En Desmotivaciones desde:
09.03.2014

 Última sesión:

 Votos recibidos:
bueno 614 | malo 2
Geek

puntos 7 | votos: 7
Capítulo 9: Un traidor - El día de la invasión había llegado. Cinco barcos voladores enormes
ocultaban el Sol, y se dispusieron a aterrizar. Jhony se mantenía
cerca del lugar de aterrizaje para convencerles de que se fueron o
llegar a un acuerdo. A Jack se le aceleraban los latidos cada vez que
la nave descendía más. Observó como tocaban tierra a través de su
mira telescópica. Él se encargaba de proteger a Jhony si la
atacaban. Ella estaba hablando con un señor que parecía el capitán
del navío. Transcurría el tiempo sin que pasara nada, pero entonces
el señor sacó una pistola y disparó a su jefa, que esquivó el
disparo. Jack fijó el objetivo y apretó el gatillo. La bala surcó
veloz el aire e impactó en la frente del capitán. Jhony se retiró
con dignidad galopando en su negro y vigoroso corcel.

La solución pacífica no había tenía efecto, y pusieron en marcha
la violenta. Había transcurrido una semana y todos los planes que
ideaban Jhony y Gamarra juntos fallaban, por muy ingeniosos que
fueran.
-Es imposible que todas nuestras tácticas fallen-. Proclamó Jhony
irritada-.Entre nosotros hay un traidor.
Un murmullo sorprendido recorrió toda la sala, pues ahí solo se
hallaban presentes aquellos que tenían un alto nivel. A excepción de
Pandora, que nadie sabía donde estaba. Jack recorrió la mirada por
la sala inquieto, podía tener al enemigo al lado y no saberlo.
-No es un traidor, es una traidora- afirmó Iker levantándose-.Su
nombre es Pandora, supongo que todos los presentes la conoceréis.
Solo viene a nuestra base cuando se va a contar la nueva estrategia,
después de escucharla desaparece.
-Estás equivocado. Bajo mi orden ella se ha infiltrado en el ejercito
enemigo para ejercer de espía-. Respondió Jhony-. Hasta que no se
encuentre al espía no se realizarán más ataques contra los
invasores. La reunión se ha acabado, os podéis marchar.

Jack salió de la base pensativo. De la persona que menos se fiaba era
de Iker. Pero no podía incriminarle sin pruebas. Se adentró en un
bosque cercano y bajo la sombra del los frondosos árboles paseo
sumergido en sus pensamientos. Fue entonces cuando escuchó una
conversación, se detuvo oculto tras un árbol. Una voz conocida
estaba contando todo lo de la reunión a otra persona. Cuando
terminaron de hablar, escuchó que unos pasos se alejaban de ahí
hacia el campamento enemigo. Jack salió de los árboles,
dirigiéndose al claro donde estaba Iker. Quería atacarle mientras
que estuviera despistado, pero pisó una pequeña rama que se rompió.
Y el traidor se giró sobresaltado.
Él sacó su espada y Jack se llevó la mano al cinturón, pero se
había dejado su pistola en su tienda de campaña. Maldijo por lo bajo
mientras que Iker se acercaba a él. No tenía ninguna oportunidad de
ganar, pues no estaba armado. Iker alzó su espada y puso la punta en
la mejilla de Jack, justo debajo de su ojo. Un punto de sangre brotó
de su mejilla y descendió en lentos hilillos rojos por su rostro. La
mente de Jack trabajaba frenética, tras escuchar la conversación no
le dejaría vivir, pero no lograba idear un plan para vencerle. Fue
entonces cuando divisó una sombra acercándose a ellos con sigilo.
Cuando estaba a escasos centímetros de la espalda de Iker, la
reconoció. Pandora blandió un palo con ambas manos. Se oyó un
sonoro crujido cuando la madera se quebró contra la nuca de Iker. Los
acontecimientos parecieron precipitarse ante los ojos  de Jack. El
traidor se tambaleó y se dio media vuelta entre maldiciones. Pandora
blandió de nuevo su arma contra su hermano, pero en esta ocasión
Iker paró el golpe con su espada y le arrancó el palo roto de entre
las manos. Él tenía la nuca ensangrentada y echaba chispas por los
ojos. Lanzó un mandoble contra Pandora al tiempo que gritaba
obscenidades. Ella retrocedió prudente saliendo del claro, pero él
la persiguió hasta el bosque, hasta que la tuvo arrinconada contra un
árbol. Jack observó la escena impotente, no podía hacer nada. en
aquel momento un relámpago negro pasó a toda velocidad junto a ella
y de repente ahí estaba Shadow, en medio de un salto, para cerrar las
mandíbulas sobre el brazo con el que Iker sostenía la espada. El
acero cayó de las manos cuando el lobo le derribó. Rodaron sobre la
hierba, el lobo gruñendo y el traidor gritando de dolor.
Shadow soltó a su presa y fue a situarse junto a Pandora, que había
cogido la espada. Iker se quedó tendido sobre la hierba, sollozando y
apretándose el brazo herido. Tenía toda la manga empapada de sangre.
-Tenemos que avisar a Jhony de que hemos encontrado al traidor-. Dijo
apremiante Jack.
puntos 13 | votos: 13
Capítulo 7: La alianza protectora - El viento les azotaba con fuerza mientras que deambulaban por el
bosque para volver a la capital. Estaban paseando, disfrutando de la
brillante luz lunar. Ace, Gamarra y Jack no eran conscientes de una
presencia cercana a ellos, mirando cada uno de sus movimientos. Jack
estaba inquieto, pero sus dos compañeros charlaban tranquilamente.
Fue entonces cuando escucharon unas pisadas, los tres se dieron la
vuelta alarmados, pero no vieron a nadie.
-Venga Pandora, sal de una vez. Asustarnos no te servirá de
nada-afirmó Jack. Pero no salía-.Estoy harto de este tipo de bromas,
con la bomba de Ace tengo suficiente.
Pero nadie respondía, por lo que continuaron la marcha con una
tranquilidad renovada al pensar que habían sido sus imaginaciones.
Fue entonces cuando delante suyo vieron a una muchacha alta. Su pelo
negro y reluciente le llegaba hasta sus hombros ondulándose
levemente. Sus ojos rojos ardían como el fuego y resplandecían en
las tinieblas. Una bufanda blanca algo raída se le enroscaba en el
cuello. Vestía completamente de negro, cosa que hacía que pareciera
más espeluznante.
Jack retrocedió varios pasos al ver la guadaña que sostenía la
muchacha con una mano, pero en cambio el demente mago se acercó con
una amable sonrisa en su rostro.
-¿Quien eres?-preguntó él.
Pero ella no respondió, simplemente blandió su guadaña haciendo que
el filo pasara a escasos centímetros del rostro de Gamarra.
-¿Que haces aquí?-preguntó una voz conocida para el alivio de Jack-
Es curioso ver a la creadora del juego en persona. No mates a esos
tres, me caen bien así que perdona su vida, Jhony-. Afirmó Pandora
acercándose a ella con el mismo sigilo con el que había llegado.
-Vaya, sigues siendo la misma. No sonríes ni aunque te maten-. Dijo
Jhony.

La recién llegada se tumbó bajo un árbol mientras que miraba las
brillantes estrellas.
-Bueno Jack y Ace. Yo que vosotros me sentaría, toda información que
tengo no es precisamente poca. Y si dudáis mi amiga puede
verificárosla-.Dijo Pandora mirando a Jhony-. Supongo que sabréis
que el mismo día de las actualizaciones iban a lanzar a un planeta
lleno de vegetación cinco naves espaciales, querían invadirlo e
inculcarle la tecnología. Pero ese planeta habitable ya lo conocía
una persona antes que todas las demás. Esa persona conocida como
Jhony, creo un juego de realidad virtual basado en el lugar que
conocía. Desgraciadamente la ubicación del planeta no tardaron en
encontrarla varios investigadores. Pronto quisieron apoderarse de
aquel apacible lugar. Para protegerlo, Jhony desde el monitor central
del juego transformó todos los cascos de realidad virtual en
teletransportadores, gracias a ello todos acabamos en el amado planeta
de la creadora del juego, pero nosotros al no saber la realidad
pensábamos que algo en el juego estaba mal y que no podíamos volver
a la Tierra.
-Ahora que lo sabéis todo, ¿queréis ayudarme a proteger este
planeta de las ilícitas y codiciosas personas que se acercan cada vez
más?-preguntó Jhony con sus ojos rojos brillando con intensidad.
-Me siento más vivo aquí que en la Tierra, así que supongo que
sabrás mi respuesta-. Respondió Jack con determinación.
-Es un locura enfrentarse contra un planeta entero, pero será
divertido-.Dijo Gamarra sonriente jugueteando nervioso con las cartas
que tenía en su mano.
-Me apunto, pero tendrá que haber comida en abundancia para
satisfacer mi estómago tras machacar a los que se atrevan a
desafiarnos-.Dijo Ace.
Pandora afirmó con la cabeza sin decir nada. Jack sonrió divertido,
al parecer ella había hablado bastante por hoy.
-Bienvenidos a la alianza protectora Virtual legend-proclamó Jhony.
puntos 12 | votos: 12
Los sueños son - una demencia corta y la demencia un sueño largo.
puntos 8 | votos: 8
Me siento como - si fuera un lobo, aullando sólo bajo la luna frente a esta noche
obscura, a orillas de alguna laguna contemplando la espesura.
puntos 16 | votos: 16
Capítulo 6:Un as bajo la manga - Pandora estaba con las manos atadas a la espalda y sentada en un silla
en la sala de interrogatorios. Se mantenía en el más completo
silencio a pesar de que la magullaran cada vez que no respondía a una
pregunta. Incluso en aquel deplorable estado, bajo su cabello plateado
seguía en funcionamiento una mente infinitamente más compleja que el
de la mayoría de las personas. A una velocidad increíble desechaba y
creaba maneras para poder escapar de ahí, pero al final por muy
brillantes que fueran no hallaba la que le devolvería a la libertad.
-¡Confiesa de una vez!-gritó enfadado un policía dándole un
puñetazo en la cara.
-Seguramente pensaste que nunca morirías como todas tus víctimas-
afirmó Iker entrando en la estancia-. Si intentas resistirte tus
delitos no dejarán de aumentar.
Pandora le ignoró. No podía enfadarse, pues la ira ofuscaba sus
pensamientos.
-Se ha determinado que la víctima ha muerto por un corte limpio entre
la segunda y tercera costilla. No tienes coartada, eres rápida,
fuerte y hábil. Además estabas sospechosamente cerca de la escena
del crimen. No se me ocurre otro jugador que no seas tú-. Afirmó
Iker.
-Yo no lo hice- respondió tajante Pandora- ¿Acaso tu cerebro no
puede procesar esa información?
-¡Deja de mentir!-dijo el otro policía agarrándola del buff-. Lo
hiciste tú.
Pandora le miró de forma glacial para luego ignorarlo, cosa que solo
le enfureció aún más. Por ello recibió otro puñetazo en la
mejilla que hizo que se cayera al suelo.
-Tienes una cavidad donde se supone que tendría que estar el
cerebro-. Le dijo Pandora.
-El interrogatorio se ha acabado. Llévala  a su celda- ordenó Iker
mirando divertido a Pandora.
Él la levantó con una mueca de asco y la siguió por detrás. Cuando
estaban recorriendo un largo pasillo, él le dio una patada en la
corva. Pandora se cayó dolorida y el policía la empezó a patear en
el suelo.
-Ahora no eres tan arrogante ¿verdad?-dijo golpeándole la cabeza.
Iker le vio y le detuvo.
-La podremos matar cuando confiese o cuando le den la sentencia de
muerte-. Susurró reprochador-.Hasta ese momento se paciente-. Alzó
la voz para que Pandora también la escuchara-.Acabas de llegar a tu
nuevo cuarto.
Ella entró y escuchó que cerraban con llave. Se sentó en la cama.
-¿Acusada de asesinato? ¡Tienen que estar de broma!-dijo golpeando
desesperada la pared de su cuarto.
Se desplomó en la cama, estaba completamente dolorida. Pero lo que
más le preocupaba eran las dos condenas que le podían poner, cadena
perpetua o matarla. Le aterrorizaba tener que estar encerrada de por
vida en aquel horrible lugar.
-Sal. Tienes visita.
Pandora no opuso resistencia,¿quien sería su visitante? En la sala
vio a Ace, Jack y Gamarra, los causantes de que estuviera ahí.
-Lo sentimos. Te ayudaremos a salir de aquí y espero que nos
perdones-. Dijo Gamarra arrepentido hablando en nombre de los tres
presentes-.Pero que conste que yo he ganado la apuesta.
-¿Y como lo harás? Ahora mismo mis posibilidades de escapar son 
nulas-reconoció Pandora observándoles con una frialdad
escalofriante. 
-Soy un engañador de mentes, un manipulador de masas y nunca les he
mostrado magia verdadera a mis espectadores, pero no me queda más
remedio que sacarte de aquí con magia. Recuerda el as bajo la manga.
Fue entonces cuando el vigilante entró para tenerles bajo control.
-Supongo que no le importaría que le diéramos a Pandora un libro
para que lea y unas cartas para que pueda jugar al solitario.
El guardia negó con la cabeza y el mago se lo pasó a Pandora.

Ellos salieron de ahí poniendo las esperanzas en ella, la cual se
quedo un momento más inspeccionando lo que le habían dado. Fue
entonces cuando encontró el acertijo. Un as tenía una calavera
dibujada. La tanteo y fue entonces cuando su mano se sumergió en
aquella misteriosa carta. Al sacar su mano, junto con ella salió su
gran espada y la daga. Cogió una silla y con ella atascó la puerta.
Después propinó un profundo tajo a la ventana blindada, que no
consiguió oponer resistencia al afilado y reluciente filo. Saltó
sigilosa del edificio, aterrizó hacer el más leve ruido y se
escabulló entre las sombras sin que nadie lo notara.
Vio a lo lejos a sus salvadores. A pesar de que ellos fueron los
causantes de todo la habían ayudado. Por ello les recompensaría con
la información que con tanta desesperación buscaban Ace y Jack.

puntos 12 | votos: 14
Capítulo 5: Rescatar a la asesina - Llevaban a Pandora prácticamente a rastras y encadenada. Ella no
decía nada, tan solo observaba sagaz todos sus movimientos, esperando
un mínimo error para escapar. El aire era delicado por la presencia
de los pinares. Desde las hayas pequeñas ardillas les miraban
curiosas y los conejos se escabullían a través de la maleza. El
cielo empezaba a despejarse, por lo que apresuraron el paso antes de
que los rayos del Sol les diera de lleno. Al fin llegaron a la
capital, y entraron en la casa de Gamarra. Este les recibió con
aplausos.
-Al parecer lo habéis logrado, y ninguno de los dos ha muerto.
Él comprobó que la barra de vida de Pandora estaba demasiado baja.
Dio un golpecito a su brazalete y sacó un botecito que contenía un
elixir.
-Bebe esto-. El mago de lo tendió.
Pandora lo cogió desconfiada, pero aún así se lo tomó. Su barra de
vida iba recuperándose poco a poco. Gamarra les llevó al salón y
les indicó que se sentaran.
-¿Cual es la cuenta pendiente que teníais vosotros dos?-preguntó
Ace curioso.
-¿Te acuerdas de la apuesta, Pandora?- Ella no le respondió-.Cuando
tu conseguiste completar una misión clase B, dijiste que yo nunca lo
lograría, y apostamos. Bien, lo he conseguido hace poco, más bien
hace nada. La misión consistía en capturarte viva. Y ahora mismo
aquellos que la propusieron están viniendo hacia aquí para
verificarlo.

Alguien llamó a la puerta, Gamarra sonrió triunfante.
-Ya han venido-. Alzó la voz para que le escucharan-. La puerta está
abierta.
Pasaron dos personas. Uno tenía la cabeza rapada y un uniforme de
policía. El otro tenía el pelo negro y lustroso que le llegaba hasta
la nuca. Vestía una camiseta a rayas sobre la que llevaba una
chaqueta. Portaba un ajustado pantalón negro. Sus ojos azules se
parecían bastante a los de Pandora, solo que estos no tenían una
mirada gélida, más bien una divertida.
Ella al verles se quedó inmóvil, pero después sus ojos brillaron
con ira como ascuas al rojo vivo. Se levantó de un ágil salto y
veloz derribó al policía de una patada en la cara. Pero antes de que
pudiera atacar al joven misterioso, este la derribó. En el suelo le
agarró de su cabeza apretándola contra la moqueta y colocó sus
manos esposadas en su espalda, inmovilizándola. Pandora intentaba
desasirse, pero todos sus esfuerzos eran en vano.
-Somos policías, obedece-. Dijo el misterioso joven.
Ace se levantó indignado.
-No os ha hecho nada, así que soltarla.
-Lo siento. Todavía no me he presentado, soy el jefe de policía y me
llamo Iker-. se presentó.
-Ni se te ocurra atacarle o estaremos en graves apuros-.Susurró
Gamarra al indignado Ace, el cual se volvió a sentar irritado.
El genio loco tenía razón, si atacaban a los policías se
convertirían en criminales. A pesar de que Pandora casi le había
matado no le guardaba ningún rencor.
-¿Que queréis de mi?-preguntó ella adoptando su indiferente mirada.
-Tienes unos ojos muy arrogantes-.Iker se agachó mientras que le
enseñaba una foto-. Recuerdas a este hombre ¿no?
-No sé quien es-respondió ella impasible.
-Alguien le ha matado y tú eres la principal sospechosa.
Pandora se sobresaltó por aquello.
-No lo he asesinado.
-Mentirosa-. La agarró del pelo y la levantó-. Nos la llevaremos a
prisión, perdónenos las molestias ocasionadas.
Se llevaron a Pandora a trompicones. Los tres estaban anonadados.
-Mierda, mierda, mierda, mierda.-Repetía constantemente Gamarra-. Si
hubiera sabido que la iban a encarcelar no les hubiera llamado. Seré
idiota.
-Y lo peor es que hemos dejado que la arresten- afirmó Jack
arrepentido.
-Todo ha sido culpa mía, tengo que arreglarlo.
-Igual Pandora puede escapar- dijo Ace.
-No lo conseguirá sin sus armas-. Afirmó Gamarra mirando la espada y
la daga que le habían confiscado.
-Entonces solo tenemos que rescatar a la asesina consiguiendo hacer
que recupere sus armas. Es tan simple como eso-. Dijo Jack.
puntos 23 | votos: 23
Nunca me acuerdo - de olvidarte.
puntos 14 | votos: 14
Capítulo 4: Cazando a la cazadora - -Como ya sabéis, vuestras habilidades son muy inferiores a las de
Pandora. Por lo que tendremos que idear una táctica para aumentar
vuestras probabilidades de existo, las cuales actualmente se
encuentran a un cinco por ciento. Y con tendremos me refiero a
tendré, porque solo seríais un estorbo para mi-.dijo Gamarra
poniéndose manos a la obra.
Tras una hora dejó de escribir en un papel y volvió con Jack y Ace.
-He ideado la mejor táctica. Pero aun así tenéis un cincuenta por
ciento de probabilidades de conseguirlo, sin contar que tenéis un
setenta y cinco por ciento de probabilidades de morir o salir
gravemente heridos.
Les relató detalladamente que tendrían que hacer y como, además ya
había convencido a sus cómplices, todo estaba meticulosamente
ideado, pero ¿funcionaría?
-Es un plan demencial...¡Me encanta!-gritó ilusionado Ace.
-¿A que esperáis? Nada más salir por la ciudad encima de una colina
se ve su castillo.-Les indicó Gamarra.
-¿!Tiene un castillo!?
-Si, lo consiguió tras completar un misión de clase B.
Jack escuchaba la conversación asombrado. La dificultad de las
misiones se ordenaban de mayor a menor según el orden alfabético.
Quizás la batalla sería incluso más complicada de lo que había
planeado. Inmerso en sus pensamientos se acercaba a una muerte segura
con su amigo.
Llegaron al inmenso castillo y tragaron saliva, el portón de madera
maciza se abrió ante ellos, la primera fase estaba completa. Se
adentraron en el patio, y allí estaba ella, sentada en un banco
leyendo un libro.
Era alta y delgada, pero de constitución musculosa. Su cabello
plateado caía por su espalda. Su camisa blanca con ribetes negros
dejaba entrever una parte de su vientre, además se alargaba bastante,
por lo que quedaba a modo de capa. Portaba en la cintura una especie
de armadura extraña sobre sus pantalones negros. Las botas hechas de
una metal brillante relucían cegadoras.
Ella notó su presencia y alzó la vista de su lectura. Un escalofrío
recorrió la columna vertebral de Jack al ver la fría y penetrante
mirada de los profundos ojos azules de Pandora. Ella colocó el marca
páginas con delicadeza y dejó el libro en el banco. Tras ello se
levantó y cogió su reluciente y plateada espada. Los guardias
oportunamente aparecieron y les rodearon. Ace prendió fuego a sus
manos y Jack desenvainó su espada con poca convicción. Los guardias
ante ello les apuntaron con sus lanzas.
-¿A que habéis venido?-preguntó Pandora.
-A cazar a la cazadora-.-dijo Ace.

Pandora no se inmutó. Se quitó la pesada armadura que tenía en la
cintura y la soltó. Nada más que tocó el suelo, ella velozmente se
había posicionado al lado de  Jack, que sorprendido levantó su
espada para detener el golpe. Pero inesperadamente ella realizó una
finta , dando un gran tajo a su pecho. Pandora se alejó de él de un
salto esquivando una llamarada de fuego proveniente de Ace.
-¿Estás bien?-preguntó él preocupado.
-Me ha quitado un cuarto de mi barra de vida, pero recuerda que soy un
vampiro y me regenero rápido, así que no pasa nada-dijo con una
sonrisa alentadora en su rostro.
Jack intentaba ocultar su preocupación. Él al ser un vampiro era
fuerte, veloz y resistente, en cambio Ace no tenía sus cualidades,
pues era un controlador del elemento fuego y su subclase un pirata.
Quizás no podría soportar tantos golpes como él.
Pandora se movía con tal gracilidad y velocidad que les resultaba
imposible asestarle un golpe hasta les resultaba complicado seguirla
con la vista, y antes que se dieran cuenta el filo de aquella inmensa
arma desagarraba su piel.  En aquella lucha desesperada Ace se
envolvió en llamas intentando protegerse, pero Pandora reaccionó
bien y se separó lo suficientemente rápido para no quemarse, aun
así una esquina de su capa se prendió. Y ella se detuvo indiferente
a extinguir el fuego, eso les dio unos segundos de descanso.
-¿Como puedes hacer eso?-preguntó entre jadeos Ace.
-He observado vuestra fuerza, energía, psicología y patrones de
comportamiento. Los tomé en cuenta he hice simulaciones de combate en
mi cabeza. Vuestros movimientos, predicciones y resultados los tengo
apuntados en mi mente.
Entonces dejó de hablar, parecía estar alerta alarmada por algo,
pero ¿que era?
-Mi instinto nunca se equivoca-. Susurró al tiempo que se agachaba.
La lanza le pasó por encima de la cabeza, donde segundos antes estaba
su espalda. Se giró para ver que guardia era el traidor, entonces
algo golpeo su bota, era un objeto que provocaba un ruido molesto y
estaba constantemente zumbando. Vi el cronometro que estaba cuenta
atrás, solo le quedaban tres segundos. Corrió veloz y saltó
cubriéndose la cabeza, pero la bomba no explotó. Escuchó la risa
triunfante de Ace al tiempo que la espada de Jack le propinaba un tajo
en la espalda.
Jack sonrió eufórico. Lo habían logrado, la táctica de Gamarra
había surgido efecto. El genio loco tenía razón, por tener aquella
velocidad y agilidad Pandora apenas tenía defensa, la cual no
necesitaba porque esquivaba todos los golpes. Pero una vez que se
conseguía herirla, su barra de vida menguaba tanto que no podía
contraatacar.
-Esposadla-.Ordenaron Ace y él a los colaboradores que fingían ser
guardias.
puntos 18 | votos: 20
Ver estas zapatillas - e ir corriendo a la tienda para comprarte un par.
puntos 12 | votos: 12
Capitulo 3: Un genio loco - -Creo que tendríamos que ir a la capital para recolectar
información- opinó Jack pensativo-. Y a llenar mi despensa.
-¡Estamos en esta situación tan complicada y estás pensando en
comer!
-Si, pero si tanto te quejas puedo tomar tu sangre y el asunto está
zanjado.
-Vale, no me quejaré más- respondió Ace resignado.
Se encaminaron a la ciudad bajo la luz de la Luna hablando de cosas
tribales, intentando ocultar la preocupación que en su mente
constantemente acto de presencia hacía. Una esplendida e impactante
ciudad les dio la bienvenida. La capital era hermosa, con  calles
angostas a excepción de la principal, riachuelos serpenteantes y una
arquitectura intacta que se remontaba hace mucho tiempo atrás. Se
internaron en aquel bello laberinto y sin saber como llegaron a la
calle principal. Grandes mansiones se cernían sobre ellos e hileras
de arboles mecían sus ramas por el viento que había. Los tenderetes
estaban abriéndose, impregnando el aire con el delicioso aroma de la
comida. Jack hambriento sin detenerse a ver si su amigo le había
seguido, se sentó en una silla y pidió un baso de sangre de tipo A.
Ace hizo una mueca de asco al ver como bebía con tantas ansias.
-Que aproveche- dijo de todas formas.
-Perdone, camarero, ¿sabe usted a que se debe la desaparición de la
opción cerrar sesión?-preguntó Jack.
-No, todos los habitantes de la capital tienen ese mismo problemas, y
a pesar de ser mucha gente ninguno a dado ni con la solución ni con
la razón.
-Gracias.

Salieron tras pagar el dinero de la comida. Deambularon sin un rumbo
fijo por aquella larga y amplia calle. Fue entonces cuando escucharon
un gran escandalo, los aplausos eran ensordecedores, y se acercaron a
la carpa de la que provenían. Se adentraron curiosos, fue entonces
cuando vieron a un joven extraño. Su pelo negro tenía las puntas
rojizas y sus ojos naranjas brillaban con astucia. Llevaba un collar
que por la parte de arriba era rojo y por la de abajo negro. Llevaba
puesta una camisa naranja sobre la cual tenía una cazadora de cuero
oscura. Además de ello en la parte inferior llevaba un atuendo rojo
desgarrado bajo el cual tenía unos pantalones negros.
Al parecer estaba haciendo magia. Cubrió un vagón de tren con una
gran manta. Los tambores resonaron, los focos lo apuntaron
potentemente y poco a poco la manta se elevó, manteniendo la forma
del vagón. El joven chasqueo los dedos y la manta se calló. Al
aterrizar en el suelo se pudo apreciar que el vagón había
desaparecido. La multitud coreaba su nombre asombrada y él, modesto
hizo una reverencia a sus espectadores.
-Me temo que el espectáculo se ha acabado- proclamó el mago.
La gente empezaba a irse, pero Jack asombrado no se movió de su
sitio. Ace le tiró impaciente de su gabardina para que reaccionara.
-Él es uno de los primeros usuarios que se creo una cuenta,además es
bastante inteligente. Si alguien puede saber lo que está sucediendo
ahora mismo es él. Es un genio-. Afirmó Jack.
-Pero está loco.
-Y que más da que sea un genio loco, él puede ayudarnos.

El mago se sorprendió al ver que ellos todavía no habían salido.
-Lo siento, pero tendréis que iros, tenemos que recoger todo, a no
ser que queráis ayudarnos.
-Señor...-Jack no sabía su nombre, pero se acordó de que hace unos
segundos lo coreaban-.Señor gamarra, nos gustaría que nos ayudara.
-No hace falta que me llames señor, simplemente llamarme Gamarra-. se
sentó en un silla-.¿Y que necesitáis concretamente,  Jack y Ace?
-¿¡Como sabes nuestros nombres!?-preguntó anonadado Ace.
-Por que yo lo sé todo y sino me lo invento.
-Acabas de decir que lo sabes todo, pues nos gustaría que nos dijeras
porque se ha eliminado la posibilidad de salir de este juego- dijo
Ace.
-¿Y que me vais a dar a cambio?
-Lo que quieras.
-Vale, quiero que me traigáis aquí a Pandora vivita y coleando, solo
necesito que me confirme una cosa y tan bien saldar unas cuentas
pendientes, pero claro está que no va a acceder a venir con vosotros,
por lo que tendréis que capturarla.
-¡Te refieres a la famosa asesina! ¿¡Quieres que nos mate!?- gritó
Jack perdiendo los nervios.
-Aceptáis el trato si o no.
Ace y Jack se miraron con cara de circunstancias, no les quedaba otra
opción.
-Aceptamos-. Dijeron los dos a la vez tragando saliva.

puntos 11 | votos: 11
El honor prohíbe - acciones que la ley tolera.
puntos 22 | votos: 22
Por esos momentos - en la vida en los que te da pena comerte un postre.
puntos 9 | votos: 9
Capítulo 1:Un juego sin retorno - La tecnología se había apropiado del mundo al igual que su más fiel
aliado, el dinero. A tal extremo llegaba la evolución de la
tecnología que había erradicado de ese planeta toda la naturaleza
existente. Los ordenadores inteligentes eran los que creaban oxígeno,
al no haber ni la más pequeña y endeble planta. Aquella sociedad era
ególatra, materialista y carente de sentido.
Por la calle caminaba un joven alto y esbelto, un tanto desgarbado. Su
pelo corto y moreno contrastaban con su pálida piel. Sus hermosos
ojos marrones brillaban con libertad. Vestía una gabardina larga de
color rojo, bajo la cual tenía una camiseta negra al igual que el
pantalón y las botas militares. Podría pasar como un ciudadano
cualquiera, pero en realidad era el único que no era un esclavo.
Incumplidor de la ley se le conocía como El cazador acechante, pero
pocos tenían el honor de conocer su nombre.
Atravesó un puerta de un bar pasando desapercibido. Se acercó a una
esquina sumida en tinieblas pues la luz que proporcionaba la hoguera
no llegaba hasta ese lugar tan alejado. En uno de los dos sillones se
sentaba su clienta. Era una joven a la que sus bucles dorados
descendían por su espalda grácilmente y sus ojos de un azul profundo
brillaban inquietos.
-Buenos días, Jack- le saludó su clienta ofreciéndole el asiento
libre-. Hace mucho tiempo que no nos vemos, viejo amigo, y por lo que
veo no has cambiado nada.
-Tu tampoco has cambiado Alba. ¿Pero para que me has llamado?
-Necesito que realices un trabajo bastante complicado. Y como eres el
mejor hacker del mundo sé que lo lograrás. Supongo que te habrás
enterado de que hoy van a lanzar cinco cohetes al espacio, porque han
hallado un planeta con vida y vegetación, parecido a la Tierra antes
de la era de la tecnología-. Ante el asentimiento afirmativo de Jack
continuó hablando-. Hicieron pruebas a todas las personas que
querían participar en la expedición, concretamente cinco mil, pero
solo quinientas serán seleccionadas por la puntuación que han
obtenido. Quiero que te asegures que yo voy a ser una de las que
vayan, ya me comprendes, subir más mis puntuaciones.
Jack cogió su portátil he insertó un chip.
-Espero que no te importe que lo haga ahora.- Respondió él tecleando
veloz mirando a Alba-. Porque dentro de diez minutos serán las
modificaciones de Virtual legend y no me la quiero perder.
-¿¡Todavía sigues enganchado a ese juego!? Si solo participan en
él ecologistas, psicópatas y anti-sociales.
-Te recuerdo que yo también participo-. Dijo terminando aquel trabajo
y levantándose del sillón-. Ha sido un placer volver a verte. Hasta
otra.
Subió veloz a su casa que se encontraba a cinco escasos minutos de
ahí. La puerta de su casa se abrió al escanear sus ojos y las luces
se encendieron a su paso. Jack se colocó el casco de realidad
virtual, sorteo los cables que atravesaban desordenadamente su
habitación e inició sesión. De repente todo se tiñó de negro,
como si un frasco de tinta se hubiera caído y se fuera derramando
poco a poco. Entonces inesperadamente escuchó una voz desconocida.
-¿Te gusta el mundo en el que vives?
-Si me gustara, ¿crees que estaría gran parte del día encerrado en
mi habitación, destrozando planes del gobierno desde mi ordenador?
-¿Si pudieras elegir te irías a otro planeta o continuarías en
este?
-Elegiría la primera opción.
-Entonces bienvenido a la versión mejorada de Virtual
legend¿Estás seguro de tu elección?
-Si-respondió Jack decidido.
-Pues bienvenido a un juego sin retorno.
puntos 9 | votos: 9
Capitulo 2: Un encuentro inesperado - Jack se sentó en el suelo confuso a la fresca sombra de un árbol. El
personaje que se había creado hace tanto tiempo atrás era
exactamente igual que en la realidad, la única diferencia es que en
el juego era todavía más pálido porque era un vampiro, mientras que
su subespecie un francotirador. Sentía una intriga punzante ¿De
quien era aquella voz? ¿A que se refería con un juego sin retorno?
Intentando no dar más vueltas a aquel asunto, apretó una bola que
tenía incrustado su brazalete que llevaba en su muñeca izquierda.
Este emitiendo un brillante resplandor, creo un panel de control. Jack
hambriento leyó lo que tenía en su despensa, desgraciadamente estaba
vacía, no había ni un miserable mililitro de sangre. Resignado, al
contrario que su estómago, extendió su mapa virtual para ver a
cuanta distancia se encontraba la ciudad más próxima. Cansado
suspiró, la más cercana era la capital que no estaba precisamente
cerca. Se encontraba a dos horas de camino a pie, y lamentablemente
eso no era lo peor. Al ser un vampiro y tener que caminar bajo el sol
sin ningún atisbo de sombras, su barra de vida iría menguando
alarmantemente y no podría llegar vivo. Soñoliento se tumbó en el
suelo y pronto se quedó dormido.

Un extraño ruido le despertó. Frotándose los ojos vio alumbrado por
la luz plateada de la luna el objeto del que surgía ese molesto
sonido. Entonces se fijó en que aparecía el numero doce y tras pasar
un segundo el once. Al verlo zumbar y vibrar constantemente la teoría
de una bomba cobró un intensidad espantosa.
Se levantó al tiempo que empezaba a contar. Uno. Dos. Cogió
apresurado su gabardina. Tres. Cuatro. Corrió por una estrecha y
resbaladiza vereda. Cinco. Saltó un riachuelo. Seis. Siete. En dos
poderosas zancadas cruzó el claro. Ocho. Nueve. Se lanzó por el aire
y aterrizó boca abajo sobre unas flores silvestres. Diez. Se cubrió
la cabeza con los brazos.
Pero la explosión no se produjo. Confuso miró hacia arriba y vio un
par de botas negras. Alzó la mirada un poco más y vio a un joven
alto y musculoso. Su cabello oscuro caía desordenado y sus ojos
brillaban divertidos. No llevaba ropa en la parte superior, dejando al
descubierto sus dos tatuajes. En la parte inferior llevaba un
pantalón negro que le llegaba por las rodillas, el cual estaba sujeto
por un cinturón que tenía grabado una A en la hebilla. En su
cuello descansaba un collar de borlas rojas. Su sombrero naranja
también tenía un collar igual más dos emoticonos azules, uno con el
ceño fruncido y otro con una gran sonrisa, además dos correas
descendían de los laterales del sombrero, uniéndose en un medallón
con la forma del cráneo de un toro.
De la boca del joven salían estridentes carcajadas, pero Jack no
estaba de tan buen humor.
-Eres tan prudente como siempre, deberías haberle dado una patada en
vez de correr como un poseso-.Dijo con una sonrisa en su rostro.
-Esa era un broma bastante buena, Ace-. Reconoció Jack-. Aunque
podrías haberme despertado como una persona normal.
Le resultaba imposible guardar rencor a Ace, porque había sido el
primer usuario que había conocido, y se habían hecho amigos al
instante.
-Te estaba buscando, y he tenido bastante suerte al encontrarte.
Necesito tu ayuda, tengo un serio problema. Se ha borrado de mi panel
de control la opción de cerrar sesión.
-Dame un momento, voy a ver si me ha sucedido lo mismo-. Lo extendió
y al parecer también se le había esfumado la posibilidad de cerrar
sesión. Una frase resonó en su mente-. Estamos encerrados en un
juego sin retorno.
¿Que podían hacer Ace y él? ¿Estaban atrapados para siempre?
puntos 18 | votos: 18
Cartel número 100 - Me ha encantado crearme una cuenta en desmotivaciones. He conocido a
personas maravillosas, he visto carteles buenísimos y he leído
novelas increíbles en desmotivaciones. Y he de reconocer que nunca
pensé que llegaría a mi cartel número 100. Para compensar a
aquellos que me han ayudado y me han hecho felices, me he puesto un
reto:
¿Qué quieres leer?
Lo que quieras.
Una promesa que llene tu alma,
tu salvación anclando en la mañana,
un cielo donde refugiar tu dolor,
algo que atestigüe tus cobardías,
algo que niegue tu rencor,
algo que solo hable de alegrías.
Lo que quieras yo te lo escribo aquí,
luego no digas que no te lo advertí.

Fdo:The shadow of the night/la escritora delirante

puntos 27 | votos: 27
La curiosidad - que tenemos al ver algo nuevo que no hayamos visto nunca
es impresionante.
puntos 12 | votos: 12
Hay palabras - que nacieron solo para dos.
puntos 16 | votos: 16
Me harté - de coleccionar preguntas para las que nunca me dieron respuestas.
puntos 10 | votos: 10
Por que un amigo de verdad - siempre estara alli en las buenas y en las malas
puntos 17 | votos: 17
Quédate - en tu cárcel de miedo, donde sus barrotes de desesperación te
impedirán salir.

puntos 6 | votos: 8
Y tu ¿A cual prefieres? - .
.
.
puntos 11 | votos: 11
Delirios de una escritora - Llovía a mares y el cristal se empañaba con mi respiración. A
través de la ventana podía ver a lo lejos una luz titilante
señalada por mis dedos, un resquicio de una lumbre que parpadeaba en
la inmensidad de la negrura. Era un reflejo de un fugaz deseo, un
recordatorio de que en este mundo no se está solo, hay más gente
perdida en el vacío de esta oscuridad esperando a salir de ella. Las
gotas se llevaban consigo, como en una riada,  los pedacitos de alma
que salían de mis ojos. Ningún ruido parecía clavarse mis oídos.
Era mágico y trágico a la vez. Esa penumbra que a todos alguna vez
nos ahoga se desgañitaba en un vendaval, asolando el espíritu de los
valientes vencidos, de mi misma a la sombra de la tormenta y tras los
vidrios que me protegían. Pero el frío calaba y dolía como mil
huesos fracturándose, como mil corazones rotos, como mil espejos
clavándose en las manos. Anhelaba la alegría de una amistad. En mi
boca, el sabor amargo de las promesas incumplidas, que a sorbos me
tragaba y que sin querer endulzarlos, venían a mi paladar como las
desgracias que nunca vienen solas.
puntos 9 | votos: 9
Tu llama - aún derrama cera en mis recuerdos, y en este corazón latiendo te
conservo.
puntos 19 | votos: 19
No te preocupes - por los que te odian, preocúpate por los que te quieren.
puntos 9 | votos: 9
Todos tenemos - un secreto encerrado bajo llave en el ático del alma.

puntos 11 | votos: 11
Incluso en las profundidades - del infierno, florece la hermosa flor de la amistad.
puntos 10 | votos: 10
La soledad - no es motivo de tristeza, es motivo de reflexión.
puntos 9 | votos: 9
Un ojo abierto. - El otro soñando.
puntos 14 | votos: 14
La desgracia - no hace sonar trompetas para anunciarse, llega a lomos de silenciosas
hormigas.
puntos 24 | votos: 24
Ni toda la lluvia del mundo - puede apagar la hoguera del deshonor.

puntos 24 | votos: 24
Mi habitación, - mi santuario. Mundo a parte donde el arte que se hace por amor no es
criticado.
puntos 13 | votos: 13
¿A qué esperas? - Tú tienes que ser únicamente quien tú quieras.
puntos 5 | votos: 5
Desmotiva - Que kirito deje plantadas a Asuna y a Seguha
puntos 11 | votos: 11
Yo conozco - los secretos que te guardas bajo llave. Y es que tuve dos maestros:
Señor Libro y Señor Calle.
puntos 17 | votos: 17
Toda una vida es poco, - la tierra me entrego un cuando y un donde, atrapado ahora en esta era
insomne. Quiero vivir mas vidas que la que me corresponde, viajar a
los paisajes que toda memoria esconde.

puntos 8 | votos: 8
El camino - que separa cuna y cementerio es corto.
puntos 13 | votos: 13
Para que enojarme - y perder el tiempo, cuando mi simple decepción basta para matarte.
puntos 9 | votos: 11
Dejar de actuar - por miedo a los riesgos no es diferente a una muerte en vida
puntos 14 | votos: 14
La vida es - como un cuento relatado por un idiota, un cuento lleno de palabrería
y frenesí, que no tiene ningún sentido.
puntos 8 | votos: 8
La clase - De Another tiene mucha suerte.

puntos 12 | votos: 12
Diferentes mundo de fantasía - he imaginación, vistos en una sola imagen.
puntos 11 | votos: 11
Delirios de una escritora - Me fascinaba la noche, ese estrato lóbrego y nebuloso siempre me
había resultado sumamente inspirador, pero aquella vez parecía
distinto. Me apresuré con presteza, entre sombras y silencios,
avanzando por inquietantes rincones en los que parecía que las
penumbras se contoneaban a mi paso, como si intentaran burlarse de
mí. Me sentí estúpida cuando me giraba bruscamente al creer
observar que alguien o algo me contemplaba, me seguía o me amenazaba.
Mi respiración se tornó apresurada y dolorosa, pues la gelidez
penetraba en mis pulmones junto con esa umbría sensación de miedo,
que volvía a germinar en mí. Buscaba con desesperación a alguien,
tanto en las travesías como en los comercios, pero todo cuanto me
rodeaba residía en una sepulcral quietud, en una escalofriante
soledad. Me desperté jadeando, todo había sido un cruel e
inquietante pesadilla, nada de eso había sucedido, pero aún así
parecía tan real...
puntos 14 | votos: 14
Sally - ¿Que pasaría si te encontraras con esta niña y te preguntara? 
Play With Me
puntos 14 | votos: 14
Soñar no cuesta nada. - Lo que cuesta es levantarse y hacerlos realidad.
puntos 6 | votos: 6
No perdiste a nadie. - El que murió simplemente se nos adelantó, porque todos vamos en la
misma dirección. Además lo mejor de él, el amor, sigue en tu
corazón.

puntos 15 | votos: 15
No todo - lo que ves es realidad. Ni todo lo que sueñas es fantasía.
puntos 6 | votos: 10
A veces eres realmente dulce, - como las navidades, el verano y un cachorro juntos.
Un día la luna abrió las cortinas 
y apareciste tú en su lugar,
blanca como ella y las estrellas.
Tu mirada fija me empequeñecía,
como un hielo bajo el sol me derretía.

No supe bien qué diablos pasó
mas me vi más tarde con candor
tiritando de pasión entre helechos,
cuestionándome tales hechos
y escondiendo mi talón.
puntos 18 | votos: 18
No pierdas el tiempo - golpeando la pared, con la esperanza de transformarla en una puerta.
puntos 12 | votos: 12
Aunque mis alas rotas - me impidan volar, aún puedo correr
puntos 11 | votos: 11
Sin sentimientos, - la vida se vuelve un desierto donde uno muere de tristeza.





LOS MEJORES CARTELES DE

Número de visitas: 11443647310 | Usuarios registrados: 2057355 | Clasificación de usuarios
Carteles en la página: 8001680, hoy: 15, ayer: 18
blog.desmotivaciones.es
Contacto | Reglas
▲▲▲

Valid HTML 5 Valid CSS!