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12.07.2011

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GeekVeterano Nivel 2

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Amado Hogar - Y nuestro astro rey rompió el hechizo de Morfeo.
Inundando el cielo con su luz,
Llamando a la vida.
Y dulces trinos acompañaron al viento,
Mientras que los árboles bailaban con él.
Y un dulce aroma,
Que nos traía recuerdos de la niñez.
Y nuestras almas se estiraban,
Esbozando una sonrisa.
Y las sombras de la noche desaparecieron,
Llevándose nuestros temores.
Y se respiraba paz,
En aquel lugar apartado de la realidad.
Pero la ciudad también despertaba,
Y con ella el ruido que todo lo callaba.
puntos 3 | votos: 3
Y en su rincón oscuro, - sentado vigila.

El tiempo anda a grandes zancadas por la habitación, mirando al
suelo;
no puede levantar la cabeza, no puede parar su ir y venir.

El hombre del rincón es incapaz de ignorar los golpes que las horas
arremeten contra él.
Se siente cansado, el dolor no le deja pensar.

Sin llamar a la puerta los días pasan, se sientan a su alrededor; y
con dedo acusante le señalan sin parar de reír.

La soledad ha entrado por la ventana.
Pesada como una losa, se le echa encima.

El hombre no puede estar más tiempo sentado, necesita tumbarse.
Se ahoga.

Ahora todos están de pie, mirándole fijamente, sin decir nada.

El hombre tiene los ojos entreabiertos, quiere cerrarlos, pero no
puede.
Necesita ver lo que está pasando, necesita saber que va a pasar.

Poco a poco todos los que habían llegando caminan hacia atrás,
despacio, fundiéndose con las paredes.

La oscuridad del rincón se apodera de la habitación.

Ya solo queda el hombre.
Ya ha cerrado los ojos.
puntos 3 | votos: 3
Me avergüenzo - cada día de la semana
de toda la raza humana,
de toda la población.
puntos 2 | votos: 2
Y las historias del pasado - siempre volverán.
Rodeando nuestra mente con suaves caricias,
Esa clase de caricias que te hacen sonreír.
Recodaremos los tiempos en los que soñar estaba permitido,
En los que cometer un error no marcaba el destino.
Y volverán  las risas de antaño, esas que te dejaban sin aliento.
Y los juegos sin sentido, que para ti tenían razón de ser.
Volverá ese tiempo en el que nuestros ojos inocentes no veían mal.
Y en el que nuestras lágrimas se curaban con un beso en la mejilla.
Las heridas solo eran producidas por el asfalto.
Y nuestra única preocupación era que no nos pillaran haciendo trastadas.
Vivíamos sin saber que a la vuelta de la esquina nos esperaba la realidad.
La vil y dura realidad.
Que hoy nos hace añorar todos esos momentos,
Que se fueron y no volverán.
puntos 6 | votos: 6
Nos acostumbramos - tanto a nuestros propios horrores
que olvidamos el efecto que pueden tener en otras personas

puntos 2 | votos: 2
Y nuestro astro rey - rompió el hechizo de Morfeo.
Inundando el cielo con su luz,
Llamando a la vida.
Y dulces trinos acompañaron al viento,
Mientras que los árboles bailaban con él.
Y un dulce aroma,
Que nos traía recuerdos de la niñez.
Y nuestras almas se estiraban,
Esbozando una sonrisa.
Y las sombras de la noche desaparecieron,
Llevándose nuestros temores.
Y se respiraba paz,
En aquel lugar apartado de la realidad.
Pero la ciudad también despertaba,
Y con ella el ruido que todo lo callaba.
puntos 4 | votos: 4
Silencioso e invisible - caminas entre las sombras.
La luna te hace pantera.
Vigilas sin ser visto.
Acechas a nuestros pies,
víctimas de tus juegos.
Dulces sonidos salen de tu garganta,
iluminan al hombre más desdichado.
Te paseas con ágiles movimientos,
obras maestras de la naturaleza.
La soledad, tu compañera.
Te buscamos en vano,
pues tú no atiendes a reglas.
Como dioses nos gobiernas,
y nosotros ajenos a esto obedecemos.
Dueño de ti mismo.
Dueño del mundo.
puntos 4 | votos: 4
Lo que se cuenta - permanece
puntos 2 | votos: 2
Y nuestro astro rey rompió - el hechizo de Morfeo
Inundando con su luz el inmenso cielo
Llamando a la vida
puntos 2 | votos: 2
Y en su rincón oscuro, - sentado vigila.

El tiempo anda a grandes zancadas por la habitación, mirando al
suelo;
no puede levantar la cabeza, no puede parar su ir y venir.

El hombre del rincón es incapaz de ignorar los golpes que las horas
arremeten contra él.
Se siente cansado, el dolor no le deja pensar.

Sin llamar a la puerta los días pasan, se sientan a su alrededor; y
con dedo acusante le señalan sin parar de reír.

La soledad ha entrado por la ventana.
Pesada como una losa, se le echa encima.

El hombre no puede estar más tiempo sentado, necesita tumbarse.
Se ahoga.

Ahora todos están de pie, mirándole fijamente, sin decir nada.

El hombre tiene los ojos entreabiertos, quiere cerrarlos, pero no
puede.
Necesita ver lo que está pasando, necesita saber que va a pasar.

Poco a poco todos los que habían llegando caminan hacia atrás,
despacio, fundiéndose con las paredes.

La oscuridad del rincón se apodera de la habitación.

Ya solo queda el hombre.
Ya ha cerrado los ojos.

puntos 4 | votos: 4
El perro ladra - El gato maúlla
Y la zorra zorrea
puntos 9 | votos: 9
El tiempo - no espera a nadie
puntos 4 | votos: 4
Enriqueces al que tiene, - y al que no tiene detienes con tus perros obedientes.
puntos 7 | votos: 7
Cuando el miedo y el frío - hacen de ti una estatua en tu propia cama,
no ansías que la Verdad pura y dura acuda en tu auxilio. 
Lo que necesitas es el mullido consuelo de un relato.
La protección balsámica, adormecedora, de una mentira.
puntos 4 | votos: 4
Nos acostumbramos - tanto a nuestros propios horrores
que olvidamos el efecto que pueden tener en otras personas

puntos 9 | votos: 9
Ahora la vida ha matado - el sueño que soñé
puntos 10 | votos: 10
Un diamante - es un simple trozo de carbón sometido a una extraordinaria presión
puntos 4 | votos: 4
Soñé un sueño ya hace tiempo - Cuando había esperanza y vivir valía la pena 
Soñé que el amor no moriría nunca
Soñé que Dios perdonaría

Entonces era joven y valiente
Y se hacían, se usaban y se desperdiciaban sueños
No había rescates que pagar
Ni canciones sin cantar, ni vino sin probar

Pero los tigres vienen de noche
Con sus voces estruendosas 
Al igual que te arrancan la ilusión
Vuelven tu sueño en vergüenza

Él durmió un verano a mi lado
Con él pasé unos días maravillosos
Él se llevó mi infancia
Pero se marchó cuando el otoño llegó

Y yo aún soñaba que él regresaría a mí
Que pasaríamos la vida juntos
Pero hay sueños que no pueden ser
Y hay tormentas que no podemos controlar

Soñé que mi vida sería 
Tan diferente de este infierno en el que vivo
Tan diferente ahora de lo que parecía
Ahora la vida ha matado el sueño que soñé
puntos 1 | votos: 1
El Sol quemaba su frente. - Era una tarde calurosa de verano, miles de golondrinas sobrevolaban
los cielos.
Caminaba despacio, un poco encorvado; la edad no perdona.
Pasó cerca de un parque, y allí, al lado del lago se sentó en un
banco.

En su mano llevaba una bolsa, migas de pan esperaban ser esparcidas
por el suelo.
Cerca de donde estaba unos jóvenes se besaban, y empezó a recordar.

Su mujer, su preciosa mujer, hacía años que lo había abandonado.
El cáncer se la había arrebatado.
Recordó esos tiempos en los que era un chaval, que podía correr
libremente, esos tiempos en los que el mundo le daba la oportunidad de
ser feliz.
No tenía hijos, no tenía familia, no tenía nada; solo sus
recuerdos.
Ahora solo podía mirar el horizonte y esperar a que su hora llegara.
Y cansado de vivir, empezó a echar migas a los pájaros.
La bolsa rápidamente se vació.
En ese banco, miró sus manos.
Unas manos arrugadas.
Unas manos que habían pasado por muchos momentos felices, por muchos
sacrificios.
Unas manos que habían trabajado de Sol a Sol para poder mantener a su
familia.
Inspiró fuertemente, echo la cabeza hacía delante; y allí se quedo,
mirando al suelo con unos ojos que ya no veían nada.
Unos ojos que habían muerto.
puntos 5 | votos: 5
El niño - saltaba entre los matojos, corría detrás de los insectos, rodaba por
la colina, reía fuertemente y la miró.
Ella tenía unos ojos que miraban sin ver.
El niño se acerco despacio y la tiró de la manga.
Ella volvió a la realidad.
Aunque todavía quedaban en su mente restos de esos recuerdos.

De todas esas veces que había saltado entre los matojos, de todas
esas veces que había corrido detrás de insectos, de todas esas veces
que había rodado por la colina, de todas esas veces que había reído
hasta quedarse sin respiración.
Y de todas esas veces que había mirado a la gente con la misma
inocencia que la miraba ahora el niño.
Le cogió en brazos, sonrío, y dulcemente le susurro al oído algo
que su madre la dijo años atrás, algo que antes no había entendido,
pero que ahora, iluminaba su alma:
“Amor.
Corre, corre hasta que no te queden fuerzas.
Grita, grita hasta que se apague tu voz.
Ríe, ríe hasta que no puedas respirar.
Nunca dejes que nadie te quite lo que tienes ahora”

puntos 9 | votos: 9
Y si - ¿Y si mañana el viento no soplara?
¿Y si mañana el agua se evaporara?
¿Y si mañana la luz se apagara?
¿Y si mañana el cielo se quebrara?
¿Y si mañana el ruido callara?
¿Y si mañana ya nadie te amara?
Si todo esto pasara mañana, ¿Que harías hoy para remediarlo?
Lo más probable es nada, solo dejar que el alma se apagara.
puntos 8 | votos: 8
Nunca - volverás
puntos 10 | votos: 10
Silencioso e invisible - caminas entre las sombras.
La luna te hace pantera.
Vigilas sin ser visto.
Acechas a nuestros pies,
víctimas de tus juegos.
Dulces sonidos salen de tu garganta,
iluminan al hombre más desdichado.
Te paseas con ágiles movimientos,
obras maestras de la naturaleza.
La soledad, tu compañera.
Te buscamos en vano,
pues tú no atiendes a reglas.
Como dioses nos gobiernas,
y nosotros ajenos a esto obedecemos.
Dueño de ti mismo.
Dueño del mundo.
puntos 2 | votos: 2
A Dios le gusta observar, - es un bromista:
Dota al hombre de instintos, nos da esta extraordinaria virtud, y
¿qué hace luego? Los utiliza para pasárselo en grande, para reírse
de nosotros, para ver como quebrantamos las reglas.
Él dispone las reglas y el tablero y es un auténtico tramposo:
“Mira, pero no toques”; “Toca, pero no pruebes”; “Prueba,
pero no saborees”. Y mientras nos lleva como marionetas de un lado a
otro, ¿qué hace él? 
Se descojona, ¡se parte el culo de risa!
puntos 3 | votos: 3
Permitidme - grabar en vuestras mentes el craso error que habéis cometido.
Durante años he mantenido un comportamiento benévolo.
Sin embargo, sin provocación, habéis roto la distensión inexistente
y me habéis obligado a dar rienda suelta a las llamas vengadoras de
un millón de Soles, maldeciréis a vuestras madres por haberos
traído al mundo.
Así que largo, marchaos, y comenzad a vivir aterrorizados sabiendo
que cuando menos os lo esperéis la espada de Damocles caerá con todo
su peso sobre vosotros abriéndoos en canal, y mientras contempléis
las ruinas humeantes de lo que fueron vuestras vidas os arrepentiréis
del aciago día que cabreasteis a quien no debíais cabrear.

puntos 4 | votos: 4
Y llega la fría luz del amanecer - que te hace ver que escondido entre sus risas 
solloza su corazón de niña
puntos 1 | votos: 1
Todo lo que vemos o parecemos - es solamente un sueño dentro de un sueño
puntos 4 | votos: 4
Contando monedas - para comprar cigarros.
Regreso a mi casa, sumando derrotas.
puntos 5 | votos: 9
Niños - ¿Queréis probar el cuerpo de Cristo?
puntos 3 | votos: 5
Hay personas - que son como el váter.
Se lo tragan todo.

puntos 2 | votos: 2
Y me hace gracia esa gente - que se queja  en los carteles de que todo el mundo va por la calle con
el móvil sin mirar al frente cuando ellos  están contestando al
whatsapp mientras escriben el cartel
puntos 10 | votos: 10
Cada día sabemos más - y entendemos menos
puntos 7 | votos: 7
El hombre encuentra a Dios - detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir
puntos 3 | votos: 3
Hoy he oído una historia. - Una historia con una frase.
Estaba comiendo con mi familia, comíamos gachas todos de la misma
sartén, ya que esa es la mejor manera de comerlas; y mi madre se ha
acordado de una cosa que le pasó a su abuelo.
Mi bisabuelo estaba en el pueblo, claramente era de familia pobre; y
se le acercó un señorito de aquellos tiempos. Osea un hombre de
familia de bien.
Y este hombre le dijo a mi bisabuelo “Vosotros los pobres parecéis
cerdos comiendo, todos del mismo cacharro”
A lo que mi bisabuelo contestó “Y ustedes burros, cada uno comiendo
en su pesebre”
Puede que esta historia no os diga nada, pero esa frase me ha abierto
un poco los ojos.
puntos 4 | votos: 4
¿Cuánto vive el hombre, por fin? - ¿Vive mil años o uno solo?
¿Vive una semana o varios siglos?
¿Por cuánto tiempo muere el hombre?
¿Qué quiere decir para siempre

puntos 6 | votos: 6
Y a nuestro futuro - le arrancan las horas
puntos 6 | votos: 6
La imaginación - es más importante que el conocimiento
puntos 9 | votos: 9
El mundo no está amenazado - por las malas personas sino por aquellos que permiten la maldad
puntos 7 | votos: 7
Vemos la luz del atardecer - anaranjada y violeta porque llega demasiado cansada
de luchar contra el espacio y el tiempo
puntos 5 | votos: 5
Si al mal tiempo - siempre le ponemos buena cara,
acabaremos empapándonos.

puntos 0 | votos: 0
Y bajo un techo gris - miles de personas van llegando.
Les une un sentimiento de inconformidad.
Un sentimiento de lucha, de lucha contra aquellos que les están
robando su futuro.
Su futuro y el de los que vendrán después.
Con las manos en alto,  cantan hasta quedarse sin voz, esos cantos
alientan a seguir allí, al pie del cañón.
El deseo de todas aquellas personas es el mismo.
Un cambio, un cambio rápido.
Y no se quedarán en sus casas lamentándose y con miedo de salir a la
calle.

Viendo esto me reconcilio con el ser humano.
Me doy cuenta de que no está todo perdido.
Que sigue habiendo gente con ganas de luchar.

Toda una calle llena de furgones de policía.
Y pensar, vosotros sois de los nuestros ¿Qué hacéis al otro lado de
la calle?
Protegiendo a seres que no se lo merecen.
Y con esa violencia, ¿Tanta rabia tenéis dentro?
¿Tanto mal hacemos al luchar por nuestros derechos?

Con la caída de la noche el primer golpe.
Todos esos miles corriendo.
Corriendo como delincuentes.
Y el único delito que han cometido es querer vivir en paz, sin miedo
a que no tengamos para comer o que nos quedemos en la calle con un
brazo delante y otro detrás.

Pero aquí digo una cosa.
Por muchos golpes que den, por muchas amenazas de pena de cárcel no
nos quedaremos en casa.
Seguiremos saliendo a la calle.
Seguiremos luchando por la vida que nos merecemos.
puntos 1 | votos: 5
Y bajo un techo gris - miles de personas van llegando.
Les une un sentimiento de inconformidad.
Un sentimiento de lucha, de lucha contra aquellos que les están
robando su futuro.
Su futuro y el de los que vendrán después.
Con las manos en alto,  cantan hasta quedarse sin voz, esos cantos
alientan a seguir allí, al pie del cañón.
El deseo de todas aquellas personas es el mismo.
Un cambio, un cambio rápido.
Y no se quedarán en sus casas lamentándose y con miedo de salir a la
calle.

Viendo esto me reconcilio con el ser humano.
Me doy cuenta de que no está todo perdido.
Que sigue habiendo gente con ganas de luchar.

Toda una calle llena de furgones de policía.
Y pensar, vosotros sois de los nuestros ¿Qué hacéis al otro lado de
la calle?
Protegiendo a seres que no se lo merecen.
Y con esa violencia, ¿Tanta rabia tenéis dentro?
¿Tanto mal hacemos al luchar por nuestros derechos?

Con la caída de la noche el primer golpe.
Todos esos miles corriendo.
Corriendo como delincuentes.
Y el único delito que han cometido es querer vivir en paz, sin miedo
a que no tengamos para comer o que nos quedemos en la calle con un
brazo delante y otro detrás.

Pero aquí digo una cosa.
Por muchos golpes que den, por muchas amenazas de pena de cárcel no
nos quedaremos en casa.
Seguiremos saliendo a la calle.
Seguiremos luchando por la vida que nos merecemos.
puntos 4 | votos: 4
Theres a calm - before the storm
puntos 7 | votos: 7
Tu solo quieres quererme - cuando tu quieras
puntos 9 | votos: 9
Esas pequeñas cosas - que me gustan:


Caminar descalza, hasta en invierno
El olor a tierra mojada
El sonido del fuego
El fresco de la mañana
Los amaneceres
Que la lluvia moje mi pelo
Cualquier risa sincera
Contar los segundos que quedan para algo
Mirarme en los cristales del tren, y ver a la gente que va dentro
Los abrazos
Ver a niños jugando
El sonido del las hojas cuando les da el viento
Que me hagan cosquillas en la espalda
Tumbarme en el césped
Las cosas que brillan en la oscuridad
El espumillón de los árboles de navidad
El rastro que dejan los aviones en el cielo
El cielo nublado, parece un gran techo
El tacto de las paredes
El olor de los libros nuevos
En un día de frío estar al lado de una estufa de leña
Los cantos por la libertad
Los lápices de colores
El pequeño arco iris que sale cuando regamos
Cuando cruzo miradas con extraños
Las flores que huelen de noche
La historias que nos puede contar  cualquier persona mayor
Los músicos que tocan en el tren, me alegran el día
El ronroneo de los gatos
La respiración de la gente
Recordar viejas historias
Notar el peso de las sábanas
El olor a leña
Mirar las estrellas, parece que cuelgan de hilos
El agua fresca del río
Los lunares de la gente
Hacer nudos en los hilos que se sueltan de la ropa
Sonreír y que me sonrían, eso me encanta
Contar escalones
El vuelo de los pájaros
Los besos en la nariz o la frente
La niebla, de esa que no se ve que hay delante
El movimiento nervioso que hace la gente con los pies cuando están sentados

puntos 5 | votos: 5
Contando monedas - para comprar cigarros,
regreso a mi casa, sumando derrotas.
Vuelvo sin excusas, sin paz ni trabajo,
y a nuestro futuro le arrancan las horas.
puntos 5 | votos: 5
A Disney le importa - una mierda que las niñas calvas se sientan princesas.
El dinero es lo único que lo mueve.
puntos 3 | votos: 3
Alguien dijo alguna vez - que la mejor terapia para el olvido es el odio. Que si ella se va se
debe cuidar de nosotros porque le declararemos el odio y la guerra.
Pero sabes, al final suele pasar que el odio es bastante aburrido.
Porque además no se lo cree nadie. Quiero decir que a ella no le
afecta que el taladro de nuestra mirada le traspase porque no se
siente culpable. Normal.

Así que al final uno decide olvidar y tirar para adelante. Seguir en
el camino y en la búsqueda. Hacer repaso de lo que hemos andado y
quedarnos con lo bueno. Y tirar lo malo.

Ella crecerá. Yo espero que no mucho más. Se casará y tendrá
hijos. Será la mujer responsable que todos quisieron. Y quizá yo
también sea el hombre responsable que todos quieren, no lo sé. La
ciudad seguirá imparable. Frénetica. Y nosotros perdidos en ella
buscando quién sabe qué. Yo que sé que será de nosotros. Pasarán
tantas y tantas cosas.
puntos 8 | votos: 8
Cuan gritan esos malditos. - Si al terminar esta carta, mal rayo me parta, si no he hecho callar esos gritos.
puntos 7 | votos: 7
Y ahora - todos hablan y nadie escucha.
Cada uno mira sus propios pasos.
No se paran a observar.
Y los niños nacen viejos,
Mientras que los viejos quieren ser niños.
La luz ilumina a unos pocos,
El resto se arrastra en la penumbra.
Y las sonrisas falsas crecen entre la masa.
Corriendo de un lado a otro.
Pitidos que ensordecen el rumor de la lluvia.
El cielo invisible por las nubes de contaminación.
Y cantos que luchan por un mundo que nunca llegará.
Hambre, luchas, dolor.
Nuestro futuro cada día más vacío,
Ya que ahora todos hablan y nadie escucha.





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