Tenía solo 6 años cuando cogí
mi primer balón de baloncesto, me
acuerdo perfectamente de ese día, para empezar no
sabia botar el
balón, tampoco un pase bien dado y por supuesto
tampoco sabía tirar
a canasta.
Pasaban el tiempo y poco a poco iba aprendiendo cada
día más, no solo a dar un pase, tirar a
canasta o botar un balón
con las dos manos, sino a hacer reversos, meter canastas
desde varios
ángulos, pasarme el balón por debajo de las
piernas etc...
Unos
pocos años después entre en
competición, empece a sentir emociones
que nunca antes había sentido, ahí me estaba
dando cuenta que se
había convertido en algo más que en un simple
deporte, pero nunca
llegue a pensar que llegaría a sentir algo tan
fuerte.
E llorado
viendo como un partido se nos iba de las manos, e sentido
euforia
cuando en el ultimo cuarto hemos remontado, cuando e hecho
un tapón o
un triple en el ultimo segundo, cuando te marcas la jugada
de tu vida,
también impotencia en un partido que nos han ganado
de paliza, pero
nosotros también hemos dado palizas. Al final te das
cuenta de que
los sentimientos de verdad son los que sientes al ver como
un
compañero es feliz al meter una canasta gracias a un
pase tuyo.
El baloncesto no se explica, se vive. Cuando llegues a vivir
el
baloncesto como lo hago yo, entonces no hará falta
que te explique
nada porque ya lo habrás entendido todo....