémon Go creyendo - que aún eres joven y al rato un calambre te hace recordar la edad 
que tienes.
puntos 10 | votos: 10
A veces hay que tener el valor - suficiente para callarse y dejar que la gente disfrute con aquello que 
a primera vista detestamos.
puntos 12 | votos: 12
Los juegos dejan de tener gracia - cuando uno se los llega a tomar demasiado en serio.
puntos 8 | votos: 10
Cualquiera puede eclosionar - aunque cada uno cuenta con su propia cantidad de pasos.

puntos 13 | votos: 15
Traer sólo el pasado de vuelta - no le revivirá sino que lo convertirá un cascarón vacío.
puntos 16 | votos: 16
Explorar el pasado no tiene nada - de malo siempre que vayas alumbrado con la luz del futuro.
puntos 7 | votos: 7
A veces no consideramos adelantar - nuestros proyectos pues nuestro presente es más cómodo que 
el futuro incierto.
puntos 9 | votos: 13
Seguimos siendo esclavos, - solo que ahora creemos elegir a un dueño.
puntos 14 | votos: 14
Legendario. - Lo que se deseaba capturar de pequeño y ahora también de adulto.

puntos 16 | votos: 18
Hay sitios que rezuman sentimientos - pues eran tan grandes que no cabían en el corazon de sus visitantes.
puntos 14 | votos: 14
Lo malo de ser demasiado bueno - es que acabas por no discernir a los que miran por ti de aquellos que
te usan a su favor.
puntos 15 | votos: 17
Cumplir con honradez todas - las exigencias solo provocará que tu vida te salga a devolver.
puntos 14 | votos: 14
Las palabras no son tan importantes - como aquellos detalles que a veces dejan entrever.
puntos 15 | votos: 15
El tiempo nunca se malgasta - porque no puede ser detenido. En cambio, sí que resulta desaprovechado.

puntos 19 | votos: 19
Se pueden conocer grandes medios - pero para ello hay que emprender el nado hacia el océano.
puntos 13 | votos: 13
Antes de encontrar tu propio estilo - debes fijarte con los que cuentan otros.
puntos 9 | votos: 9
Its Raining Somewhere Else 12 - Había entrado en el local una mujer de aspecto glamuroso. Llevaba
puesto un vestido un largo de color verdáceo, con el cuello de
acabado picudo, en el cual llevaba colgado tambien numerosos collares
de distintos colores. Sus botas, altas con cordones y suela blanca que
les alcanzaba hasta parte de la rodilla el muslo, resonaban a cada
paso que daba por el lugar.

Boss se acercó a ella hacia ella para darle la bienvenida . Aparte
recogió un abrigo aparentemente de piel que llevaba y que
posteriormente guardó en un guardarropa situado a un lado de la
entrada.

Con pasos elegantes, como si estuviese danzando al ritmo de una
música interna que se hubiese apoderado de su cuerpo, avanzó hacia
donde estaba Mylo y se sentó delante suya, no sin antes pedir una
orden a Boss de que lo pusiese Lo de siempre  Sabiendo de lo que se
trataba, el barman se puso detrás de la barra y se dispuso a agitar
con una coctelera la bebida que le había pedido su cliente.

-¿No crees que es muy absurdo- intervino Mylo.- que con el tiempo que
hace y estando dentro un local con tan poca iluminación como, sigas
llevando gafas de sol?-

-Poca precaución es poca- se apresuró a responder la mujer - Nunca
se sabe cuando una cámara de tráfico o seguridad puede ser pinchada
para captar mi bello rostro- dijo  a medida que deslizaba su gafas a
través de su refinada nariz, desvelando  al mismo tiempo que llevaba
esmeraldas como ojos. -¿No crees?- le espetó inquiriendo a que el
tomaba las mismas medidas preventivas que ella.-Justo a tiempo-Boss le
trajo una variante del Martini habitual, servido en una copa de
champagne. Tras eso, le dijo a Mylo que pidiese lo que quisiera, que
ella pagaría la cuenta de ambos.-Qué rudimentario- dijo tras ver la
elección de su compañero de copas, que había pedido una lata de
cerveza que estaba bebiendo en esta misma, sin usar el vaso que le
había ofrecido Boss el cual se volvió a retirar nuevamente a detrás
de la barra a seguir con sus deberes.-Y bien, Nico-hablaba a medida
que le daba sorbos a su cóctel.-¿Alguna novedad en el terreno?-

-Nada destacable, por ahora- dijo reclinándose atrás, meneando su
lata-Acompañé a los objetivos C y D al cementerio. Ahora mismo deben
haberse encontrado con Laplaine. En cuanto a E, se encuentra en el
hogar de sus padres. Una zona bastante alejada. No precisa de
intervención . En cuanto al objetivo B, sigue encontrándose en el
lugar de los hechos.- acabó por beberse toda la fuerza y la puso con
fuerza en la mesa- Nicole- que aparentemente era el nombre de la mujer
que se encontraba delante aunque lo más probable es que no fuese real
sino un pseudónimo.-¿Acaso me estás ocultando algo que yo no sé? 

No puede ser que toda esta operación sea por algo tan simple- Nicole
sello sus labios poniendo un dedo sobre ellos mientras lo fulminaba
con la mirada.

-Tu trabajo se limita a esperar, observar  y acatar órdenes cuando se
te digan, no pensar a tu libre albedrío- apretaba con fuerza  su dedo
índice que estaba contra los de labios de Mylo.-Cualquier otra cosa
ya nos encargaremos nosotros- levantó el dedo con rapidez. Usó este
junto a su pulgar para llevarse una rodaja de limón a la boca que
estaba en su copa ya vacía. Mientras la mordisqueaba, el jugo que
aún conservaba se caía de su boca, pasando por su barbilla y cuello,
hasta llegar a sus pechos .

Su conversación se vio súbitamente interrumpida por una llamada que
recibió Mylo en su teléfono desechable. En la pantalla podía verse
como el numero ponía que era privado. La conversación, que más bien
fue un monólogo por parte de quien lo había llamado, duro apenas 15
segundos. Pero ese breve lapso de tiempo fue bastante para hacerlo
palidecer. Cuando la llamada finalizó se levantó abruptamente del
sitio. Aunque su intención era tirar el móvil contra el suelo, se
abstuvo de hacerlo. Al contrario, se lo llevo con tranquilidad a uno
de sus bolsillos mientras que miraba con rotundo enfado a Nicole.

-Tú lo sabías.- afirmó lo que en un principio comenzó siendo una
pregunta- Por eso me citaste hoy aquí, a esta hora- puso las manos
sobre la mesa. 

Era notable su malestar.

-Quién sabe- ni se inquietó frente a la iracunda actitud de su
compañero. Para ella, eso solo era una pataleta temporal e
infantil.-Yo solo sigo las ordenes que proceden según la cadena de
mando. Tu deberías hacer lo mismo o acabarás siendo desechado-tiró
la cáscara de limón al fondo de la copa. -Pero seguro que no me
harás caso- le sonrió lo cual no hizo sino inquietar más a su
acompañante.

Acto seguido de pronunciar esas palabras, volvió a llamar nuevamente
a Boss para pedirle la especialidad de la casa Cuando el hombre
volvió de la barra, trajo consigo una pistola, una Beretta, con
varios cargadores y un silenciador. Mylo miró asombrado a lo que
pusieron encima de la mesa .

-Cógela.- dije Nicole. 

Mylo no supo si eso fue una orden o acaso algún tipo de ayuda
recibida por parte suya pero lo acepto de buen grado. Enfundó la
pistola con el silenciador puesto detrás suya, mientras que guardó
los cargadores dentro de su chaqueta. Se despidió a toda prisa de
Boss y Nicole y se apresuraba a salir de Red Corner.

-Esta juventud- dijo sonriendo Nicole, hablando con el barman que
seguía a su lado.-Nosotros no éramos así, ¿verdad?- el hombre
asintió dándole la razón y la invito a otra copa para beber junto a
ella. -Por los viejos y nuevos tiempos que nunca son eternos- enunció
Nicole mientras  los brindaban viendo como Mylo arrancaba a toda prisa
su moto.

Como era costumbre, una nueva llovizna cayó nuevamente la ciudad. Eso
hizo que tuviese que frenar la velocidad de su moto para llegar al
sitio al que se dirigía ahora. El piso de él y todos los demás. 

Cuando llegó sintió un ligero escalofrío por todo el cuerpo. Todo
estaba silencioso. Más de lo habitual. Mordió su lengua para
maldecir su suerte. Aparco calles más atrás a donde se encontraba el
lugar. Con disimulo se acercó a la entrada. Parecía no estar forzada
pero sin embargo se encontraba abierta. Sacó la pistola que había
adquirido recientemente e inspeccionó todo el bajo. Lo habían
revuelto todo, para hacerlo pasar como un robo a una tienda
abandonada. Subió las escaleras sin hacer ruido pues no sabía si
alguien seguía ahí. Al llegar a la siguiente planta se encontró una
escena muy familiar. Todos los muebles estaban abiertos y  una gran
mayoría de papeles desperdigados por los suelos.
puntos 9 | votos: 9
Resulta contraproducente salir - lo más rápido posible que esperar hasta tener un destino fijado.
puntos 8 | votos: 8
Nunca se va a ir acorde a la lista - por lo que en consecuencia habría que ensanchar su margen.

puntos 10 | votos: 12
Debemos ser grandes recipientes - para que al tomar veneno seamos capaces de disolverlo fácilmente.
puntos 13 | votos: 13
Its Raining Somewhere Else 11 - Mylo había sido el primero en dejar el cementerio. Cruzó por la
entrada principal viendo que se acercaba un ostentoso Rolls Royce con
la capota echada.  Tenía los cristales traseros como delanteros
tintados de negro pero seguramente se tratase de la persona de la cual
estaba pensando. Sin detenerse mucho más que los escasos segundos
entre que aquel coche paraba y el salía, torció la calle hacia un
callejón donde tenía su moto.
 
Presentaba un estilo deportivo, con un escaso cristal en su parte
delantera y un único faro que ocupaba la mayor parte de la zona
frontal, en forma de V. En cuanto a los manillares, eran bastante
largos y se extendían hacia atrás doblándose por la mitad hacia al
asiento del piloto, forrado de cuero negro, que llegaba hasta la parte
trasera. En cuanto a las ruedas, eran de considerable tamaño que para
los no estuviesen muy familiarizados con el tema automovilístico
podrían tratarlas como neumáticos de todoterreno. Tanto llantas y
cilindros eran también negros.

Sin tomarse mucho tiempo , abrió el compartimento debajo de su
asiento y sacó dos cosas; un casco, también oscuro de color y
visera, y un teléfono móvil desechable. Con el móvil en mano y  ya
una vez con el caso puesto, se dispuso arrancar la moto. Una vez que
miro la pantalla del móvil lo guardó y se dispuso a ir hacia su
destino , cualquiera que fuese.

El rugido del motor de escapaba a través de los tubos de escape,
cuatro en este caso. que echaban tal contenido de humo que parecían
camuflar la moto. Mylo dio un buen rodeo antes de llegar al lugar
donde se dirigía, Ya fuese por prudencia de que alguien le siguiese o
por el mero hecho que disfrutaba manejando aquella máquina. Tras
cansarse de dar vueltas al azar y habiendo consumido todo el tiempo
libre que disponía, decidió ir finalmente al lugar que tenía en
mente visitar desde un principio.

Se encontraba ubicado en la misma avenida donde se encontraba el piso
donde murió Josephine pero mucho más lejos, casi al principio de
esta. En un de las calles colindantes, había un ligera curva empinada
que bajaba de manera fulgurante hacia la avenida. La calle no era muy
transitada y tampoco había muchas personas viviendo allí. La
principal razón es que la calle era conocida en los bajos fondos de
la ciudad como la curva de la muerte. Nadie supo cuándo obtuvo ese
sobrenombre aunque lo tenía ganado pulso. Usada hace años como punto
de encuentros para aficionados de las carreras callejeras, muchos
habían sido los pilotos que perdieron sus vidas por no frenar a
tiempo en tal compleja curva.

 Los vecinos se cansaron del estruendo que causaban a altas horas de
las noches y de estar constantemente arreglando las fachadas de sus
casas, y también por la ineficacia de la policía a la hora de tratar
solucionar el tema, que no tuvieron más remedio que vender sus casas.
  
Eso fue hace años.

Tras vender sus casas a otros dueños estas las vendieron a otros,
así sucesivamente hasta que un banco adquirió las propiedades.
Siendo imposibles de vender y ante el accidentado terreno para crear
nuevos inmuebles, les estaba siendo un gasto inútil. Aparte, habían
recibido las noticias de que muchas de sus propiedades estaban siendo
usadas como fumadores de cracks y refugio para fiestas de
adolescentes. El ambiente actual de la conocida como curva de la
muerte no era para nada salubre.
 
No había nada que pudiese parecer del interés de Mylo, a excepción
del  único negocio en aquella calle llena de vejación y sin ley, en
la cual las fuerzas del orden habían desistido controlar.

Fue en la época de éxodo de personas. Un hombre de negocios, de
descendencia afroamericana,  compró un bajo situado en la misma
esquina de este, donde había mayor numero de colisiones.
Curiosamente, desde que montó allí el local, el número de
accidentes bajó drásticamente. Sin dar a conocer su nombre, fue
apodado como Boss.

El local de Boss era un bajo, para el cual para entrar debías bajar
unas escaleras. En la fachada estaba con letras de xenón el  nombre
de su pub:Red Corner un nombre bastante apropiado teniendo en cuenta
de las numerosas veces que se vio salpicado de sangre.

Aquel local era el destino final de Mylo. Aparcó su moto detrás del
local, donde acababa dicha calle y se dispuso a entrar. No tenía nada
llamativo pese a la zona que se encontraba. Era un pub normal. Sus
paredes estaba cubiertas de madera de ocre al igual que el suelo, pero
de una tonalidad más oscura. En cuanto a la barra, parte estaba hecha
de madera mientras que su repisa era enteramente de mármol negro.
Había un par de taburetes de madera. Delante de estos, se podía
divisar una cantidad increíble de licores de todo el mundo, ordenados
alfabéticamente en grandes repisas. En cuanto al resto, había un par
de mesas para dos o tres personas y unas cortinas de fondo, que
aparentemente ocultaban otra sección de la esquina roja que estaba
actualmente cerrada al público.

El tañido de una campana situada encima de la puerta advirtió a Boss
de la presencia de un nuevo cliente. Sus facciones eran similares a
los de un gorila. Era un hombre gigantesco que parecía ocupar casi
tanto el ancho como el largo de la barra. Tenía los ojos pequeños
como canicas, rasgados, vidriosos y de color amarillo que no perdían
detalle de lo que ocurría a su alrededor. Sus cejas, las cuales
mantenía siempre arqueadas hacia abajo, inquietaba a todo aquel que
le mirase de frente. Las fosas nasales eran grandes oquedades que
hacían a uno olvidar que eran partes de algo mucho mayor.  Tenía un
poco del mentón hundido, pero no se sabía si era porque era parte de
su anatomía o acaso acabó así tras algún tipo de trifulca. En
cuanto a su boca era pequeña, de un color bastante marcado. En pocas
palabras, era todo un portento físico. Con unas manos gigantescas
limpiaba con gran dedicación los vasos. Pese a su apariencia
imponente, su vestimenta era muy normal, con un delantal blanco con
una camisa de aspecto amarillento. Estaba rapado pero se podía
atisbar algunos resquicios de cabello blanco.

-Buenos días- la voz severa de Boss resonó por todo el lugar.-Le
estábamos esperando- dijo aunque era el único aparte de él que se
encontraba allí. Dejó un momento sus quehaceres para atenderle. Puso
la mano sobre su hombro, sintiendo una gran presión. Lo llevó hacia
una mesa ubicada al otro lado de la barra, pegada a la pared. En esta,
había unos cristales por los cuales se podía ver normalmente a las
personas pasar.

Boss le dijo que esperase un poco más y así hizo. Ambos estuvieron
callados un rato. Uno lavaba los vasos mientras que el otro miraba por
la ventana pensativo. La campana sonó nuevamente. 

Ambos se giraron para ver quién era.
puntos 7 | votos: 11
El no saber te ahorra el dolor - que sentirías al malpensar de muchos otros.
puntos 11 | votos: 11
Eres rey de tu propio reino, - así que no te contradigas cuando desees hacer algo.
puntos 10 | votos: 10
Risas y lágrimas van de la mano - asi que si no la tomas la que toca luego no podrás disfrutar de la otra.

puntos 16 | votos: 16
Salvar vidas es más prioritario - que estar mirando el tipo que puede haber detrás de estas.
puntos 10 | votos: 10
Y aunque nos la mostrase, - echaríamos en falta su otro semblante.
puntos 15 | votos: 15
Incluso en las ideas mal planteadas - pueden existir un buen enfoque que espera ansioso ser descubierto.
puntos 10 | votos: 10
El fin del choque entre corrientes - no es la trifulca sino abrir las oportunidades de todos para elegir.
puntos 7 | votos: 9
Aquel que es enderezado a través - del miedo no es más fuerte que una rama a punto de quebrarse.

puntos 12 | votos: 12
La única cúspide que coronará - eternamente el ser humano es la de la imperfección.
puntos 25 | votos: 27
Porque hemos venido a la Tierra - para dejar huella, más allá del sofá.
puntos 9 | votos: 9
Está bien renunciar a ciertas cosas - que facilitan nuestra comodidad por un bien mayor pero nunca debe
tomarse como una obligación.
puntos 9 | votos: 9
Si estás cansado de quien eres - quizás sea porque en realidad nunca fuiste tú.
puntos 8 | votos: 14
La discriminación se ve tan racional, - como eliminar aquello que es diferente al resto, que espanta.

puntos 11 | votos: 13
Ni mejora, arregla o soluciona - idealizar los problemas pero exteriorizándolos pueden cambiar.
puntos 14 | votos: 14
Rara vez existen conexiones reales - que hagan tropezar pues en gran parte somos dirigidos por los hilos
tejidos por nuestra propia mente.
puntos 10 | votos: 10
Pocas veces estamos a la altura - de los retos que vienen pero siempre nos quedará saltar sobre estos.
puntos 12 | votos: 12
Aquel que enseña mucho está vacío - o por lo contrario no tiene nada que esconder. Queda a tu elección
pensar en cómo será antes de descubrirlo.
puntos 12 | votos: 12
Cada mañana, se levanta - un desconocido para el mundo.





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